–¿Un digimon capaz de hacerme viajar en el tiempo? ¿Es en serio?

–Totalmente, pero solo me quedan fuerzas para transportar a una persona, una sola vez; permanecerás en el pasado 2 semanas, después regresaras a tu tiempo.

–No importa, me sobran esas dos semanas, con cambiar lo que ocurrió el 5 de marzo del 2006 todo se arreglara.

–Pero debes tener cuidado, un fallo y podrías provocar que no nacieras.

–Entiendo… no me importa si así puedo salvar a mi madre y a los demás…

–Tienes un corazón muy noble

–No es cierto… yo… yo soy un mierda... por eso debo hacer algo para compensar a todos, debo salvarles.

–Repito, aunque tú no lo creas, tú corazón sí que es noble– miro al suelo tras esta afirmación, realmente no sabía que decir– ¿Te parece si te vas ya?

–Claro pero… ¿está segura de esto? Si gasta sus últimas fuerzas en mi usted morirá y la Ciudad del Comienzo ya no…

–Basta– interrumpe– si consigues tu cometido si existirá la ciudad del comienzo, creo en ti.

–Está bien… gracias. Transpórteme al pasado.

–¿No te lo llevas?– dice señalando al digihuevo que tenía detrás– Tuviste suerte de que su fallecimiento ocurriese antes del desastre en la Ciudad del Comienzo, no tires a la basura esa fortuna.

–No puedo llevarlo… murió por mi culpa, estará mejor sin mi

–Tonterías, además, te hará falta en la lucha

–No puedo…

–Él no te va a guardar rencor, te lo prometo. Debes olvidarlo, perdónate a ti mismo porque los demás ya te han perdonado, Kaito Takaishi.