Antes de comenzar quiero agregar que el caos fue derrotado, ya saben, la pelea contra Sailor Galaxia. Pero Hotaru después de esto fue una bebé, así como cuando pelea contra Faraón 90 jaja xDD. Menciono esto para explicar algún flashback en la historia jeje. De igual forma, como todos ya lo saben los personajes no me pertenecen, pero la historia si. Espero sea de su agrado y que la disfruten.

Capítulo 1 "Inicios de una nueva vida".

Sailor Pluto se encontraba agotada, pero no permitiría que la Reina Serenity fuera asesinada por este enemigo, a pesar de lo poderoso que era. En un instante el demonio lanzó un gran poder en forma de esfera de un color obscuro, podría decirse casi negro. Después de esto la senshi sólo veía obscuridad, y de pronto, una inmensa luz a su alrededor, seguida de pequeñas luces, como desintegrándose.

Setsuna sintió un peso encima de ella y en ese momento despertó, abriendo sus ojos casi de golpe y notando a una pequeña niña de unos 3 años sobre su abdomen.

"Setsuna mamá, ¿Qué tienes?", dijo la pequeña niña al mirar que su madre se encontraba agitada.

"Nada pequeña", soltó de forma relajada la mujer de ojos carmine, ya que la pequeña no entendería lo que estaba ocurriendo. "Por cierto, ¿Qué haces aquí pequeña?", dijo la senshi del tiempo a la niña que se encontraba sobre de ella.

"Quise ir con mamá Michiru pero no poder", la pequeña Hotraru confesó a su otra madre. Si bien era cierto que la niña era muy lista, aún no sabía hablar correctamente, pronunciando de forma errónea las conjugaciones de los verbos, o en ocasiones, omitiéndolas.

"¿Pero de que hablas?, vamos a su habitación", contestó la peli-verde a la niña de ojos violeta, mientras se ponía de pie y la cargaba en brazos, saliendo de su cuarto hacia el de la senshi de los mares. Hotaru sabía que tanto Setsuna como Michiru eran sus madres, y que Haruka era su padre, su amor por las 3 senshis era el mismo, pero no sabía porque razón consideraba más como figura materna a Michiru, tal vez porque ella era más amorosa o pasaba mayor tiempo con ella, o podría ser porque siempre estaba con su Haruka papa, en cambio veía a su otra madre en soledad.

-Toc toc- Setsuna tocó a la puerta de Michiru, al ver que se encontraba cerrada. No le sorprendía, ya que estando con Haruka probablemente tuvo una batalla nocturna de esas que disfrutaba junto a ella; aunque pensando mejor, ¿probablemente?, no, era algo seguro, ya que extraña vez esto no ocurría, ya fuera porque alguna de las dos se encontrara de gira o regresara de algún entrenamiento o ensayo muy agotador. Agradecía que la pequeña Hotaru tuviera un sueño muy pesado y no se despertara en medio de la noche con los ruidos, esto debido a que la habitación de junto era la de la menor.

-Flashback-

"No puede dormir en otra habitación, es apenas una bebé de 8 meses", decía Michiru a Haruka.

"¿Por qué no?, la casa está llena de habitaciones, además será el cuarto de junto y también está Setsuna que puede cuidarla", debatía la rubia a la chica de cabello aqua. Las senshis externas vivían en una gran mansión a las afueras de la ciudad en una playa, por lo cual contaban con cientos de habitaciones, independientemente de los cuartos de música, pintura, entretenimiento, costura, una sala de estar, una biblioteca, la piscina, una gran cocina y hasta un pequeño salón para reuniones, en el que organizaban fiestas con las senshis internas.

"Por Dios Haruka, ¿Qué tienes en la cabeza?", gritaba enojada la aguamarina.

"Tú sabes lo que estoy pensando", dijo de forma seductora a su amante, mientras se acercaba hacia ella para besarla.

"No puedo creerlo", grito aún más fuerte la senshi de los mares, apartando a la senshi del viento.

"Vamos Michiru, sólo será en las noches", contestaba apenada Haruka.

"¡SÓLO POR LAS NOCHES!, lo que faltaba, Horatu debe dormir con nosotros por si sucede algo mientras dormimos", comenzaba a enfurecerse Michiru.

"Pero ya no hay demonios o algún peligro", expresó la alta mujer hacia la más pequeña, alzando los brazos.

"¡NO ME REFIERO A ESO!, ¡Podría ser que la pequeña sufriera alguna pesadilla, alguna fiebre, hambre o que se yo!, ¡DORMIRÁ CON NOSOTROS Y ES PUNTO FINAL TENOH!", gritó enfurecida la chica de cabello aqua a su amante. Haruka arqueó una ceja, le molestaba cuando Michiru la llamaba por su apellido, y eso sólo podía significar que ésta estaba más que furiosa con ella.

"Está bien", dijo en voz baja Haruka, casi en un susurro, encogiéndose de brazos.

"¡NO FUE UNA PREGUNTA, SINO UNA ORDEN!", amenazó gritando Michiru, mientras salía de su recámara azotando la puerta.

A los pocos minutos regresó la aguamarina con Hotaru en brazos, viendo a una arrepentida Haruka.

"Ve por la cuna que está en el otro cuarto", dijo Michiru con una voz más calmada a Haruka.

"¿Y por qué no la trajiste tu con la bebé, si es de rueditas?", expresó confundida la rubia. La chica de cabello aqua le lanzó una mirada que, si fuera algún arma, ya estaría muerta.

"Ya voy, ya voy", mencionó la rubia mientras salía a toda velocidad de la recámara. Podría decirse que le sirvió ser como el viento. En un abrir y cerrar de ojos regresó con la cuna y la colocó a un costado de la cama, para ser más específicos, al lado del de Michiru.

"Listo", dijo la corredora con una sonrisa y aún apenada.

"Bien, ahora toma tu pijama, una cobija y una almohada, que dormirás en el sillón", sentenció la violinista.

"¿Qué?, bueno… ¿Te refieres a este no es así?", respondió señalando el sillón de su alcoba.

"No, yo digo el de la sala", expresó con orgullo la aguamarina.

"Michiru, teniendo tantas habitaciones me pides que me quedé en el sillón", rió la corredora.

"Primero, es una orden, no una petición; y segundo, puedes quedarte en un cuarto de huéspedes", amenazó con tanta seriedad Michiru.

"Pero, yo, este, no…, ¿Y si mejor me quedó en el sillón de nuestra alcoba?", sugirió Haruka. Michiru no podía negarse tanto a su amante, aunque estuviera demasiado molesta con ella. Sabía que su amor por la corredora era mayor que cualquier discusión. "Está bien", expresó la violinista con una pequeña sonrisa en sus labios. "Ve a ponerte la pijama, para que apagues la luz", continuó mientras recostaba a la pequeña Hotaru en la cuna y ella se recostaba en la cama para dormir. Haruka sólo asintió e hizo lo que le ordenó su bella pareja.

En la madrugada Haruka sintió una mano que sujetó la suya, haciendo que despertara de golpe lista para atacar, pero al ver que Michiru se encontraba a un costado del sillón, se tranquilizó. No dijo nada, sólo la miro. "Anda, ve a la cama, necesito de tu calor y además, la cama es demasiado grande sin ti", externó la aguamarina a la velocista. Haruka sólo se puso de pie, cargó a Michiru y se dirigió hacia la cama, recostando a su amante, posteriormente ella se acostó abrazándola con una sonrisa. Michiru no era tan severa, y sus enojos pasaban rápido, ella sabía que Haruka haría cualquier cosa que le pidiera.

Michiru acordó con Haruka que cuando Hotaru cumpliera los 3 años podría dormir en su propia habitación.

Al inicio era complicado para la rubia, pues no podía pasársela a lo grande con la aguamarina por las noches, pero con el tiempo se acostumbró y hasta le confesó a Michiru que fue lo correcto, después de ver un film de Actividad Paranormal. La violinista rió con ese comentario, pues le sorprendía la inocencia de Haruka.

-Fin Flashback-

La puerta se comenzó a abrir, mostrando a una desarreglada Michiru. "Buenos días", dijo la peli-verde junto con la niña en brazos. "Buenos días Setsuna, Hotaru", contestó Michiru a ambas. La pequeña Hotaru hizo señas de que quería ir con su otra madre, siendo entendida a la perfección por las dos mujeres mayores.

"¿Por qué cerraste la puerta? Y ¿Dónde está Haruka?", pregunto confundida Setsuna.

"No me digas que lo olvidaste Setsuna, hoy es mi boda con Haruka y ella no podía estar aquí. Cerré la puerta porque ya sabes como es ella, capaz de venir en plena madrugada para estar junto a mi. Lo mismo hice con las ventanas y el balcón", explicaba Michiru a la mujer de ojos carmín.

"¡Es verdad, ¿Cómo lo pude olvidar?", exclamó sorprendida la senshi del tiempo. Ella sabía en el fondo que había sido por su pesadilla, que más bien era un recuerdo del Milenio de Plata. A diferencia de las demás senshis, ella recordaba a la perfección su vida en el pasado, debido a ser la guardiana del tiempo. "Vamos, hay que apurarnos", continuó diciendo mientras seguía pensando en lo que soñó. Tomó de nuevo a Hotaru en brazos para prepararse y de igual forma a la menor.

"Como te extraño Haruka", susurró Michiru mientras Setsuna salía de su recamara con Hotaru en brazos.

En el transcurso de la mañana, en casa de las externas hubo mucho movimiento mientras las 3 senshis se preparaban para el evento. Michiru se encontraba muy nerviosa pero a la vez feliz.

"Te ves hermosa Michiru", dijo Setsuna, al ver lo bien que se veía la aguamarina con el vestido que ella misma le diseñó, y el toque especial que le daba un collar con un zafiro en su cuello.

CONTINUARÁ...

Agradezco por el tiempo tomado para leer este capítulo :).