Torneo por el Otro Mundo.
Por Alisse.
Introducción.
Gohan estaba dispuesto a hacer lo que fuera por su familia, eso nadie lo dudaba, sobre todo después de lo ocurrido con su padre en el Torneo de Cell. Goku había decidido quedarse en el Otro Mundo, entrenando, en vez de volver con su familia. En un primer momento, no había podido evitar sentirse herido por su decisión.
Pero, meses después, Gohan sentía que ya lo había superado, dentro de lo que podía y más que nada porque por su familia no podía darse el lujo de lamentarse demasiado. Mucho menos cuando se enteró que su madre estaba embarazada de su segundo hijo.
Había logrado hacerse a la idea de tener un hermanito menor, incluso hasta había comenzado a hacer planes sobre ello, pensando cómo se llamaría, la ropa que había que comprar, los juguetes, el cuarto que tendría que ocupar en la casa y así... pero todo terminó un día abruptamente. Todo fue hasta que todo comenzó a precipitarse nuevamente.
Milk había enfermado gravemente.
Tanto así que tanto ella como el bebé estaban en peligro y por muchos exámenes que hicieron los doctores los meses siguientes, no fueron capaces (y aún no lo son) de encontrar la causa del mal... fue en esas circunstancias que Gohan juró que haría cualquier cosa para que ella sanara y su hermano sobreviviera.
Y sus plegarias fueron escuchadas.
Porque un tarde en que anochecía, Gohan estaba junto a su madre y, extrañamente, ambos estaban solos. Era la primera vez desde que ella estaba hospitalizada que se encontraban los dos así, ella descansando y Gohan con mil pensamientos en su cabeza, tratando de pensar en alguna idea que cambiara toda esa situación.
Después de horas de no llegar a nada, cansado, agotado y desesperado, murmuró un juramento, que no tenía idea cuáles repercusiones tendría en su vida.
-¿Me lo juras a mí?- escuchó de pronto una voz que le preguntaba.
Al levantar los ojos, se encontró con una mujer alta, de cabello pelirrojo tomado en un tomate y ojos de un negro profundo. Vestía una simple túnica color marfil que le llegaba a la rodilla. La quedo viendo fijamente, notando cómo ella tenía mirada traviesa y expresión algo sádica para su gusto. La verdad era que no sabía cómo reaccionar ante la intromisión de ella, estaba demasiado sorprendido.
-¿Quién eres tú?- le preguntó Gohan, sin moverse del lugar en que estaba al lado de su madre. Miró atentamente cómo ella se sentaba en una de las sillas que estaban libres cerca de la cama, sin quitar la sonrisa de su rostro.
-Soy Lil- contestó ella, cruzándose de piernas coquetamente -Y soy quien te puede ayudar con tu madre- agregó.
-¿A qué te refieres?- preguntó Gohan frunciendo el cejo, desconfiando completamente de lo que la extraña chica le decía. Había algo en su mirada que hacía que Gohan sintiera un rechazo y desconfianza hacia ella y todo lo que decía. Quizás era la actitud con la que le hablaba.
-La enfermedad que tiene tu madre- contestó ella, con cierta complicidad -Yo puedo curarla y asegurarte que tu hermanito nazca perfectamente.
Gohan, sin quitar la expresión dudosa de su rostro, miró de reojo a Milk, que continuaba sin reaccionar a su lado. Sintió cuando ella se puso de pie y se acercó a ambos por el lado contrario de la cama.
-Es verdad...- comenzó a decir ella, una vez que había llegado a la cabecera -hay cosas que la ciencia realmente no puede hacer- continuó diciendo Lil, encogiéndose de hombros -Pero al menos en este caso yo sí puedo hacer algo por ustedes: puedo ayudarlos- insistió.
-¿Cómo se que no estás mintiendo?- preguntó Gohan, apretando en su mano la de su madre.
-Te propongo un trato- contestó ella, casualmente -Yo ayudo a tu madre y hermano y tú...
-¿Y yo qué?- preguntó Gohan, frunciendo el cejo.
Ella primero no contestó, sólo sonrió de forma algo sádica, que definitivamente a Gohan no le dio buena espina.
-Sólo… tienes que hacer algo por mí- respondió ella, encogiéndose de hombros -¿Y, qué dices?
-¿Qué es?- preguntó Gohan, dudando.
-Hace unos momentos dijiste que harías cualquier cosa…- comenzó a decir Lil, mirándose las uñas.
-¿Qué tengo que hacer?- preguntó nuevamente Gohan, ignorando sus palabras.
-Sólo… un pequeño trabajo para mí, nada muy terrible.
-¿De qué se trata?- preguntó Gohan, cruzándose de brazos. Lil soltó un sonoro suspiro y finalmente le dijo todo.
Pasaron menos de cinco minutos y Gohan asintió, aceptando el pacto.
Uh, hace tiempo que no escribo algo de Dragon Ball Z. Esta historia tendrá de todo: drama, humor y mucha aventura. Ah, y los capítulos serán más largos.
Que estén bien!
