-Acabar con esto ya.- Se podía escuchar una fina voz, temblorosa de miedo a través de la paredes de aquella casa. Apoyando mi mano sobre la pared notaba como el sonido estaba más cerca de mi, esa voz, esa dulce voz que parecía de una chica.

Cuando conseguí agarrar la puerta y abrirla, allí estaba. El chico que yo cree un día, no era solo el... Estaba con más personas...

-¿No estaré sola verdad?.- Pude decir antes de caer desplomada por el dolor de mi cuerpo que se apoderaba de mi. Quizás sea un sueño pero no quiero despertar de el...

Tinte Negro.

-Las teclas le molestan.- Susurraba mientras seguía tecleando en esa noche de verano