Pequeña nota: Este será mi última historia, hasta mediados de año. Debo dejar de escribir por un tiempo. Sin nada más que agrega buen/a lector/a, disfrute de esta pequeña historia.
Esa mañana, los pegasos anunciaban una gran lluvia cuando Rarity fue al hospital central. Se podía ver en el cielo, grandes nubarrones amenazantes que oscurecían impasibles el cielo. De entre la oscuridad del cerrazón se podía ver las puertas del hospital de la ciudad, que estaba atestado de una gran cantidad de ponis heridos que salían con vendajes en diferentes partes del cuerpo, algunos sin miembros, los que habían tenido más suerte, eran ayudados por sus familias a caminar, o eran llevados en silla de ruedas. Rarity, fue lentamente abriéndose paso entre las diferentes personas, escuchando voces lejanas. Voces, como ecos que eran atroces chistes sin gracia. Se adentró por los blancos pasillos, escuchando más voces pero ninguna palabra.
Desde hace ya unos 3 años, Equestria había entrado en guerra con uno de su país vecino, Drakonecrux. Un país formado solo por una raza guerrera de dragones, que había declarado la guerra a sus países limitantes. Desde hace 3 años, comenzó a invadir los pequeños países de su alrededor.
Cuantas cosas han cambiado desde entonces. Continuamente se veían a potros enlistados a ayudar a su patria, ir a las líneas de guerra. Cuantos no volvieron, cuantos fueron las vidas que se perdieron por una guerra que hoy en día se había llevado a tantas vidas.
Otros escapaban como podían e iban a parar agrandes ciudades más fortificadas, mejor armadas. Muchos ponis se movilizaron. Applejack fue con su familia a las grandes ciudades, hace ya un año. Fluttershy, había vuelto a Cloutsdale junto con Rainbow Dash. Ambas volvieron con sus familias. Pero a pesar de todo, aún continuaban en contacto con todas sus amigas.
Llego a una galería en el mismo instante en que comenzaba a llover, y las gotas de lluvia empezaban a sonar en la tierra y en los cristales de las ventanas del hospital. Diversos ponis se encontraban resguardados en el zaguán donde sus ojos maltratados se refugiaban mirando a la nada, que se cansaban de contemplar la lluvia. Pocos vieron a Rarity entrar dentro del hospital. Pero eso ya era costumbre, de ver un montón de caras ir y venir, pero ninguna mirada.
A la izquierda se podía ver unos cuantos bancos desocupados de madera vieja, junto a las ventanas contra las que golpeaban las gotas de lluvia, mientras que a la derecha las puertas de internaciones. La galería estaba casi vacía, pero se podía ver pequeños potros jugando en el fondo de la galería, y sonriendo. Iban quedando cada vez menos sonrisas, en esta blanca prisión.
En ese entonces, Spike ya era un dragón grande y se había enlistado voluntariamente para ir a combatir a los de su propia raza. Twilight, había insistido mucho en que no lo hiciera, al igual que todas sus amigas. Pero el tiempo paso, y la gente suele cambiar de opinión en tiempos difíciles. Al final, Twilight tuvo que viajar a Canterlot, por órdenes de la Princesa Celestia, que la necesitaba para organizar las tropas,. Pero más que nada, fue para estar cerca de sus padres, su hermano y su cuñada.
Spike, se enlisto el día siguiente al que Twilight se fue de Poniville.
Fueron 3 meses de entrenamiento. Un periodo muy corto para cualquier soldado, pero la guerra demandaba nuevos soldados.
Siguió su camino, viendo que la esperaba Pinkie Pie, que estaba sentada en una banca frente a una puerta. Era imposible decir cuánto cambio Pinkie desde entonces. Su pelo se había vuelto lacio desde hace tiempo, y su pelaje se había vuelto más oscuro. Era lógico estaba deprimida y las depresiones son como maldiciones. Maldiciones Que la fueron destruyendo, y la fueron envolviendo, llevándola a ver la realidad que no quería ver. Esa realidad la lastimo y no perdono la inocencia que en ese tiempo tenía aún Pinkie, y en algún lugar termino por robarle la cara, la sonrisa, la esperanza, y la fe en la inocencia que alguna vez tubo.
Ahora era más seria, más consciente de lo que estaba pasando a su alrededor y de sus actos. Es raro, pero en ningún otro momento en su vida Pinkie Pie se había asemejado tanto a una niña como en esos momentos.
Spike, fue llevado a la frontera, junto a un escuadrón que estaba conformado mayormente por unicornios y en menor medida por pegasos y ponis de tierra. Durante su tiempo de servicio, Spike no había visto tanto sufrimiento como en ese entonces, el nunca lo había conocido lo que era la guerra, lo que era la vida de un soldado, pero ahora lo había vivido de primera mano, lo que es la vida militar, y lo que es el sufrimiento.
Vivió, lo que es el infierno de la guerra. Era horrible estar metido en ese lugar. Gritos de los comandantes, el frio de dormir a la intemperie, el hambre que tenía que sufrir debido a que debían racionar el alimento para que alcanzará para todos los soldados, incluso llegando a pasar uno o dos días sin comer, correr bajo la lluvia y el sol abrazador, el sueño y el insomnio de las largas noches antes de madrugar, el desgaste físico y emocional de la vida militar. Cada día se hacía más duro seguir adelante.
Luego en el campo de batalla. Vio las ciudades cercanas destruidas, cuerpos mutilados e incinerados por todas partes por manos de su propia raza. Pero también cuando prisioneros dragones eran capturados y torturados hasta la muerte, que era justificado por el tipo de justicia de la guerra. Esto llego a destruir el sentido de justicia del joven dragón. Sus ojos, ya habían visto demasiado el mundo, y ya no podían tener un poco de esperanza de ambas partes. Ahora veía todo el daño y terror que era capaz de hacer tanto ponis como dragón.
Debía dormir poco, y en esas pequeñas horas tenia pesadillas de todo lo que había visto y echo pero sobre todo, el miedo de que el enemigo atacara y ser prisionero. Se sentía perdido, cada día pensaba si estaba haciendo lo correcto. Las cosas que vio fueron inefables. Quería salir de ese maldito lugar, sentía que a cada momento podía perder la cordura y volverse loco. Pero eso no paso. Por algo muy simple, cada día pensaba en sus amigas y les escribía. Pero sobre todo pensaba en ella, y eso lo mantenía en el camino de la cordura.
Rarity se sentó al lado de su amiga, la única que había quedado en Poniville. Los Padres de Pinkie y sus hermanas fueron protegidos en la casa de los Cake desde hace ya 9 meses. Pero en la pequeña tienda de los cakes, solo quedaban la madre de Pinkie, dos hermanas y la señora Cake. Tanto el señor Cake, como el padre de Pinkie, debieron ir a la guerra. El padre de Pinkie, apenas y tuvo tiempo para despedirse de sus hijas y su esposa, al igual que el señor Cake.
Desde entonces, se vio que el pequeño pueblo fue quedando cada día más desolado, más gris, más sombrío y lúgubre. Las noches eran más frías en el pequeño pueblo, y las calles eran del silencio, y de la soledad que abrigaba cada rincón y callejón del pueblo.
-¿Cómo ha estdo, Pinkie?-pregunto Rarity, de una manera apatica, con tristesa, como si no hubiera querido preguntar.
-No muy bien, los latidos disminuyeron por la noche-contesta Pinkie, mirando con pequeña preocupacion a su amiga.
Pinkie, se lebanta y abraza a Rarity, al mismo tiempo que le susurra.
-Lo siento mucho amiga.
Y se sientan en la banca.
Esas fueran las únicas palabras que se dirían el día de hoy, antes de que se apagaran sus sentidos, y se encendiera un silencio de misa. Menos horas en la vida, más respuestas a una causa perdida: de porqué los sentimientos, vuelven con el día.
Rarity, se había quedado en Poniville, con su madre y su hermana, pero su padre tuvo que ir al frente, junto con incontables padres de familia más.
Eran tiempos duros en donde escaseaba la comida y el agua. Pero no podía irse, no tenía adonde. Cada día las ventas de sus vestidos disminuían. Ya casi nadie necesitaba vestidos. Hasta que tuvo que cerrar su Boutique. Pero, por suerte pudo conseguir un pequeño trabajo como asistente de la alcaldesa. Con eso pudo mantener a las 3, pero ¿Hasta cuándo?
En ese entonces visitaba muy seguido la pequeña capilla del pueblo. Cada vez se iba más seguido, hasta que llego a ir todos los días. ¿Quién podía culparla? Veía la pobreza en todos lados, soldados armados y preparados pasando cada semana por las calles de la ciudad, ponis muriendo, por hambre y enfermedades por todos lados, algunos pequeños potros que quedaban huerfanos pedían comida en las calles, a ponis que se estaban muriendo de hambre igual que ellos. Las casas abandonadas o saqueadas, el pueblo casi olvidado en la nada, el hambre, el cansancio. El pensamiento de tener que consolar a Sweety Belle cuando despertaba en mitad de la noche e iba a su cama por el sonido de las alarmas y preguntaba por su padre, la preocupación de traer comida a casa. El echo que las comunicaciones y el correo se huieran detennido, por el avance de los invasores. Incluso ya no sabian nada de sus amigas desde hace ya 1 mes ¿Que les había pasado en ese tiempo? ¿Estarian bien?, incluso no se sabía nada de Twilight, o de las ordenes de las princesas.
Esa vida es dura para cualquiera, pero era la realidad que vivía. Recordaba las conversaciones con el padre de la capilla. Solía hablar de Las cartas de Spike, y las de todas sus amigas. Todos los días pedía por ellos, por su familia y amigos, porque la guerra terminara.
...
Porque la guerra terminara.
Hace 3 días, el escuadrón donde estaba Spike lucho en las cercanías de Poniville. Se habían desplazado para reforzar ese; como lo llamaba el capitán, "punto estratégico". Spike pudo estar un par de horas en su antiguo pueblo, gracias a que fue por provisiones para el escuadrón. Apenas llego fue a casa de Rarity, pero no la encontró. Sin embargo, Sweety Belle lo recibió con un fuerte abrazo y le dijo dónde estaba. Spike corrió hacia la pequeña capilla, y hay la encontró. No pensó 2 veces y se lanzó a abrazar. Rarity, también lo abraso sin pensarlo 2 veces.
Quedaron en medio de los bancos de la capilla. Cuanto tiempo Spike había soñado con ese día, en volver a ver a su amada. Pasaron 1 hora y media fuera de la capilla bajo un árbol cercano, recordando viejos tiempos: la vez que fueron a la gala, los almuerzos con todas sus amigas, los cumpleaños, las fiestas de Pinkie, etc. Incluso Spike conto que de vez en cuando recibia una carta de Twilight, pero que ultimamente, no sabía nada de ella.
En ese tiempo, ambos recordaron ese sentimiento que no habían sentido hace mucho tiempo: Paz y felicidad.
Paso el tiempo y Spike tuvo que volver, cuando los últimos rayos iluminan la tierra, y Celestia volvía a bajar el sol. Algunos soldados del escuadrón se quejaron, otros simplemente bromearon que Spike había tardado porque se fue a ver a su novia, esto hizo que se sonrojara un poco. Algunos rieron ante eso. Pero duro poco tiempo antes de que Los invasores, llegaran en la noche.
Fue una batalla que despertó todo el pueblo. Esa noche fue un Pandemónium, de ruido, de gritos y muerte en medio de la oscuridad de la noche, que era iluminado por fuego que consumía todo a su paso, hasta llegar a las primeras casas. Entonces los ciudadanos salían, intentando apagar el fuego, tratando de ayudar a los caídos, y resguardarlos del peligro. Una misión tan heroica, como suicida. Muchos perecieron después, antes de poder ver el nuevo amanecer.
Los invasores finalmente, fueron vencidos. Pero a cambio de un gran número de bajas del propio escuadrón. Esa noche, los soldados heridos fueron llevados al hospital central del pequeño pueblo, en medio de casas que se quemaban, y ponis que trataban de apagar el fuego que se esparcía, y amenazaba llegar al centro de la ciudad. Además de las bajas de los soldados, también se habían producido bajas civiles, en verdad el hospital No estaban preparados para recibir a tantos heridos, algunos tuvieron que morir mientras esperaban ayuda.
Una enfermera salió de la habitación y pregunto por Rarity. Ella se paró. La enfermera respondió que necesitaba hablar con ella. Pinkie se alejó para que pudieran hablar en privado, y se sentó en el último banco al final del pasillo, donde quedo mirando como los pequeños potros jugaban. La enfermera le tendió un sobre sellado.
-Es del joven paciente, estaba entre sus pertenencias que nos fueron facilitadas por el general de su escuadrón. Dijo el general que, se lo diéramos a usted por cualquier cosa que llegara a pasar en los próximos días. Esa fue la voluntad del joven pasiente.
Rarity no respondió y tomo con miedo el sobre.
-Dejare la habitación abierta para que pueda verlo. Sepa perdonar.
La enfermera se alejó.
Rarity, temblorosamente abrió el sobre, viendo que tenía dentro una carta con la letra de Spike, con un poema escrito.
"Hace mucho tiempo mientras buscaba ciertas cosas en las pocas cosas que traje de casa,
Encontré un sobre donde estaban algunas fotos, y un pétalo de Rosa, me hizo recordar, en donde alguna vez
exprese mis sueños, mis anhelos,
mis más sinceros sentimientos, mis promesas
los abrí, los vi y comencé a llorar y a recordar…
ahí estaban mis sueños llenos de vida, fantasías y de ilusión..
soñé...
Que no importa el físico, ni tu pasado, para saber cuánto te amaba...
soñé...
Que cada palabra, cada frase tuya es como un aliento para mi corazón...
que calma mis temores y angustias, al saber que no estás aquí..
soñé...
En conocerte más y más, como amigos y como esposos...
soñé...
Que cada carta llena de tu perfume, me alegraba y me daba vida el
corazón...
soñé...
Que cada aniversario, sería lo más hermoso y lo disfrutábamos
con todo el amor puro y verdadero del alma...
soñé...
En nuestro primer beso, era lleno de sinceridad, lleno de amor,
lleno de ternura.
soñé...
Que nuestras promesas de amor, eran salidas de lo más profundo del alma.
soñé...
Que formaba mi hogar, con la pony que más amo, y que le di todo mi
corazón...
soñé...
En esforzarme en un buen trabajo, para que no le falte nada en nuestro
hogar...
soñé...
En apoyarte siempre, en tu trabajo y en lo que para ti era importante...
soñé...
Que tus padres nos daban la bendición, y muchos consejos...
soñé...
Que tus padres me aceptaban y me querían, como su propio hijo...
soñé...
Que nuestras amigas/os nos apoyaban y felicitaban...
soñé...
Que me casaba legalmente llenos de amor y de ternura..
soñé...
Que me casaba, antes la mirada de dios santo
y nos daba toda su bendición llena de amor y de felicidad..
soñé...
Que viajaba a conocer el mundo en nuestra luna de miel...
soñé...
Que nuestros problemas, no eran problemas,
sino malos entendidos...
soñé...
Que estabas embarazada, de mi primer hijo...
lo cual me lleno de mucha alegría el corazón.
soñé...
En mi primera hija, que se pareciera a ti,
porque reflejaba todo el amor llena de bondad, ternura y dulzura...
soñé...
En mi segundo hijo, lleno de alegría,
por ese amor desbordante de los dos y nuestra ternura...
soñé...
Que terminabas tu carrera y eras una profesional..
soñé...
Que trabajabamos y ayudabamos en nuestro hogar...
soñé...
En amarte, quererte, prometerte eternamente
todo mi amor sincero e incondicional...
soñé...
Que a pesar que eres la poni especial de mi vida
también eres mi mejor amiga...
soñé...
Que eres tú en quien más puedo confiar mis más íntimos secretos
porque formas parte de mi corazón...
soñé...
Que no hay aire que no respire, sin que tú no este...
soñé...
Que brillabas como un sol, porque reflejaban toda tu hermosura...
soñé...
En la ternura de tus besos, que me llevaban a tocar el cielo con las manos..
soñé...
Que no había más hermoso paraíso, en donde solo estábamos los dos...
soñé...
Que en todos mis proyectos, siempre estabas tú...
soñé...
Que nuestra promesa, siempre serian eterna...
soñé...
En no caer en la tentación de otras miradas, que no sean las tuyas...
soñé...
Que nuestra canción favorita, siempre las escuchábamos en nuestro corazón...
soñé...
Que siempre serias en mi vida, todo lo que más amo en el mundo...
soñé...
Estar contigo cuando más lo necesitabas, ser más que un amigo,
una razón de vivir y de amar...
Tantos y tantos sueños que por alguna razón
no los pude realizar, por mi falta de decisión
el tiempo se los comió.
No sé cuáles sean hoy tus sueños,
pero lucha por ellos, y nunca permitas que tus sueños
del futuro queden solo como recuerdos del pasado."
Rarity, tenía los ojos llenos de lágrimas al terminar de leer la carta tapándose la boca con un casco. Entro en la habitación. Detrás de unos biombos, se encontraba la cama de Spike.
Él estaba con una gran cantidad de vendas sobre su pecho. Tapado con una sábana blanca que le cubría hasta la mitad del pecho. Se le veía una sola pierna debajo de las sabanas, un suero conectado a lo que quedaba de su brazo derecho. No abrió los ojos cuando ella entro, estaba anestesiado desde hace 4 horas, devido a que era la unica forma en que no sufriera los horribles dolores del estado que estaba. Rarity, se acercó y paso un casco por la mejilla de su rostro. Estaba frio.
-Spaiky Waiky…-entre sollozos y lágrimas miro a Spike.
Lo abraso de una forma maternal el rostro. Él no respondía.
Rarity, acerco sus labios cerca de los de él y los beso. Sus labios estaban fríos. Sintió, un gran dolor que le oprimía el corazón, se acostó en la cama de él mientras lo abrasaba.
-Lo siento… lo siento…lo siento…
Se escuchaba la voz de Rarity, en la gran habitación entreoscura del hospital. Mientras tanto, en el pasillo se escuchaban las gotas de lluvia golpear las ventanas. Pinkie, permanecía sentada en una banca, un poco alejada de la habitación. Escuchaba los lamentos y sollozos de su amiga en la habitación, que se mezclaban con el sonido del hospital y la lluvia.
