El es Salamander

Chapter 1: El chico que me salvo

Caminaba por las calles de Magnolia una rubia, con un buen cuerpo y vestida de uniforme escolar de color amarillo y una falda gris, realmente se veía bien y eso no pasaba de ser percibido por los hombres que se la quedaban viendo mientras esta caminaba.

Quedan veinte minutos para que empiece la clase, así que tengo suficiente tiempo. dijo con cierta relajación, ya que el Institutito Fairy Tail estaba cerca.

Caminaba tranquilamente cuando de pronto sonó su teléfono celular, era su novio Sting, por lo que contesto rápidamente.

Halo, Sting. contesto con entusiasmo.

¡Hey Lucy!, espérame en la parada de buses, para que nos vallamos juntos.

Esta bien, ahí te espero.le respondió para luego serrar su teléfono.

Comenzó a acelerar el paso, pues quería encontrarse con su novio, estuvieron dos semanas de vacaciones sin verse puesto que la rubia no se encontraba en la ciudad.

De pronto en su apuro no paro en un semáforo en rojo y cuando logro percatarse tenia un auto encima, y su única reacción fue cerrar sus bellos ojos color chocolate.

Ya habían pasado unos segundos y la rubia se negaba a abrir los ojos, se preguntaba si estaría viva o muerta, aunque el hecho de tener conciencia y no sentir un dolor de un impacto automovilístico descartaron la segunda opción.

Cuando abrió sus ojos, fue para ver que se encontraba recostada sobre un chico peli rosa, se reflejo un sonrojo en su rostro, para luego quedarse inmóvil apreciando a su salvador.

Oye… ¡te encuentras bien! pregunto con cara de preocupación el peli rosa, logrando sacar a la chica de su trance.

Ella seguía sobre su pecho, era realmente cómodo y cálido, luego se percato que las manos de él estaban sobre su cintura, por lo que parecía imposible zafarse del agarre del chico, aunque eso era lo que ella menos quería.

Estoy bien,… gracias. dijo mientras se topo con la mirada de él.

Entonces se dio cuenta que los ojos que la veían fijamente eran de color jade, eran muy hermosos y profundos, el sonrojo en su rostro proseguía de solo ver al peli rosa ya que lo encontraba muy guapo.

El chico la alejo de su pecho y luego la ayudo a pararse. Tal parece que te encuentras bien. agrego el oji jade mientras la observaba detenidamente, provocando que la rubia se sonrojara aun mas.

De pronto llego junto a ellos una niña de cabello azul, se detuvo para respirar ya que había corrido, para poder alcanzarlos.

Natsu-niisan, ¿se encuentran bien? pregunto la niña preocupada.

Si estamos bien. Contesto el chico con una alegre sonrisa, cosa que llamo la atención de la rubia, además de su extraña vestimenta, llevaba pantalones blancos hasta un poco mas debajo de la rodilla, una chaqueta negra amarada a la cintura, una camiseta negra sin mangas y una bufanda blanca de una seda poco común.

La chica se les quedo mirando como estos conversaban y se dio cuenta claramente que estos eran hermanos.

Disculpa,… no nos hemos presentado, yo soy Natsu y ella es mi hermana menor Wendy. se presento el peli rosa al ver que la chica los estaba observando.

Oh…eh…yo soy Lucy, y muchas gracias por salvarme. Le respondió la chica mientras inclinaba su cabeza en señal de agradecimiento.

Bueno Lucy…no tienes de que agradecer. respondo el peli rosa mientras le daba una sonrisa a la rubia.

Gracias. dijo nuevamente la rubia y asintió.

La chica miro su reloj y recordó que debía esperar a Sting, aunque a esas alturas probablemente el la esperaba a ella.

Iba a despedirse de los hermanos, cuando… Oye Lucy, por casualidad sabes donde alquilan departamentos o habitaciones, es que acabamos de llegar a Magnolia.

La rubia se dio cuenta que tras ellos habían unas maletas y bolsos por lo que en verdad eran nuevos en la ciudad.

Bueno… cerca de aquí hay un edificio en el que rentan departamentos. respondió la rubia a la solicitud del peli rosa.

En verdad, y ¿por donde queda? Pregunto nuevamente entusiasmado el peli rosa.

Se encuentra por la avenida del frente hacia el fondo, me gustaría poder acompañarlos como agradecimiento, pero estoy algo atrasada. contesto la chica con algo de tristeza.

Realmente la rubia quería acompañarlos, así podría conversar más con su salvador, para conocerlo un poco más y ya que se quedaría en Magnolia tal vez poder seguir viéndose.

Oh… no te preocupes con esto es suficiente. le agradeció el peli rosa.

Bueno chicos, tengo que irme adiós. se despidió la rubia mientras comenzaba a alejarse.

Adiós Lucy… y ¡cuidado al cruzar la calle! le gritaron al uniso los dos hermanos con una sonrisa.

Lucy volteo y sintió algo que nunca había sentido antes, le palpitaba fuerte el corazón al verlos alejarse, puso su mano sobre su pecho y confirmo esa sensación, algo tenían esos dos que la hicieron sentirse completamente feliz por un momento al ver la sonrisa característica de ambos.

Son buenos chicos, espero volver a verlos. fue lo ultimo que dijo para luego comenzar a caminar velozmente hacia el Instituto.

Cuando llego al instituto, se percato de que la clase ya había comenzado, no le importaba mucho el llegar tarde, sino mas bien lo que le diría a su novio, ya que este probablemente estaba molesto con ella, por haberlo dejado plantado.

Durante el resto del día la rubia solo pensó en el peli rosa, y se lamentaba el no haber podido seguir conversando con él, aunque al mismo tiempo estaba feliz por haberlo conocido, él evito que la atropellaran apareciendo en el momento preciso, fue su salvador y eso era algo que ella jamás olvidaría. Pero a pesar de la gratitud que sentía hacia el chico, ese no era el único sentimiento que tenia, su corazón latió fuerte en el momento que estuvo junto a él, y seguía latiendo cuando recordaba su cabello, el aroma de su pecho, el color jade de sus ojos, la mirada profunda que tenían y que la habían hecho quedar inmóvil mientras se adentraba en la mirada de su salvador, pero lo que mas le gusto de él fue su sonrisa, que ala hizo sentir capaz de cualquier cosa, siempre y cuando obtuviera de recompensa la sonrisa del peli rosa.

Pasaban los días y solo pensaba en el chico que evito que fuera atropellada, incluso se olvidaba que tenia novio e inconscientemente evitaba Sting, con distintos pretextos que este notaba, fue sacada del salón varias veces por estar distraída o mirando por la ventana con melancolía, también sus amigas le hacían notar que en los últimos días estaba cambiada, ella era alegre y muy sociable, pero por alguna razón que ellas desconocían y que esta no quería decir, ya no era así.

Cuando pasaba por el semáforo en donde conoció al peli rosa y a su hermanita, caminaba lento y miraba detenidamente todo el lugar para ver si se encontraba con alguno de ellos, y saber donde se estaban hospedando, y donde estudiaría el chico ya que mas o menos tenia la misma edad que ella y posiblemente aun estudiaba, si es que aun seguían en la ciudad. Por desgracia nunca se los encontró en aquel lugar ni en ningún otro, la ciudad no era tan grande y eso le hacia pensar que tal vez se habían ido.

A parte de no saber nada sobre el chico que tanto añoraba ver, su relación con Sting no estaba de lo mejor, este le recriminaba constantemente que pasaban poco tiempo juntos y que ella lo evitaba, y como era tan celoso la idea de que ella lo engañaba no tardo en aparecer lo que hizo que se alejaran aun mas, aunque la rubia no quería terminar con el, pero tenia cosas mas importantes en que pensar.

Habían pasado ya dos semanas, desde su encuentro con el peli rosa que no podía despegar de su mente y como de costumbre en los últimos días llego tarde a la clase, afortunadamente el maestro aun no llegaba así que se sentó en su lugar, al lado de su mejor amiga, una peli azul, delgada y algo pequeña, en comparación a la rubia.

—Hola Lu-chan. —saludo cordialmente la amiga de la rubia.

—Hola Levy. —saludo de la misma forma.

—llegaste justo a tiempo el maestro aun no llega.

—Ah… si ya lo note. —respondió la rubia mientras comenzaba a sacar un libro de su mochila, para ponerse a leer.

— ¿Vas a ponerte a leer? —pregunto Levy con curiosidad.

—Si curiosamente es lo único que me distrae de pensar en él… los problemas que tengo. —dijo tratando de despistar a su amiga de lo que había dicho por error.

Afortunadamente para la rubia su amiga lo paso por alto, y no la interrogó en lo absoluto, algo que le sorprendió, ya que Levy solía ser bastante entrometida y sobre todo cuando se trataba de su vida personal, pero luego se percato de que su amiga estaba mirando como idiota a cierto chico en el salón, de cabello largo, negro, pírsines en las orejas, y un aura de metalero, que irradiaba temor en muchos pero no en Levy, la rubia sonrió ya que ahora tendría con que molestar a su amiga.

Después de un rato se acerco Sting, para saludarla venia con la intensión de conversar con ella, pero al verla tan centrada en el libro, decidió dejar la conversación para después, aunque eso lo molesto en cierta forma y la rubia lo noto, pero siguió leyendo.

Lucy estaba muy entretenida con el libro que no se percato cuando llego el maestro Macao al salón.

Buenos días clase, hoy se integrara un nuevo alumno a la clase. —Dijo el maestro para luego hacer pasar al nuevo estudiante.

Lucy seguía en la lectura que la tenia tan entretenida, que no aparto la vista del libro mientras el nuevo entraba y se ponía enfrente de la clase.

Preséntese a la clase. —agrego el maestro mientras el nuevo miraba a la clase.

Hola, yo soy Natsu Dragneel, mucho gusto. —se presento mientras sonreía amistosamente, traía el mismo uniforme que todos, pantalón gris, camiseta blanca, un suéter amarillo claro con la única diferencia que llevaba al cuello una bufanda blanca.

La rubia seguía sin despegar la vista de su libro e ignoraba la entrada de su nuevo compañero, esto hasta que escucho su nombre.

Natsu…Natsu…lo eh oído antes. —dijo en su interior. —un momento, ¡Natsu! —grito la rubia, mientras que se ponía de pie, al ver que el chico nuevo en su salón no era nadie mas que su tan añorado salvador.