Hola: Aquí les traigo este fic, espero que les guste, los personales no son
míos todo de J.K. Disfrútenla!!
Lo que ya quedó atrás.
Snake
Capítulo 1
Una Propuesta Indecorosa
Mi nombre es Draco Malfoy, pero no sé dejen engañar por el nombre, la historia que tengo por contar ha matado para siempre al Malfoy que he sido hasta ahora. Una lluviosa noche de octubre cae sobre mis hombros, han pasado ya varios años desde la tragedia. Camino por un amplio parque ubicado en las afueras de la cuidad con la mirada perdida y ausenté, como ya se me ha hecho costumbre. Hacía esto todas las noches desde que ella se había ido, desde su muerte........era algo que quería apartar de mi mente pero que al mismo tiempo cruzaba por ella como una gran necesidad de no olvidarla. Aún podía ver el penetrante color de la sangre bajo su cuerpo inerte y la expresión de su rostro, que aunque casi sin vida, me decía que me amaba. Pero me estoy desviando del tema, de eso hablaré mas tarde. Esta noche quiero que sea decisiva para mi; quiero dejar todo claro en mi mente y mi alma que son un mar de confusión desde su partida, me he dado cuenta que si no hago algo voy a acabar el resto de mis días como una persona anodina, que se cierra a la compañía de los demás por una herida que ya debió de haber sanado hace mucho tiempo pero que aún pesa en mi corazón.
En realidad nunca sabré cuando comenzó todo esto, tal vez desde el colegio, pero lo que si sé, y es lo que les contaré, es aquel día que la vi después de 5 largos años de perderle la pista. Lucía tan radiante, hermosa, y.....no lo sé, algo que nunca había notado en aquella chica de 17 años que salió de Hogwarts.
Ahí estaba ella en aquella fiesta, con una túnica azul celeste que le quedaba maravillosamente ajustada a su cuerpo esbelto y bastante bien formado; sus piernas, recorrí totalmente este sendero de arriba a abajo con una mirada penetrante y me detuve en esas caderas tan sensuales que movía al compás de la música, y no pude evitar fijarme en esos pechos firmes que presumía en su amplio escote. Había cambiado bastante, eso era obvio, su cabello por ejemplo ya no era una maraña de pelo enorme, ahora lo llevaba perfectamente bien arreglado con un moño del color de su traje. No había crecido mucho en altura, pero si había desarrollado otros atributos, que captaron mi atención por completo al momento de verla junto a la mesa de las bebidas............¿un momento?, ¿caderas sensuales?, ¿pechos firmes?, ¿atributos especiales?, ¿estaba acaso describiendo a la chica que yo creía que estaba describiendo??, ¿¿a la que me había odiado tanto al grado de cachetearme en tercer curso y darse el lujo de amenazarme e humillarme con sus comentarios a mi, a Draco Malfoy, tantas veces en público?? ¿¿Era Hermione Granger??. Si, era ella, pero esta vez su sensualidad parecía estar ganándole la partida a mi orgullo, porque a pesar de todo esto, no podía lograr quitarle la vista de encima a la chica. Comencé a elucubrar en mi mente la posibilidad de caminar hacia ella y empezar una conversación con cualquier pretexto que se me viniese a la mente con tal de estar un momento cerca de ella y poder admirarla más a fondo, pero ¿qué le diría?, "Hola ¿cómo estás?, soy Draco Malfoy, aquel chico que siempre odiaste en el colegio, pero ¿sabes? Acabo de divisarte desde hace un rato y quiero decirte que me atraes mucho sexualmente", no, de solo pensarlo me sonaba estúpido y antes de que terminara siquiera de hablar, ella me estamparía seguramente una cachetada en el rostro.
No había ningún problema en cuanto a abandonar a mi acompañante para ir tras ella, al fin de cuentas era una de esas conquistas que nunca tomaba enserio y que me duraban solo una noche. La joven que me acompañaba era muy guapa, cierto, pero tenía cerebro de *Escreguto. Miré de reojo a mi acompañante y supuse que en el único lugar en que me podría entender con ella sería en la cama. La chica me miró sorprendida tal vez al ver que le prestaba un poco de mi valiosísima atención.
-¿Quieres que nos marchemos ya de este lugar?- me preguntó sensualmente con su voz melosa- te vez aburrido, si nos vamos a un lugar más privado podemos
pasarla mejor.
La chica se me insinuaba descaradamente al decir estas palabras y lo único que yo pude hacer es soltar una risa arrogante.
-¿Crees que puedas llegar a complacerme aunque sea en ese sentido?, por que
para entretenerme definitivamente no funcionas.
La joven llamada Marie me miró con dolor por haber roto su espíritu de mujer competente y a continuación me dirigió unas palabras frías.
-Eres cruel, pero no tengo por que soportar tu actitud de niño mimado- dijo
esta muy indignada. -No te estoy pidiendo que lo hagas- conteste, rogando que no tardara mucho
en decidirse a marchar.
-Bien, pues me voy.
Pero seguía sentada ahí frente a mi como esperando a que yo cambiase mi parecer. Que poco sabía de mi, un Malfoy siempre consigue lo que quiere y esa noche ella no era mi objetivo.
-¿Y que estas esperando?- pregunté al ver que no se decidía. -Te estoy dando tiempo para que te des cuenta de lo que vas a perder si me
dejas ir.
En ese momento no pude contener una gran carcajada, ¡vaya cada hembra que me escogía!.
-Vamos ya márchate, necesito una mujer con un poco de sentido común,
¿sabes?. No eres digna de que te vean con migo.
Ella definitivamente estaba indignadísima, y yo caí en la impaciencia total, ¿qué nunca se rendían las chicas como ella?. Al paso de mi vida me había encontrado con muchas como ella, típicas mujeres que hacen lo que sea por tener solo una noche de pasión con migo, pero ¿qué podría esperar del sexo femenino?, soy irresistible.
-Pues que te aproveche tu fiestecita- y Marie se dio media vuelta para
abandonar el salón.
Yo sonreí satisfecho, y me gire inmediatamente buscando a mi presa, me había puesto como meta llevármela a la cama, a fin de cuentas, solo iba a ser una aventura de una noche, no me casaría con ella ni nada similar; pero primero debía encontrarla. No me agrado mucho cuando la divisé con un hombre que indiscutiblemente era Victor Krum, ese famoso jugador de quidditch. Suspiré, después de todo era una cena para celebrar el triunfo de Gran Bretaña en la copa de Quidditch. La situación se veía un poco más complicada, mas nunca imposible, para mi no había nada inadmisible cuando se trataba de conseguir a la mujer que quería. Pensé, ¿cómo podría separarla del tipo y provocar un encuentro casual entre nosotros?. Le di vueltas a este pensamiento por unos momentos, pero al no hallar una manera de deshacerme de Krum, decidí acercarme más para estudiar el terreno.
Justamente en el momento en que ellos sostenían un platica muy animada, un mesero con unas copas de vino pasaba a lado de mi blanco, saqué disimuladamente la varita, la agite y murmuré un conjuro sencillo.
El mesero se tambaleo, pero finalmente las copas de vino cayeron encima del jugador de Quidditch. Se escuchó el sonido estridente de las copas impactándose contra el suelo y yo me voltee con cara de "¡Oh!, ¿qué ha pasado?". El buscador estaba empapado de la bebida y le reprochaba al mesero su incompetencia, quien se disculpaba muy asustado. Granger observaba la escena espaldas a mi.
-Victor, fue un accidente, el no tuvo la culpa- su voz sonó dubitativa, y
pude deducir que estaba muy sorprendida por la actitud de Krum.
Este frunció el entrecejo y sin decir nada más, aunque su cara irritada lo decía todo, salió directo hacia los servicios. Ahí estaba, ella sola, era ahora o nunca. Me acerque cauteloso y la sorprendí por detrás.
-¿Aún sigues saliendo con este tipo?, me parece que te conformas con muy
poco Granger- dije arqueando una ceja y sonriéndole enigmáticamente
mientras ella giraba hacia mi.
Me miró sorprendida por el hecho de que un extraño como yo la hubiera llamado por su apellido; era natural que no me reconociera, tenía que aceptar que yo tampoco era más un chiquillo. Era mucho más alto que antes y sobrepasaba a Hermione por una cabeza entera, mi cuerpo no estaba tan debilucho como antes, había comenzado a ejercitarme con más constancia cuando cumplí la mayoría de edad. Solía pasarme la mitad de la mañana metido en el gimnasio de mi departamento ejercitando cada parte de mi cuerpo. Esto me había dado muy buenos resultados a largo plazo y tenía un cuerpo que ninguna chica podría resistir, y mucho menos aquella, me dije. Que equivocado estaba, la empresa no iba a ser tan fácil como yo lo había pintado.
-¿Quién........- frunció el entrecejo tratando de recordarme, y me complació ver la manera en que me repasaba sorprendida con sus grandes ojos
cafés-¿Malfoy.........eres tu?- preguntó al fin sorprendida.
-Veo que aún no me has olvidado,- me detuve un momento para admírala de nuevo, ¡vaya, de cerca era aún mas bella que a distancia!, tenía un olor muy penetrante ya que no pude dejar de notarlo desde donde estaba. Su olor me agradaba tanto como creí que lo haría o más. Su belleza me pegó igual que una de sus cachetadas, justo en la cara; al verla así, tan cerca de mi, me sobrecogió una enorme necesidad de saltarme el ritual de seducción e ir directo a la parte que me interesaba, mas sin embargo logre contenerme y esperé una respuesta de su parte con una sonrisa......¿nerviosa?, ¿desde cuando una chica me producía nervios con el solo hecho de estar cerca de ella?. Recupere la compostura, esperando a que no se hubiera dado cuenta de la debilidad que empezaba a significar sobre mi- Pero claro, ¿quién podría
olvidarme?- dije recuperando mi suspicacia de siempre.
-Tienes razón, eres una persona difícil de olvidar, ¿sabes?, -finalmente me sentí en mi terreno, era la típica chica que se haría del rogar pero que al fin caería, pero rectifiqué cuando ella continuó- por la gran arrogancia que te caracteriza- concluyó con una gran sonrisa que observé extasiado sin
poder evitarlo.
Seguía siendo la misma impertinente de siempre, continuamente intentando ganarme la batalla.
La diferencia de esta situación a muchas otras, era que yo tenía que encontrar la manera de evadir sus comentarios sin agredirla verbalmente si quería llevármela a la cama. Llevaba la ventaja por ser una chica.
-¿Será eso o que aún no has podido olvidar cuando me golpeabas a tu antojo
en el colegio?- dije retomando la empresa.
-No has dejado de ser un exagerado, solo fue una cachetada- me miró con
recelo- y te la merecías. -¿Será realmente así?,- le dediqué una de mis sonrisas irresistibles- Mas bien yo pienso que estabas demasiada influenciada por tus dos amigos- la
miré esperando su reacción. -Yo sé muy bien lo que quiero Malfoy- se detuvo para mirar a su alrededor y después se acercó a mi a manera de complicidad. Yo me incliné también para
escuchar lo que iba a decirme- Y lo que quiero hacer en este momento es
salir de aquí, ¿puedes ayudarme?.
La miré estupefacto, ¿me estaba pidiendo que la llevase conmigo?. Yo no me detuve a hallarle un sentido a la situación, y por supuesto tampoco le puse ningún inconveniente.
-Tus deseos son ordenes para mi.- y la tomé de la mano. El contacto con su mano suave fue muy placentero para mi y comencé a tomar la situación en mis manos llevándola hacía la puerta y luego conduciéndola hasta mi auto en el
estacionamiento. -Pensé que podríamos aparecernos en algún lado- Comentó al chica al ver mi
deportivo color rojo. -Podríamos, pero el auto es más tranquilo y ameno ¿no te parece?.- le dije
mientras le abría la puerta del auto y la invitaba a entrar.
Ella me sonrió y entró al auto. La observe embelesado por su belleza; se sentó, cruzó las piernas sensualmente y yo cerré la puerta y me apresuré a entrar al auto por el otro lado.
Pasados ya unos minutos después de que nos habíamos puesto en marcha, yo rompí el silencio.
-¿No te la pasabas bien en la fiesta?- tenía la vista fija en el camino,
pero la miraba desde la rabadilla del ojo. Noté que la pregunta no le
sorprendió. -Esas fiestas me aburren, pienso que son un grupo de persona hipócritas que
solo van para quedar bien. Hubiera preferido ir a la celebración de la misma cosa pero con mis amigos- su rostro se veía fastidiado, yo supuse,
ante tanta falsedad. Según mi impresión era una chica a la que no le
gustaban las apariencias, poco comunes, pensé, pero esto levantó mi curiosidad. Esta sería una experiencia distinta, pero ya había tratado con
algunas chicas ingenuas- ¿no crees?.
Yo sonreí vagamente ante su pregunta. Lo correcto es que hubiera contestado que no, que yo era una persona vacía que solo se fijaba en las cosas materiales y demás, que era algo muy cierto en mi; claro que si no se es así, no sé es inteligente, solía decir yo; hay que disfrutar las cosas buenas de la vida.
Nunca había compartido con nadie lo que realmente sentía dentro de mi, que era algo muy distinto a lo anterior, mas no se lo que sucedió en ese momento, olvide mi objetivo y comencé a sentirme relajado y a soltar verdades.
-¿Tu realmente crees que yo soy así verdad?- Sentí que fijaba su vista en mi ante la pregunta que había contestado- crees que soy como todo mago rico
prepotente y que nada más me importa asistir a esas fiestas de personas 'hipócritas' como tú las llamas- me detuve un momento para asimilar lo que iba a decir, era una verdad que había estado guardando dentro de mi hace ya mucho tiempo, y que no me había atrevido a aceptar, mucho menos ante ella- pues lamento desilusionarte, pero no soy del todo tan frió como aparento, en el fondo creo que sí estoy harto de tanta falsedad a la que he llegado, tanta actuación de parte mía, que cuando estoy frente a una que me interesa realmente no sé que decir; no estoy preparado para comenzar a ser honesto,
pero creo que esta noche podemos retirar las mascaras, ¿no crees?- le
devolví la pregunta.
Me miró un poco sorprendida, tal vez no esperaba que esa fuera mi respuesta; ¡¡pues claro que no la esperaba!!, ¿quien podría esperarse a Draco Malfoy hablar de esa manera? Y sobre todo sin haberlo planeado. Estaba confundida y lo sé, pero acepto retirarse las mascara junto conmigo a partir de ese momento.
-No me estoy justificando- aclaré- pero tu preguntaste, y eso es lo que
puedo decirte.
Hubo un incomodo silencio, pero yo continué para no hacer la platica tan tensa.
-¿Qué me dices de ti?, ¿por qué estabas en esa fiesta si no te agradan?.
Escuche como suspiraba mientras se acomodaba de nuevo en su asiendo y retiraba por fin su vista de mi rostro.
-Pues supongo que las circunstancias me obligaron a esto, a ser parte de este circulo vicioso al que tanto critico, del que tanto intento escapar. -¿Por eso me pediste que te sacara de ahí?, ¿quieres dejarte llevar por lo
que realmente piensas?- pregunté intrigado ante su manera de pensar. -Así es, me encantaría dejar de ser una esclava de la sociedad y pretender
a lo que no quiero ser, y debo decir que tu fuiste la única salida de
emergencia que encontré a toda esta porquería.
Me halagó su observación, así que me aventuré a pedirle algo de lo que seguramente me arrepentiría más tarde. Paré el coche en una esquina para dirigir mi atención hacía ella, y esta se sorprendió.
-¿Que sucede?- preguntó la chica intrigada.
-Granger.....- comencé.
-Hermione.....llámame por mi nombre.
-Bueno, pero tu tendrás que hacer lo mismo- le dije un poco embarazado, porque a pesar de mi experiencia en la materia, nunca hubiera pensado en estar en esta situación con ella ni en un millón de años. Pero la vida da
muchas vueltas y ahí estaba yo ahora, frente a Hermione Granger. Había olvidado mi objetivo completamente, ahora lo único que quería era estar con ella, solo un momento era lo que pedía, pero obviamente obtuve mucho más
tiempo a su lado- llámame Draco.
La chica me sonrió con ironía, sabía lo que estaba pensando pero aún así me lo hizo saber.
-Esto es una locura, ¿lo sabes, cierto?
Tenía toda la razón, esto era muy descabellado. Por un lado ella era la mejor amiga de mi peor enemigo y por otro yo era un cercano colaborador del señor tenebroso. Si quisiéramos entablar algo habrían muchos obstáculos, pero esa noche a su lado no le haría daño a nadie. La miré decidido, y me dispuse a hacerle la pregunta
-Hermione......¿Quieres pasar esta noche conmigo?
N/A: Que onda!, espero que les este gustando mi Deathfic, me gustaría que me dieran su opinión a pesesita_27@hotmail.com Esperen el próximo capítulo!! Adiós!.
*Escreguto: salió en el libro 4 de Harry Potter, hagrid los creo y son Unos gusanos bien feos!!!. (para los que no se acordaban, muchos me lo preguntaron).
SnAkE
Lo que ya quedó atrás.
Snake
Capítulo 1
Una Propuesta Indecorosa
Mi nombre es Draco Malfoy, pero no sé dejen engañar por el nombre, la historia que tengo por contar ha matado para siempre al Malfoy que he sido hasta ahora. Una lluviosa noche de octubre cae sobre mis hombros, han pasado ya varios años desde la tragedia. Camino por un amplio parque ubicado en las afueras de la cuidad con la mirada perdida y ausenté, como ya se me ha hecho costumbre. Hacía esto todas las noches desde que ella se había ido, desde su muerte........era algo que quería apartar de mi mente pero que al mismo tiempo cruzaba por ella como una gran necesidad de no olvidarla. Aún podía ver el penetrante color de la sangre bajo su cuerpo inerte y la expresión de su rostro, que aunque casi sin vida, me decía que me amaba. Pero me estoy desviando del tema, de eso hablaré mas tarde. Esta noche quiero que sea decisiva para mi; quiero dejar todo claro en mi mente y mi alma que son un mar de confusión desde su partida, me he dado cuenta que si no hago algo voy a acabar el resto de mis días como una persona anodina, que se cierra a la compañía de los demás por una herida que ya debió de haber sanado hace mucho tiempo pero que aún pesa en mi corazón.
En realidad nunca sabré cuando comenzó todo esto, tal vez desde el colegio, pero lo que si sé, y es lo que les contaré, es aquel día que la vi después de 5 largos años de perderle la pista. Lucía tan radiante, hermosa, y.....no lo sé, algo que nunca había notado en aquella chica de 17 años que salió de Hogwarts.
Ahí estaba ella en aquella fiesta, con una túnica azul celeste que le quedaba maravillosamente ajustada a su cuerpo esbelto y bastante bien formado; sus piernas, recorrí totalmente este sendero de arriba a abajo con una mirada penetrante y me detuve en esas caderas tan sensuales que movía al compás de la música, y no pude evitar fijarme en esos pechos firmes que presumía en su amplio escote. Había cambiado bastante, eso era obvio, su cabello por ejemplo ya no era una maraña de pelo enorme, ahora lo llevaba perfectamente bien arreglado con un moño del color de su traje. No había crecido mucho en altura, pero si había desarrollado otros atributos, que captaron mi atención por completo al momento de verla junto a la mesa de las bebidas............¿un momento?, ¿caderas sensuales?, ¿pechos firmes?, ¿atributos especiales?, ¿estaba acaso describiendo a la chica que yo creía que estaba describiendo??, ¿¿a la que me había odiado tanto al grado de cachetearme en tercer curso y darse el lujo de amenazarme e humillarme con sus comentarios a mi, a Draco Malfoy, tantas veces en público?? ¿¿Era Hermione Granger??. Si, era ella, pero esta vez su sensualidad parecía estar ganándole la partida a mi orgullo, porque a pesar de todo esto, no podía lograr quitarle la vista de encima a la chica. Comencé a elucubrar en mi mente la posibilidad de caminar hacia ella y empezar una conversación con cualquier pretexto que se me viniese a la mente con tal de estar un momento cerca de ella y poder admirarla más a fondo, pero ¿qué le diría?, "Hola ¿cómo estás?, soy Draco Malfoy, aquel chico que siempre odiaste en el colegio, pero ¿sabes? Acabo de divisarte desde hace un rato y quiero decirte que me atraes mucho sexualmente", no, de solo pensarlo me sonaba estúpido y antes de que terminara siquiera de hablar, ella me estamparía seguramente una cachetada en el rostro.
No había ningún problema en cuanto a abandonar a mi acompañante para ir tras ella, al fin de cuentas era una de esas conquistas que nunca tomaba enserio y que me duraban solo una noche. La joven que me acompañaba era muy guapa, cierto, pero tenía cerebro de *Escreguto. Miré de reojo a mi acompañante y supuse que en el único lugar en que me podría entender con ella sería en la cama. La chica me miró sorprendida tal vez al ver que le prestaba un poco de mi valiosísima atención.
-¿Quieres que nos marchemos ya de este lugar?- me preguntó sensualmente con su voz melosa- te vez aburrido, si nos vamos a un lugar más privado podemos
pasarla mejor.
La chica se me insinuaba descaradamente al decir estas palabras y lo único que yo pude hacer es soltar una risa arrogante.
-¿Crees que puedas llegar a complacerme aunque sea en ese sentido?, por que
para entretenerme definitivamente no funcionas.
La joven llamada Marie me miró con dolor por haber roto su espíritu de mujer competente y a continuación me dirigió unas palabras frías.
-Eres cruel, pero no tengo por que soportar tu actitud de niño mimado- dijo
esta muy indignada. -No te estoy pidiendo que lo hagas- conteste, rogando que no tardara mucho
en decidirse a marchar.
-Bien, pues me voy.
Pero seguía sentada ahí frente a mi como esperando a que yo cambiase mi parecer. Que poco sabía de mi, un Malfoy siempre consigue lo que quiere y esa noche ella no era mi objetivo.
-¿Y que estas esperando?- pregunté al ver que no se decidía. -Te estoy dando tiempo para que te des cuenta de lo que vas a perder si me
dejas ir.
En ese momento no pude contener una gran carcajada, ¡vaya cada hembra que me escogía!.
-Vamos ya márchate, necesito una mujer con un poco de sentido común,
¿sabes?. No eres digna de que te vean con migo.
Ella definitivamente estaba indignadísima, y yo caí en la impaciencia total, ¿qué nunca se rendían las chicas como ella?. Al paso de mi vida me había encontrado con muchas como ella, típicas mujeres que hacen lo que sea por tener solo una noche de pasión con migo, pero ¿qué podría esperar del sexo femenino?, soy irresistible.
-Pues que te aproveche tu fiestecita- y Marie se dio media vuelta para
abandonar el salón.
Yo sonreí satisfecho, y me gire inmediatamente buscando a mi presa, me había puesto como meta llevármela a la cama, a fin de cuentas, solo iba a ser una aventura de una noche, no me casaría con ella ni nada similar; pero primero debía encontrarla. No me agrado mucho cuando la divisé con un hombre que indiscutiblemente era Victor Krum, ese famoso jugador de quidditch. Suspiré, después de todo era una cena para celebrar el triunfo de Gran Bretaña en la copa de Quidditch. La situación se veía un poco más complicada, mas nunca imposible, para mi no había nada inadmisible cuando se trataba de conseguir a la mujer que quería. Pensé, ¿cómo podría separarla del tipo y provocar un encuentro casual entre nosotros?. Le di vueltas a este pensamiento por unos momentos, pero al no hallar una manera de deshacerme de Krum, decidí acercarme más para estudiar el terreno.
Justamente en el momento en que ellos sostenían un platica muy animada, un mesero con unas copas de vino pasaba a lado de mi blanco, saqué disimuladamente la varita, la agite y murmuré un conjuro sencillo.
El mesero se tambaleo, pero finalmente las copas de vino cayeron encima del jugador de Quidditch. Se escuchó el sonido estridente de las copas impactándose contra el suelo y yo me voltee con cara de "¡Oh!, ¿qué ha pasado?". El buscador estaba empapado de la bebida y le reprochaba al mesero su incompetencia, quien se disculpaba muy asustado. Granger observaba la escena espaldas a mi.
-Victor, fue un accidente, el no tuvo la culpa- su voz sonó dubitativa, y
pude deducir que estaba muy sorprendida por la actitud de Krum.
Este frunció el entrecejo y sin decir nada más, aunque su cara irritada lo decía todo, salió directo hacia los servicios. Ahí estaba, ella sola, era ahora o nunca. Me acerque cauteloso y la sorprendí por detrás.
-¿Aún sigues saliendo con este tipo?, me parece que te conformas con muy
poco Granger- dije arqueando una ceja y sonriéndole enigmáticamente
mientras ella giraba hacia mi.
Me miró sorprendida por el hecho de que un extraño como yo la hubiera llamado por su apellido; era natural que no me reconociera, tenía que aceptar que yo tampoco era más un chiquillo. Era mucho más alto que antes y sobrepasaba a Hermione por una cabeza entera, mi cuerpo no estaba tan debilucho como antes, había comenzado a ejercitarme con más constancia cuando cumplí la mayoría de edad. Solía pasarme la mitad de la mañana metido en el gimnasio de mi departamento ejercitando cada parte de mi cuerpo. Esto me había dado muy buenos resultados a largo plazo y tenía un cuerpo que ninguna chica podría resistir, y mucho menos aquella, me dije. Que equivocado estaba, la empresa no iba a ser tan fácil como yo lo había pintado.
-¿Quién........- frunció el entrecejo tratando de recordarme, y me complació ver la manera en que me repasaba sorprendida con sus grandes ojos
cafés-¿Malfoy.........eres tu?- preguntó al fin sorprendida.
-Veo que aún no me has olvidado,- me detuve un momento para admírala de nuevo, ¡vaya, de cerca era aún mas bella que a distancia!, tenía un olor muy penetrante ya que no pude dejar de notarlo desde donde estaba. Su olor me agradaba tanto como creí que lo haría o más. Su belleza me pegó igual que una de sus cachetadas, justo en la cara; al verla así, tan cerca de mi, me sobrecogió una enorme necesidad de saltarme el ritual de seducción e ir directo a la parte que me interesaba, mas sin embargo logre contenerme y esperé una respuesta de su parte con una sonrisa......¿nerviosa?, ¿desde cuando una chica me producía nervios con el solo hecho de estar cerca de ella?. Recupere la compostura, esperando a que no se hubiera dado cuenta de la debilidad que empezaba a significar sobre mi- Pero claro, ¿quién podría
olvidarme?- dije recuperando mi suspicacia de siempre.
-Tienes razón, eres una persona difícil de olvidar, ¿sabes?, -finalmente me sentí en mi terreno, era la típica chica que se haría del rogar pero que al fin caería, pero rectifiqué cuando ella continuó- por la gran arrogancia que te caracteriza- concluyó con una gran sonrisa que observé extasiado sin
poder evitarlo.
Seguía siendo la misma impertinente de siempre, continuamente intentando ganarme la batalla.
La diferencia de esta situación a muchas otras, era que yo tenía que encontrar la manera de evadir sus comentarios sin agredirla verbalmente si quería llevármela a la cama. Llevaba la ventaja por ser una chica.
-¿Será eso o que aún no has podido olvidar cuando me golpeabas a tu antojo
en el colegio?- dije retomando la empresa.
-No has dejado de ser un exagerado, solo fue una cachetada- me miró con
recelo- y te la merecías. -¿Será realmente así?,- le dediqué una de mis sonrisas irresistibles- Mas bien yo pienso que estabas demasiada influenciada por tus dos amigos- la
miré esperando su reacción. -Yo sé muy bien lo que quiero Malfoy- se detuvo para mirar a su alrededor y después se acercó a mi a manera de complicidad. Yo me incliné también para
escuchar lo que iba a decirme- Y lo que quiero hacer en este momento es
salir de aquí, ¿puedes ayudarme?.
La miré estupefacto, ¿me estaba pidiendo que la llevase conmigo?. Yo no me detuve a hallarle un sentido a la situación, y por supuesto tampoco le puse ningún inconveniente.
-Tus deseos son ordenes para mi.- y la tomé de la mano. El contacto con su mano suave fue muy placentero para mi y comencé a tomar la situación en mis manos llevándola hacía la puerta y luego conduciéndola hasta mi auto en el
estacionamiento. -Pensé que podríamos aparecernos en algún lado- Comentó al chica al ver mi
deportivo color rojo. -Podríamos, pero el auto es más tranquilo y ameno ¿no te parece?.- le dije
mientras le abría la puerta del auto y la invitaba a entrar.
Ella me sonrió y entró al auto. La observe embelesado por su belleza; se sentó, cruzó las piernas sensualmente y yo cerré la puerta y me apresuré a entrar al auto por el otro lado.
Pasados ya unos minutos después de que nos habíamos puesto en marcha, yo rompí el silencio.
-¿No te la pasabas bien en la fiesta?- tenía la vista fija en el camino,
pero la miraba desde la rabadilla del ojo. Noté que la pregunta no le
sorprendió. -Esas fiestas me aburren, pienso que son un grupo de persona hipócritas que
solo van para quedar bien. Hubiera preferido ir a la celebración de la misma cosa pero con mis amigos- su rostro se veía fastidiado, yo supuse,
ante tanta falsedad. Según mi impresión era una chica a la que no le
gustaban las apariencias, poco comunes, pensé, pero esto levantó mi curiosidad. Esta sería una experiencia distinta, pero ya había tratado con
algunas chicas ingenuas- ¿no crees?.
Yo sonreí vagamente ante su pregunta. Lo correcto es que hubiera contestado que no, que yo era una persona vacía que solo se fijaba en las cosas materiales y demás, que era algo muy cierto en mi; claro que si no se es así, no sé es inteligente, solía decir yo; hay que disfrutar las cosas buenas de la vida.
Nunca había compartido con nadie lo que realmente sentía dentro de mi, que era algo muy distinto a lo anterior, mas no se lo que sucedió en ese momento, olvide mi objetivo y comencé a sentirme relajado y a soltar verdades.
-¿Tu realmente crees que yo soy así verdad?- Sentí que fijaba su vista en mi ante la pregunta que había contestado- crees que soy como todo mago rico
prepotente y que nada más me importa asistir a esas fiestas de personas 'hipócritas' como tú las llamas- me detuve un momento para asimilar lo que iba a decir, era una verdad que había estado guardando dentro de mi hace ya mucho tiempo, y que no me había atrevido a aceptar, mucho menos ante ella- pues lamento desilusionarte, pero no soy del todo tan frió como aparento, en el fondo creo que sí estoy harto de tanta falsedad a la que he llegado, tanta actuación de parte mía, que cuando estoy frente a una que me interesa realmente no sé que decir; no estoy preparado para comenzar a ser honesto,
pero creo que esta noche podemos retirar las mascaras, ¿no crees?- le
devolví la pregunta.
Me miró un poco sorprendida, tal vez no esperaba que esa fuera mi respuesta; ¡¡pues claro que no la esperaba!!, ¿quien podría esperarse a Draco Malfoy hablar de esa manera? Y sobre todo sin haberlo planeado. Estaba confundida y lo sé, pero acepto retirarse las mascara junto conmigo a partir de ese momento.
-No me estoy justificando- aclaré- pero tu preguntaste, y eso es lo que
puedo decirte.
Hubo un incomodo silencio, pero yo continué para no hacer la platica tan tensa.
-¿Qué me dices de ti?, ¿por qué estabas en esa fiesta si no te agradan?.
Escuche como suspiraba mientras se acomodaba de nuevo en su asiendo y retiraba por fin su vista de mi rostro.
-Pues supongo que las circunstancias me obligaron a esto, a ser parte de este circulo vicioso al que tanto critico, del que tanto intento escapar. -¿Por eso me pediste que te sacara de ahí?, ¿quieres dejarte llevar por lo
que realmente piensas?- pregunté intrigado ante su manera de pensar. -Así es, me encantaría dejar de ser una esclava de la sociedad y pretender
a lo que no quiero ser, y debo decir que tu fuiste la única salida de
emergencia que encontré a toda esta porquería.
Me halagó su observación, así que me aventuré a pedirle algo de lo que seguramente me arrepentiría más tarde. Paré el coche en una esquina para dirigir mi atención hacía ella, y esta se sorprendió.
-¿Que sucede?- preguntó la chica intrigada.
-Granger.....- comencé.
-Hermione.....llámame por mi nombre.
-Bueno, pero tu tendrás que hacer lo mismo- le dije un poco embarazado, porque a pesar de mi experiencia en la materia, nunca hubiera pensado en estar en esta situación con ella ni en un millón de años. Pero la vida da
muchas vueltas y ahí estaba yo ahora, frente a Hermione Granger. Había olvidado mi objetivo completamente, ahora lo único que quería era estar con ella, solo un momento era lo que pedía, pero obviamente obtuve mucho más
tiempo a su lado- llámame Draco.
La chica me sonrió con ironía, sabía lo que estaba pensando pero aún así me lo hizo saber.
-Esto es una locura, ¿lo sabes, cierto?
Tenía toda la razón, esto era muy descabellado. Por un lado ella era la mejor amiga de mi peor enemigo y por otro yo era un cercano colaborador del señor tenebroso. Si quisiéramos entablar algo habrían muchos obstáculos, pero esa noche a su lado no le haría daño a nadie. La miré decidido, y me dispuse a hacerle la pregunta
-Hermione......¿Quieres pasar esta noche conmigo?
N/A: Que onda!, espero que les este gustando mi Deathfic, me gustaría que me dieran su opinión a pesesita_27@hotmail.com Esperen el próximo capítulo!! Adiós!.
*Escreguto: salió en el libro 4 de Harry Potter, hagrid los creo y son Unos gusanos bien feos!!!. (para los que no se acordaban, muchos me lo preguntaron).
SnAkE
