Disclaimer: Todo pertenece a sus productores y no me importa lo único que si me gustaría sería tener un Noah Puckerman xD
Summary: Cuando todo parece demasiado difícil para seguir adelante normalmente aparece algo, una persona, una acción, una palabra que nos saca de toda la oscuridad que nos rodea para simplemente poder ver un poco la luz del sol.
Un día de entre semana normal, Quinn paseaba por los pasillos del instituto con las manos apoyadas en su abultado vientre como ya era tan normal en ella. Escucha todas esas conversaciones de las personas que la rodean, gente que creía que era su amiga y en cuando dejo a las animadoras la abandonaron, personas que la miraban mal por los errores que había cometido en el pasado pero también estaban esas personas que la habían cantado una canción de aliento, que la habían apoyado cuando todo estaba mal y ella sabe que ahora mismo sin ellos no podría estar ahí.
Kurt la mira con cariño y levanta suavemente la mano para que se acerque a ellos, Mercedes la toma la mano y le cuenta entre sonrisa y sonrisa que estaban hablando de la ropa que iban a llevar para la próxima canción que presentasen, Quinn por fin se siente segura y se olvida un rato de todos sus problemas mientras habla de vestidos negros, camisetas blancas y zapatos de color azul. Sin embargo nada es para siempre, y el timbre suena, hora de su clase de matemáticas, nunca la han gustado pero desde hace un tiempo menos, es de las pocas clases que comparte con Puck y en esa hora siente que todo se puede derrumbar con apenas una mirada.
Los minutos pasan, lentamente, la chica nota la mirada del mohicano en la espalda pero nunca se atreve a girarse sabe que una mirada de esos ojos pueden hacerla caer y ya lo ha hecho demasiadas veces para volver a repetir por suerte el timbre vuelve a sonar y Quinn se marcha rápidamente dejándose una carpeta en su pupitre.
Se escucha otra vez el murmullo de toda esa gente, con sus propios problemas. Abre la taquilla y se permite descansar unos segundos mirando a al interior de su taquilla donde nadie ni nada la juzga al cerrarla nota su presencia. Sabe quien es, siempre lo ha sabido, su olor, su simple forma de respirar nunca se van de su cabeza.
- ¿Qué quieres Puck? - Es borde, lo sabe pero es lo único que puede ofrecerle por ahora.
El chico parece incluso intimidado, saca una de las manos de la espalda y le da la carpeta que olvido en clase.
- Te la olvidaste en la última clase, pensé que te sería útil - murmura el chico rozando la mano de la chica.
El silencio aparece entre los dos como una gruesa capa que permite cualquier comunicación. Puck se da la vuelta para volver al gentío de la gente cuando escucha en un leve susurro "Gracias"
Y es la palabra que menos esperaba en boca de Quinn y no puede evitar girarse y sonreírla, no con esa sonrisa de ligón que siempre lleva puesta, sino con una sonrisa de verdad, con esas que dejan sin aliento.
Quinn esa noche vuelve a su casa, aún sigue en shock por el pequeño momento de la mañana abre su ordenador y no puede evitar entrar a su blog y poner algunas palabras para expresar lo que el corazón la dicta.
El perdón es el más bonito de los regalos, creo que lo aprendí esta mañana. Todo aquello que pasó se quedo en el pasado y por suerte las personas tenemos la capacidad de mirar siempre hacía delante.Y ya tiene claro que las cosas tienen que cambiar que el rencor nunca es malo y que ella esta decidida a seguir con su vida.
Críticas, Halagos, me gusta leer todo.
CM~
