HOLA SOY YO DE NUEVO, AHORA CON UNA HISTORIA DISTINTA, MAS BIEN CONTINUANDO UN POCO EN LA SERIE, AHORA AOME TENDRA QUE CAMBIAR DE VIDA YA QUE SU GRAN AMOR INUYASHA SE HA DECIDIDO POR KIKYO, SIN EMBARGO UN APUESTO YOUKAI LA ENCONTRARA... ESPERO QUE LES GUSTE./// INUYASHA NO ES MIO PERO ME ENCANTAN LOS PERSONAJES, LA NARRACION DE ESTE FIC VA A SER UN POCO CAMBIANTE, CASI TODOS LOS PERSONAJES TOMAN EL PAPEL DE NARRADORES, INCLUYENDOME A MI -!
CAMBIANDO DE VIDA

Capitulo 1: Morir Y Renacer

"Narración de Aome"
Bajo la lluvia, mi cuerpo se moja, mi soledad me aprisiona, este dolor en el corazón no deja que siga adelante, aquel hombre y ella, esa mujer de cabello negro lacio y largo se habían encargado de arruinarme la vida, con solo veinticinco años de edad yo deseaba dejar de respirar, dejar de sufrir, caminaba hacia un lugar que desconocía, la hierba, que estaba muy crecida acariciaba mi piel, con los zapatos negros puestos llenos de lodo, mi falda tableada de color verde sucia y desgastada debido a la batalla contra aquel ser maligno había provocado todo, desde que él lanzo un poderoso ataque contra nosotras, mi amado se arrojo a los brazos de ella para salvarla, sentí como mi corazón empezó a partirse a pedazos, no puedo creer que me haya hecho eso, yo que tanto lo amo, que arriesgue mi vida para salvarlo. No puedo mas, mis piernas me tiemblan, mis ojos castaños se van cerrando en contra de mi voluntad, mi cuerpo me duele aun mas, siento como la sangre de mi herida va recorriendo centímetro a centímetro mi brazo hasta la punta de mis dedos, creo que voy a morir, es lo mejor, no podría vivir sabiendo que mi amado esta con otra mujer. Sigo caminando sin rumbo, me adentre al bosque, sin saber como, mis piernas siguen moviéndose por inercia, a lo lejos logro ver la luz de la luna que se cuela por las nubes de lluvia que se van alejando poco a poco, caigo de rodillas antes de llegar al lago, a mi alrededor solo hay arbustos y árboles, cierro los ojos sin saber donde estoy, escucho unos pasos sigilosos que se acercan a mi¿quien será?, quizás un youkai que viene a devorarme, siento como estoy muriendo, ya no hay dolor, ni razón, mi mente se pierde en el infinito¿estaré muerta por fin?, que mas da, lo único que deseo en este momento es tener una nueva esperanza, un nuevo comienzo, una nueva vida.

Un youkai se acerca al lago, con la hermosa Luna brillante y enorme que ilumina todo el lugar, hace poco dejo de llover, la pequeña niña que lo acompaña corre hacia un lado y hacia el otro con tal alegría que a veces fastidia al frívolo youkai. Un aroma conocido merodea por las cercanías de ahí, un olor a sangre humana lo hace fruncir el seño (Que olor tan horrible, sin embargo esta mezclado con otro aroma, parece calido y… ¡va! Tonterías, a mi ¿Qué demonios me importa), se dice a si mismo el apuesto demonio de cabellos plateados mientras se sienta cerca de un árbol, la mirada de este se enfrasca en la majestuosa luna que parece que quisiera decir algo, pero es muda e impresionantemente bella.

"Narración de Rin"
Que bueno que dejo de llover, con tantos truenos estuve a punto de llorar, algo que de seguro hubiese molestado al señor Sesshoumaru, es algo así como un enojón, pero, shhh…. No se lo vayan a decir, por que podría molestarse conmigo. Bueno, estoy brincoteando por todos lados con una enorme sonrisa, de reojo veo como el señor Sesshoumaru se sienta en aquel arbolito, camino hacia los arbustos y sin darme cuenta me adentro en el bosque, mientras sigo caminando escucho como si alguien se quejara, así que me acerco a ver quien es, quizás sea un gatito que necesite de mi ayuda o tal vez sea una niña con la que pueda jugar.

-Oh… -exclamó al ver a esa mujer, la que estaba con aquel ser que odia al señor Sesshoumaru, su ropa extraña esta llena de sangre y sus ojos están cerrados, parece que esta sudando, me acerco a tocarla¿Por qué?... quien sabe.

Hum… - susurra apretando los ojos, seguro que le duele algo, pero ¿Qué?, así que sin mas que hacer me levanto y corro hacia donde se encuentra el señor Sesshoumaru, pero antes de irme volteo a verla, se pone mas pálida y afloja los ojos, parece que ya no le duele el cuerpo, pero de todas formas voy por el señor Sesshoumaru.

Los pasos de Sesshoumaru se hacen más lentos conforme percibe el aroma de Rin que se acerca rápidamente, la niña se le abalanza sobre la pierna rodeándola con sus pequeños bracitos, la respiración entrecortada y sus mejillas enrojecidas se notan a simple vista.

-Señor Sesshoumaru… encontré algo… venga conmigo por favor- exclamó la pequeña tomando la mano del imponente Youkai que la mira sin expresión alguna en el rostro y la sigue, no entiende que tan importante seria lo que había hallado para olvidarse que estaba cansada y casi no podía respirar debido a que llego corriendo hacia él.

-Hum… -susurro la joven que estaba en la hierba recostada con el rostro mas pálido, Sesshoumaru se acerco y observo que los enviados del inframundo trataban de llevársela, Rin apretó su mano dándole a entender que deseaba que ayudara a esa humana que estaba moribunda.

-Por favor Señor Sesshoumaru, ayúdela –suplico Rin al ver que la mujer dejaba de respirar y de quejarse del dolor de su cuerpo, desenvainando al colmillo sagrado se dirigió había la joven que yacía en el suelo, atravesó el cuerpo herido de la mujer y así destruyo a los demonios, pero ella no reacciono, parecía que almo mas profundo la absorbía poco a poco.

-Vamos Rin- susurro Sesshoumaru tomando en sus brazos a la joven sacerdotisa que lograba respirar lentamente, caminando hacia donde estaba Aun, Rin trataba de entender lo que ocurría con la mujer que había encontrado, ella sabia que con la espada de Sesshoumaru, cualquier humano se recuperaba fácilmente, sin embargo la joven seguía dormida. Sesshoumaru coloco a la sacerdotisa en el lomo de Aun, por muy desagradable que fuese tendría que ayudar a esa humana, ya que Rin no lo dejaría en paz si la dejaba así.

"Narración de Aome"
Me siento terrible, sentí como atravesaban mi cuerpo con una espada, pero después los brazos de alguien me levantan para colocarme en el lomo de algún animal¿serán aldeanos que me encontraron?, lo mas probable es que si, pero ya llevamos mucho tiempo andando, hace frío, pero no puedo abrir los ojos ni moverme, además para que quiero moverme, si mi vida no tiene sentido alguno.

-Señor Sesshoumaru… ¿A dónde vamos?- pregunta una pequeña vocecilla que se escucha lejana, pero se me hace conocida, a parte menciono a Sesshoumaru, el hermano mayor de Inuyasha, pero ¿él que tiene que ver conmigo?

-Quédate aquí- ordena la voz mas profunda que he escuchado, es tan fría y reconfortante a la vez que hace que mi piel se ericé, vuelvo a sentir aquellos brazos fuertes que me toman de la espalda y de las piernas, comienza a avanzar, conforme nos acercamos al lugar se siente aun mas frío, inexplicablemente mi cuerpo tiembla.

-Bruja…- exclama la voz varonil de Sesshoumaru, que después de un rato la identifico, pero las dudas inundan mi cabeza mas y mas¿Por qué Sesshoumaru me esta ayudando¿Qué propósito tiene?

-Vaya un youkai con una mujer humana- responde una voz que parece pertenecer a una mujer grande de edad, me toca la frente con su mano, abre mis ojos, logro verla por un instante, parece que tiene arrugas en el rostro, un cabello gris, ondulado y largo, sus ojos rasgados muestran misterio y su sonrisa desprende algo inexplicable que provoca que mi cuerpo tiemble nuevamente.

-Dicen que puedes curar a cualquiera- dice Sesshoumaru con frialdad y fastidio, mientras me recuesta en el suelo, la anciana suelta una carcajada cínica.

-Así es Sesshoumaru, pero ¿Por qué la quieres curar?- pregunta la bruja tocándome nuevamente el rostro, logro abrir un poco los ojos para ver al youkai a un lado de mi, él me mira con el seño fruncido y voltea hacia la mujer que toma una espada de un lugar en el armario.

-No es asunto tuyo, tu solo cúrala- responde el youkai cortantemente, pero la mujer toma su mano y la hiere con la espada, abre mi boca para que su sangre de Sesshoumaru entre en ella.

-Esta mujer necesita convertirse en un youkai para poder vivir, al parecer su corazón humano ya no desea sufrir, esa es la causa por la que no revivió en el instante que la atravesaste con la espada, por eso lanzare un hechizo, para que sus sentimiento mas doloroso se vaya, hasta que logre sentirlo con otra persona que realmente lo corresponda- explico la bruja, mientras sentía que la sangre de Sesshoumaru me quemaba dentro de la boca, cerré mis ojos y perdí el conocimiento por completo.
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En una aldea, cerca del pozo que conecta el mundo actual con la época antigua, un hanyou trata de encontrar el aroma de aquella mujer de cabello negro, después de la batalla contra Naraku, no la volvió a ver, lo único que recordaba fue que estaba muy herida por un ataque del cual no pudo salvarla, Kikyo estaba con él con la vista enfrascada en el horizonte, no expresaba nada, su pálida piel no mostraba signos de acaloramiento, aunque el sol brillaba con intensidad, el hanyou se quedo mirándola por un momento, era evidente que esa mujer no podía sentir nada, de pronto recordó las mejillas enrojecidas de Aome cada vez que los rayos del sol le daban en el rostro, aquella sonrisa con la que alegraba a todos¿Cómo había sido tan tonto?, a la mujer que amaba era a Aome, no a Kikyo, esa mujer tan fría y distante, si la había querido muchísimo en el pasado pero no la amaba como a la joven sacerdotisa de falda verde, esa joven mujer que haría lo que fuera por él, ella que perdonaba sus imprudencias incluso que era amable y cariñosa con él, había sido un completo estupido al dejarla ir de su lado, una lagrima rodó por su mejilla, por fin entendía aquellas lagrimas de Aome, lo amaba tanto y él solo había puesto a Kikyo primero.

-Tengo que encontrarla- se dijo para si tratando de hallar el rastro del aroma de Aome, pero sin lograrlo, habían pasado ya tres días desde que esa joven de mirada calida y castaña se había marchado.

-Inuyasha… no creo que siga viva, estaba muy herida- susurro Kikyo al ver la desesperación en los dorados ojos del hanyou que solo bajo la mirada y apretó los puños.

-Tal vez tengas razón Kikyo… y todo fue culpa mía- respondió Inuyasha tratando de contener el llano provocado por el dolor de perder a la joven sacerdotisa que le había entregado el corazón.

-Será mejor que destruyas ese pozo para que nadie lo vuelva a utilizar- sugirió Kikyo, parecía que su rostro expresaba un poco de tristeza al notar lo que sentía Inuyasha hacia esa joven, era horrible estar bajo la sombra de un amor, pero ella era el amor de Inuyasha, por ella había arriesgado su vida, entonces ¿Por qué se sentía tan insegura al verlo frente a ese pozo¿Será por que se daba cuenta del profundo amor que le tenia a esa joven de nombre Aome¡eso era absurdo!, pero no improbable.

"Narración de Inuyasha"
Estoy frente al pozo por donde una joven de mirada castaña llena de alegría y amor salio una vez hace algún tiempo, ahora mi amada Kikyo asegura que esta muerta, pero el dolor en mi corazón ¿Qué es lo que significa?, se supone que mi gran amor es la mujer que le salve la vida, sin embargo me siento vacío, me hace falta algo… cada vez que recuerdo aquella sonrisa que me tranquilizaba y me brindaba paz mi corazón se encoge, ahora esa bella mujer esta muerta y todo fue por culpa mía.

-Mi querida Aome, llevare tu muerte en mi conciencia por el resto de mi vida- me prometo en silencio mientras tomo un a enorme roca, la levanto encima de mi cabeza, miro por ultima vez aquel pozo y con lagrimas en los ojos dejo caer la piedra sobre este para que quede completamente cerrado y destruido, es como haber aplastado los buenos momentos que viví con ella, siento la mano de Kikyo en mi hombro y siendo incapaz de volver la mirada hacía ella, solo bajo la mirada, ya todo ha terminado, no volveré a ver a mi querida Aome, nunca mas.

-Vamonos ya Inuyasha, de nada sirve quedarnos aquí- me dice Kikyo con tanta tranquilidad, como si la muerte de Aome fuese solo un simple hecho que paso y nada mas, aprieto mis puños y me levanto, tengo que comenzar una vida con la mujer que he elegido amar. Caminamos hacia la aldea de Kaede que ya nos esta esperando con una casa preparada para iniciar nuestra vida juntos.

-Oh Kikyo, hermana- exclama la anciana Kaede abrazando a Kikyo que le responde de la misma forma –He encontrado un hechizo muy bueno que te hará ser mas humana, mas sensible- dijo la mujer con tanto entusiasmo, mientras que mi amada Kikyo solo la mira y entran las dos juntas a la cabaña de Kaede. Mi corazón esta alegre, sin embargo miro hacia el cielo azul que esta tan despejado, un suspiro emana de mis labios y una lagrima recorre mi mejilla, el dolor no se ira, pero tengo que olvidar.
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-Su excelencia¿cree que Aome este bien?, cada uno de nosotros tomo un camino diferente, Aome se marcho sin decir nada, Inuyasha se fue con Kikyo ha vivir con ella y nosotros a ayudar a los aldeanos- explico una joven exterminadora montada en un enorme felino de tres colas.

-La señorita Aome estaba muy mal, tenia todo el cuerpo herido y su pobre corazón roto, no creo que haya sobrevivido, en cuanto a Inuyasha, esta con la mujer que ama y nosotros, pues yo… te quiero mucho Sango y si me lo permites quisiera dejar mis hábitos para casarme contigo- dijo un monje haciendo una de sus mañas a la pobre mujer de cabello negro sostenido en una coleta.

-Su excelencia- reclamó Sango dándole un buen golpe en la cabeza con el boomerang, pero en el fondo de su corazón estaba feliz de que ese hombre de ojos azules le estuviera proponiendo matrimonio. La vida para los guerreros que habían exterminado a Naraku comenzaba a componerse, casi podría decirse que serian felices, pero para todos Aome, la alegre joven de cabello negro estaba muerta, nadie aseguraba que pudiera vivir con aquellas heridas hechas por el demonio de Naraku, además tenía que cargar con el corazón roto por la decisión de Inuyasha al quedarse al lado de Kikyo.

-Vaya que Inuyasha no supo valorar a la señorita Aome- susurro Miroku después de recuperarse del golpe que Sango le acomodo en la cabeza por mañoso.

-Pobre de Aome, tanto que lo amaba, podría decirse que murió amándolo- respondió Sango con los ojos color café humedecidos por las lágrimas, era su mejor amiga y ahora no la volvería a ver nunca.

-Bueno Sango, a trabajar- dijo Miroku preparando su bastón y poniéndose en guardia al entrar en una aldea que estaba siendo atacada por unos cuantos youkais, seguidor por la exterminadora que preparo el boomerang y lo lanzo destruyendo a varios youkais a su paso. Sin embargo algo en su corazón le decía que Aome no estaba muerta y que muy pronto al vería de nuevo dedicar esa hermosa sonrisa hacia un hombre que realmente la pudiese amar.
continuara...----------------------------------------------------------------------------------------------------

BUENO ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO Y SI NO DE TODOS MODOS MANDEN REVIEWS MATANDOME... JIJIJIJ PARA TODOS LOS QUE SIGUEN MI FIC DEL MISTERIO DEL AMOR, SI DESEAN SABER COMO ACABA, DIGANME PARA QUE SE LOS MANDE POR MSN... BUENO ME DESPIDO CUIDENSE Y GRACIAS POR LEER MI FIC.