Hola todo el mundo, les habla byako-senpai. Bien esta es mi nueva historia...

Bien hace mucho tenía este fic escrito, pero no me había dado a la tarea de subirlo, sin más un poco de información básica:

-empieza después del primer enfrentamiento entre Ash y Volkner

-no utilizare Occ (al menos no importantes)

Espero les guste.

Disclaimer: todo lo que respecta a pokemon es de nintendo(?); sólo el fic es mío.


Capitulo. 1

Preludio de la tormenta

Por un extenso y solitario pasillo, iluminado tenuemente por unas lámparas redondas situadas en la parte posterior del techo, corría un hombre, vestido con un uniforme negro grisáceo, una pequeña boina a juego del mismo color que ensombrecía parcialmente su mirada; y un emblema rojizo que enmarcaba su pecho. Con prisa, aumento su paso, tenía información para su jefe, información importante, pero había un pequeño problema y la persona seleccionada para decírselo era justamente él.

–"Maldita sea" Pensó apagadamente, mientras continuaba con su forzada marcha –Soy solo un novato. Vocifero en voz alta, soltando un suspiro de resignación, como si aceptara la crueldad del destino y la crueldad de sus compañeros que lo mandaban directo a las garras del Rhyhorn, salvando así sus patéticos traseros, que por el momento estaban más seguros que el suyo.

–Bueno, será mejor que me apresure, al jefe no le gustan los retrasos.

Un par de metros más tarde arribó a un par de puertas negra, bellamente talladas en madera traída directamente de las profundidades del Monte Cenizo –Solo espero que no este de muy mal humor esta tarde. Murmuró para sí mismo, mientras tocaba un par de veces, esperando pacientemente la respuesta de su ocupante, después de todo solo era un peón de su jefe.

...

En el interior de una enorme oficina, decorada con varios muebles de diferentes tamaños y formas, que sin embargo combinaban a la perfección con distintos aparatos colocados cuidadosamente para armonizar el concepto de belleza y utilería; se hallaba un hombre de compleción fornida, suficientemente alto para intimidar a cualquiera, una tez morena y cabella castaño pegándole al negro, portaba un fino traje naranja de un tono lo suficientemente oscuro para no incomodar a nadie, pero con el brillo que enmarcaba una prenda de altísimo precio.

Dichoso hombre jugueteaba con una pluma que daba ligeros resplandores cuando la luz la golpeaba, mientras pensaba en su nueva inversión y que tan bien estaría trabajando; junto a él, un bello felino pokemón de amplia envergadura, cerraba el cuadro de un poderoso hombre, que, con solo desearlo podría decidir el futuro del mundo.

Tan metido estaba en sus pensamientos que casi no escucho el pequeño llamado a la puerta – mmm, espero que sea algo importante ¡Pase!– Gritó de manera poco elevada, pero lo suficientemente fuerte para ser escuchado y sobresaltar ligeramente a su improvista visita. Unos momentos después entro uno de sus tantos reclutas, que como la mayoría no recordar su nombre, o su rostro.

–"Bueno, tal vez se deba a que todos se parecen con ese uniforme". Pensó esbozando una sonrisa casi imperceptible.

–Señor. El joven recadero hablaba extremadamente formal mientras hacia una respetuosa reverencia. Giovanni inclino ligeramente la cabeza, como una pequeña señal de reconocimiento al hombre que se le paraba enfrente.

–Informe. Continuó sin perder más el tiempo

–Señor hemos capturado a otros dos, aunque el último se complicó más de lo provisto, la madre era extremadamente poderosa y nos causó algunos inconvenientes.

–Bien. Contestó Giovanni

–Algo más que tenga que informar soldado.

–B-bueno vera señor, hemos localizado al último. Respondió de manera nerviosa más sin embargo clara –P-pero hay un problema.

Giovanni se empezó a desesperar, odiaba las malas noticias, pero odiaba a un más a los cobardes –Cuál es el problema. Continuó sin elevar el tono de voz ni una pisca pero frunciendo ligeramente el ceño.

–Es el lugar en donde se encuentra. Respondió el joven recluta –Esta en la reservación pokemón del profesor Oak. Terminó temeroso de la reacción de su jefe, el cual tenía la costumbre de desquitarse con la primera persona a la mano.

Giovanni dudo un momento de lo que le acaba de decir su subordinado, esto era extraño, muy extraño –Que pokemón es tan importante como para invadir el territorio de ese hombre específicamente. Habló el magnate más para sí mismo que para su acompañante.

–Bueno retírate si no tienes más que decir. Concluyó con una voz más audible, todavía pensando en el hecho de invadir a un hombre tan poderoso e importante en el mundo pokemón y las consecuencias que implicarían sus actos futuros, que casi seguramente vendrían sin importar el resultado de sus acciones.

–Como ordene señor. Respondió el hombre de negro, soltando involuntariamente un suspiro de alivio. Retirándose con una reverencia salió apresurado y alegre de que la furia próxima de su jefe no estaba dirigida inmediatamente a él.

El jefe de una de las más importantes organizaciones del mundo, solo superada por la organización de la elite pokemón, y la confederación mundial de la misma; se removió en su asiento, tomó uno de sus amados puros del cajón más próximo así y, con un mueca casi de desagrado lo prendió dejando que el dulce humo del tabaco lo consumiera por unos segundos. Se levantó finalmente de su asiento y se acercó tranquilamente al transmisor que tenía junto al mueble, sentándose, mientras tomaba un par de caladas más, presionó un par de botones en el tablero, esperaba que su viejo colega y científico en jefe de la mayoría de sus proyectos importantes le contestara con prontitud antes de que el efecto del tabaco se le pasara.

–Giovanni que se le ofrece. Contestó el erudito con respeto pero con una pequeña nota de casualidad en su habla, portaba una bata blanca sobre ropa casual y tenía aspecto de ese tipo de hombres que habían tenido una vida dura pero satisfactoria de alguna manera.

–Explícame que pokemón es tan importante como para invadir la reservación del profesor Oak, que por si no te has dado cuenta hemos evitado desde que se fundó el Equipo Rocket. Vociferó el antiguo entrenador sin dar rodeos al asunto.

–Bueno. Habló el otro hombre con serenidad, perdiendo toda nota de casualidad en la voz –es un pokemón importante, cumple todos los requisitos para la investigación, y vera, no hemos encontrado otro tan prometedor, además de que si no lo obtenemos el proyecto se retrasaría varios meses, quizá años…

–Bien. Interrumpió Giovanni, cansado de la parlotea científica que estaba casi seguro que seguía –hay opciones.

–No señor, nuestros informantes en las distintas regiones no han encontrado nada acorde con el proyecto de "La Luz empática". Respondió el científico con ligera impaciencia por la necedad de su jefe a no invadir ese lugar, después de todo era por el bien de la ciencia. –Pero por el lado positivo nuestro espía en Pueblo Paleta nos ha informado que el profesor Oak se ausentara de su laboratorio dejando solo un par de ayudantes para que cuiden su reservación.

–"Mmm". Pensó Giovanni –"sin Oak esto se facilitara mucho, el viejo a pesar de ser una eminencia en la investigación pokemón a un es un fiero oponente que ni yo desearía enfrentar en un futuro próximo". Y en efecto Samuel Oak era (y muy posiblemente lo siga siendo) uno de los mejores entrenadores de Kanto además de que había ganado la liga pokemón con solo once años y vencido a la Elite 4 un par de años más tarde. A pesar de haber declinado el titulo absoluto de campeón por la investigación de especies pokemón, muchos lo consideraban como el entrenador imbatible al cual nadie en más de cincuenta años había logrado siquiera vencer uno solo de sus pokemón.

–Eso facilitara las cosas. Terminó con voz autoritaria el ex líder de gimnasio –sin embargo, quiero todas las estadísticas de ese "de suma importancia" pokemón, que probablemente nos cueste una operación millonaria. Continuó agregando un poco de sarcasmo al final de la frase.

Namba sonrió, su investigación de toda una vida está cerca de dar resultados prometedores con "ese" pokemón.

–Como desee señor.

Giovanni lo vio, era un pokemón fabuloso, muy bello y según el informe increíblemente inteligente.

–Interesante, y dime quien es el dueño de tan fabuloso espécimen. Preguntó con una pequeña sonrisa de arrogancia que solía surgir en sus momentos de éxtasis, como cuando peleaba con un formidable oponente.

–El entrenador de este pokemón es…

...

En la región Sinnoh

En uno de los caminos circundantes de la ciudad Marina, caminaban tres personas; dos hombres, uno moreno de complexión ligeramente robusto y de buen tamaño y uno ligeramente mas bajo de piel bronceada y cabello negro con un ligero brillo verdoso, sobre el cual descansaba una gorra, en su hombro se posaba un pokemón ratita de color amarillo. En medio de ambos uno linda niña peli azul caminaba alegremente hablando sin parar del Gran Festival y de que pokemón y estrategias usaría, sin siquiera darles oportunidad de hablar a sus acompañantes.

Por otro lado el de la gorra iba metido en sus pensamientos, analizando los sucesos anteriores que habían acontecido en ciudad Marina, su combate con Volkner (que fue cruelmente interrumpido por el equipo Rocket) y sobre todo su duelo con Flint de la elite 4, pensaba (quizás un poco ingenuo según él mismo) que pudo haber ofrecido una mejor pelea, incluso ganarla, pero no sabía el porqué de tan loco pensamiento, quizá arrogancia o exceso de confianza, no lo estaba seguro y sin importar cuantas vueltas le daba al asunto no podía sacarlo de su mente. Tan metido estaba en sus pensamientos, que se llevó un gran sobresalto cuando escucho la dulce voz de la enfermera Joy que llegaba corriendo.

– ¡Esperen!– Decía mientras toma aire por la carrera que había pegado para alcanzar al trio.

– ¿Qué sucede enfermera Joy?– Contestó Brock, que al ver el sobresalto de la mujer olvidó su acostumbrado coqueteo.

– Tengo un mensaje urgente que entregar al entrenador Ash Ketchum de Pueblo Paleta. Resopló al último producto del esfuerzo que había hecho.

– ¿Qué mensaje?– dijo Ash más serio de lo normal, tensándose ligeramente al oír lo último.

– Tienes una llamada del profesor Oak, dice que es urgente que le atiendas. Tomo un poco de aire y continúo. –Por eso los seguí, Volkner me dijo que no habían salido hace mucho.

– Vamos. Casi gritó Ash, apresurándose al centro pokemón, tenia que ser importante, el profesor Oak raramente lo llamaba (a pesar de que a veces lo hiciera para saludar o dar informes de sus pokemón), solo esperaba que nada malo hubiera pasado, aunque sentía una ligera opresión en el pecho que se acrecentaba con cada paso.

Corrió lo más rápido que pudo dejando atrás a sus acompañantes los cuales no podían competir con la velocidad y resistencia del oriundo de Paleta.

Entro apresurado casi derribando casi derribando a una pareja que salía del edificio.

Busco los videoteléfonos y tomo el más alejado de todos, marco rápidamente y después de un único tono el rastro de un hombre viejo pero fuerte apareció, parecía alterado y casi de inmediato pregunto.

– Profesor ¿Qué sucede? Está bien mi mamá, y mis pokemón algo les pasó.

– Cálmate Ash, tu madre esta bien, y tus pokemón. Dijo entrecortadamente la Última parte. – Bueno casi todos están bien.

–A qué se refiere profesor. Rugió ligeramente Ash casi perdiendo la paciencia, tratando de controlar su angustia lo mejor que podía.

– Me refiero a que tus pokemón están bien, pero uno de ellos ha sido secuestrado. – ¿Qué? Gritó Ash desesperadamente. –cual fue profesor. Pregunto retomando ligeramente la calma (ya que sentía ganas de jalar al viejo hombre por el videoteléfono y eso no sería algo inteligente… o posible). –Fue Noctowl. Respondió el profesor cerrando los ojos un momento. –Ash, tienes que venir a Kanto de inmediato. –Lo hare profesor. Dijo Ash fríamente mientras una llama de cólera crecía en su interior.

–Y otra cosa más. Continúo el profesor poniendo una expresión severa. –No le digas a nadie.

– ¿Por qué? –Cuestionó Ash ligeramente sorprendido.

–Te lo explicare cuando llegues… y Ash, lo siento mucho

–Lo sé. Respondió Ash levantándose del lugar mientras bajaba ligeramente la cabeza oscureciendo sus ojos, dándole un aspecto sublime y aterrador.

– Pikachu, creo que volveremos a Kanto.

– Pikaa. Contesto su fiel pokemón, que se había mantenido callado durante toda la discusión. Sentía la cólera de su entrenador, sabía que alguien iba a pagar y él lo ayudaría con eso.

– ¡Chuuu! –Bramo pikachu soltando chispas de sus mejillas de manera intimidante.

– Si amigo, pagaran, pagaran muy caro su osadía…


Gracias por llegar hasta esta parte, ¿cómo lo vieron? bueno, espero sus comentarios.

Realmente estoy muy feliz de subir este fic, que me ha rondado desde que vi ese capítulo en especial (ya saben dónde Ash pelea por su ultima medalla de Sinnoh), van a haber muchos acontecimientos importantes, y algunos se muestran ligeramente en el capítulo. Espero sugerencias, buenas y malas. Perdón si ven faltas de ortografía, pero sin lector beta es aburrido buscarlas por mí mismo ¬/¬

Otra nota, no incluiré la nueva generación (la que está por salir en octubre) ya que la desconozco y planee la historia solo para las ya existentes. no es por nada, pero apenas me estoy adaptando a Teselia y otra... a quien engaño si me muero de curiosidad ya hasta aparte los juegos X/Y... bueno me despido, nos leeremos pronto