Yakko observo el pequeño álbum que sostenía entre sus manos, el cual contenía algunas de las pocas fotos de lo que para el mundo serian o más bien fueron el señor y la señora Warner.

Toco la foto y una leve lagrima escurrió por sus mejillas, eran una de las pocas fotos que había logrado conservar, su tesoro, su pequeño tesoro, en realidad era un poco egoísta de su parte, el guardar algo tan importante para él y sus hermanos, negó levemente, según su entendimiento, sus hermanos menores, no tenía el más mínimo derecho, de si quiera contemplar por un leve instante esos benditos recuerdos de una época más hogareña para los Warner.

Suspiro al escuchar las risas de sus hermanos entre broma y broma, al instante de cerrar el viejo álbum, quizás era algo difícil de admitir, pero lentamente incluso ellos dejarían atrás esas burdas travesuras y tendrían que madurar de una forma u otra.

Sonrió al cerrar el viejo baúl, y esconderlo en donde las curiosas manos de sus hermanos no llegarían, salió de la habitación, mientras una idea iba eclosionando en su mente, sonrió algo malicioso, al ver a su pequeña hermana, era hora de madurar al fin y al cabo.