Disclaimers: todos los personajes de gravitation le pertenecen a Maki Murakami y esta historia ha sido creada sin fines de lucro y solo para divertir a fans como yo de esta serie. una vez aclarado todo disfruten del fic!
Lo que esta en ( ) son los pensamientos de los personajes.Lo que esta en [ ] son las intromisiones de la autora.
Prologo
La brisa soplaba fuertemente, mientras yo seguía mirando hacia el horizonte viendo fijamente al árbol de duraznos, tenia mis dudas pero creía que si cerraba los ojos todo se desvanecería a mí alrededor pero la bocina de un auto me despertó de mi estado de transe-si se puede decir así a cerrar los ojos y pretender ser invisible-pero en fin me levante y me sacudí la grama y la tierra del Jean, tome mi chaqueta y la carpeta que tenia a mi lado.
Ya era de noche.
Empecé a caminar sin rumbo y al darme cuenta había llegado al parque. Me acerque a un banco de cemento y me puse a leer las letras de una de mis canciones, es lo que hago en mis ratos libres o de inspiración principalmente para desahogarme escribiendo lo que siento, pero hay momentos, como estos, en los que mi mente se nubla y eso me llena de coraje. Mire las otras canciones una y otra vez, y mi entrecejo se frunció.
-que porquería. -murmure-¡esta es pura basura!- grite finalmente, mientras aventaba la carpeta al arrollo del parque [n/a: no se si había un arrollo en la serie, pero igual no se fijen en ese detalle], me apoye en el murito que separaba él arrollo del banco y observe la carpeta hundirse junto a las otras hojas que se habían salido y dispersado por la superficie del agua.
Me voltee y centre mi atención en la hoja que había junto a mí la recogí y me disponía a arrugarla pero me detuve. No era una canción cualquiera. La leí y suspire profundamente cerré los ojos y trate de recrear con mi mente el momento en que la escribía y las circunstancias en que lo hacia, volví a fruncir el entrecejo, abrí bruscamente los ojos y tire el papel hacia atrás.
(Esa persona nunca debió llegar a mi vida para revolverla)
Ya era tarde, debían ser aproximadamente como las 2 de la madrugada pero no me importo tome mi chaqueta y me fui, había avanzado un trecho considerable cuando vio unos sujetos enfrente de mí, trate de evitarlos pero me rodearon algo en sus ojos me decía que no solo me querían asaltar sino algo mas.......
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Shuichi seguía corriendo, lo hacia para no pensar en nada pero le era imposible, el recuerdo de Yuki propinándole el golpe no dejaba de aparecer en su mente(¿Por qué Yuki, por que?)
Amaino el paso, sus ojos no dejaban de escurrir sus lagrimas; no tanto por el golpe sino por quien se lo había dado. Le costaba creer que la persona a quien amaba y se había entregado con toda devoción era capaz de hacerle algo así.
Llego al parque involuntariamente, sus pies allí lo habían llevado
(Aquí. Conocí a..... Yuki) pensó mientras se resbalaban las lagrimas con mas fuerza.
Camino un rato por los alrededores del parque ya más calmado pero con una duda en su cabeza:
¿Porque estaba allí?.
Su mente volvió a unas horas antes. Estaba corriendo rumbo a casa de Hiro, pero al llegar se detuvo frente a ella un momento
(No. No debo molestar a Hiro con mis problemas y menos a estas horas) pensó mientras daba un paso hacia atrás y salía en dirección opuesta.
Ya lo recordaba. Pero entonces porque sentía esa sensación, de estar en sueño, no, en una pesadilla en la que no había nadie para despertarlo.
De repente un ruido, mas bien un grito llama su atención, se dirigió hacia allá mientras se escondía detrás de un árbol junto a los arbustos.
Un chico de cabello castaño claro estaba observando algo en el arrollo, al darse la vuelta descubrió sus impresionantes ojos verde-azules que por la luz del farol se habían vuelto de un verde intenso, llevaba un pantalón muy ajustado de color negro y una camisa del mismo color con los primeros botones desabrochados. Le resulto muy atractivo, tanto que se sonrojo un poco, pero al instante sacudió fuertemente la cabeza, debía alejar esos pensamientos de su mente.
Vio como cerraba los ojos por un momento y rápidamente los abría con expresión de haber recordado algo desagradable o por lo menos eso pensó Shuichi.
Luego el chico tiro una hoja y se alejo a la derecha agarrando con una mano su chaqueta al hombro y la otra metida uno sus bolsillos.
Shuichi espero a que se hubiera retirado lo suficiente para acercarse al lugar en donde había estado parado el chico, recogió la hoja leyó las primeras líneas y sus ojos se ensancharon de la impresión: Era una canción.
Devoro cada palabra con sus ojos, realmente le gustaba.
Así estuvo un rato cuando de repente se oyeron los pasos de alguien que se acercaba, guardo rápidamente la hoja en el bolsillo de su pantalón y volteo para ver de quien se trataba: el chico de ojos verde-azules corría ¡hacia él!.
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Los tipos me acorralaron y empezaron a registrarme los bolsillos de mi pantalón, uno de ellos encontró lo poco que cargaba.
(Ahí va el dinero de mi pasaje) pensé amargamente.
-¡¿es todo?!-me dijo él mas alto y de apariencia ruda-¡esto no es suficiente!-dijo mientras sostenía frente a mí el dinero.
-creo que tendrás que darnos algo más.
-como que-conteste secamente.
No obtuve respuesta pero la mirada que me dedico lo contesto todo.
Sus ojos me veían de una manera lujuriosa, lentamente de arriba abajo, un escalofrió me recorrió todo el cuerpo y mi corazón se acelero, eran tres contra uno no tenia muchas posibilidades de escapar, cada uno me tomo de un brazo mientras el de apariencia ruda metía su mano por debajo de mi camisa Y empezaba a acariciar mi pecho, trate de moverme pero los otros dos me sujetaban fuertemente, sus manos fueron bajando hasta llegar al borde mi pantalón se detuvo ahí y mientras comenzaba a desabrocharlo su boca busco mis labios, cuando se acerco lo suficiente tanto que pude sentir su aliento le propine una patada en la entrepierna, el se quedo paralizado viéndome fijamente, por un momento pensé que no lo había ni rasguñado pero este se empezó a doblar lentamente sujetándose en la zona del Golpe, los otros se quedaron sorprendidos y fue allí donde aproveche la confusión para liberar un brazo y propinarle un golpe en la nariz a uno de ellos y al otro un golpe en el estomago, después de eso me di la vuelta y corrí, corrí y corrí todo lo que me alcanzaban las piernas, fue cuando entonces vi a un chico de cabello pelirosa enfrente de mí.
Trate de evitarlo pero iba tan rápido que no pude detenerme a tiempo y tropecé con él, caí justo encima de este al grado que nuestros rostros quedaron muy cerca uno de otro, en sus ojos se notaba el desconcierto y a la vez la sorpresa, su mirada me impacto: era tan cálida que por un momento me deje envolver y me perdí en ella, pero no tenia mucho tiempo de seguir pensando en ello, los sujetos ya debían de haberse levantado y debían estarme buscando así que me incorpore junto con el chico y lo tome de la mano para ocultarnos detrás del árbol más cercano, espere un momento apoyando la espalda al árbol y de frente al chico mientras efectivamente los sujetos pasaban corriendo, yo enseguida sujete al chico por los hombros y lo atraje hacia mi para que no lo vieran, Espere a que se Perdieran los tipos. Cuando me asegure que se habían ido me separe del pelirosa y le pregunte:
-¿estas bien?.
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Se revolvía de un lado a otro de la cama, algo no le dejaba de rondar la cabeza al escritor, tal vez un presentimiento. Se incorporo y se sentó al borde de la cama entrelazo sus dedos y apoyo los codos en sus rodillas. Trato de buscar la razón de su intranquilidad, apoyo su quijada en sus dedos aun unidos y cerro los ojos. No debió decirle esas cosas tan hirientes a Shuichi y mucho menos golpearlo, Recordó el momento en que Shu caía al suelo y con la mano en su mejilla se quedo en esa posición un momento mientras lentamente se volteaba, cuando sus miradas se cruzaron Yuki sintió un retorcijón, la mirada de Shuichi en ves de estar llena de lagrimas se mostraba fría y con rabia Yuki de la impresión no pudo decir nada solo se quedo ahí helado mientras Shu rápidamente se incorporaba y se dirigía a la puerta quiso detenerlo pero su estúpido orgullo le paralizo los pies, antes de cerrar la puerta de un portazo solo alcanzo a oír un te odio.
Ese "te odio" le hizo abrir rápidamente los ojos, nunca le había dicho algo así, tal ves lo dijo por la ira del momento pero había sonado tan sincero que de solo pensar que pudiera ser cierto hacia que se estremeciera.
-no, no puede haberlo dicho en serio-se dijo para tratar de tranquilizarse- ese baka es incapaz de odiar a alguien.
Se levanto y encendió un cigarrillo.
Camino hacia la ventana y miro al cielo, un grupo de nubes tapaba a la luna, se pregunto a donde abría ido pero luego sonrió [algo muy extraño en él ¬¬]
(De seguro debe de estar fastidiando a Hiroshi con sus berrinches)pensó, se lo podía estar imaginado en ese momento, a Shuichi con dos pequeñas fuentes saliendo de sus ojos y repitiendo: ¡Yuki ya no me quiereeeeee buaaaa! Esa sola imagen le produjo gracia.
Pero...... ¿y si no había ido a casa de Hiro?.
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Shuichi no lo podía creer ese chico se dirigía justo donde se encontraba él y pensó:
(de seguro se dio cuenta de que lo espiaba y quiere reclamarme o algo así).
Pero noto que venia mirando al suelo y cuando levanto la mirada ya no pudo detenerse, inevitablemente tropezaron y le cayo encima, cuando abrió los ojos pudo apreciar claramente todas las fracciones del rostro del chico de ojos verde-azules
(que rostro tan perfecto, varonil como el de Yuki, pero de mirada mas dulce y vivaz como un niño).
De repente el chico se levanto y ayudo a Shu a hacer lo mismo, lo tomo de la mano y lo llevo detrás de un árbol, Shu no entendía porque lo hizo, y si tenia otras intenciones para con el se pregunto, pero luego se dio cuenta que este miraba hacia otro lado, hacia lo que parecían pasos. Aunque no sabia lo que pasaba por la expresión del otro comprendió que no era el momento de molestarlo con preguntas. De repente visualizo a tres hombres que se acercaban corriendo, fue entones cuando sintió las manos del otro sobre sus hombros que lo atraían hacia él, Shuichi abrió de par en par los ojos mientras apoyaba las manos y la cabeza en el pecho del chico. Su cara inmediatamente se empezó a poner colorada, definitivamente esa situación era muy comprometedora. Cuando los pasos se alejaron sintió que este se despegaba de él y le preguntaba si se encontraba bien, lo único que pudo articular fue un tímido: sí.