Disclaimer: La saga y todo lo referente a Percy Jackson no son de mi autoría, le pertenecen al Tio Rick.
Este fic participa en el reto "Leo Valdez" del foro El Monte Olimpo.
Intentar
Si la intención era lo que contaba, el tenía la intención de ser el nuevo Sammy Valdez de Hazel. Le había llamado la atención desde el momento en el que ella lo había mirado con tanta curiosidad a bordo del Argo II.
Su piel color chocolate lo incitaba a acariciarla, sus ojos avellanas lo invitaban a mirarla sin descanso y su cabello completamente lleno de rulos parecidos a esos pequeños resortes le daban ganas de jugar con ellos como lo hacía con los resortes de verdad.
Le importaba el qué pensaría Frank, era más que obvio el enamoramiento del canadiense, pero al fin y al cabo, ¿de qué sirven los sentimientos si uno no lucha por ellos?
Después de compartir el recuerdo de su primer momento con su bisabuelo Sammy, se dio cuenta de lo importante que había sido Sammy para Hazel, y de lo importante que podría llegar a ser Hazel para él. El cálido sentimiento que afloraba en él cuando la rozaba o agarraba su mano era comparable a tener flamas jugueteando en todo su cuerpo, y ya le había pasado, así que la comparación era verídica.
Tal vez Leo Valdez no era Sammy, pero Hazel veía a Sammy en Leo, y eso era lo que importaba. Leo haría lo que fuera, hasta inventar una máquina del tiempo y viajar con la morena al pasado, a la época en la que ella convivía con su antepasado, todo por verla sonreír.
— A pesar de todo, intentar es lo que cuenta.— susurró el moreno con un deje de melancolía en la voz, al percatarse de que los ojos de Hazel, luego de encontrar una explicacion a su gran parecido a su anterior amor, ya no se fijaban en él, sino en otra persona, más alta, musculosa, "y mejor para ella" decía una pequeña voz en su cabeza, la cual él ignoraba a toda costa.— Sonríe y bromea. Nadie se dará cuenta.— Suspiró y sonrió, con toda confianza, antes de alejarse de la escena que ocurría frente a él. Frank sentado con las piernas abiertas recostado por la pared, Hazel apoyada por su pecho, con los brazos del muchacho rodeándola protectoramente.
Palabras: 360.
