Como prometí, aquí está la nueva historia, mi intención es que sea una historia larga con muchos capítulos pero como la inspiración va y viene no puedo prometer nada.

Edit- Lo siento tenia pensado publicarlo hace mucho tiempo pero he estado muy ocupado con el trabajo y no he podido. Ademas este capitulo es muy corto porque tan solo es el prologo pero prometo que subiré el siguiente muy pronto.

La doctora Harleen Quinzel observó su reflejo en el espejo de su coche. Era su primer día de trabajo en el Manicomio Arkham y quería causar buena impresión, aunque sin dar a entender que se preocupaba demasiado por su aspecto. Esa mañana se había cambiado de ropa tres veces antes de poder salir de su apartamento. Tal vez podía parecer algo exagerado, pero el Manicomio Arkham era conocido en todo Gotham como el lugar donde enviaban a los criminales más peligrosos y desequilibrados, y sería una estupidez negar que se sentía un poco nerviosa por tener que trabajar con gente así.

Sabiendo que si no bajaba de una vez era probable que se quedase en el coche todo el día, cogió su bolso y se dirigió al Manicomio.

Le fue imposible contener un escalofrío al estar delante. Incluso a plena luz del día la antigua mansión victoriana parecía desprender una aura siniestra que le ponía los pelos de punta, no quería ni pensar en lo que seria trabajar allí de noche.

¿De quien demonios fue la genial idea de transformar un tétrico caserón del siglo XIX en un manicomio para encerrar a los criminales más peligrosos y chalados de la ciudad? Pensó Harleen. Aunque era una pregunta retorica ya que ella conocía perfectamente la historia del manicomio y de su fundador, el Dr Amadeus Arkham, de echo había sido su minuciosa y concienzuda tesis de investigación sobre Arkham lo que había echo que sus tutores la recomendasen para trabajar allí en cuanto hubo una vacante. Sinceramente Harleen nunca esperó que fuesen a contratarla, seguramente debía haber candidatos mucho más cualificados que una recién graduada, pero debió dejarles realmente impresionados porque el día anterior, tras haber hecho dos entrevistas del centro y una sesión de prueba con uno de los internos de mínima seguridad, la habían llamado para decirle que había sido seleccionada y debía presentarse a la mañana siguiente para ser informada debidamente sobre su nuevo trabajo.

Tras identificarse en la entrada, los guardias de seguridad le indicaron el camino hasta el despacho de Jeremiah Arkham, el actual dueño del Manicomio. Se trataba de un hombre bastante torpe y al que no le gustaba que le hiciesen perder el tiempo con lo que el consideraba temas sin importancia, pero también era el único familiar vivo de Amadeus Arkham de modo que, tras su muerte, heredó el edificio y las responsabilidades que con ello conllevaba...

PAF

Harleen estaba tan distraída pensando en el hombre que iba a ser su nuevo jefe, que no prestó atencion al doblar el pasillo y chocó contra otro cuerpo, cayendo de espaldas al suelo, ya que la otra persona era claramente más robusta que ella, junto a un montón de papeles.

"Auch"

"¿Se encuentra bien?" Levantó la vista para ver a un hombre alto, castaño, probablemente de treinta y pocos años y vestido con un traje elegante.

Rápidamente Harleen se puso de pie, en un intento de recuperar la dignidad que acababa de perder y empezó a recoger los papeles que había escampados por el suelo "Lo siento mucho, deje que le ayude con esto"

"Preferiría que no tocase nada. Tengo un sistema muy especifico, no quiero que usted me lo estropee" Dijo el hombre bruscamente.

Tal vez fuese por la brusquedad de sus palabras, por el echo de que ella solo intentaba ser amable o simplemente porque nunca había tenido mucha confianza en si misma, pero Harleen se sintió bastante ofendida ante su respuesta "Le repito que lo siento mucho, no estaba mirando por donde iba y..."

"Pues a lo mejor debería estar más atenta" Volvió a interrumpirla el hombre mientas recogía los papeles, exactamente del mismo modo que lo había estado haciendo ella "¿Trabaja usted aquí?"

"Si, bueno técnicamente aun no pero..."

"Me lo imaginaba" Volvió a interrumpirla ese hombre, con un ligera toque de amargura en su voz.

Harleen se puso de inmediato a la defensiva. Estaba segura de que eso había sido un insulto, o al menos un comentario despectivo "¿Que ha querido decir con...?"

El hombre terminó de poner sus papeles en un maletín y se levantó sin ni siquiera mirarla "Tendrá que disculpadme, pero tengo cosas más importantes que hacer"

Después de decir eso se fue, dejando a Harleen allí de pie con la boca ligeramente abierta con incredulidad y las mejillas teñidas de rojo por el enfado. ¡Que hombre más insolente! Vale que igual ella había estado algo tropo al chocar con él, pero había intentado pedir disculpas y ayudarle a recoger sus cosas, no tenia ningún derecho a hablarle de ese modo.

Sacudiendo la cabeza decidió olvidarse del asunto. De todas formas tendría que acostumbrarse a que la gente le hablase así, y seguramente mucho peor, si iba a estar haciendo sesiones diarias con criminales perturbados. Lo único que esperaba era que ese hombre, fuese quien fuese, no trabajase allí y tan solo hubiese venido de visita o algo por el estilo.

Por que la verdad, preferiría no tener que volver a verle nunca más.