Sentimientos Revelados
Advertencia: Lemon!!!!! (Después no se quejen de que no se los advertí)
Declaración: PoT no me pertenece.
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Ya se le había hecho tarde, después de las practicas se dirigió de inmediato a la biblioteca, tendría un examen al día siguiente y aunque sabia perfectamente que podría aprobarlo, igual era mejor estar seguro, y tenia que admitirlo, estaba obsesionado con los estudios, aunque realmente esta "costumbre" tenia su segunda intención, era la mejor forma de distraerse para no pensar en cierto chiquillo arrogante que llego a su vida hacia unos meses.
El pequeño había logrado lo que muchos desearían, establecerse en su mente, y no quería salir, el simple hecho de pensar en él no le molestaba, de hecho, cuando llego a Seigaku, eso era todo lo que hacia, pensar en él, pero al principio solo era referente al Tennis, después sus pensamientos empezaron a subir en intensidad, pensando en los pequeños y carnosos labios del pequeño, luego, examinando su cuerpo hasta casi desnudarle con la vista, estaba mal¡¿en que estaba pensando?!, él, como el capitán del equipo de Tennis debía controlarse, no permitiría que a una persona como él, seria, firme, inteligente y que inspiraba un profundo sentimiento de respeto le pasara esto, toda su personalidad se vendría abajo si dejaba que sus instintos mas básicos como hombre lo dominaran.
Cada vez que unos de esos pensamientos impuros se alojaban en su cabeza, se repetía una y mil veces, el contenerse, el no rendirse al deseo, muchas veces tuvo deseos de tomar al niño en los vestidores, cada vez que salía de la ducha con su delgado y bien proporcionado cuerpo mojado, solo siendo cubierto por una diminuta toalla, apenas cubriendo lo que él tanto deseaba, pero al final siempre lograba contenerse.
Miro hacia una ventana, ya había oscurecido, era extraño que le permitieran quedarse tanto tiempo allí, supuso que esa era la ventaja de ser Kunimitsu Tezuka (me deslumbra tu humildad ¬-¬), volvió su vista al libro y trato de enfocar toda su atención en el libro que se suponía debía estudiar, suspiro con fastidio, esa materia para él era una de las mas aburridas.
-¿Por qué tuvieron que inventar la Anatomía?-exclamo fustrado. La materia era realmente agobiante para estudiarla solo.
-Para conocer nuestro cuerpo-hablo una voz arrogante demasiado familiar para él, volteo el rostro hacia un lado con lentitud y elegancia, haciendo que su sedoso cabello bailara en el viento, miro con algo de frialdad al chico parado junto a él.
-¿Qué haces aquí?-pregunto siendo un poco hostil.
-Busco un libro-contesto el otro rápidamente.
-Vete, ya es tarde-ordeno Tezuka.
-La biblioteca no es tuya, puedo venir cuando se me plazca-dejo con rebeldía, desde hacia algún tiempo ya no le importaba si era el buchou o no, cierta actitud o mejor dicho ciertas miradas que le lanzaba no eran muy amistosas que digamos, de hecho, parecían cargadas de deseo y eso en cierta forma le complacía bastante.
-Eres un insolente, Echizen-afirmo Tezuka, cerro el libro que antes leía y se paro de su asiento.
-¿Te vas tan pronto?-pregunto el chico de ojos verdes sentándose en el asiento al lado del de Tezuka, el buchou solo se alejo de él sin decir palabra hacia uno de los estantes para dejar el libro en su lugar, -nunca pensé que el gran Kunimitsu le tuviera miedo a algo-escucho que decía Ryoma con tono arrogante y ligeramente sarcástico.
-¿Qué quieres decir?-hablo con frialdad y un poco de enfado por el comentario.
-Mírate, huyes de mí como un gato asustado-dijo el niño sonriendo para sus adentros, quería saber hasta cuando su estoico capitán se guardaría lo que sentía.
-No huyo-hablo el buchou molesto¿desde cuando ese niño de solo 12 años lo desafiaba de esa manera?, se acerco de nueva cuenta al pelinegro insolente que tenia como kouhai (así se dice, no?) con un libro sobre sexualidad en las manos.
-¿Y eso?-pregunto Ryoma al notar el tema del libro.
-El maestro nos pidió investigarlo-le explico Tezuka¿Por qué le explicaba¡no tenia que explicarle nada a ese chiquillo!, se reprendió mentalmente y continúo con su lectura.
El silencio reino en toda la estancia, Ryoma se dedico a observar a su buchou y Tezuka se hacia el desentendido, realmente quería concentrarse, pero esos penetrantes ojos color olivo con destellos dorados no perdían detalle de cada movimiento que hacia, Ryoma se incorporo un poco en su asiento y con un suave movimiento se quito el saco del uniforme que llevaba puesto, quedándose solo con esa fina camisa blanca que siempre llevaba debajo, el bucho estaba en la misma situación, solo que él se la había quitado mucho antes de que Ryoma llegara, sin ser muy consiente se llevo una mano al cuello de su camisa y desabotono los primeros botones de esta, miro de reojo a Ryoma quien justo en ese momento se mordía el labio inferior, una pequeña sonrisa se asomo a la comisura de sus labios, al parecer, él no era el único con deseos prohibidos.
Detuvo de repente su lectura al sentir una de las manos de Ryoma masajear con suavidad su entrepierna, dirigió su vista al chico y lo miro interrogante sin separarlo de él.
-Eres muy lento-dijo Ryoma antes de plantar un beso en los labios de Tezuka, después de un rato en estado de shock, el buchou reacciono y alejo a Ryoma de él con delicadeza.
-¿Qué haces Echizen?-cuestiono intentando calmarse, sino lo hacia, era capaz de hacer algo, que talvez, en el futuro se arrepentiría.
-¿Te beso?-contesto Ryoma en tono irónico y se dirigió nuevamente a los labios del capitán, pero este lo detuvo poniendo dos de sus dedos sobre los labios del menor.
-Nos podrían descubrir-dijo Tezuka tan serio como siempre.
-¿Eso es todo?... no te preocupes, la bibliotecaria esta bien dormida-contesto Ryoma parándose de su asiento dirigiéndose a los interruptores de luz, las apago todas, dejando toda la estructura a oscuras, oscuridad solo rota levemente por los rayos de la luna que entraban por un gran ventanal al fondo, volvió a acercarse a Tezuka y se inclino para besar la comisura de sus labios, una vez mas, el mas alto lo detuvo.
-¿Hasta donde quieres llegar con esto?-cuestiono Kunimitsu.
-Hasta donde quieras-respondió sin darle la oportunidad a Tezuka para volver a hablar, besando sus labios nuevamente, esta vez el chico de lentes no protesto, solo le siguió el juego colocando sus manos firmemente alrededor de la fina cintura del menor, acercándolo a su cuerpo y profundizando aquel beso.
Las manos del buchou comenzaron a recorrer el cuerpo del menor con timidez, así es, increíblemente Tezuka Kunimitsu se sentía inseguro por lo que estaba haciendo, después de todo Echizen era muy joven y seguramente… sintió como Ryoma se aferraba fuertemente a su cuerpo, el buchou volvió a separarse un poco de él, esta vez suavizando su semblante.
-Eres virgen-pregunto el buchou, pero mas bien fue una afirmación, Ryoma se sonrojo bastante, bajo la mirada e intento ocultarlo tras su cabello, Tezuka lo tomo por los hombros con suavidad, al parecer toda esa altanería empezaba a esfumarse.
-¿Por qué quieres hacer esto?-cuestiono nuevamente el buchou, sintió como Ryoma hundía la cara en su pecho y sus manos las apretaba fuertemente arrugando la camisa de Tezuka.
-Usted… me gusta…-confeso el pequeñín aun con el rostro escondido en el pecho del mayor, -…pero… ¿Qué soy para ti?-pregunto alzando el rostro para mirar a los ojos a Kunimitsu, los ojos del niño brillaban con intensidad, expectantes, esperando una respuesta, ya todo el rastro de ese niño arrogante que había llegado hacia un rato había desaparecido, ahora solo era la representación de la inocencia, o al menos eso pensaba Tezuka, era increíble como ese chiquillo podía cambiar de personalidad.
-Deseo-emitió Tezuka con frialdad.
-¿Qué?-pregunto confundido.
-Deseo… es lo que siento por ti-repitió y aclaro el muchacho de lentes.
-¿Solo… eso?-dijo intentando articular bien las palabras, pues tenia un nudo en la garganta.
-Si…-contesto de forma fría y cortante, Ryoma lo miro algo sorprendido, esa era la razón por la cual no se abría a nadie (sentimentalmente, no piensen mal ///), por eso prefería mantener siempre esa muralla, esa barrera de niño arrogante para que no lo lastimaran, sabia que si abría su corazón a alguien, lo lastimarían, se lo repitió una y otra vez, -"nada es mas importante que el Tennis, nadie es mas importante que el Tennis… y la Ponta"-era lo que se decía cuando conoció a su capitán, sin embargo no le sirvió de nada.
-De igual forma… quiero estar contigo-hablo el niño con decisión , sabia que después se arrepentiría de esto e incluso le dolería aun mas cuando sus miradas se cruzaran después de esta noche, pero necesitaba estar con él.
-¿Te das cuenta de que esto no significara nada para mi?-cuestiono intentando desilusionar al chico.
-Si-pero no funciono.
Optando por ver si lo desanimaba de otra forma, tomo al niño entre sus brazos, dándole un fuerte abrazo, lo separo un poco de si y beso los finos labios de Ryoma, mientras que con su mano se encargaba de desabotonar la camisa que aun llevaba puesta, el pequeño tembló ligeramente al sentir la fría mano de su sempai acariciar su pecho.
La camisa de Ryoma quedo olvidada en el suelo, el chico por su parte no se quedo tranquilo, a pesar de que estaba nervioso y de que sus manos temblaban, con suavidad y amor quito los botones de la camisa de Tezuka, dejando su fuerte pecho al descubierto.
El mismo termino de quitarse la prenda, coloco sus manos con firmeza sobre la cintura de Ryoma y lo alzo apegándolo a su cuerpo, casi de inmediato y por inercia misma, el pequeño pelinegro abrió las piernas para quedar mejor acomodado, el de lentes acomodo al pequeño en el suelo, entre unos estantes llenos de libros, sonrió, le encantaba leer, pero nunca pensó que su primera vez, al menos la primera con Ryoma fuese en una biblioteca, la luz de la luna apenas entraba, el buchou comenzó a besar el cuello de Ryoma, succionando un poco de vez en vez, dejando pequeñas y sutiles marcas rojizas, el niño lanzaba uno que otro suspiro, el mayor bajo un poco mas, besando y acariciando todo el pequeño pecho pálido de Ryoma, hasta capturar en su boca uno los pequeños botones rosados, el niño gimió al sentir la lengua de su capitán lamer uno de sus pezones, era la primera vez que le hacían algo así y aunque estaba nervioso, no podía negar que le gustaba.
Tezuka descendió por el pecho del pequeño llegando al vientre, dando pequeños besos, hasta llegar a la cadera del chico, con ayuda de sus manos desabrocho el pantalón y lo deslizo del cuerpo de Ryoma, el niño tembló ligeramente y emitió un sonoro gemido al sentir que su capitán también le quitaba los boxers.
Kunimitsu observo el cuerpo ahora desnudo del pequeño, Ryoma sintió su rostro arder al sentir la mirada de Tezuka examinando cada parte de su cuerpo, ahora estaba totalmente a su merced, Tezuka podía hacer lo que quisiera con él, intento cubrirse con sus brazos, pero el mayor se lo impidió tomándolo de las muñecas, las elevo a la altura de la cabeza del pequeño y volvió a besarlo en los labios, dejando que su cuerpo cayera con cuidado sobre el de Ryoma, dos gemidos al unísono se escucharon al juntar sus cuerpos tan íntimamente, el chico de lentes, que en es momento se los había quitado y los había dejado a un lado olvidados, sintió como se erección palpitaba dolorosamente bajo sus pantalones, deseaba poseer al niño… ¡ahora!, pero debía tener paciencia, era la primera vez de Ryoma y no quería lastimarlo, al menos no demasiado, volvió a bajar por el cuerpo del pequeño cubriéndolo de besos hasta llegar a su virilidad, la cual no dudo en hacerla suya con su boca ( /// ), con un suave masaje de arriba hacia abajo inicio su tarea, roncos y sonoros gemidos salían de la garganta de Ryoma, incitando a Tezuka a continuar y profundizar su trabajo y así lo hizo, moviendo la cabeza rítmicamente, simulando embestidas.
El pequeño príncipe estaba al borde del colapso, era la primera vez que sentía tantas emociones juntas, se sentía tan… extraño, un pequeño mareo se apodero de su cabeza, y dejando escapar algo que no pudo controlar, llego al clímax.
El mas alto observaba atentamente el cuerpo del menor, su respiración agitada, su frente perlada de sudor, el enorme esfuerzo que hacia por sentarse, sin duda alguna, esta era la primera vez que llegaba a tener un orgasmo (seeeh, Ryu-chan no conoce a Manola ///), el pequeño se incorporo en el suelo como pudo, quedando sentado, se acerco a Tezuka y este lo recibió con un beso en los labios, que de a poco tomaba intensidad, el pelinegro probo un toque diferente en el sabor de su sempai.
Rompiendo el beso, Ryoma se acerco a Tezuka, tratando de quedar él encima, una vez que lo logro, beso nuevamente los labios de su koi, colocándose a horcajadas sobre él y quitando con algo de torpeza el botón del pantalón de Tezuka, lo quito como pudo, con algo de ayuda del mismo Tezuka, se dirigió a los boxers y estos los quito solo, sin pensarlo dos veces, dirigió su boca a aquel gran miembro, pero las manos de Kunimitsu puestas delicadamente sobre sus mejillas lo detuvo.
-Esta es tu primera vez¿no?... por esta vez… solo disfruta-le dijo Tezuka.
Volvió a besarlo con gran pasión y lo recostó de nueva cuenta sobre el suelo sin romper el contacto de sus bocas, a como pudo, Tezuka, ya estando desnudo, llevo una de sus manos a su erección que pedía a gritos (¿esas cosas hablan? º/-/º) ser atendida, la masajeo suavemente para liberarse un poco de la tensión.
El niño pelinegro tomo la mano de Tezuka, ignorando en que estaba la otra, rompió el beso y con toda la delicadeza e inocencia que solo un niño podría tener, comenzó a besar la mano de Kunimitsu, con dulzura y algo de devoción, el buchou al notar esto no pudo evitar sonreír, justo cuando sintió que Ryoma besaba sus dedos aprovecho para entrar tres de ellos en la boca del menor, si Ryoma hubiese tenido la facilidad para moverse, hubiera ladeado la cabeza hacia un lado como un gatito confundido, sin saber exactamente porque Tezuka había hecho eso, comenzó a lamer con vehemencia los dedos en su boca.
Varios gemidos escaparon de la boca de Tezuka, al sentir la traviesa lengua de Ryoma lamer sus dedos, y es que el chico era fabuloso¿Cómo sabia que movimientos hacer y que expresiones poner?, suponiendo que sea instinto, entonces, ese niño de mirada felina tenia excelentes instintos, el mayor saco con suavidad los dedos de la boca de Ryoma y volvió a besarlo, había dejado su auto-masaje hacia tiempo, y ahora se sentía mas excitado que antes, con sus dos manos separo las piernas de Ryoma y con un movimiento sutil hizo que las enroscara alrededor de su cadera, con lentitud introdujo un primer dedo en la estrecha entrada del menor, Ryoma emitió un pequeño quejido pero intento calmarse, debía ser fuerte si quería estar con Tezuka, un segundo dedo se abrió paso por el interior del niño, y Ryoma sintió como la incomodidad se volvía dolor, un quejido algo mas sonoro abandonó los labios del niño, Tezuka volvió a besarlo para intentar calmarlo un poco, un tercer dedo fue introducido comenzando con un suave movimiento circular, lo mas lento posible para no lastimar al pequeño, pasando unos minutos las caderas del chico empezaron a moverse al ritmo de los dedos en su interior, mientras pequeños gemiditos de placer salían de su boca.
El capitán saco sus dedos del interior del niño al verlo acostumbrado, se separo un poco de él y lo miro directo a los ojos con esa expresión estoica tan característica de él.
-¿Seguro?-pregunto por última vez.
-Por supuesto-le respondió el pequeño esbozando una sonrisa un tanto altanera.
El bucho le beso en los labios, mientras con delicadeza penetraba a Ryoma, esta vez el pequeño rompió el beso con un fuerte gemido de dolor, sentía como si su cuerpo su partía en dos, el dolor era enorme, dos gruesas y cristalinas lagrimas cayeron por su mejilla, mientras el sexo de Tezuka rompía todo su interior, el dolor aumento cuando todo el miembro de Tezuka estuvo en su interior, tenia ganas de gritar, se mordió el labio inferior hasta casi hacerlo sangrar, Tezuka inicio un movimiento suave, empezó con embestidas lentas, el pequeño no se acostumbraba.
-Debes… intentar… relajarte-hablo Tezuka como pudo, en realidad estaba mas que excitado, la estrecha entrada de Ryoma le brindaba un gran placer y debía recurrir a toda su fuerza de voluntad si de verdad no quería lastimar al pequeño.
Las embestidas se volvieron un poco mas rápidas, Ryoma aun sentía dolor pero este empezaba a notarse menos, sin darse cuenta ya estaba moviendo las caderas al compás de Tezuka, este por su parte al notar que el niño se acostumbraba a la intromisión volvió las embestidas mas agresivas, expresando así lo que en realidad quería.
Ambos cuerpos sudados, cansados, estremeciéndose con cada embestida, el final se acercaba, los dos llegaron al clímax al mismo tiempo, Ryoma en el vientre de los dos, y Tezuka en el interior del pequeño, dejando la marca de que desde ese momento le pertenecía; salio del cuerpo del chico con lentitud y se recostó a su lado, Ryoma instintivamente se abrazo a su pecho.
-Fue… genial-dijo Ryoma en un suspiro.
Kunimitsu se alejo de él y empezó a recoger su ropa, ignorando por completo a Ryoma.
-¿Qué sucede?-pregunto el pequeño intentando sentarse en el suelo, pero una punzada en el trasero le hizo desistir de la idea, solo atino a tomar la camisa de Tezuka que estaba cerca de él y cubrirse lo necesario.
-¿Recuerdas?-le cuestiono el buchou con voz neutra, Ryoma frunció el ceño ligeramente, no sabia a lo que se refería, y entonces en ese momento su mente se aclaro: "-¿Te das cuenta de que esto no significara nada para mi?-", por supuesto, ahora lo recordaba, eso fue lo que le dijo Tezuka antes de quitarle la inocencia, y él, como menso y entregado, había aceptado, ahora sentía la rabia correr por todo su cuerpo, y la impotencia, pues realmente no podía hacer nada, el había aceptado la condición del buchou, y… por mas que lo quisiera evitar y obviar, sentía dolor, porque lo sentimientos que él le profesaba a Kunimitsu eran reales, una pequeña punzada en el pecho le hizo sollozar levemente, Tezuka se le acerco y se inclino quedando frente a él, tomo su camisa y se la puso con la mayor naturalidad del mundo, Ryoma se dejo caer en el suelo como un bulto, abrazo sus propias piernas y escondió su rostro en ellas, sin poder evitarlo, algunas lagrimas salieron de sus ojos verdes.
Tezuka lo observo desde su posición, diviso sus anteojos en el suelo, lo recogió y se los puso, se acerco de nueva cuenta a Ryoma que seguía en la misma posición, se arrodillo a su lado y tomo su rostro con delicadeza, miro con detenimiento sus mejillas enrojecidas por el llanto, sus labios carmín entreabiertos, sus ojos brillando con esa intensidad tan propia, acerco mas su rostro al de Ryoma y beso superficialmente sus labios.
-¿Recuerdas…?-volvió a cuestionar el buchou, -¿… recuerdas lo que te dije?-Ryoma asintió débilmente volviendo su mirada al suelo, -no era cierto, solo quería ver como reaccionabas-declaro Tezuka, (pero yo lo mato ò-ó#) , Ryoma abrió grande los ojos y estaba a punto de reclamar, pero un beso por parte del mayor lo hizo callar antes de emitir palabra alguna, -si me gustas… y creo que podría llegar a sentir algo mas, es solo que necesitaba estar seguro-Ryoma hizo un puchero de enfado y Tezuka le dio un beso breve, -ahora ponte la ropa, ya debemos irnos-le recomendó, Ryoma se paro como pudo y obedeció a su buchou.
Una vez ambos listos, salieron de la biblioteca pasando por el lado de una profundamente dormida bibliotecaria.
-Te llevare a casa, es algo tarde-le afirmo el buchou a su kouhai.
-No es necesario-respondió el altanero niño, (supongo que ya se volvió costumbre).
-Eso no era una pregunta-le aclaro el buchou con firmeza.
-Mada mada dane-dijo Ryoma acomodando su mochila a su espalda, Luego tomo la mano de Tezuka y entrelazo sus dedos con los suyos, Tezuka correspondió al agarre apretando un poco mas la mano del menor.
Así caminaron a casa juntos, uno al lado del otro, tomados de la mano, ignorando totalmente como dos ojos color zafiro los miraba desde la oscuridad, un brillo intenso se formo en aquellos ojos, brillaban con odio y… deseos de venganza.
¿Fin?
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¿Y¿Qué tal?, waw, aun no puedo leer lo que yo misma escribo, soy una pervertida ¬¬,… nooo, a decir verdad es mi primer lemon que publico y no se si esta bien, también el primer fic de PoT, que emoción!!, confió en que me den sus opiniones y me digan si debo dejar esto y seguir solo con lo romántico.
