Aquello era un maldito monstruo, pensaba el doctor Skinner mientras se secaba el sudor con un viejo pañuelo, el pulso le temblaba. Tenía más de treinta años como neurocirujano nunca había visto algo así. Era un viejo del tipo que ves corre en el parque en la mañanas, fan de la comida macrobiótica. Estaba repasando una y otra vez un puñado de papeles. Porque pronto tendría que explicar algo que ni el mismo alcanzaba entender. Miro el reloj, la hora había llegado. Es curioso como el tiempo cambia de valor según la persona o la ocasión, para una persona común las tres de la tarde significa el descanso del café o alguna banalidad de ese tipo, para él era significaba rendir explicaciones sobre investigaciones que prácticamente violan todas las convenciones humanitarias.
La tarde trajo consigo un frio particular, o eso le parecía a Skinner , que todo se lo achacaba a los nervios, para el todo era obra de la mente y por lo tanto todo era superable. O al menos esa era la escusa que usaba cuando el miedo o la duda lo hacían vacilar en su trabajo.
El sitio de la reunión era escuela primaria. A Skinner esto no le sorprendió, hacía un buen tiempo que lo extraño y lo incompresible se habían vuelto demasiado rutinario como para sorprenderse. Se presento al guardia quien le indico debía esperar en el aula diecisiete A. No tardo encontrar el aula en cuestión. Al entrar lo primero que vio fue a un joven de unos veinte y tantos muy grueso, con una bata de laboratorio sin abotonar dejando ver una camisa negra con el logo de alguna serie japonesa irreconocible para él. Al parecer jugaba algún tipo de video juego portátil no menos reconocible que el dibujo de la camisa.
_Hola joven, espera usted a alguien en particular. Hablo Skinner acomodándose en un pupitre y aflojándose un poco la corbata.
El joven se sobresalto y se puso de pie tan rápido que casi se cae con el pupitre.
_Doctor Skinner supongo, es un placer me dijeron que llegaría y que debería esperar con usted. El joven estrecho la mano del viejo doctor en saludo bastante frenético.
_¿ Y usted es…? Pregunto Skinner. EL joven se golpeo con la palma de la mano la frente.
_Soy un tonto, bueno creo que es por los nervios. Me llamo Francis y creo que trabajare con usted. Ya sabe el paciente cero y todo eso.
Skinner se disponía a responder cuando entro a la habitación un hombre muy bien vestido, no había que saber demasiado de ropa para saber que la vestimenta de aquel hombre era muy costosa y elegante. La cara era incluso más elegante que el traje, un rostro joven adornado por así decirlo de unas gafas redondas de aro dorado y una cabellara blanca que contrastaba con el rostro , al punto que era difícil adivinar la edad se aquel hombre que parecía joven y viejo al mismo tiempo.
El hombre se coloco delante de Skinner y Francis, saludo con mucha educación acerco un pupitre y se sentó.
_Bien señores, se que este lugar no es un sitio de reunión común para hablar de nuestros asuntos, pero la necesidad de atender ciertas cuestiones en esta zona me lo facilita mucho, espero sepan disculparme.
_No se preocupe estoy muy emocionado con todo esto así que el lugar donde lo hablemos me tiene sin cuidado señor. Respondió Francis que no ponía ningún esfuerzo disimular su entusiasmo.
Por su parte Skinner se limito a decir que no importaba donde hablaran. El mundo se había derrumbado par el hacía mucho tiempo, pero era un luchador. EL hombre del traje prosigo.
_El asunto que nos reúne aquí es escuchar su informe Skinner, sobre el sujeto D-39 o paciente cero. _¿Por qué el cambio de nombre? Pregunto Skinner. _Simple los otros sujetos están muertos, solo queda el. Así que lo escuchamos.
El viejo doctor saco una Tablet busco un archivo y empezó a hablar
_ EL sujeto muestra necrosis en varios tejidos, envenenamiento en la sangre por agentes desconocidos, deterioro en el sistema inmunológico. Un examen de sangre revelo la presencia de células desconocidas y por desconocidas me refiero a no humanas. Sin embargo las capacidades de regeneración del sujeto son extraordinarias. Skinner tomo un respiro y prosigo. _Se supone que se está descomponiendo en vida y sin embargo mejora día a día, algunos tejidos se rengaran más rápido que otros, pero de forma constante. En cuanto a la parte que me atañe, la actividad de su cerebro era escasa, debido a la gran cantidad áreas muertas en su cerebro, pero aquí es donde las cosas empiezan a ponerse extrañas. La actividad en su cerebro fue aumentando gradual mente y aunque errática, el sujeto en cuestión empezó a dar señales de capacidades cognitivas básicas y muestras de regeneración en múltiples áreas del cerebro que estaban muertas o inactivas.
_No entiendo, eso es extraordinario más que raro el tipo se repone milagrosamente por decirlo de algún modo gracias algún tratamiento experimental, lo que es común en esta organización. Interrumpió Francis. Skinner lo miro con cierta expresión molesta suspiro y le hablo en tono de regaño más que de explicación
_ Joven usted hasta consiente cuando el paciente cero llego a mí era un cadáver, que empezó a reanimarse poco a poco o que cuando empezó a moverse en vez de atender a las necedades básicas como comer, beber o dormir se dedicaba hacer garabatos con sus eses en las paredes, tuvimos que alimentarlo vía intravenosa y sujetarlo con una camisa de fuerza. Haga su trabajo que yo haré el mío. El joven lo miro sorprendido aunque nada más se limito a pedir disculpas y dijo con una amabilidad que contrastaba con la forma de ser había mostrado hasta entonces, que lo sentía que no interrumpiría mas.
_ Lo que me llamado la atención es esto. Y le dio la tablet al hombre de gafas doradas. Quien empezó a ver una serie de imágenes donde aparecían una serie de símbolos de clases y tamaños diferentes.
Skinner entonces miro al joven, pudo ver que solo era curioso y pensó en lo lejos que llegaban algunas personas por respuestas. Si tan solo supieras en lo que te estás metiendo pensó. En ese momento sus prendamientos fueron intrépidos por el hombre de gafas quien le preguntaba su opinión respecto a los símbolos.
_Bueno le diré que son letras o palabras en varios idiomas: chino, sumerio, sánscrito, arameo, ingles, español y otras lenguas antiguas y modernas. Sin conexión alguna es como si escogiera palabras al asar de un diccionario. Es todo lo puedo decir sin caer en tecnicismo complicados, simple como me lo pidió.
Skinner saco del bolcillo una llave malla, negra y pequeña y se la dio al hombre de gafas. _ Aquí esta toda la investigación en forma excepto la información de las células desconocidas que fueron enviadas a los laboratorios de la organización y desconozco los resultados.
El hombre de gafas tomo la llave malla y la guardo en bolsa de la gabardina.
_Bien Skinner, buen trabajo, se que asido difícil, el joven que usted acaba de conocer le ayudara de aquí en adelante, sé que no lo parece pero es muy listo termino la secundaria en un año y tiene un doctorado en biología y me cae bien, lo pongo a su cuidado.
_ En cuanto a usted joven, admiro que ponga su vida en riesgo solo por saciar su curiosidad, pero solo por si no lo tiene claro su vida ya no pertenece, pero supongo que vale la pena correr el riesgo. Skinner es un buen hombre, amigo y compresivo colaborador, le aseguro aprenderá mucho de él. El hombre se puso de pie y Skinner y Francis lo imitaron, _ Pueden irse les prometo que la próxima charla que tengamos será más amistosa.
Los dos doctores dejaron la aviación pero el hombre de gafas les hablo antes de salir.
_Díganle a Miesha que venga está esperando en patio.
Los dos caminaron hasta llegar a un pequeño parque a la salida de la escuela, y bajo un farol, gigantesco como árbol un hombre fumada plácidamente. Rubio con un corte estilo militar, una cara cuadrada que recordaba de alguna manera a la cara de oso. La ropa era una gabardina de cuero larga, una camisa negra, pantalón de vestir, todo con aire de descuido y desgate. Skinner se acerco a aquel gigante lo miro y movió la cabeza de un lado a otro en gesto de reprobación.
_Mírate todo un cliché de villano de película ochentera y como si fuera poco fumando como una chimenea, no te basta con verte mal sino también quieres vivir mal.
Aquel ruso de dos metros se acerco a Skinner extendió la mano como si fuera a lanzar un golpe. Francis estaba aterrado pensó aquel hombre perfectamente podía despedazar el cráneo Skinner de puñetazo y luego sin problema alguno seguir con él. Pero su temor de torno en confusión cuando aquel gigante se puso a reír y con rápido movimiento abraso a Skinner, por supuesto sin soltar el cigarro, soltó al viejo doctor y retrocedió como para mirarlo mejor y empezó hablar con suave acento ruso .
_Mucho tiempo matasanos, no nos veíamos desde lo de Escocía, tevés muy bien para ser un, un…Como le dicen en su idioma…
_Un fósil dijo Francis, queriendo participar de la broma. No había terminado de decir la frase cuando aquella mole lo levanto como si fura se trapo. _ Nadie insulta a mis amigos, hasta aquí llegaste reza, lo que sepas.
Francis aterrado lo único que acato hacer fue empezar a pedir disculpas a gritos, los que rápidamente fueron ahogados por la potente voz del ruso, que reía a carcajada tendida. Lo dejo caer con cuidado y lo abrazo también.
_Es solo una broma de novato, soy un chico amable. Bueno al menos que seas my blanco, en cuyo caso tenme miedo. Por cierto me llamo .
_Yo, yo…, soy Francis A... _Solo con el nombre es por tu seguridad. Interrumpió el ruso.
_ Van de casería esta noche tu y el viejo. Pregunto Skinner
_Si ya sabes se ocupan monstruos para cazar monstruos, bueno hasta la próxima. _A una cosas más, toma esto. Y saco del gabán un abano y se lo extendió a Skinner. SI no lo aceptas lo tiro y es cubano.
El viejo doctor mostro una leve sonrisa y arrebato el puro de las manos del ruso._ ¿Desde cuándo lo tienes? El ruso se encogió de hombros y respondió con tono desenfadado. _Eso no importa, solo consiento a un viejo amigo
_ Si claro. El diablo debe ser ruso, sabes que lo deje. Contesto Skinner. El ruso tomo una maleta oculta detrás de un banco y se dispuso a dejarlos.
_ No dejas lo quieres, lo ignoras, finges que no lo quieres pero al final todo es una elección entre lo quieres hacer y lo que debes hacer. Hasta la próxima, se despidió el ruso.
_Nosotros también nos vamos. Le dijo Skinner a Francis quien trataba de digerir lo que había ocurrido. El dúo de doctores camino hasta la salida de la escuela donde estaba estacionado el auto de Skinner.
_ ¿Tienes hambre? Te invito a comer algo, ya sabes para empezar con el pie derecho y todo eso. Le dijo Skinner a su compañero
_Excelente, me muero de hambre, y dicho esto el chico salto al auto de Skinner con la mayor de las confianzas. El viejo doctor sonrió. Creo que no nos vamos a llevar tan mal, viéndolo mejor pudo haber sido peor. Pensó para si Skinner mientras encendía el auto.
El hombre de gafas estaba mirando la luna atreves de la ventana cuando Miesha llego. _ Siento la tardanza pero saque un momento para saludar a Skinner y dar una buena bienvenida al nuevo, usted sabe dar la primera impresión es importante y yo se le di. Y se rio entre dientes mientras armaba el arma que estaba en la maleta. El hombre de gafas doradas se movió a la salida del aula y susurro pensativo, como si le dijera un poema a la luna.
_La tierra está hambrienta, los monstruos antiguos se levantan con nuevos nombres, pero en su ira que no acaba, en su codicia interminable, no alcanzan a ver que están ciento acechados por los sabuesos de la bestia
_Señor está todo listo. Dijo Miesha .
_Entonces vamos a cazar
