¡Hola! Ahora he venido con este Two*Shot TAKARI.
Yo soy amante de esta pareja desde que tengo uso de razón. Sin embargo, recién desde hace unos días (por no decir semanas) atrás encontré o re-encontré estas canciones. que para mí, sin duda son prueba de que la pareja era CANON, aunque el final no es lo que esperaba :/ (Espero impaciente lo que suceda en Digimon Tri :D) bueno, el asunto es que me reenganché y casi me volví a ver las dos series, las pelis. cd dramas y todo, analizando y estudiando todas las pruebas y momentos. ¡Espero que sea de su agrado!
Recomendaciones: Si desean, pueden leer los One*shot oyendo las canciones que tienen el mismo nombre que los títulos de los capítulos.
Nota: Las letras negritas son las letras de las canciones en español.
Nota 2: Ni Digimon, ni sus personajes son de mi pertenencia. Solo los uso con motivo de recreación. Sin embargo, la historia si es de mi propiedad.
Nota 3: La canción FOCUS de Tk. es del CD de Digimon Adventure 2 mientras que la de Reflection de Kari aparece como respuesta a la anterior en el CD Girls Power que salió luego de Digimon Tamers.
Ahora sí, disfruten.
Capítulo 1: FOCUS
Pov T.K.
Antes de saberlo, ya te estoy mirando otra vez. Me pregunto ¿Desde cuándo fue que adquirí esa manía tan placentera de tan solo admirarte? Realmente, no lo sé. Recuerdo que desde que era pequeño siempre estuve allí, observándote. Viendo cada movimiento que realizabas. Te veías tan frágil, tan delicada y aun así dabas todos de ti. Siempre preocupándote por los demás, siempre luchando por todos, siempre haciendo las cosas a tu modo. ¿Recuerdas cuando enfermaste en el digimundo? A pesar de estar débil salvaste a los Numemon e irradiaste aquella luz sanadora que baño a todos y brindó aquel poder misterioso que ayudó a vencer a nuestro enemigo. Desde aquel entonces, no pude dejar de observarte. Porque siempre has sido así única, especial, con aquella luz que compartías con los demás y sobre todo, con esa forma tan especial de pensar y ver el mundo. Aquella forma que me costó mucho entender. ¿Qué pesará por tu mente? A veces me lo pregunto y me cuestiono ¿estaré cumpliendo bien mi papel?
Ahora solo puedo mirarte. Solo quedándome en diagonal detrás de ti; sin saber muy bien que decir o hacer. A veces te siento tan distante, ajena a mi mundo… pero a la vez me doy cuenta que, tú eres mi mundo. No sé cuándo comenzó, no sé cómo, ni por qué…Solo sé que llevo mucho tiempo mirándote, intentando protegerte, intentando estar a tu lado. Te convertiste en el centro de mis pensamientos, en el eje de mí día a día… Y solo me pregunto…
¿Soy yo el foco de tu corazón? Y si no ¿Quién? A veces te veo jugar con los celos de Daivis, y no te culpo, hasta yo me he prestado para esos juegos. Y es que es inevitable no bromear con sus expresiones, pero me pregunto ¿Qué es lo que en verdad sientes por él? ¿Por mí? Te veo, y sé que no actúas igual con ambos, pero no sé qué pensar. Dime, Kari ¿soy yo el foco de tu corazón? ¿Soy yo el centro de tus pensamientos? ¿O me estoy equivocando?
Hemos estado juntos desde que éramos pequeños, ¿verdad? No puedo olvidar cuando nos enteramos que eras la octava niña elegida. En aquel entonces todo pasó tan rápido. De pronto nos encontrábamos en la televisora, frente al malvado Myotismon. Fue un feo día ¿verdad? Wizarmon se sacrificó para protegerte…y hoy por hoy, me doy cuenta lo agradecido que estoy con él, aunque antes no lo había pensado de la misma forma. Él te salvó. Después no tuvimos tiempo de celebrar… nos dimos cuenta de que la niebla no se iba y supimos que lo peor aún iba a llegar. La batalla final se hizo presente, nuestros ángeles digimon: Angemon y Angewomon ayudaron a proteger nuestros hermanos y lograron la digievolución Mega. Y a pesar de que vencimos, las cosas no parecieron arreglarse. Viajamos de vuelta al digimundo. Fue la primera vez que tú ibas. Desde aquel momento las cosas se nos complicaron; recuerdo bien que nos fuimos separando poco a poco, pero nosotros siempre nos mantuvimos juntos. Quizás fue el hecho de ser los menores, quizás el hecho de que nuestros digimon congeniaron muy bien o quizás el hecho de que nos complementábamos bien, no lo sé, pero desde que llegamos a ese mundo yo por segunda vez y tú por primera, nos volvimos más unidos. Fuiste una gran amiga, me diste apoyo y gracias a ti, aunque nunca lo dije, maduré un poco más. ¿Recuerdas todas las cosas que pasamos? Viajando, luchando, saltando, rezando por nuestros amigos, corriendo y cayendo, siempre estábamos riendo.
Luego pasó el tiempo, nosotros nos dejamos de ver, pero jamás dejamos el contacto ¿no es verdad? Recuerdo que nos vimos un año después para poder dar nuestros emblemas y así poder arreglar la curvatura de las dimensiones. Que alegre estábamos al ver a nuestros digimon nuevamente, aunque tuvimos que sacrificar las digievoluciones mega, no nos preocupamos, pues teníamos esperanza en que nuestros amigos recuperaran aquella habilidad. Y luego de ello, nos volvimos a despedir… Pasaron los años y recuerdo que veíamos solo los 1 de Agosto, y claro, esa se convirtió en nuestra fecha de aniversario. Veía como ibas creciendo, madurando. A veces me preguntaba ¿cómo me verías tú a mí?
A pesar de que hablábamos por medio de e-mail, no les conté que me mudaría a Odaiba nuevamente con mi madre, quería que sea una sorpresa. ¡Y lo conseguí!
Aún recuerdo tu rostro sorprendido cuando entré al salón y me presenté, vaya casualidad que me sentaron justo al lado tuyo. Aunque casi no te reconocí a primera vista: estabas más alta, aún mantenías el cabello corto y usabas aquellos colores que te representan tan bien, estabas muy guapa. Y no pude contener las ganas de decírtelo. ¡Te saqué una sonrisa! De eso no me olvidaré y tampoco, como luego me acompañaste a conocer un poco más la escuela y ordenar mis cosas. Me contaste que habías adquirido un gusto por la fotografía, y me di cuenta por la cámara que llevabas colgada donde antes tenías el silbato. Y así inició todo nuevamente. ¿Quién diría? Ese día fue el inicio de un nuevo viaje, aunque nosotros no lo supimos hasta dos días después. Recuerdo bien nuestra impotencia por querer ayudar a resolver las cosas y no fuimos capaces hasta que encontramos los digi-eggs y fuimos nuevamente elegidos para proteger el Digimundo.
Hay cosas que no recuerdo con detalles, no soy bueno en eso, pero curiosamente, hay cosas que no olvidaré tan fácilmente, como cuando hice la promesa de protegerte en nuestra primera aventura juntos.
Recuerdo que cuando enfermaste, le prometí a Tai cuidarte y protegerte, de igual forma, se lo prometí a Sora cuando huíamos del castillo de Piedmon. Juré protegerte a toda costa. Y así lo intenté hacer, aunque, para serte sincero, yo solía ser un niño muy llorón y miedoso, siempre al cuidado de mi hermano o de los demás… pero fue gracias a Patamon que comencé a madurar y a aprender a valerme por mi mismo, sin embargo, también te debo crédito a ti ¿sabías? Cuando Piedmon nos acorraló en la cuerda, cuando golpeó a Angemon, yo contuve mis lágrimas para brindarte seguridad, para que no te asustarás, y al final ese acto terminó siendo de beneficio para mí también. Yo había prometido protegerte y me había tomado enserio ese papel, desde ese mismo momento. Es por ello, que cuando presentía peligro, no podía evitar preocuparme por ti, intentar protegerte aunque sabía que no iba a poder evitar siempre que te lastimaras o que salieras herida, a pesar de eso, yo siempre estuve al pendiente de ti. Es por ello que no olvidaré cuando no fui capaz de cuidarte bien y te quedaste en el digimundo atrapada en aquella ciudad llena de Guardromon. No me pude quitar la culpa de no haber estado más al pendiente de ti, de no haber sido más cuidadoso y haber corrido antes que tú. Me sentí culpable, impotente y un mal amigo. En el momento que recibimos un correo tuyo, busqué velozmente una cercana y sin pensarlo me lancé en tu búsqueda. Daivis me siguió. Y luego de acordar ir los dos por ti, Patamon digievolucionó nuevamente en Angemon. Te contaré algo para que rías: Patamon le hizo una broma a Daivis, diciéndole que él y Gatomon habían sido bien diseñados, dando entender como una pareja, hubieras visto la reacción de Daivis, hasta mí me causó gracia. Sin embargo, no pude evitar pensar un poco en lo que había dicho de broma mi compañero. Era algo más en lo que tú y yo teníamos en común. Cuando pude visualizarte habías caído por un ataque, logré desviar el siguiente y Daivis celebró el que lo nombraste primero. En verdad poco me importó, porque tú estabas bien. Recuerdo que el número de enemigos nos superaba y había aparecido Andromon. Discutimos. Te pedí que seas cuidadosa, que quizás no sea el mismo que habíamos conocido pero tú asegurabas que sabías que sí era, te dije que estaba siendo controlado pero no te importó… Te acercaste. Tai llegó junto a los otros. No sabes como el corazón se nos paralizó cuando Andromon te alzó en brazos. Por un momento pensé que algo malo podía pasar pero recordé que tú eras tú. Tú tienes aquel poder de creer en los demás aunque nadie más lo haga, y eso hiciste con Andromon, y fue tu luz la que lo trajo de vuelta. Fue aquel día que empecé a darme cuenta lo importante que eras para mí, lo preocupado que me tenía el saber que algo malo te podía pasar. Nuestras aventuras en el digimundo continuaron y cada vez te veía más, cada vez se me era más imposible no preocuparme por ti. Así es como llegó aquel día que, te aseguro, no olvidaré jamás. El día que desapareciste en el "mar negro". Yo te había notado preocupada desde la mañana, pero le restaste importancia. Intenté creérmelo pero algo en mí no se lo creía. Recuerdo aquel miedo que sentía cuando volteé a verte y casi te vi desaparecer. No me importó nada, ni nadie. Salté llamándote y tú volteaste sorprendida. Estaba seguro de lo que había visto, aunque los demás no lo habían notado. Casi te desmayas y fuiste a la enfermería. Yo conté cada minuto que pasaba hasta el timbre del cambio de hora. El reloj no avanzaba, se me hizo difícil concentrarme hasta que por fin sonó. Corrí en dirección a la enfermería, pero no estabas, te busqué pero no te encontré. Me dio temor. Por un momento pensé que te habías ido al Digimundo, pero la puerta estaba cerrada. No podías haber desaparecido así. Corrí buscándote casi con desesperación… Hasta que te vi. Me acerqué y me dijiste que alguien te llamaba e ibas a tener que irte con esa persona. Me dio pavor solo escuchar esa oración. ¿Cómo ibas a irte? ¿Cómo iba a permitir yo dejarte ir así? Mencionaste a Tai. Yo lo sé, siempre te cuido, siempre fue un hermano ejemplar… pero allí me cuestioné ¿Por qué solo él? ¿Por qué solo querías depender de él? De ser salvada. ¿Por qué no podrías confiar en otra persona? ¿Por qué no podía ser yo? Quizás mal entendiste mis palabras en ese momento, no quise gritarte, jamás tuve la oportunidad de disculparme por eso. Cuando Gatomon entró a la habitación diciendo que habías desaparecido el mundo se detuvo. Quisieron irte a buscar al digimundo pero yo sabía que no estabas allí. Estabas en el mar. Tú lo habías dicho. Me arrepentí el haberte dicho aquellas cosas. Tú eres fuerte, eres valiente y puedes cuidarte sola, pero en ese momento solo me preguntaba, el por qué no podías confiar en alguien más, alguien como yo o tan solo confiar un poco más en ti. Recuerdo que corrí con Patamon y Gatomon por las playas gritando tu nombre. Arrepintiéndome por ser un mal amigo, por no haberte cuidado y protegido, por haberte dicho aquellas cosas horribles. Gatomon me regañó diciéndome lo que yo ya sabía. Tú podías sola. Pero aun así, no pude evitar sentirme inútil. Grité con todas mis fuerzas en aquel acantilado y vi la luz aparecer, te vi llamándome y no dudé, salté. Gatomon mencionó algo que apenas y entendí en ese momento: "El amor une dos mundos". Llegué a ese mundo desconocido. El resto ya lo sabes, aunque no te imaginas la tranquilidad que surgió dentro de mí al verte. Luchamos, ganamos pero esos digimon querían llevarte, aunque corrí no pude alcanzarte. Gracias Angewomon que te salvó. Discúlpame por ser tan lento, por no haberte ayudado más. Ese día, al verte sonreír al salir de allí, no pude evitar hacerlo yo también, me sentía aliviado al verte bien. Aunque no volvimos a contar de eso nada a nadie.
Aun no somos mayores, pero en aquella ocasión nosotrosnos conectamos aún más. ¿Recuerdas el viaje que tuvimos? Volamos hasta los Estados Unidos a visitar a Mimi. Recuerdo que paseamos y nos tomamos muchas fotos. Quién diría que allí nos esperaba otra aventura. Dijiste que habías oído a un digimon llorar y empezaste a correr. Te seguí sin pensarlo y vaya suerte que tuvimos, lo encontramos. Aquella aventura fue extraña ¿no lo crees? Nuestros amigos habían sido atrapados en una dimensión alterna, los nuevos niños se las ingeniaron para viajar hasta donde estábamos y nosotros, fuimos víctimas de Chocomon en aquel tren. Nos dejó varados e hizo desaparecer a todos. Buscamos la forma de llegar con los demás.
Corrimos muy rápido, ¿verdad? Pero llegamos. ¡Justo a tiempo para ayudar a los demás! Angemon y Angewomon digievolucionaron. Eran hermosos ¿cierto? Algo más en común. En aquel momento, recuerdo que volvimos a ser lo que éramos, unos niños. Luego de la batalla, todo volvió a la normalidad. Los chicos y mi hermano volvieron a la normalidad y Chocomon desapareció. Nuestro nuevo amigo Willis se despidió de ti con un beso en la mejilla. Quizás en ese momento no me importó pero ahora… No sé cuál sería mi reacción.
Cuando estás a mi lado me siento confundido, no sé qué pensar. A veces creo que tú entiendes lo que me sucede, a veces siento que no es así. A veces te siento cerca y otras, aunque te veo allí, te siento tan lejos. De pronto dejé de verte como antes, de pronto aquellas cosas que me causaban risas, me empezaban a inquietar. Un claro ejemplo: Davis. Desde que lo conocí supe lo que él sentía por ti pero en aquel tiempo, no le tomé importancia al asunto; hasta lo tomábamos con risas sus acciones, en especial cuando se trataba de ti. Pero poco a poco me iba preguntando qué pasaría por su mente. A veces, le tenía envidia. Él podía expresarte todos sus sentimientos en cada acción o palabra, hasta aquel chico que recién conocíamos, fue capaz de hacer algo tan intrépido para mí, como fue darte, a ti y a Yolei, un ligero beso en la mejilla que logró hacerlas sonrojar. Ellos dos, en especial Davis me empezaba a inquietar. Él podía dar un discurso de sus sentimientos, mientras yo solo podía actuar en ciertas circunstancias como cuando estaba lleno de enojo o de lo contrario, controlaba mis sentimientos, intentando ser más racional. No podía comprender que me pasaba. Sin embargo es un alivio, creo yo. Porque así podía continuar con todo como estaba. Podía seguir siendo el T.k. Amigo, el T.k protector, el T.k. incondicional. Aún podíamos divertirnos hasta en las clases, como en aquel partido de basquetbol o aquellos momentos de paz y tranquilidad en el digimundo. Era un alivio, pues podía seguir siendo yo mismo mientras seguía preocupándome por el enemigo. Luego de vencer a Ken Ichijouji, me asaltó la duda del por qué podíamos seguir entrando al Digimundo. Sin duda, tenía mi hipótesis: aún nos necesitaban. Y eso me empezó a preocupar, por suerte tú estuviste allí y me entendiste. Lástima que pasó un tiempo hasta darnos cuenta que teníamos razón. Arukenimon y Mummymon se encargaron de hacernos pasar por muy malos momentos, pero gracias a ellos, pudimos acercarnos más a Ken como aliados y conocimos la digievolución DNA. ¿Te imaginas si Angemon y Gatomon se hubieran fusionado? Ya hubiera sido mucha coincidencia ¿cierto? En fin, aún no puedo olvidar cuando nos atacó Blackwargreymon, ambos fuimos derribados y en un momento, solo oí tu voz gritando: ¡Corran! Y después…nada. Hasta que unas horas después nos levantamos y a duras penas nos fuimos de allí.
Luego de aquella batalla, todos estábamos mortificados, pensando en qué pasaría si no pudiéramos derrotar aquel nuevo enemigo, sin embargo, tú solo pensabas en Blackwargreymon. Pensabas en el por qué él se había ido solo, si él había sido creado solo para destruir, ¿por qué? En aquel momento yo lo noté en tu mirada… pensabas que en ese ser de total oscuridad podía haber un poco de luz. Así eres tú. Siempre pensando en lo mejor de los demás, siempre pensando en el bienestar de todos mientras yo, siempre estoy pensando en ti.
Cómo aquel día, que volviste a desaparecer cuando buscábamos el anillo mágico de Gatomon. Dejé de verte y me asusté. Aquel día habías estado encerrada en tus pensamientos. Yo te observé, estabas como cuando desapareciste en el "mar negro" y me asusté por no poderte ayudar. Las buscamos por cielo y tierra, y cuando por fin pude verte de nuevo mi corazón se calmó, aunque aún me sentía culpable por no haber sido de ayuda nuevamente. Pero cuando te lo dije… Cuando te dije que pensé que te ibas al lugar que yo también conozco, tú me respondiste con una sonrisa que ya estabas bien, que nunca más volverías a ese lugar.
Me sorprende lo fuerte que te has vuelto.
Solías llorar siempre, pero ahora temo que ya no me necesites para protegerte o ayudarte. Lo sé, estoy siendo un poco egoísta y me disculpo por ello. No me mal entiendas, estoy contento, me gusta verte ahora que estas de pie en la luz.
Ahora nada te detiene. Ahora puedes ser completamente tú, pero dime Kari. ¿Quién es el foco de tu corazón?Lamento ser tan insistente, pero esa duda me carcome los pensamientos, el alma. Quiero saber ¿Qué piensas? ¿Qué sientes?... o simplemente ¿En quién piensas?
He tenido momentos en los que estuve a punto de decírtelo, de gritártelo, pero callé por temor. Por miedo a que esto pueda afectar lo que tenemos, aquella amistad que ha ido creciendo… Sin embargo, ahora me arriesgo. Quiero preguntarte ¿Quién es el centro de tus pensamientos, de tus sentimientos? ¿Quién es el dueño de tu corazón?, solo eso quiero saber.
¿Recuerdas cuando Chinlonmon apareció? Hablábamos del poder de la Luz y de la Esperanza. Chinlonmon hizo referencia a nuestros digi-eggs, a nuestros emblemas, como complementos importantes, dijo que era la fuerza de nuestros corazones ¿recuerdas? Se sintió bien saber que teníamos algo más en común. También, dijo que la esperanza era mantener viva la luz dentro de los corazones. Aquellas palabras se quedaron grabadas dentro de mí. La esperanza es no perder esa luz, la esperanza es proteger esa luz. Y eso es lo que yo quiero hacer.
¿Cómo puedo decírtelo para que me entiendas?Las palabras se me enredan en la mente y no puedo si quiera ordenar mis ideas, es extraño y un poco decepcionante puesto que estoy empezando a prepararme para ser escritor, sin embargo, creo que la única forma de hacerte llegar mis pensamientos es de esta manera.
Ahora puedo abrir la puerta de aquel día, aquella que cerré yo mismo por temor a que las cosas fueran diferentes. No quería que aquellos momentos de diversión, alegría, momentos de complicidad entre nosotros cambie. No quería que te apartarás de mí. Me gustaba ser yo al que acudías cuando algo te preocupaba o necesitabas ayuda. Cómo cuando estabas preocupada por Tai cuando él, junto con mi hermano, Gabumon y Agumon, viajaron dentro del internet para derrotar a Diaboromon que había vuelto más poderoso, y me pediste ir con ellos. O cuando me contaste las dudas y preocupaciones que tenías cuando pensaste que no podríamos ser capaces de salvar a aquellos niños con la semilla de la maldad en su interior. Quería decirte, que así como en aquellas veces, no importa que suceda, yo siempre estaré allí para ti, para apoyarte, para animarte. A decir verdad hay muchas cosas que quiero decirte, pero… no puedo expresarlo bien con palabras.
Siendo honesto, nunca fui bueno con eso. Desde que era pequeño me costó decir lo que realmente sentía, me costaba hacer lo que realmente creía. Recuerdo que muchas veces pelee con Patamon por ello, pero a pesar de eso, él siempre estuvo a mi lado. Cuidándome, protegiéndome, igual que Gatomon lo hace contigo, aunque ustedes, al igual que nosotros, somos muy diferentes ente sí. ¿Recuerdas cuando éramos más pequeños? Éramos los menores, a los que siempre cuidaban. Aún recuerdo que tanto Tai como mi hermano, nos protegían, en realidad, todos lo hacían. Quién diría que las cosas cambiarían.
Siempre estuvimos protegidos pero, todo cambia ¿verdad? Yo ya no soy aquel niño llorón, ni tú eres aquella niña frágil. Sin embargo, lo único que yo quiero proteger ahora es…A ti. Yo quiero protegerte Kari, protegerte a ti, a tus sueños, a tu felicidad. Sé que es mucho pedirte que aceptes todo lo que estoy diciendo. Pero es lo que siento.
Antes de saberlo, ya te estoy mirando y es inútil intentar apartar la mirada de ti. Eso lo aprendí desde hace mucho tiempo atrás. Cuando se me hizo costumbre sorprenderme a cada momento perdido en tu mirada, en tu sonrisa. Pensando en qué pasaría si las cosas sean diferentes. Ha pasado más de tres años desde nuestra última batalla contra las fuerzas del mal. Ahora el mundo está en paz. Muchos niños tienen un compañero digimon y yo puedo ver tu sonrisa de alegría al ver que uno de tus sueños se está haciendo realidad. Sin embargo, yo solo he podido observarte, solo quedándome en diagonal detrás de ti sin hacer nada con todos estos sentimientos que me combaten en mi interior. Aquellos que han ido creciendo y fortaleciéndose hasta que por fin pude comprender de que se trataba, por fin pude saber qué era lo que me pasaba. Pero aun así, no puedo hacer nada, por qué no sé qué es lo que pasa por tu mente. Acaso ¿Soy yo el foco de tu corazón? A veces quisiera pensar que sí. A veces te veo sonreírme, te veo mirarme y solo atino a apartar la mirada. A veces me confiesas que te agrada estar conmigo más no estoy seguro de que nuestros sentimientos estén en el mismo rumbo. Solo quiero preguntarte, solo eso quiero saber.
Solías llorar siempre, pero ahora soy yo el que llora en silencio por no saber cómo actuar o hablar cuando estoy contigo. Ha pasado mucho tiempo, ahora tú estás de pie en la luz, caminando firme y persiguiendo tus sueños, mientras yo, apenas puedo concentrarme en lo que estoy haciendo, pues la única imagen que tengo en la mente eres tú, Kari.
¿Quién es el foco de tu corazón?Quiero preguntarte, una vez más. Disculpa si soy insistente, pero solo eso quiero saber… Porque si la respuesta no es lo que espero, tendré que luchar contra todo para poder intentar sacarte de mi mente y mi corazón, y así poderte tener como la amiga que tú desearías. Sin embargo, si la respuesta es lo que yo deseo… No tengo palabras para describir lo que sentiría. Pero esa respuesta está en ti. Perdóname que sea esta la única forma que encontré para transmitirte mis sentimientos más profundos, perdóname que me haya extendido tanto, perdóname si te hice pasar un mal rato, pero es lo que siento. Discúlpame por haberme apartado un poco de ti en este tiempo, yo no soy así, pero necesitaba pensar. Y esta es la única forma que encontré en la que puedo ser totalmente sincero y, solo quisiera saber si me llegará una respuesta. Cuídate mucho, espero vernos pronto.
T.K.
Fin del Pov Tk.
Cerró aquellas hojas blancas en las que había estado escribiendo y las dobló en un sobre.
Había decidido hacer aquella carta desde hacía tiempo, pero no había encontrado la forma de ordenar sus ideas. En su casa, era imposible concentrarse y durante clases, solo se ofuscaba más.
Aprovechó aquel momento de paz y serenidad cuando fue a en busca de un libro para su curso de literatura, y allí la vio. Entretenida con un libro, perdida en sus pensamientos. Decidió sentarse a unas mesas de distancia, lo suficiente para observar los movimientos de aquella chica sin que lo notara. Kari, otra niña elegida, su mejor amiga, su compañera de clases y su amor secreto. Porque sí, él se había dado cuenta por fin, que desde hacía mucho tiempo sentía algo muy profundo por ella, él se había enamorado de su amiga y sin saber exactamente desde cuándo, decidió analizarlo. Y así se apartó de ella por un tiempo, inventó varias excusas para alejarse y poder pensar, hasta que encontró la respuesta y sabiendo lo mucho que arriesgaba, intentó darse valor y decidió trasmitirle todo lo que pasaba por su mente. Y fue allí, mientras pensaba en que decir, cuando se volvió a perder en su imagen y su mano empezó a escribir lo que su corazón dictaba.
Terminó de guardar la carta en el sobre, cuando oyó unos pasos acercándose a él.
-¡T.K!- era su voz. Alzó la vista y allí estaba, sonriéndole con aquella mirada dulce.
-Kari…- apretó el sobre con uno de sus puños intentando ocultarlo
-¿Qué has estado haciendo? Hace tiempo que no nos vemos
-Sí, es verdad – respondió intentando apartar la mirada de ella.
-T.K ¿estás bien? – preguntó con preocupación la castaña. Él la observó, estaba haciendo que ella se preocupara… Y eso no lo iba a permitir, él había prometido cuidarla y esa no era la forma.
-Sí…- hizo una pausa y respiró hondo – Kari, ¿podemos hablar?
-Sí, claro que sí T.K. Acaso ¿pasó algo?- preguntó con un poco de desconcierto.
-Ven… - pidió mientras recogía sus cosas y caminaba hacia la salida. Ella lo siguió.
Caminaron fuera del edificio sin decir nada por unos minutos, hasta que Kari se detuvo de golpe, haciendo que él también lo hiciera y volteara a verla.
-T.K Dime, ¿qué pasó? Has estado actuando raro desde hace un tiempo. ¿Qué acaso hice algo que te molestara?
-¿Qué? ¡No! Para nada Kari, no digas eso por favor.
-¿Entonces? ¿Qué sucede? – Una ligera brisa pasó por los árboles haciéndolos bailar a su vaivén y logrando despeinar un poco a los dos jóvenes.
-Pues verás…
-¡T.K!
-¡Kari! – aquellas voces, ambos jóvenes se giraron a observar a sus compañeros digimon que bajaban de uno de los árboles, al cual habían adquirido manía de subir a pasar el rato mientras ellos estaban en clases, y corrían a su encuentro.
-Gatomon
-Patamon
-¿Pasa algo, Kari? – preguntó el digimon minino mientras subía a sus brazos.
-No, es solo que T.K me iba a decir algo – explicó ella dirigiendo una mirada al rubio, que se había quedado de pie frente a ella.
-¿Ya se lo dijiste, Tk?- preguntó Patamon en susurro posándose en su cabeza.
-No, aún no- respondió él de igual forma.
-Pues hazlo ahora, no pierdas el tiempo.
-Sí, lo sé… Es que…
-¿Decirme qué? – Kari había logrado escuchar lo que ambos habían dicho. -¿Qué ibas a decirme T.K? – su voz sonaba firme, más no enojada. -¿por qué te alejaste así? No creas que no me di cuenta que me intentabas apartar de ti, pero…pensé que era lo mejor – ella bajó la mirada encontrándose con los ojos azules de su digimon, al cual, abrazaba.
T.K respiró profundo –Lo siento – soltó. La joven alzó la mirada –Lamento mucho haberte preocupado. En realidad si intenté alejarme en ese tiempo pero todo tiene una explicación.
-¿Y cuál es? – preguntó intrigada, no podía aceptar que hubiera un motivo lo suficientemente fuerte como para hacer que él se alejara de ella, después de todo, eran amigos.
-Toma. Aquí explico con detalle todo – Él extendió el sobre hacia ella, y ella lo tomó
-¿Por qué no me lo dices en persona?
-Porque creo que me entenderás mejor de esta forma. Ahora, me debo de ir, ya se hizo tarde. – se dio media vuelta y empezó a caminar junto a su digimon.
-¡T.K! ¡Espera! – gritó ella. T.K se detuvo.
-Kari, discúlpame – fue lo que dijo, antes de empezar a correr. Ella hizo el ademán de seguirlo pero Gatomon la detuvo.
-Será mejor dejarlo solo.
-Sí. – dijo bajando la mirada y perdiéndose en aquel sobre.
CONTINUARÁ...
¿Y? ¿Qué les pareció?
Espero que les haya gustado. ¡Amé hacer esta parte! Me encantó ponerme en los zapatos y sentimientos de T.K. Yo creo que su canción lo dice todo.
Todos los datos mencionados en la carta fueron sacados, estudiados y analizados por mi de la serie, pelis y CD dramas.
Si les ha gustado, por favor, no duden en dejar un review.
Gracias. Saludos :D
