Título: All In

Pairings&characters: Lucaya, Riley, Farkle

Género: romance, humor, AU

Rating: mid-high T

Resumen: El riesgo es muy alto para Maya, pero eso no hace que deje de jugar.

Maya se mordió el labio nerviosa y tragó saliva, mirando a Lucas mientras exhalaba lentamente. La forma en la que él la estaba mirando estaba quemándola poco a poco y una peligrosa sonrisa en sus labios solo sirvió para recordarle que ella misma la había cagado metiéndose en ese lío.

Menuda gran idea.

La verdad es que ella debía de haberlo pensado un poco antes de haber accedido a jugar a strip poker cuando en primer lugar ella no tenía demasiada ropa puesta, pero estaba borracha y Lucas también y estaban los dos tan aburridos al mismo tiempo que no se había negado ni por un momento.

Por lo menos eso era hasta ahora. Ahora se había dado cuenta de que no llevaba puesto el sujetador y que la única prenda de ropa que llevaba encima era un vestido sin mangas negro. El mismo vestido que justo en ese momento acababa de perder.

"Me cago en mi vida…"

-más temprano, esa misma tarde-

Maya le dió una patada al tobillo de Riley el cual estaba resguardado por su bota para ver si despertaba. No podía verle la cara ya que estaba tumbada boca abajo, pero si sus suaves ronquidos significaban algo, eso era que el traqueteo no le había afectado en lo más mínimo.

-Está fuera de juego ?

Lucas se apoyó en la cama de Riley, observando.

-Y Farkle ha vomitado en el baño.

-Maldita sea. -Maya bebió a opla de la botella que tenía al lado, dejando una sensación de ardor en su estómago por el Fireball- Y ahí va el resto de nuestra fiesta.

Habían ido a cenar fuera con otros amigos para celebrar que un amigo de todos lo que habían asistido había pasado el examen del MCAT. Había sido una noche tranquila y genial, habían hablado de sus planes de futuro y se habían estado poniendo al día entre ellos. Naturalmente, la universidad había supuesto una pausa a la amistad de los cuatro, quienes no habían tenido la oportunidad de salir juntos por bastante tiempo. Así que cuando volvieron al campus, los cuatro habían decidido reunirse en la habitación de Riley para seguir pasando el rato juntos. Maya había llevado varias bebidas alcohólicas y Farkle había aportado algunos snacks y varios juegos. Habían pasado toda la noche bebiendo y pasando el rato.

Pero parecía ser que aquel era el final de la noche para Riley y Farkle. Estaban definitivamente descansando su borrachera.

Maya gruñó, echándose hacia atrás sobre la suave alfombra que cubría el suelo.

-Estoy aburrida, Lucas. No tenemos nada que hacer…

Lucas cogió la botella, dándole un largo trago para después hacer girar la casi vacía botella.

-Y nos estamos quedando sin alcohol. -añadió- ¿Dónde está el resto de tu almacén secreto de bebidas?

-Eso era el resto de mi almacén secreto de bebidas…

Maya se giró emitiendo un suspiro bastante alto. Nisiquiera le importaba sentir su vestido subir por sus muslos. Aunque hizo una nota mental para recordar la forma en la que la clavícula de Lucas se tensó al observar la piel desnuda de sus piernas con interés y un ligero rubor en sus mejillas (probablemente debido al hecho de haber sido pillado en el acto o por el alcohol, realmente no podía afirmar el por qué).

-Bueno, -dijo Lucas sin apartar la mirada aún de sus piernas- si que hay algo que podemos hacer.

Ella le miró con los ojos como platos.

-Estoy borracha, pero no estoy tan borracha. No voy a follar contigo.

-Es algo mucho más divertido que eso. -dijo mientras cogía una baraja de cartas que Farkle había traido, sonriendo misteriosamente.

-Está bien. -dijo ella, levantándose del suelo- Cualquier cosa es mejor que permanecer aquí sentada y quejándonos de nosotros mismos.

-Strip poker. -dijo simplemente- ¿Qué tenemos que perder?

Maya se quedó estupefacta mientras lo miraba sin poder creerse lo que había dicho y planteándose la posibilidad de que Lucas se hubiera dado en la cabeza con la esquina de la cama de Riley cuando ella no estaba prestando atención.

Maya estaba definitivamente borracha. Lo supo en el momento en que su visión a veces le fallaba y al darse cuenta de que cada paso que daba sentía que perdía el equilibrio, hasta el punto de tener que agarrarse a la pared para asegurarse de no caer. Pero también sabía que no estaba tan borracha como para aceptar jugar a un juego en el que era posible que perdiera su dignidad. ¿Jugar a strip poker con Lucas? De ninguna manera.

-¿Qué tan borracho estas, Ranger Rick? -habló, rodando los ojos- ¿Strip poker? ¿Es en serio?

-Debí de haber sabido que ibas a estar asustada de jugar eso. Eres mucho hablar y poco actuar, Maya. -él replicó, terminándose de un trago el resto del whiskey.

Maya emitió un gruñido. Maya no supo si su enfadó aumentó por haber sido llamada cobarde (un término muy equivocado, debía añadir. Ella no estaba asustada) o por el hecho de que Lucas se había bebido el resto del whiskey, pero de repente, quería hacer que se tragara sus palabras. Lucas iba a caer tan bajo…

-Baraja las cartas, Heehaw. -dijo, entornando los ojos- Definitivamente vamos a jugar.

-¿Estás segura? Tengo mucha más ropa que tú.

-No importa. -dijo arrogantemente- Voy a patearte el trasero.

La sonrisa de canalla que le lanzó Lucas mientras repartía cinco cartas a cada uno de los dos hizo que Maya sintiera, por un momento, inquietud. Él estaba intentando volverla loca. Además, ese era un juego de pura suerte. Aunque todas las apuestas estaban desde luego a favor de Lucas, Maya era una chica con suerte. Especialmente cuando Riley estaba alrededor. (Aunque en ese momento se encontrara dormida)

Las cartas que le habían tocado no eran buenas. Aunque tampoco particularmente malas. Tres ochos y otras cartas basura. Pasó la vista de sus cartas a la cara de Lucas. Su expresión era inescrutable, y estaba observándola con algo extraño en sus ojos.

-Las joyas no cuentan. -sentenció Lucas.

-Tampoco el cinturón. -añadió ella.

-Parece justo. -dijo Lucas mientras bajaba sus cartas para que Maya pudiera verlas. Ella liberó el aire retenido al ver sus cartas. Dos sietes y pura mierda. Estaba servido en bandeja.

Maya se burló, enseñando sus cartas ella también.

-La primera ronda es a mi favor.

Lucas no dijo nada. Se limitó a quitarse las botas, aun con la maldita sonrisa en su cara.

Él repartió la siguiente mano de cartas, y jugaron otra vez. Y otra vez, Lucas tenía dos igual y Maya treses y cuatros. Lucas se levantó mirando a Maya, y se desabotonó lentamente el cinturón y bajó sus pantalones para después quitárselos y tirarlos a una esquina de la habitación, ofreciendo a Maya un gran show. Maya no pudo evitar morder su labio inferior para que no se viera la gran sonrisa que el pequeño strip tease de Lucas le había provocado. Lucas se veía ridículo.

-¿Corazones rosas? -preguntó graciosa, intentando contener la risa mientras Lucas se sentaba de nuevo.

-La colada no estaba seca aun. -habló con una sonrisa misteriosa y sin una pizca de vergüenza en sus palabras.

Maya no sabía cómo sentirse ante este Lucas, a quién no le importaba ni siquiera que ella se hubiera reído de su ropa interior. Sospechó que tenía mucho que ver con el alcohol, pero tampoco podía mentirse a ella misma diciéndose que toda esa situación la estaba poniendo y volviéndola loca a partes iguales. Aunque tampoco había que ignorar el hecho de que Lucas había perdido dos rondas consecutivas y no se había inmutado en lo más mínimo.

-Reparte de nuevo.

Lucas obedeció, volviéndo a dar cinco cartas a cada uno.

Maya volvió a ganar con una bonita pareja de doses y reyes.

-Tu maldita arrogancia va a costarte el perder este juego, Lucas. -rió al mismo tiempo en el que él desabrochaba el primer botón de su camisa y, para el asombro de Maya, llevaba una camiseta bajo esta. Y, si se fijaba un poco más, podía distinguir las mangas de tirantes de una camiseta interior bajo la otra.

-¿Siguiente ronda? -preguntó sin ni siquiera mostrarse nervioso.

Maya asintió. Lo observó mientras repartía las cartas, intentando descodificar la expresión del chico.

-¿Maya?

Mierda.

No tenía nada más que cartas aleatorias. Esperó que Lucas tuviera cartas peores, si eso se podía, porque claramente aquella no iba a ser su ronda.

No tuvo tanta suerte.

Maya se quitó los tacones, tirándolos a un lado. Así que él había ganado una ronda. Tampoco era para tanto. Volvería a ganarle a la siguiente seguro.

-Maya, estarás rezando para no volver a perder otra ronda más. -Lucas dijo, mirándola como si fuera a hacer agujeros en su vestido.

Ella entornó los ojos.

-¿Por qué?

Y de repente se congeló. El vestido era la única prenda que le quedaba. La única fuerza que le quedaba en ese ridículo juego de tira y afloja. Si volvía a perder, el juego acabaría.

Tragó saliva y sus ojos miraron a Lucas con expresión de alarma. Él se limitó a guiñarle el ojo y repartir las siguientes cartas.

Se ruborizó. Tenía un jack high.

Ella había ganado esa ronda. Maya respiró costosamente al observar como Lucas se quitaba la camiseta. Por el otro lado, se dió cuenta de que a él le quedaba tres piezas de ropa más. Y él también lo sabía, por eso su desdeñosa sonrisa no salía de su cara.

La siguiente ronda fue igual.

Le ganó con dos parejas frente a una.

Él se quitó los calcetines.

Aunque ya casi estaban en igualdad de condiciones, la sonrisa de Lucas ni siquiera tembló en sus labios. Estaba poniendo a Maya de los nervios. ¿Por qué narices estaba tan calmado si apenas le quedaba ropa puesta? Estaban casi en igualdad de condiciones, se repitió. (Quitando el hecho de que ella quitándose el vestido suponía enseñarle a Lucas sus bienes y no estaba al mismo nivel que Lucas quitándose su última camiseta).

Lucas volvió a repartir las cartas y Maya miró las suyas aguantando la respiración.

Nada.

No tenía absolutamente nada.

No podía ganar con esas cartas a no ser que las de Lucas fueran mucho peores que las suyas.

-¿Y bien?

Maya las soltó, dejando que él las viera y comenzando a sudar. Su corazón iba tan rápido que casi lo podía sentir palpitar en sus orejas. El juego se había convertido en su muerte sin que lo notara.

No.

Se dió cuenta de que ese juego había sido su muerte desde el principio.

Lucas miró sus cartas y volvió su mirada a las propias y ahí fue cuando Maya supo que estaba jodida. No había hecho ninguna reacción, pero algo en el color de sus ojos le hizo saber a Maya que ese juego acababa de terminar.

Maya no se había dado cuenta del plan de Lucas hasta el final. Había estado perfectamente creado desde el primer momento. Había aumentado su orgullo y su ego y había provocado que jugara sin nisiquiera darle tiempo a pensar en las consecuencias de aquel juego. Las apuestas no habían estado de su parte pero había estado ciega para prestar atención al hecho de que había perdido desde mucho antes de haber accedido a jugar a ese juego. Cuando Lucas había sido inteligente y calculador, Maya había jugado sin pararse a pensar y se había pateado el culo ella misma.

Lucas enseñó sus cartas lentamente.

Una.

Diez de corazones.

Maldita.

Sota de corazones.

Carta.

Reina de corazones.

Cada.

Rey de corazones.

Vez.

La Escalera real.

Maya no solo había perdido.

Había sido destruida.

-Tú pierdes. -dijo Lucas con una sonrisa y mirándola sin ningún tipo de pulcro- Quítatelo.

Maya se mordió el labio nerviosa y tragó en seco, mirando a Lucas mientras soltaba el aire retenido. Su mirada le quemaba y su peligrosa sonrisa solo sirvió para recordarle a Maya que la había cagado bien.

Menuda gran idea.

La verdad es que ella debía de haberlo pensado un poco antes de haber accedido a jugar a strip poker cuando en primer lugar ella no tenía demasiada ropa puesta, pero estaba borracha y Lucas también y estaban los dos tan aburridos al mismo tiempo que no se había negado ni por un momento.

Por lo menos eso era hasta ahora. Ahora se había dado cuenta de que no llevaba puesto el sujetador y que la única prenda de ropa que llevaba encima era un vestido sin mangas negro. El mismo vestido que justo en ese momento acababa de perder.

"Me cago en mi vida…"

De repente, la sonrisa de Lucas se amplió y Maya sintió mucho calor. Estaría totalmente desnuda si se quitaba el maldito vestido. Y pensar en estar desnuda enfrente de Lucas la hizo sentir asustada.

-Esto es estúpido. -se cruzó de brazos- ¿Tengo enserio que- ?

-O te lo quitas tú, o te lo quito yo. -dijo de repente alzando una ceja, desafiante- De alguna de las dos maneras, el vestido se va. ¿De cual quieres que sea?

Lucas habló completamente en serio. Ella parpadeó, sin estar segura de si todo aquello la estaba poniendo cachonda o si lo que quería era pegarle una patada en los huevos.

Su cara se puso roja y su boca permaneció cerrada, como si hubiera perdido la capacidad de hablar. Lucas interpretó su silencio como una negativa y se puso en pie, caminando hacia ella. En un acto reflejo, Maya retrocedió estúpidamente, alarmada por los rápidos movimientos del chico.

Sus ojos se entornaron cuando pudo sentir la pared a sus espaldas.

-Lucas, para de jugar.

-¿Qué te hace pensar que estoy jugando?

Lucas colocó sus manos en los hombros de la chica, y su toque hizo que Maya fuera incapaz de moverse del sitio. Estaba sintiendo la necesidad de ser tocada. ¿Qué cómo había conseguido él eso? No tenía ni idea.

-Te lo preguntaré una vez más. -habló esta vez de forma juguetona- ¿Te lo vas a quitar?

Maya estaba atrapada. ¿De verdad quería quitárselo? ¿O quería que Lucas se lo quitara? De cualquiera de las dos formas, ella sabía cómo iba a acabar todo eso si él seguía mirándola de esa manera.

De repente, Riley hizo un ruido de molestia desde la cama, despertando de su pequeña siesta. El momento se acabó y ambos miraron a Riley.

-¿Maya? -Riley habló con voz adormilada- Maya, necesito ir a vomitar.

Lucas soltó a Maya, sin apartar la mirada de sus piernas.

-Deberías de ir con ella.

Maya asintió rápidamente y se acercó a Riley para ayudarla a levantarse.

Maya se obligó a no mirar a Lucas, calmándose e ignorando el deseo que ahora sentía por él.

-Supongo que el juego ha terminado. -dijo Maya antes de salir por la puerta y llevar a Riley al baño de chicas del final del pasillo.

-Aún queda mucho a lo que jugar. -habló Lucas cuando las chicas cerraron la puerta de la habitación y se fueron.

Nota de autora: ¡Hola! Estoy entusiasmada por poder empezar la traducción de este maravilloso fic para que llegue a más personas. Espero que sigáis la trayectoria de este fic ya que este es un proyecto nuevo para mí y me gustaría que saliera bien. Si shippeas Lacaya tanto como yo, pásate por mi wattpad dónde tengo otro fic de nuestra tan querida pareja. Mi user es 96smeyer