— Zanahorias —La llamo tomándola del brazo y la coneja volteo a mirarlo con esos ojos violetas tan expresivos.
— ¿Qué pasa, Nick? —Le pregunto al ver para su sorpresa tal seriedad en su rostro.
Desvió la mirada por unos segundos instalándose en ese momento un sonrojo en sus mejillas y hablo posando sus ojos verdes en esos ojos violetas perplejos.
— Judy Hopps —Dijo y tomando aliento. Repuso— Me gustas.
Esas palabras comenzaron a hacer eco en su cabeza. Los colores empezaron a subir desde sus patas hacia su cabeza. Estaba roja y excesivamente caliente.
— N-no bromees con eso —Le dijo tratando de recuperar algo de autocontrol.
— No estoy bromeando.
Espeto, de nuevo, serio.
— Si, lo estás haciendo, siempre lo haces —Repuso cruzada de brazos intentando que la molestia se refleje más en su rostro que el hecho de encontrarse avergonzada.
— No esta vez —Respondió con una expresión que indicaba que lo decía de verdad. Que no estaba mintiendo. Que no era una broma. Que no estaba jugando.
Y en un momento la coneja quiso creerle, quiso decir también. Pero, no lo hizo.
— Ya deja tus bromas Nick, no caeré —Le dijo con intenciones de darse la vuelta y marcharse para dejar que su corazón que palpitaba locamente se pueda recuperar.
— ¡No es una broma! ¿Cuantas veces tengo que decírtelo para que me creas?
— No me gustas Nick Wilde —De repente, le contesto clavando sus ojos violetas, en los verdes del zorro— Somos compañeros de trabajos, amigos, nada más y no seremos algo más. Si no es una broma esta es mi contestación.
— ¡Estas mintiendo! —Exclamo sin apartar su mirada a los ojos de ella, tratando de encontrar un indicio de que lo estaba haciendo— No se te da bien mentir... ¡Te gusto! ¡Me gustas! ¿Por qué no lo admites?
— Porque no me gustas ¿Por qué no lo comprendes? —Sin apartar su mirada, intentando actuar fríamente, duramente. Aparentando que las palabras que pronunciaba no le dolían como el hecho de que a Nick no lo estaba lastimando con ellas.
— No te creo, sé que estas mintiendo.
— Nick ¿Por qué creías que me iba a gustar alguien que no es de mi especie?
— Es mentira, yo te hago sentir cosas que jamás sentiste, te hago sonrojar, te hago feliz ¡He notado como me miras!
Ella se quedó muda, nunca creyó que iba a escuchar a hablar Nick así, pero lo estaba oyendo a la perfección. Entonces no pudo evitar tragar saliva y carraspear antes de intentar volver a hablar.
— Te quiero Nick, te mire como lo hago con un amigo que quiero mucho, nada más.
— ¿Es así? ¿Realmente es así, Zanahorias?
Ese apodo. Ese maldito apodo hizo que Judy sintiera como su corazón empezaba a estrujarse y sus ojos empezaban a picar.
— Si, lo es Nick —Espeto y con eso se fue de ahí con pasos acelerados, antes de que las lágrimas empiecen a salir.
Y Nick solo se quedó mirando cómo se iba.
Minutos después, el zorro se pudo mover sintiendo un dolor en su corazón, decepcionado. Motivo por el cual, comenzó a caminar yéndose de la estación, quien al estar en su hogar, este, sentado en su cama se removió el pelaje. Varias veces.
Recordando como Judy le decía que no le gustaba y como al final se fue. Ocurriendo de tal forma que fue completamente diferente de lo que creyó que pasaría. Este, se llevó la pata a la frente y dejo escapar un suspiro profundo.
— Estaba mintiendo. Estaba mintiendo. Estaba mintiendo —Se repitió Nick tratando de que sus palabras se conviertan en verdad. Y mientras se decía eso. Se acostó. Deseando que al despertar la coneja le diga que su respuesta fue una mentira.
