Disclaimer: Glee y todos sus personajes son propiedad de FOX, y RIB. Solo se usan en esta historia como un medio recreativo y no lucrativo.

Advertencias: Abuso infantil, ataques de pánico (en los próximos capítulos), bullying.


I

Es una noche como cualquier otra en el Hospital General de Lima Ohio, con doctores y enfermeras yendo de allá para acá; chequeando pacientes e historias médicas. Carole Hudson-Hummel se encuentra caminando por los pasillos mientras mentalmente cuenta los minutos en su cabeza: ya falta poco para poder irse a casa con su hijo, su nuevo esposo y nuevo hijastro (aunque acá entre nos, ella prefiere llamarle hijo).

Hace unos cuantos meses que son una familia completa de nuevo y ahora que Kurt está de nuevo con ellos, la casa se siente cada vez más como un hogar y las perspectivas de pasar las primeras vacaciones juntos hace que su trabajo en pediatría se haga más ligero.

Viendo hacia atrás, ese ha sido un año realmente bueno a pesar de todo. Levanta la vista para ver hacia el reloj que está colgado en la pared, encontrándose con que solo ha pasado media hora desde la última vez que lo chequeo, así que decide ir hacia emergencias y hablar un poco con Mary. Se enfrascan en una conversación que va entre preguntas sobre hijos y nuevo esposos y preguntas sobre la última travesura que hizo uno de los hijos de Mary, cuando por la entrada de emergencias pasaron corriendo un montón de doctores empujando una camilla con un pálido y sumamente delgado adolescente, sin camisa y con tantas heridas que poco se puede ver de su muy pálida piel.

-¡Carole!

El grito del doctor Jensen fue todo lo que necesito para ponerse manos a la obra, olvidándose que solo faltan cinco minutos para que su turno termine.

Entre el frenesí de revivir el corazón del joven y parar las hemorragias causadas por las heridas, poco tiempo tuvo Carole para preguntarse el por qué del estado del chico y del paradero de sus padres. En ese momento el joven abrió los ojos, revelando unos profundos orbes azules y solo tuvo la fuerza suficiente para ladearse un poco y vomitar. Carole rápidamente fue hasta él, dejando a otra enfermera encargarse de una horrible herida en su pierna derecha; poniéndole la mano en la frente con suavidad le susurro:

-Vas a estar bien.

El joven volteo a verla con ojos llorosos y aterrados causando un severo impacto en ella, y antes que pudiera decir otra palabra entró en un paro respiratorio. Actuando rápido se movió para dejar a los médicos controlar la crisis, pronto se dirigieron hasta el quirófano para reparar los severos huesos rotos y controlar las hemorragias internas.

Estando allí, Carole no puede evitar preocuparse: es claro que el niño ha sido objeto de abuso. El joven presenta en su cuerpo todas las señales de abuso infantil, desde los golpes viejos hasta el bajo peso y estatura, de cierta forma le recuerda a Kurt la primera vez que le conoció, la diferencia es que él estaba saludable y no cubierto de sangrantes heridas. Son varias las horas que pasan allí, tanto que son casi las tres de la mañana cuando por fin terminan y llevan al chico a la unidad de cuidados intensivos en pediatría.

-Gracias por ayudarnos Carole-le dice el Dr. Jensen, jefe del piso de pediatría-, sé que tu turno estaba por terminar pero con él necesitábamos toda la ayuda que podíamos conseguir.

-¿Por qué llegó tan malherido?- la pregunta le ha estado carcomiendo y ahora que ambos se encuentran limpiándose y cambiándose le parece el momento ideal.

-No lo sabemos-sus ojos se oscurecen, su cara adopta una expresión de furia-, una vecina fue hasta la casa y le encontró en la sala, al parecer es buena amiga de sus guardianes y tenía una copia de la llave para entrar cuando quisiera.

-¿Guardianes?

-El chico es huérfano, sospechamos que fueron ellos. Según esta vecina, se fueron hace tres días.

Carole jadeo, tal vez que hubieran sido los padres le hubiera hecho "fácil" de digerir (en sus muchos años de experiencia en ese piso le han hecho ver que no todos los padres son lo que deberían ser) pero que hayan sido sus guardianes es, por alguna razón, mil veces peor.

-Eso quiere decir que no tiene a nadie-susurró.

-Eso me temo.

-Quiero ser la enfermera en el caso.

Las palabras salieron de su boca sin siquiera pensarlo, y extrañamente se siente a gusto con la idea, no quiere dejar solo al chico.

-Tu turno ya termino.

-Puedo quedarme.

-¿Estás segura?

-Sí.

El doctor Jensen le miró largo tiempo, a la final sonrió y asintió.

-Okey.

Ante la afirmación, Carole fue directo a llamar a su familia, sabe que deben estar preocupados pero en ese instante el joven la necesita más.


Al otro lado de la ciudad, en una de las urbanizaciones un teléfono suena en el medio de la madrugada, no sonó ni dos veces cuando Burt se precipito rápidamente sobre él, Finn y Kurt le miraron con ojos preocupados y cansados.

-¿Hola?

Ante el desespero en la voz de su marido, Carole se sintió un poco culpable, Burt tiende a preocuparse de más por las personas que ama.

-Hola cariño.

-¿Carole? Gracias a Dios-Burt pudo ver su alivio reflejado en la cara de sus hijos-¿qué ha pasado? ¿Por qué no has llegado?

-Llegó un caso de emergencia, es un joven, no debe tener más de catorce años y fue golpeado hasta casi la muerte-su voz tiembla ante el recuerdo de los aterrados ojos del chico-, es huérfano y su estado es delicado, no puedo dejarlo solo así que tome su caso.

La preocupación en Burt se fue lejos antes el tremuloso sonido en la voz de su mujer, él entiende que su trabajo muchas veces no es fácil pero está es la primera vez en lo que llevan de casado que ha tenido que sentarse a esperar que diera señales de vida. Sin embargo, el hecho de que haya sido por un joven que está atravesando un momento difícil y solo, hace que sienta una oleada de amor hacia Carole ¿qué ha hecho él para merecer una mujer así? Definitivamente tiene suerte.

-Entiendo cariño.

-Llamaré cuando pueda ir a casa, dile a los chicos.

-Okey, te amo.

-Yo también te amo.

Colgó y se giró para ver a Finn y Kurt, ambos clamando por respuesta en sus ojos.

-Carole tiene un caso difícil está noche, se quedará en el hospital.

La cara de Kurt es de absoluto alivio mientras que Finn asiente en entendimiento, está más que acostumbrado a que su madre se tenga que quedar más de lo esperado en el Hospital.

-Será mejor que se vayan a dormir, llamaré mañana a la escuela para avisarles que se quedarán.

-Pero solo falta una semana antes de las Nacionales, tenemos que ir a practicar-dijo Kurt.

-Okey, entonces solo irán a Glee club, después de que duerman lo suficiente.

Y con un "okey" al unísono ambos fueron escaleras arriba a sus dormitorios.


Mientras tanto, cuando Carole está colgando el celular una alta mujer negra junto con dos policías entran en la recepción, la mujer se ve frenética y por el estado de sus ropas se nota que se vistió lo más rápido que pudo.

-Vengo a ver a Rory Flanagan-le pregunta súbitamente, sin pararse a pensar en los modales-, soy su trabajadora social, Lilhian Cooper.- "Rory Flanagan" bueno, al menos ya sé el nombre.-Es caucásico, cabello negro, de cómo unos catorce años.

-Soy Carole, su enfermera. Fue el único ingresó que tuvimos, como a eso de las diez de la noche.

-¿Está bien?

-No, llegó presentando severas fracturas en tres costillas y su brazo derecho, así como diversas heridas a lo largo de su cuerpo incluyendo la cara, presentó dos paros cardíacos y uno respiratorio además de una hemorragia en el peritoneo.

Después de decirle la larga lista de heridas vio como la mujer pierde el poco color que tenía en su rostro, pesando rápido la guio hasta detrás de la recepción y la sentó en una de las sillas, uno de los policías se le aproximo con un vaso de agua, ella agradecida lo acepto.

-Se supone que esto no debió de haber pasado, se supone que al fin Rory había encontrado una familia a la que pertenecer, tenía la impresión de que querían adoptarlo.

No puede evitar sentir pena por la mujer, su cara refleja remordimiento y sus ojos están inundados con lágrimas pero a la vez siente un poco de repulsión: es su deber mantener a salvo a los niños que ponen en el sistema, no hay razón para que ningún niño tenga que pasar por eso.

-¿Existe la posibilidad que no fueran sus guardianes?-pregunta aferrándose a un poco de esperanza, prefiere que hayan sido unos extraños y no las personas que supuestamente lo tienen que cuidar.

-No-su respuesta fue rotunda-. Todas las pistas conducen a ellos y el hecho de que hayan huido sin siquiera cobrar el cheque del gobierno solo confirman las sospechas. De todos modos tenemos que esperar a que Rory despierte y nos diga exactamente qué pasó.

-El joven, Rory, no solo tiene heridas nuevas sino que también hay varias que tienen unos cuantos meses… y no es fácil pasar por alto a un joven que está siendo abusado.

La mujer, Lilhian, le dio una mirada llena de culpa y arrepentimiento, y bebió un buen sorbo antes de hablar:

-Rory siempre ha sido callado y no confía en la gente, prefiere solo quedarse apartado de todo el mundo. Cuando tenía cinco años y llegó al orfanato no hablaba y no lo hizo hasta los ocho años, solo leía en un rincón, no ha sido fácil que se quedara en un hogar de acogida por más de cinco meses-su voz se fue quebrando a medida que hablaba-, así que cuando llegó al año con los Youngs pensé que todo mejoraría para él, no hubo cambio en su actitud pero desde hace unos mese empezó a parecer asustado, pensé que las pesadillas habían vuelto, tenía ojeras y empezó a perder peso. Ignoré las señales y ahora él está pagando las consecuencias.

Lilhian rompió en un llanto descontrolado, Carole no hizo nada por reconfortarla, a decir verdad la culpa, su negligencia pudo haberle costado la vida a un niño "y aun puede que sea así", pensó amargamente, no hay manera que se le pueda excusar.

-Tengo que ir a chequear al joven-le dijo mientras le avisa a otra enfermera involucrada en el caso para que acompañe a la mujer.

La escusa es más para no ver a la mujer, no es realmente necesario ir tan pronto a ver al joven, Rory, se recuerda, pero es mejor que quedarse en la sala junto a una cómplice silente.

Una vez en la habitación se toma su tiempo para observarle: su ojo derecho está hinchado completamente y hay pequeños rastros de sangre, su nariz vendada debido a que estaba rota, su labio inferior está roto y su ceja izquierda tiene algunos puntos en ella; el chico se ve pequeño y frágil, con todos los aparatos conectados a él. El doctor Jensen le ha dicho que la recuperación que le espera es bastante larga y dolorosa, claro que él hizo énfasis en el si, pero ella no está dispuesta a dejar ese pensamiento colarse en su mente.

Después de revisar que todo esté bien decide tomar asiento en la silla destinada para alguno de los padre, cuando se pase el efecto de la anestesia y se despierte va a estar desorientado y adolorido, y es mejor que alguien esté allí para explicarle todo.


¡Hola! Así que después de mucho tiempo he vuelto con una historia un poco más larga, esta vez con un AU sobre Rory. Espero que les guste y si ese es el caso pueden expresarse a través de un review (wink, wink).