Hola a todos, aqui traigo otro fic (mi segundo fic de SK) que se me ocurrio de la nada una noche hace algo mas de una semana. Queria que fuera algo sencillo, pero con el pasar de los dias se me metio tanto en la cabeza que no pude detenerme hasta que estuvo completo, no pretendia alargarme mas de uno o dos capitulos pero al final me ganó el entusiasmo.
Los comentarios siempre son bien recibidos y hacen que mis dedos funcionen muy bien en esta mision de escribir fics.
COMO REN TAO RECUPERÓ LA LECHE
Capitulo 1 de 4
(HoroxRen)
Caminaba adelante, por lo menos a dos metros delante mío y eso me probaba que estaba enojado, que estaba muy enojado y si eso no era prueba suficiente de su enojo, entonces su silencio debía serlo… aunque bueno… estoy seguro que la mayoría de personas diría que cuando hablamos de él no hablamos de una persona típicamente habladora, sin embargo yo sé que él habla, sé que tiene mucho de que hablar y si no lo hace con los demás entonces lo hace conmigo… por… por la ventajas que tengo sobre los demás… soy su novio después de todo. Ah… pero él parece olvidarse de ese detalle cuando decide enojarse.
No sé que sentir cuando se molesta conmigo, me da un poco de rabia y siento que también debo ignorarlo, aunque también me dan muchas ganas de reírme y de tirármele encima hasta que se vuelva a poner de buen humor, es interesante estar en una relación con Ren, nunca sabes que esperarte de él y lo mejor es cuando descubres las sorpresas que tiene, sorpresas como una sonrisa en la mañana justo después de levantarnos; sorpresas como cuando decide acompañarme en el baño para ayudarme a lavar mi espalda; sorpresas como lo suaves y talentosas que son sus manos que se roban una caricia aquí y allá; sorpresas como un beso en la noche justo antes de dormir, en el momento en el que menos me esperaría que me besara. En pocas palabras, Ren esta lleno de sorpresas, todas gratas y todas para mí, solo para mí.
Pero en ese momento estaba enojado y caminado muy por delante mío y de nuevo yo no sabía que sentir.
—Vamos Ren… no es para tanto —Dije incrementando un poco un poco mi paso para intentar darle alcance, sin embargo él también empezó a caminar mas rápido y yo diría que me tomó incluso mas ventaja— Si sigues caminado así de rápido y no me esperas también me voy a enojar contigo y sabes que eso nunca termina bien —Amenacé sabiendo por anticipado cual sería su reacción
Un bufido burlón.
—¿Que? ¿Acaso vas a volver a irte a Hokkaido sin avisarme?
Irme a Hokkaido…
Esa vez había sido gracioso, no recuerdo cual fue el motivo de esa discusión, lo único que recuerdo es que en la noche mientras él se cepillaba los dientes yo había empacado algunas de mis cosas y me había ido de la pensión, recuerdo que el camino en el tren me la pasé suspirando, deseando que viniera a buscarme y al mismo tiempo maldiciendo si es que no me iba a buscar. Tres días después apareció en el pórtico de mi casa con sus hombros y su cabello llenos de nieve y con un enorme oso polar de peluche con una bufanda azul en la que decía "Lo siento… fui un tonto… esta vez mas que tu" creo que eso nunca se me va a olvidar… como tampoco se me olvidara esa noche mientras nos besábamos bajo una lluvia de estrellas y de copos de nieve… esa noche nevó tanto que para cuando nos dimos cuanta teníamos nieve hasta los tobillos… después hubo tiempo para recuperar el calor perdido.
Los futones de Hokkaido son los más cómodos del mundo… apuesto a que si… compartirlo con Ren… bueno… ese es solo un privilegio mío.
—Si, acepto que esa vez fui un poco tonto y me fui, pero de cualquier manera tu fuiste a buscarme y esa era la idea desde un principio… vamos Ren, sabes que no me gusta que te pongas de mal genio conmigo, no es nada divertido.
—Puedes hacer lo que quieras… puedes irte a la misma luna y esta vez no voy a mover un solo pie fuera de la pensión.
Yo sabía que no seria así… aunque quizás en esta ocasión debería ser yo el que pidiera disculpas… sin embargo no tenía mucho dinero en los bolsillos como para ir a comprar un oso con una bufanda azul.
Por otro lado él estaba enojado por una tontería, ere realmente una tontería.
Estábamos entrenando, por supuesto yo lanzaba patadas y él las esquivaba, él lanzaba puños y yo los detenía, él volaba por los aires y yo me movía hábilmente con pasos rápidos sobre la hierba, fue en cierto momento que ambos terminamos forcejeando para intentar derribar al otro al piso, sin embargo, en nuestra terquedad característica nos negábamos a ser el derrotado por lo tanto haber declarado un empate habría sido lo mas justo y lo mejor para los dos, fue en ese momento cuando se me ocurrió una gran idea, la idea del triunfo asegurado.
Inclinado mi cabeza hacia adelante sonreí y le mostré mis labios en una típica petición para que me besara, incluso cerré suavemente mis papados, un segundo después él atendió a mi propuesta y por algunos segundos compartimos un beso lleno de la misma energía con la que habíamos estado entrenando segundos atrás, ese fue el momento en el que supe que había dejado su guardia abajo, entonces lo tomé del brazo y lo lancé al suelo sujetando ese mimo brazo detrás de su espalda para inmovilizarlo totalmente.
Obviamente fui el ganador de la pelea… pero creo que mi canto de la victoria no fue el movimiento más indicado ya que tan pronto como lo solté arrancó a caminar hacia la pensión sin dirigirme la palabra.
—Ren… estábamos entrenando, la idea era vencernos el uno al otro, yo solo hice lo que consideré que iba a derrotarte —Esas palabras parecieron funcionar aun menos y entonces supe que iba a precisar de actos extremos para lograr el perdón de mi terco Ren Tao.
La puerta de la pensión ya estaba a la vista cuando decidí correr un poco para alcanzarlo, fui muy sigiloso y cuando por fin lo tuve a una distancia muy corta di el ultimo paso y lo abracé por la cintura atrayendo su cuerpo hacia atrás, su espalda contra mi pecho, lo sujeté muy fuerte y lo mas agradable fue que no se resistió, por unos segundos no se resistió y cuando presentí que iba a hacerlo llevé mis labios a su oreja y le hablé allí con el mas imperceptible de los murmullos.
—¿Vas a seguir enojado?
—Si —Fue su escasa respuesta.
—¿Por?
—Porque se me da la gana —Dijo, pero al mismo tiempo pude sentir como acomodaba su cuerpo en el mío, llevaba su cabeza un poco más hacia atrás como para que mis labios se acercaran aun más a su delicioso oído— Porque eres un aprovechado.
Las palabras me sorprendieron por un momento, sin embargo me sobrepuse rápidamente y continué con mi ataque
—Si… soy un aprovechado… todo un aprovechado —Dije sacando mi lengua un centímetro y acariciando con esta el nácar de su oreja— Soy todo un aprovechado y deberías castigarme… justo en este momento… ya sabes… subimos las escaleras… cerramos la puerta… caminamos hacia el futon y Ren castiga a Horo… ¿que te parece? —Para ese momento mis manos estaban subiendo un poco su camiseta y acariciaban al mismo tiempo la piel de su abdomen cerca a su ombligo
Y estaba seguro que no se iba a negar a ello, pero en ese momento puerta de la pensión se abrió y todos los de la pandilla que no se a donde demonios estaban saliendo, aparecieron y se quedaron mirándonos con caras y sonrisas estúpidas, decir que me sonrojé era una cosa, decir que Ren se sonrojó… bueno… digamos que tenía sonrojado hasta el cabello, por supuesto él no se iba a quedar parado allí para soportar la "humillación" y sin esperar nada mas y sin decir nada atravesó a los que obstaculizaban la puerta y subió por las escaleras sin esperarme y seguramente olvidando que estuvimos a punto de subir al cuarto donde él me castigaría.
Ja.
FIN CAPITULO 1 DE 4
Espero que lo hayan disfrtutado y que lo sigan disfrutando. Dejame ver que piensas ¿Si?
