Ninguno de ellos entendía en que mierda se habían metido, apenas si entendían que era una mierda gigantesca de proporciones bíblicas que no los dejaría ir tan fácilmente como en otras ocasiones.

Los chicos de south park se encontraban rodeados de cámaras en un escenario improvisado de piso amarillo y grotesco fondo verde, los globos se encontraban esparcidos por todas partes y ellos solo recordaban que habían ido al supermercado por papitas y víveres para su súper fiesta en la casa del gordo del grupo y que al haber salido las bocinas y el confite los frenaron de un susto de muerte.

La presentadora los saludo con una sonrisa operada más grande que su cara y les anuncio.

-han ganado el numero de boleta diez mil ¿Cómo se sienten? Acerco su micrófono a un confundido Kenny.

-mhp?

-exactamente, están sin palabras para describir su emoción al entrar automáticamente al concurso ¡el peor día de mi vida puede empeorar! En donde los meteremos en las peores situaciones posibles hasta hacerlos gritar ¡es el peor día de mi vida! Y lo podemos empeorar. Volvió a acercar el micrófono al aun más confundido Kenny, quien le miraba con la ceja enarcada.

-¡¿mhp?!

-¿qué mierda es esto? Denle el maldito premio a alguien más y déjenos largarnos. La cámara enfoco con dificultad al chico de pompón rojo quien se sostenía el puente de la nariz dolorosamente.

-no pueden dejar el concurso, niñatos de porquería. Dijo un cámara

-¿y porque no? Stan se cruzo de brazos esperando una respuesta.

-¿recuerdas la boleta que has recibido y que la dependienta te pidió firmar? Stan miro al pelirrojo niño detrás de él quien salto nervioso mientras chillaba.

-ustedes, bastardos. Se lamento de no haber aprendido la lección.

-el punto es que firmaron aceptando filmar, aunque sea, un capitulo del concurso.

-¿y que se gana en el concurso? Pregunto Clyde restándole importancia.

-50 millones de dólares o en su defecto de cualquier producto que pidas.

-¿disculpe? Dijeron todos a la vez.

-los disculpo y ahora a lo que íbamos. La presentadora de aterradora sonrisa y de oxigenada peluca les pidió a las cámaras que filmaran a todos los niños, una de ellas con dificultad logro filmar a un niño de chullo azul que le hacia una seña obscena.

-bienvenidos al quinto concurso anual de ¡el peor día de mi vida y puede empeorar! Donde los hacemos sufrir hasta llorar y luego los hacemos sufrir más.

La presentadora sentada en su silla de cuero con un látigo en sus huesudas manos sonrió con malicia mientras se escuchaba una tonada de Atila de fondo.

-que comiencen los septuagésimo cuartos juegos del hambre. Exclamo poniéndose de pie.

-oh, por favor, ese chiste está más usado que la madre de Cartman.

-hey. Se quejo el niño regordete de once años comiéndose las papitas que habían comprado antes.

-lo que sea, malnacidos. Murmuro entre dientes la presentadora.

-tu madre estará usada, estúpido judío.

-no me reprimas, hijo de puta.

-aquí van otra vez. Dijo el chico de pompón rojo.

-¡bueno cállense por el nombre del señor! .Les grito la presentadora haciendo que estos se callaran del susto que les dio a todos, menos a Kenny, quien leía una revista porno.

La presentadora ondeo su látigo con la destreza sádica de Cartman.

-les explicare las reglas a nuestras victimas, digo a nuestros invitados. Comenzó. Las reglas son sencillas, hasta un mono con retraso mental podría entender el juego, nosotros los hacemos sufrir y ustedes tienen que aceptar cualquier reto que les impongamos, serán grabados en todo momento para confirmar que están cumpliendo con el reto y quien logre superar todas las pruebas sin rendirse gana los 50 millones de dólares ¿se entiende?

-me repite la primera parte. Pidió un castaño adicto a los tacos, desde su casa el señor Garrison se dio un facepalm.

-la única forma en que se pueden rendir es diciendo la palabra mágica, QUE ES. Empezó un sonido de tambores con música dramática de fondo que no combinaba para nada con la demacrada cara operada de la presentadora. SUPERESCALIFRAGILISTICOESPIALIDOSO.
-no joda….dijo un triste Kenny seguido de los demás.
-lo primero que haremos es separarlos.
-agh! Khe? Grito un paranoico rubio quien se aferraba al brazo de Craig en un desesperado intento de que no los separasen.
-sabemos cuáles son sus adicciones y los retaremos a dejarlas por tres días enteros.
-¿que no era un día? Dijo un dudoso pelirrojo.
-no, era un capitulo. Respondió ella haciendo un gesto con la mano.
-que le den por culo. Rugió el gordo.
-ya quisiera.
-¿Qué?
-nada, nada.
Los chicos fueron guiados hacia las habitaciones en donde pasarían los siguientes tres días y fueron encerrados despues de que cayeron de culo –o cara- por el empujón gratuitamente propinado, sabiendo que no podrían escapar como solían hacerlo. Kyle intentaba practicar la palabra secreta sin mucho resultado, tweek se sostenía las rodillas en posición fetal, Stan se tomaba el puente de la nariz, Cartman lloraba por su mami, Kenny se había dormido, Craig apuntaba su dedo medio a la cámara en una esquina, Token se maldecía por no ir a un súper mercado de ricos, Clyde lloraba de espaldas a la cámara, y Butters estaba acostadito en su cama porque nadie lo había invitado a la fiesta del gordo.