Capitulo 1

Dos años

Dos años han pasado después de la fatídica rebelión, ambas partes quedaron con heridas que serian muy difíciles de cerrar, la confianza estaba rota y la ambivalencia presente, aun muchas personas se seguían preguntando como actuar por miedo a la traición, pero porque actuar de manera diferente si no eran otra cosa más que esclavos, aun así tenia que aceptar que le dolió ver morir a esa pobre mujer inocente solo por satisfacer a su marido…

Lo cierto era que no se permitiría que pasara de nuevo cuando Crasso, Cesar y Pompeyo regresaron con la noticia de la caída de Spartacus y su rebelión el Senado respiro por primera vez ya todo había terminado y por lo que se dijo ese hombre estaba muerto y al no encontrarse evidencia de lo contrario se daba por echo su victoria inminente.

Despejando su mente con algo de vino se reprocho por pensar nuevamente en eso, era libre tanto su esposo como de él, ambos estaban muertos todos lo estaban, no tenía de que preocuparse aun así ver a su hijo siendo alimentado por una de sus esclavas la hizo pasar saliva y sentir esa punzada de miedo en su ser, ella lo amaba más que a nada en el mundo, era su mayor tesoro sin lo cual no podría vivir jamás, pero era increíble los rasgos del padre que se observaban en el pequeño, y de nuevo pensó en que le habría dicho a Gaius si el hubiera vivido para ver esto para escuchar los cuchicheos que se decían de ella, su vuelta a Roma en ningún momento fue como ella deseo, entrar a la villa de su padre verla vacía, sentir las miradas de miedo de sus esclavos, soportar el contestar preguntas acerca de la caída de Gaius y ahora esto el verse rodeada de rumores primero por no querer tomar esposo nuevamente y del echo de que el niño no se pareciera en nada a su fallecido esposo, sino fuera por color de cabello hubieran dicho que tampoco era de ella, otra cosa más fue la repentina muerte de Seppia en su casa, la cual dijo que habia sido asesinada por sus esclavos como su hermano, en todo caso su regreso a Roma fue llena de conjeturas y mentiras.

-Entrégamelo le dijo secamente a la esclava.

La joven le limpio la pequeña boca y lo dejo en brazos de la madre, Ilithyia le beso una mejilla y el pequeño se movió con entusiasmo haciéndola sonreír.

-Le encanta estar en sus brazos dijo con timidez la joven.

Ilithyia no contesto y se concentro en los ojos de su pequeño –Estas lleno de su sangre dijo ella jugando con una de sus manitas.

-Preparen la terma quiero darme un baño y limpiar a mi hijo para la salida de esta tarde…

-Si Domina.

Ayudada por dos de sus esclavas se desnudo entrando a la terma tibia y perfumada, seguida por la joven que hace unos momentos alimentaba a su hijo, era en la única que confiaba desde que regreso de Capua, y como no hacerlo si fue quien le salvo la vida un momento antes de que Lucretia le abriera el vientre, fue ella quien trajo a su hijo al mundo le debía mucho aunque nunca se dignara para admitirlo.

Dejando que terminaran de limpiarla recordó el horror vivido y la mirada de locura en la cara de quien fuera su amiga, un escalofrió la hizo estremecer.

-Se siente bien Domina? Pregunto una esclava

-Si, pueden retirarse para preparar mi atuendo.

Las dos chicas salieron dejando a Ilithyia con la joven y su hijo esta ultima se acerco dejándolo en su regazo –Iré a ayudarles…

-Gratitud dijo la joven disfrutando del agua caliente mientras jugaba con su pequeño quien chapoteaba con sus pequeños y regordetes brazos, una carcajada honesta salió de sus labios.

-Tu verdadero padre hubiera estado complacido me pregunto si te amaría como yo lo hago.

El pequeño la abrazo sorprendiéndola llamándola madre con su pequeña vocecita, ella le acaricio los hermosos rizos –Saldremos esta tarde y por los Dioses deseo que te portes bien dijo con enfado fingido, cargándolo en brazos ella misma se cubrió con su fina bata.

-Ilithyia dijo Cresenttia emocionada besándola en los labios me alegra que aceptaras la invitación, el pequeño Albinus esta aquí también.

Su hijo se escondió tras su falda Ilithyia sabía que al niño le disgustaban esas salidas, haciéndole una seña a su esclava esta lo cargo para que saludara a la importante anfitriona.

El pequeño se negó gritando un rotundo no, digno hijo de su padre pensó Ilithyia sonrojada –Discúlpalo Cresenttia tiende a ser muy temperamental.

-Falta de una figura masculina dijo la mujer.

Sin hacerle caso al comentario Ilithyia paso hacia la estancia de la bonita villa de su amiga, los esclavos rápidamente trajeron vino y distintas frutas, Ilithyia aprovecho para darle algunas fresas a su hijo sabía que él las adoraba.

-Es tan hermoso aunque no tiene nada de Claudio.

Ilithyia sonrió con desgano estaba harta de toda esta gente.

-La sangre de mi familia es fuerte en él, además no me gustaría que el llevara el estigma de parecerse a quien humillaron en el campo de batalla.

-Disculpas… no quise traer recuerdos dolorosos aun así no fue muy apropiado que lo nombraras como tu padre y su nombre.

-Los tiempos han cambiado, yo solo deseo que crezca lejos de todo lo que paso.

-Entiendo que los hermanos de tu padre insisten en que te cases de nuevo.

-Si… más aun no encuentro quien sea digno de portar el legado de mi familia, ya no padezco la inexperiencia de la juventud, si me caso con alguien será bajo mis términos y no lo que digan mis tíos.

-Entiendo pero que problemas puedes tener tú siendo tan hermosa, mi primo Maximus ha dicho que quiere ser un padre para tu hijo, es un buen hombre, adinerado, galante quizás no tan guapo como Gaius pero uniendo nuestras familias podremos lograr grandes cosas.

-Para eso me citaste dijo Ilithyia con una sonrisa irónica, para convencerme de casarme con tu primo?

-Ilithyia! Solo quiero que se acaben los rumores hacia mi querida amiga además Maximus ha hecho todo por complacerte y tampoco veo que rechaces sus cumplidos…

Ilithyia achico los ojos cuando el sonido de un jarrón roto ambas mujeres voltearon solo para ver al pequeño Albinus con los ojos asustados, la joven esclava llego a cargarlo.

-Discúlpeme Domina esta muy inquieto…

-Mejor me retiro hazme llegar el costo de lo que quebró mi hijo ya hablaremos después, en cuanto a tu primo creo que él mismo puede decidir si seguir brindándome sus tantas atenciones o no…

Ilithyia regreso a su villa cansada, ella sabía que en algún momento tendría que casarse para reafirmar la importancia de su clan, para despejar las habladurías pero sobre todo no sentirse tan sola en las noches ella quería llenar el espacio de su cama, pero como dijo antes, no había nadie digno…

Si lo se de nuevo acá, con otra más de sparty, ilithyia que puedo hacer me encantan... igual yo me enfado por eso algo un poco diferente tiempo después, sin guerra con sus vidas continuadas a ver que pasa.