FRENTE A TI
By: K.G.Á.É.
Siempre había estado a su lado pero quería que notara que estaba justo frente a él… InahoxSlaine
Aldnoah Zero no me pertenece.
FRENTE A TI
Inaho y Slaine siempre fueron amigos de la infancia.
Por un repentino 'crush' de Slaine las cosas estaban cambiando.
Y aunque era irracional, la chica le caía mal aunque llevara minutos de conocerle o eso era un decir: Slaine no paraba de hablar sobre ella. Por alguna razón esto le tenía irritado. Y provocaba que sus comentarios fueran más cortantes que de costumbre, con Slaine sobre todo.
Inaho siempre había estado a su lado pero quería que notara que estaba justo frente a él. Que dejara de prestarle tanta atención a Seylum o como-se-llamase.
Aunque cuando tomó la mano de Slaine y le acorraló en las escaleras, luego de despedirse con una sonrisa de la chica en cuestión; se dio cuenta que él también estaba siendo irracional. Lo supo en cuanto la mirada de Slaine se manchó con miedo.
El timbre sonó y eso bastó para hacerlo reaccionar, así que soltó su agarre repentino.
Esa era la oportunidad perfecta de Slaine para escapar, a cambio llevó una de sus manos a la frente de Inaho luciendo completamente preocupado.
Aquel gesto le tomó por sorpresa. Por lo cual, aunque no era muy notorio, su rostro había adquirido un ligero carmín. Éste incrementó en cuanto Slaine juntó sus rostros, queriendo tener mayor precisión en su diagnóstico, cerrando sus ojos.
Ese momento pudo ser la oportunidad de Inaho, más éste se encontraba aun perdido en sí mismo. Queriendo entender por qué su corazón parecía estar en una carrera; después de todo, siempre que estuvo con Slaine se sintió en calma.
Tal vez sí estaba enfermo.
Inaho bajó la mirada por un instante, notando lo que su arranque había dejado en las muñecas de su amigo: Una marca roja por la presión que puso.
Entonces tomó su mano, trayendo de regreso a Slaine. Quien le miró de nuevo confundido pero ya no asustado; más bien curioso por su toque, el cual en esta ocasión era lento y sin gran fuerza.
—Lo siento—mencionó mientras levantaba sus manos junto a las ajenas; dejando en evidencia con la posición, las marcas en sus muñecas.
Las cuales Slaine apenas parecía haber notado.
—Está bien. Pero Inaho, ¿cómo te sientes?—le restó importancia a su falta. Mirándole consternado.
—Tal vez un poco mareado—Inaho llevó una mano a su frente. Diagnosticándose a sí mismo—pero no creo que sea grave—
—Es bueno saberlo—le sonrió aliviado.
—Así que allí están—una voz acusadora les tomó por sorpresa.
—Inko—reconoció el castaño.
— ¡Hey! ¿Pasó algo? El profesor me envió a buscarlos—mencionó al percatarse de sus manos unidas.
—Inaho parece haber pescado un resfriado—explicó Slaine.
—Es difícil de creer—suspiró. La inexpresiva faceta de Inaho no había cambiado. Aunque… sí lo decía Slaine quien le conocía desde siempre, entonces debía ser cierto.
—De acuerdo. Le diré al profesor mientras van a la enfermería. ¿Estarás bien por tu cuenta?—preguntó porque seguían sin soltarse, a lo mejor y el castaño se sentía desfallecer. ¿Y si se desmayaba de camino a la enfermería?
—Gracias Inko—Slaine respondió mientras asentía en respuesta a su pregunta.
—Bien—los dejó; no sin antes echar un vistazo, queriendo comprobar que en efecto estaba bien marcharse.
—Deberíamos de darnos prisa también—Slaine hizo ademan de moverse más no dio paso alguno. Verificando que Inaho estuviera de acuerdo con caminar. Un repentino movimiento en una persona mareada a mitad de las escaleras podría ser peligroso.
Inaho se preguntaba porque su amigo siempre tenía que ser tan considerado. Eso le había traído problemas en más de una ocasión, pero seguía siendo así. Solía tacharlo de tonto a veces, aunque era un hecho que esa parte de él le agradaba.
Comenzaron a caminar despacio. Inaho no estaba tan mal. No obstante, llevaba rato sin pasar tiempo con Slaine, sólo ellos dos. Aunque sentía que se aprovechaba un poco de la situación no se sentía culpable, porque el otro chico también parecía a gusto.
El Dr. Yagarai les vio entrar con las manos entrelazadas y les dejó tomar una cama al escuchar la situación. Luego Inaho tomó una pastilla. Y debía estar más mal de lo que parecía porque le pidió a Slaine que se quedara, alegando que de todos modos la clase ya había empezado; y bueno, como podía decirle que no a una mirada como la de Slaine, quien parecía suplicante.
El doctor les dejó a ambos permanecer en la enfermería mientras salía un momento.
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Asseylum había escuchado que estaban en la enfermería y se había dirigido allá en el primer descanso. Le pareció muy tierno encontrarlos a los dos recostados en la misma cama, con sus manos entrelazadas.
Inaho lucía bastante relajado y Slaine demasiado cómodo. Al parecer acaba de descubrir un nuevo aspecto de sus recientes amigos:
Inaho y Slaine eran más unidos de lo que imaginó al principio.
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