-¿Estás seguro de lo que dices?- pregunto el monje Miroku frunciendo el ceño.

-Sí, la sacerdotisa se llamaba Kikyo, estoy seguro-contesto el aldeano mientras se levantaba del suelo y tomaba sus cosas dispuesto a partir nuevamente. Entonces todas las miradas se centraron en Inuyasha, todas excepto la de Kagome.

-¿Qué harás ahora Inuyasha?- Pregunto Sango a pesar de que todos sabían la respuesta

-Es obvio, iré a buscarla- Inuyasha sonaba furioso, pero Kagome sabía de sobra que solo estaba conteniendo su preocupación.-Cuiden de Kagome - y entonces se adentró al bosque a toda velocidad, justo en la dirección en la que el campesino había indicado

-Ten cuidado Inuyasha-había dicho Kagome, pero Inuyasha no la escucho…

-Señorita Kagome- hablo el monje en cuanto Inuyasha se perdió en la obscuridad-¿Usted cree que lo que acaba de hacer es lo mejor?-Miroku la miro preocupado, pero Kagome no se inmuto y se tomó su tiempo para limitarse a contestar con voz suave:

- No se preocupen chicos, todo estará bien-y con una cara más animada agrego -Por el momento volveré a casa, estoy agotada, regresare en unos días ¿Bien?- sin esperar una respuesta Kagome tomo su mochila y salió de la ahí en dirección al pozo.

La mañana paso lenta y solitaria para Kagome ; había regresado a casa para pensar un poco las cosas , y quizá distraerse un poco pero cuando llego se encontró con la sorpresa de que su abuelo se había ganado un viaje a la ciudad vecina, entonces todos se habían ido y no regresarían hasta dentro de dos días.

Sin embargo ahora que se encontraba sola pudo pensar más claro que nunca: necesitaba estar alejada de la época feudal unos días. Todo el asunto con Kikyo la había cegado y ahora quería un espacio para ella. Sabía que su decisión afectaría a todos, pero creía que era lo mejor para terminar de una vez por toda la tensión que surgía cada vez que Inuyasha se iba en busca de Kikyo.

Se dirigió al pozo y entro de una vez por todas en él; estaba segura de su decisión, pero también estaba segura de que no sería fácil: enfrentarse a Shippo rogándole que no se fuera, a Sango con lágrimas en los ojos y a Inuyasha (y probablemente Kikyo) era algo para lo que no estaba lista, sin embargo era urgente que lo hiciera.

Cuando llego a la aldea lo primero que vio fue a Sango, estaba acostada sobre el pasto y parecía cansada. Entonces se acercó lentamente a ella y se sentó a su lado.

-Sango…-le hablo Kagome tranquila, sabía que ella estaba escuchándola- Necesito hablarte de algo-Kagome espero su respuesta pero Sango solo la miro sin decir nada.-Me iré un tiempo- continuo ante el silencio de su amiga- Estaré en mi época unas semanas y después regresare. Solo será temporal, después de todo la lucha por los fragmento sigue y…-entonces Sango rompió en llanto y se abalanzo hacia Kagome, quien la recibió con los brazos abiertos y sonrió tristemente.

-Prometo que regresare Sango. Solo será un tiempo- dijo la peli negra acariciando cariñosamente el pelo de la exterminadora.-Sé que no es justo para ustedes pero de verdad lo necesito…

-¡Promete que de verdad regresaras!- hablo Sango por fin, aun aferrada a la cintura de la chica

-Por supuesto que sí, eres mi mejor amiga. No podría dejarlos ni a ti, ni a Shippo, ni a Miroku- contesto Kagome intentando reconfortarla, entonces Sango asintió efusivamente y se separó de ella limpiándose las mejillas.

Si Sango había reaccionado así ante la noticia no quería ni imaginar cómo reaccionarían los otros…