Gracias por darle una oportunidad a este One-Short. Cualquier comentario es bien recibido.Ahí se encontraba de nuevo… pensativa. Examinando sus errores, sus fallas… No le gustaba estar sola pero no quería preocupar a Dipper, sabía que empezaría a hacerlo si la veía soltar una que otra lagrima. Odiaba sentirse triste, era un sentimiento muy fuerte para ella. No le gustaba preocupar gente solo por algo tan simple como un sentimiento… aunque estos fueran lo suficientemente fuertes como para sentirse insegura de sí misma.
Ya había pasado por mucho para sus 12 años, había veces en que sentía ese nudo en su garganta pero lo reprimía… debía de seguir sonriendo… esa era la única solución que conocía para su mal, la única manera para ella. Tenía tantas cosas reprimidas que si lloraba ahora, no pararía hasta que no pudiera más…
Ella era consciente de lo que pasaba a su alrededor, de la impureza del mundo, de la tristeza y el peligro con la que se vivía día a día. Tal vez era la única que, si todo se venía abajo, se mantendría firme sin dudarlo, el dolor no la tiraría…Nunca. Algún día encontraría esa felicidad que tanto buscaba, pero ese día no sería pronto… solo tenía que esperar, bajo la amarga lluvia de la vida.
Su sonrisa y las "tonterías" que decía eran solo un escudo, ocultaba su lado triste y oscuro que la mataba lentamente. No era tonta, al contrario, era más madura que cualquiera de nosotros; ella sabía que si era como los demás caería igual.
Quería que la notaran por como ella era, que escucharan lo que quería transmitir a los demás. La vida era dura y si para llegar a lo que ella estaba dispuesta a obtener tenía que sacrificarlo todo…lo haría. Aun cuando sentía esas ganas inmensas de tirarse al suelo y llorar.
Se mantendría en esa fina imagen de inocencia hasta que no pudiera más. Si la vida le daba la espalda ella seguiría intentando para volverle a ver la cara. Tenía confianza en sí misma, y por eso no caía… no al menos tan fuerte; Encontrar la felicidad de los demás era más importante para ella que encontrar la de ella misma, algo que los días grises le habían enseñado.
No se doblegaría tan fácil, si alguien quería hacerlo tendría que esforzarse; Ya había sufrido el dolor una vez, no era algo nuevo, lo aguantaba tan normalmente que su sonrisa falsa salía sin que ella lo pensara. Algún día encontraría la manera de hacer que los demás a su alrededor fueran felices, aun cuando ella callera en la amargura de la vida.
Los problemas son parte de la vida, las caídas la ayudaban a ser mejor persona. Las heridas sanarían tarde o temprano, aunque dejaran una cicatriz; El dolor no sería un obstáculo en su vida, lo que habida logrado hasta ahora la mantenía firme…su familia la mantenía firme…su hermano la mantenía firme. Nunca bajaría la guardia, no dejaría que el veneno de la sociedad matara su espíritu y fe… sus sueños.
Levanto su mirada al cielo, el gran manto gris empezaba a dispersarse… al igual que su mente.
Con ese pensamiento sonrió una vez más mientras respiraba el olor a tierra mojada. Miro a su alrededor, mirando la lluvia que se llevó su preocupación de ese día. La lluvia era una de sus cosas favoritas en la fría vida.
-Todo está bien Mabel, todo está y estará bien.
Se dio fuerza ella misma.
Tomo sus cosas y bajo del techo de la cabaña… para enfrentarse a la vida una vez más con esa actitud positiva y alegre de todos los días. Con una sonrisa que solo era de imagen pero ayudaba a los que estaban alrededor de ella.
Mabel se mantendría en la lluvia… hoy y mañana
