El Manga-Anime "Inuyasha" no me pertenece, es de Takahashi Rumiko-sensei y este fanfic lo hago sin fines de lucro.
La Puerta del frente
Capitulo 1: Apartamento comprado.
A contraluz mira por el ventanal que da al balcón con una de las hojas ligeramente abiertas donde se cuela el humo del cigarro encendido, suspira pesadamente, en realidad desde que se ha mudado a ese apartamento hace tan sólo un mes, su adicción a la nicotina se ha incrementado, llegando a fumarse unos treinta cigarros al día aproximadamente, hasta el mismo comienza a preocuparse de aquello. Vuelve a suspirar y se queda pensativo, perdido en el horizonte de la ciudad que se aprecia desde el piso catorce, estático, la estatua de un hombre desganado.
No sabe cuanto tiempo ha estado así pero el ruido que proviene del pasillo lo saca de sus pensamientos ¿han comprado el apartamento del frente? Aquellos apartamentos son bastante grandes para encontrarse en Tokio, por lo que acceder a ellos es un lujo, son tres torres de diecisiete pisos cada una, teniendo dos apartamento por piso, conectados por un pasillo dando a las puertas de los mismos, el ascensor y las escaleras.
Pesadamente se incorpora para asomarse por la puerta y efectivamente comprueba que hay movimiento del otro lado del pasillo, varios hombres vestidos con overol llevando cajas y muebles. Sesshoumaru trata de divisar a su(s) nuevo(s) vecino(s) pero no lo logra, tratándose de imaginar como sería observa los objetos que los trabajadores de la mudanza llevan y traen, da cuenta de un tocador, varias cajas de ropa, una caja de un computador de Apple de esos grandotes de una sola pieza, varias plantas en sus maceteros entre otras cosas, por lo que deduce que el nuevo dueño del apartamento del frente sería una mujer joven, por los colores y lo moderno del estilo de los muebles.
Sesshoumaru hace una mueca inconforme con la boca, lo más seguro es de que se trate de esas típicas chicas "hijitas de papá" que con su montón de dinero le permiten todos sus caprichos y que son increíblemente irritantes, pretenciosas y vacías, no es que le interese encontrar algo en una vecina, pero tiene la esperanza que sea una persona centrada, cordial y que no sea ruidosa, lo más seguro es que tendrá que aguantar música fuerte, ida y venida de muchachos igualmente irritantes y todo tipo de visitas variopintas, lo más seguro es que tendrá que hablar con ella para imponer algo de orden y que la chica respete el hecho de que ella no es la única que vive en ese piso; como dicen: "Tus derechos terminan donde comienzan los míos y viceversa"
Con un suspiro doblemente desganado vuelve a entrar a su apartamento, apaga la colilla de cigarro en el cenicero que se encuentra en la mesa de centro y se sienta en el sillón frente a la TV encendiéndola con el control remoto en el proceso, busca en uno de sus bolsillos y saca otro cigarro y lo enciende, pasa varios canales deteniéndose en cosas que levemente llaman su atención, así pasa las horas y cuando acaba con el paquete de cigarros se da cuenta que ya no hay ruido desde el otro lado de la puerta, igualmente no le da importancia y va a su habitación a dormir.
A la mañana siguiente la rutina es la misma de siempre: Levantarse, preparase para ir a trabajar, ir a trabajar, ver que todo esté bien dentro de la oficina, reunirse con clientes y proveedores, almorzar, firmar acuerdos y papeleos típicos de empresa, revisar detalladamente los informes de los contadores, gritarle a algún empleado por algún error estúpido cometido, revisar nuevamente que todo esté bien, por fin volver a casa y durante todo el proceso fumarse alrededor de veinte cigarros, el resto se los fumará en casa.
Al llegar y dejar todo sobre una silla siente el murmullo del vibrador del teléfono móvil y luego el ringtones de turno, al fijar su vista en el aparato ve que dice: "Padre llamando" aprieta la boca en un gesto inconforme y decide que es mejor contestar o sino su padre es capaz de llamar a la policía reportándolo desaparecido después de una semana ignorando sus llamadas.
—Aló.
—¡Hijo, al fin! ¿para que tienes celular si nunca contestas?
—Sabes que estaba ocupado — Contesta desatándose la corbata y sentándose en el sillón.
—¿También en las tardes cuando sales de la oficina? ¿Acaso tienes una novia y no nos has contado?
—No estoy para bromas y si llamaste para eso…
—Bien, bien, bien, no te molesto más, tienes un carácter peor que el mío, te llamaba para invitarte a que vengas a casa mañana, Izayoi a tomado clases de cocina y quiere que la familia probemos los nuevos platillos que aprendió, ella está muy entusiasmada, sería muy reconfortante para ella que estuvieses allí.
—Lo pensaré, debiste llamar antes, así hubiera tenido más tiempo de organizarme — Se remueve incómodo y finalmente saca un cigarro.
—¡Llamar antes! ¡Estoy hace una semana tratando de contactar contigo!
—Como sea, haré el esfuerzo.
—Por favor hazlo por ella, sabes que te tiene gran aprecio.
—Como dije, haré lo posible de ir.
—Bien, te esperamos, nos vemos hijo.
—Sí — Y sin más corta la llamada, mira el cigarro aún apagado en su mano y por primera vez en un mes no le apetece, por lo que decide dejarlo sobre la mesa de centro y se recuesta en el sillón llevándose una mano al rostro.
La idea de ir a la casa de su padre le incomoda un poco, nunca se ha sentido a gusto en aquel lugar, siempre se siente como si estuviera en un círculo que no le corresponde. La esposa de su padre es amable y agradable con él, pero siempre ha habido como una pared invisible por la cual no congenia del todo con ella y ni hablar del hijo de esa mujer con su padre, apenas se dirigen la palabra, vivió con ellos parte de su adolescencia y ni así ha podido "pertenecer" a ese círculo.
Sus padres llevan divorciados desde que él era pequeño, demasiado pequeño, no tiene recuerdos de ellos juntos, de hecho cuando él tenía cinco años su padre se casaba con Izayoi y dos años después nació Inuyasha y por parte de su madre sólo ve varios novios ir y venir pero nada concreto, por lo que la típica esperanza de un niño de ver a sus padres juntos ha muerto a muy temprana edad.
Está semi-dormido en el silencio de su apartamento cuando voces desde el pasillo lo sacan de su somnolencia, no identifica que dicen, pero supone que es su nueva vecina, frunce el ceño ante la noción de ruido por lo que con pereza se levanta del sillón y se dirige a la salida, una vez en el pasillo nota que hay luces que se filtran por lo bajo de la puerta y las voces se escuchan aún sin poder identificar lo que dicen por el ruido de sillas moviéndose y la música recién puesta, esto lo toma como la confirmación de que sus suposiciones son acertadas.
Se sitúa frente a la puerta, aprieta los labios al oír risotadas desde el otro lado y sin pensarlo más golpea con los nudillos la puerta, segundos después ve como se abre dejando ver a una muchacha bastante más baja que él de tez blanca, delgada, cabellos negros y grandes ojos castaños que lo miran con curiosidad, pero que de un momento a otro lo miran con sorpresa.
—¡No puede ser!— Exclama la chica de pronto llevándose las manos a la boca como si aguantara la emoción por algo, a Sesshoumaru le intriga esta reacción, pero decide de todos modos hablar lo que ha venido a hablar.
—Siento interrum… — Pero él es interrumpido cuando la chica grita emocionada:
—¡Eres un elfo!
Continuará…
Después de siglo desaparecida de las filas de fanfiction Ako Nomura a regresado con una nueva historia.
Espero que sea de su agrado, es algo "ñoña, freak, geek" o como quieran llamarle, estará llena de referencias a anime, videojuegos, tecnología, películas de cuto y un gran etcétera, por lo que si les gusta este tipo de cosas son totalmente bienvenidas ;D
Nos vemos en el próximo capítulo.
ETO TI!
