Fifty shades of Alex Vause.

CAPITULO 1:

No sé en que preciso momento me deje convencer por Polly Harper a hacer esto, yo debería estar estudiando para los exámenes finales y en vez de eso me va a tocar recorrer más de doscientos kilómetros hasta llegar al centro de Seattle. ¿Justamente te tenias que poner enferma esta semana?

Que asco de pelo, me miro en el espejo cepillándolo, pero Nada, sigue igual que antes, al final acabo por recogerlo en un moño alto, ya cansada de pelearme con el para que pareciera un poco decente.

Polly es mi mejor amiga, trabaja en la revista de la universidad, y ella había concertado una entrevista con un empresario, pero por alguna razón de la vida, su cuerpo no quería que fuera a esa entrevista y decidió enfermar, llegar hasta el estado en el que se encuentra, cansada, pálida, mocosa y tumbada en el sofá con la manta hasta el cuello sin ganas de hacer nada. Así que me tocaba a mí ir a esa entrevista, ya que si Polly me pedía algo yo era incapaz de no dejarlo todo y ayudar a mi amiga.

-Piper, lo siento, tarde mucho en conseguirla, y si llamo para cancelarla me darán cita ya para cuando nos hayamos graduado- me dijo con la voz ronca por el resfriado.

-No te preocupes, allí estaré. Antes de irme, te traigo algo? Un paracetamol o frenadol tal vez?

-Un paracetamol estaría bien…- m sonríe de lado levantándose un poco del sofá.

-Te he dejado la comida preparada, solo tendrás que calentarla- le deje el vaso de agua con la pastilla en la mesilla al lado del sofá.

-Gracias…pero no hacia falta- me sonríe y mira el reloj- Es mejor que te vayas ya, no quiero que llegues tarde.

Recojo mi bolso y la chaqueta que estaban en la silla, y después de darle un beso salgo por la puerta. Polly me había dejado su coche porque decía que con mi destartalado Escarabajo no llegaría nunca. Una vez montada en el Mercedes, enciendo la radio, que en ese momento estaba sonando la nueva canción de Jessie J, le pongo bastante volumen ya que esta cantante me encantaba, encendí el motor y puse rumbo hacia Seattle.

El trayecto se me hizo más corto de lo que esperaba, en menos de dos horas estaba allí enfrente de la sede principal de la multinacional del Señor Vause, Litchfield es un enorme edificio de más de veinte plantas, estaba lleno de cristaleras que llegaban el suelo al techo. Entré en el vestíbulo y me quede parada en mitad de la sala, era precioso, estaba decorada en tonos negros y en naranja, que hacia la estancia más luminosa. Me acerque hasta el mostrador, detrás de el se podía divisar a una mujer alta, rubia y muy guapa que tecleaba en el ordenador. Cuando estuve enfrente del mostrador, la mujer me sonríe amablemente.

-Vengo a ver al Señor Vause. Piper Chapman, de parte de Polly Harper.

La mujer se ríe por lo bajo, no habré pronunciado bien el apellido. Veo como se deja de reír y se levanta de la silla, va vestida muy elegante, como era de esperar que las mujeres de esta sede vistiesen de acuerdo con lo famoso que era el Señor Vause, según me había contado mi amiga, Vause era muy famoso y rico, pero yo nunca oí hablar de ese hombre.

-Señorita Chapman, siéntese ahí que enseguida le atenderá.- me sonríe y me señala unas butacas naranjas al lado de una sala, que deduzco que es el despacho de Alex Vause, mas que nada porque pone Vause en una de las típicas placas que ponen en los despachos de los directores en las universidades. Me siento en la butaca, no dejo de jugar nerviosa con mis dedos, decido coger una de las revistas que reposan encima de una mesa de cristal para distraerme un poco mientras espero. Al cabo de unos minutos la mujer de antes regresa a mi lado saliendo del despacho de el misterioso hombre al que tengo que entrevistar sin saber nada de él, Polly no me pasó ni una corta biografía de él ni nada, voy con las manos vacías, solo llevo una lista con una serie de preguntas para hacerle y luego la grabadora para grabarlo todo.

-Adelantes, la Señora Vause le espera- me sonríe, espera un momento, ha dicho ¿Señora? ¿Cómo?

-¿Señora?- me guiñó un ojo y cerró la puerta cuando yo entre, Oh dios mío, si ya no fuera suficiente humillación el confundirla con un hombre por su nombre, ahora ya entiendo porque la otra mujer se había reído, pero si no fuera poco eso, cuando me doy cuenta me estoy cayendo de bruces contra el suelo, cayendo de rodillas y con las manos apoyadas en el suelo. De repente escucho una voz de lo mas sexy preguntándome si estoy bien y ayudándome a levantarme. Miro nerviosa a la persona que tengo enfrente y me sorprendo, porque, a parte de que me esperaba a un hombre, me lo esperaba mayor, y para nada era como me lo podía imaginar. Alex Vause debía tener unos cinco o seis años mas que yo, es alta, muy alta me saca una cabeza y encima llevaba esos altísimos tacones, haciendo así que yo parezca mas pequeña de lo que ya era. Su pelo es de un negro azabache precioso, la observo por mas tiempo de lo políticamente correcto, me fijo en esos ojos preciosos que tiene, no se en que momento se puso a sonreír, pero por lo que puedo observar ella también me ha mirado de la misma forma que yo a ella. Aparto la mirada cuando me tiende la mano en forma de saludo.

-Señorita Harper, Soy Alex Vause- le tiendo la mano en un fuerte pero cariñoso apretón, sus manos son suaves, sin poder evitarlo me ruborizo por el prolongado apretón.

-Polly…digo, la señorita Harper está indispuesta y no ha podido venir, así que me ha mandado a mí. Espero que no le moleste Señora Vause.

-¿Y usted es…?

-Oh claro…Soy Piper Chapman- No puedo evitar sonreírle. Me indica con la mano que la siga hasta un sofá de piel, también naranja con cojines negros, todo pulcramente colocado para que estuviese perfecto.

Sentada en el sofá pude ver bien lo grande que era el despacho para una sola persona, también me fijo por primera vez en el enorme ventanal acristalado que cubre una de las paredes, dejando así una preciosa vista de Seattle en una altura de veinte pisos de altura. En unas de las paredes tenia colgados una serie de cuadros que parecían fotografías. Rebusco en el bolso en busca de la grabadora y cuando la encuentro la saco junto a la hoja con las preguntas. Empiezo a pulsar botones, pero ya no se si es por lo nerviosa que estoy o porque ya no puedo ser mas torpe, en uno de los intentos de encender la grabadora se me resbala cayendo así encima de la mesa de cristal, la cojo enseguida sonrojada por la situación y susurro un lo siento que dudo que lo haya podido escuchar. Al final conseguí encenderla y cuando levanto la cabeza de yo cuenta como Alex me observa detenidamente y si mis ojos ven bien, diría que está intentando ahogar una sonrisa.

-Pe…perdón- balbuceo- No suelo utilizarla grabadoras.

-Tranquila, tómese el tiempo que necesites, señorita Chapman- me contesta.

-Voy a grabar las respuestas, no le importa, verdad?

-¿Me lo pregunta ahora, después de pelearse con ella para averiguar como funciona?- Touche, me digo para mi misma.

-Emm…empecemos. La señorita Harper le ha explicado el fin de esta entrevista?

-Si, es para el último número del curso de la revista de la universidad y porque yo misma entregaré los títulos en la graduación este año- Oh, eso era nuevo, no lo sabia, eso significaba que la volvería a ver, ella seria quien me entregue el título al terminar el semestre.

-Bien, empecemos con las preguntas- digo tragando salva y colocándome un mechón molesto detrás de la oreja- Como a llegado una persona tan joven como usted, a construir todo esto en tan poco tiempo, a que se debe todo su éxito?

Me mira esbozando una sonrisa, haciendo que mis pálidas mejillas se tinten de un tono rosado.

-Los negocios tienen que ver con las personas- me responde y creo que al ver mi cara de desconcierto decide explicarse- veras, yo conozco mucho a las personas, las analizo, las conozco al detalle. Trabajo duro para conseguirlo. Trato de desarrollar buenas ideas y de seleccionar a las personas cualificadas para realizarlas. La base siempre está en las personas adecuadas.

-Quizás solo tuvo un golpe de suerte.

Esto no estaba en la lista de Polly, pero esta mujer me parece un poco arrogante… Puedo ver como se asombra un poco por mi comentario, como si no se lo esperar, eso está bien, un punto a tu favor Pips.

-No creo ni en la suerte ni en las casualidades de la vida. Realmente el secreto es tener un buen equipo de personas adecuadas y saber dirigirlas.

-Es usted una maniática del orden y el control.

Las palabras salen solas de mi boca sin saber en qué momento mi cerebro a decidido decirlas.

-Me gusta tener todo bajo control, señorita Chapman- Recalca la palabra todo, como si con ese gesto quiera decirme algo más.

Me sostiene la mirada y no entiendo el porque me ruborizo tanto con tan solo mirarme, agacho la vista en busca de más preguntas.

-Además, decirse uno a si mismo, que tu poder mas inmenso es la capacidad de saber que has nacido para ejercer el control en las cosas, incluso sobre las personas- Me dice casi en un susurro, como si no quisiera que nadie más lo llegase a escuchar.

-¿Por qué crees que tu poder es tan inmenso?

-Tengo unos cuarenta y siete mil empleados, eso es toda una responsabilidad, llámalo poder si lo deseas. Si dejara de trabajar y vendiera todo esto, muchas de estas personas pasarían muchos apuros para llegar a final de mes.

Me quedo boquiabierta con su respuesta, no puedo creer la falta de humildad que tiene esta mujer.

-Y, ¿No tiene que responder ante ninguna junta directiva?

-No tengo que responder delante de nadie, es lo que tiene ser la dueña de tu propia empresa.

-¿Sus amigos dirían que es fácil de conocer?

Nada mas hago la pregunta me lamento internamente por hacerla, no estaba en la lista de Polly.

-Hago todo lo posible por proteger mi vida privada, soy una persona muy reservada. Tampoco suelo aceptar visitas.

-¿Y porque aceptó esta?

-Porque soy quien entregará los títulos de la graduación, y porque, por más que lo intenté, no conseguí sacarme de encima a la señorita Harper. No dejaba de dar la lata a mis relaciones públicas y admiro la tenacidad de la señorita, por eso acepte esta entrevista.

Se lo pesada que puede llegar a ser Polly. Por eso mismo estoy aquí sentada ahora mismo, porque ella es capaz de persuadir a cualquier persona. Yo debería estar estudiando para mis exámenes finales, me digo todo el rato.

Llevábamos ya, aproximadamente, una hora con preguntas y esto esta llegando ya a su fin, y por fin podré irme a estudiar. Pero una parte de mi no quiere despedirse de esta mujer, por muy arrogante que sea, estoy a gusto con ella. Es extraño.

Miro la hoja de preguntas y leo la siguiente.

-¿Es usted lesbiana, señora Vause?

Oh dios mío. ¿Enserio Polly ha sido capaz de escribir esta pregunta? Respiro hondo y espero su respuesta, espero que no se haya ofendido. Ella sonríe pero la sonrisa no le llega a iluminar su mirada. Trago saliva. En el despacho cada vez hace más calor, o tal vez solo es cosa mía. Solo quiero que esto termine pronto y pueda irme ya a mi casa.

-Si, Piper, soy lesbiana.

No se porque pero me ruborizo ante aquella respuesta y me revuelvo incomoda en la silla, buscado una postura más cómoda. Ella levanta las cejas y me observa y puedo observar la sombra de una pequeña sonrisa. A medida que pasan los segundos mis mejillas suben de tono.

-Lo…lo siento. Le pido disculpas. Bueno…está aquí escrito…yo solo me limito a leer las preguntas y grabar las respuestas.

-¿No son tuyas las preguntas?

Tierra trágame, por favor.

-No...Polly, la señorita Harper me ha pasado la lista- le digo levantando un poco la hoja pero sin mirarla a los ojos.

-¿Trabajáis juntas en la revista?

-No. Ella es mi compañera de piso.

Me observa con sus ojos grises o verdes, no sabría que decir con esta luz.

-¿Y porque no ha venido ella?

-Me ha pedido que viniese yo. Ella no se encuentra bien- Le contesto en voz baja.

-Eso explica muchas cosas, señorita Chapman.

Vaya, ya estamos otra vez con lo de "Señorita Chapman"

Llaman a la puerta y aparece una mujer un poco baja, de pelo castaño rizado.

-Perdone que les moleste señora Vause, pero venia a avisarle que su próxima reunión es dentro de quince minutos.

-Muchas gracias señorita Nicole, ya terminamos- le sonríe a la mujer y sale cerrando la puerta. La verdad, es que esta entrevista ya estaba en su fin.- ¿Y bien? ¿Por donde íbamos?

-Pues… la verdad es que ya hemos terminado. Polly no ha escrito más preguntas. Pone que te de las gracias, me despida y me vaya- Alex se ríe, no entiendo porque lo hace, pero sin darme cuenta le estoy sonriendo y mordiéndome el labio.

-Quiero saber de usted, creo que es lo más justo.

Vale, esto me ha pillado totalmente de sorpresa.

-No hay mucho que saber. Solo estudio- le digo volviéndome a ruborizar, ¿Por qué tiene ese efecto en mí?

-¿Qué tienes pensado hacer después de graduarse?

Me encojo de hombros. Ese repentino interés por mi futuro me desconcierta. Polly y yo tenemos pensados mudarnos a Seattle, encontrar un trabajo…pero eso son planes escritos a lápiz, todavía no hay nada permanente, no he pensado nada más que en los exámenes finales. Pero eso no se lo diré.

-No he hecho planes. Tengo que aprobar primero los exámenes, señora Vause.

Y ahora debería de estar estudiando, y no sentada en su inmenso despacho, sintiéndome incomoda ante su penetrante y preciosa mirada.

-Aquí tenemos un excelente programa de prácticas- me dice en tono de lo mas tranquilo.

Alzo las cejas sorprendida. ¿Está ofreciéndome trabajo?

-Lo tendré en cuenta- murmuro confundida.

Miro el reloj, debería volver ya a casa, me espera un largo camino de regreso a casa. Miro por el gran ventanal, perfecto, encima a comenzado a llover. Me incluso sobre la mesa para coger, apagar y guardar la grabadora. Me levanto a la vez que ella. Oh, antes no me había dado cuenta, pero es muy alta, tal vez me saca una cabeza y unos centímetros más. De pronto siento como unos músculos extraños me oprimen el estomago y decido apartar los ojos de ella, que como no, su mirada esta pegada a mi.

-¿Vuelve en coche a Vancouver?- me pregunta nerviosa. Yo solo asiento recogiendo mis cosas y colocándome la chaqueta- Bueno, conduzca con cuidado- me dice en tono serio, autoritario.

¿Por qué le iba a importar? Esta mujer me desconcierta.

-¿Tiene todo lo que necesita saber de mi?

-Sí, señora- le contesto mientras guardo la grabadora. Ya estoy lista para irme.

-Gracias por la entrevista, señora Vause.

-Ha sido un placer- dice, tan educado como siempre- Hasta la próxima, señorita Chapman.

Y suena como un desafío. Frunzo el ceño. ¿Cuándo se supone que nos volveremos a ver? Me tiende la mano y se la estrecho, perpleja de que esa extraña corriente siga circulando entre nosotras. Deben de ser los nervios, me miento a mi misma. La verdad es que Alex es muy guapa y atractiva.

-Señorita Chapman, asegúrese de cruzar la puerta con buen pie- me sonríe, es obvio que se esta refiriendo a mi peculiar entrada en su despacho. Me ruborizo, no se las veces que van ya desde que me encuentro aquí.

-Muy amable señora Vause- le contesto bruscamente y sin ninguna expresión en mi cara.

Salgo de su despacho enfadada y me sorprendo al escuchar sus tacones a mi espalda, siguiéndome hasta la salida.

Por un momento Vause apoya sus manos en mis hombros y yo doy un respigo. La mujer de detrás del mostrador y la que antes había irrumpido en el despacho, nos observan. Cada vez me siento mas intimidada. Alex finalmente se separa de mi espalda, notando un leve vacío donde antes estaban sus manos y su calor. Me siento extraña cada vez que esta mujer me mira y me toca ¿Excitada tal vez? No, me doy un guantazo interiormente, no pienses en esas cosas, a ti te atraen los hombres, no las mujeres ricas, egocéntricas, maleducadas y hermosas como ella. ¡Calla voz estúpida de mi interior! A ti no te gustan las mujeres.

Cuando me doy la vuelva esta, esta inclinada frente a la puerta del ascensor, con uno de sus brazos apoyado en la pared. Realmente es muy guapa. Guapísima. Me desconcierta demasiado.

En dos pasos llego hasta las puertas del ascensor, al que Vause ya ha llamado.

-Piper- me dice a modo de despedida.

-Alex- le respondo.

Y afortunadamente las puertas del ascensor se cierran.


Hoolaaa! Un día así porque así se me ocurrio esta idea, hacer una versión de 50 sombras, pero con los personajes de Orange is the new black, y bueno, este finde semana lo escribí.

Toda persona que se haya leido o sepa algo sobre la triologia, sabra que los primeros capitulos no tienen mucho salseo, pero ya despues... *inserte carita viciosa del guasap*

Bueno, espero que os haya gustado este primer capitulo, decirme que os ha parecido, todo comentario bueno o malo es aceptable. Quiero saber si os gusta la idea de hacer este fic.

PD: Perdon por las faltas que puedan encontar, lo que pasa es que es mi primer fic en primera persona y bueno, soy virgen en escribir de esta forma:')

Todo dicho por mi parte, como es verano, intentaré actualizar todos los lunes.

Besos, Vainilla.