El fin de la esperanza
Bleach y sus personajes no me pertenecen.
Una vez llegamos a la punta de arriba, saltamos y yo eché a correr, desesperada. Me detuve en seco. La energía de Kurosaki-kun había desaparecido. Entonces divisé algo encima de una alta columna. Allí estaban un ser que se parecía a Ulquiorra...
- Con que estás ahí, mujer- dijo Ulquiorra, mirándome. Entonces vi que tenía la cola alrededor del cuello de Ichigo. Me estaba a punto de morir de nervios. Deseé haber podido volar, ser lo bastante fuerte para matar a ese hombre que se atrevía a ponerle las manos encima a Kurosaki-kun.
Pero mi cuerpo no se movió. Solo acerté a decir:
- Pero... Kuro... ¿Saki?- murmuré, sin poder creerme que hubiese derrotado a Ichigo, clavando la mirada en ese extraño ser que parecía un monstruo de pesadilla.
- Es perfecto- dijo Ulquiorra, señalando con el dedo el pecho de Ichigo. - Observa bien, el instante en que la vida del hombre en el que has depositado sus esperanzas se extingue irremediablemente- tras decir esto, lanzó un cero justo en el centro del pecho de Kurosaki-kun.
- ¡No! - chillé. Observé, atónita, como Ichigo recibía una herida mortal. Estoy segura de que ese grito se escuchó en todo Hueco Mundo, en la Sociedad de Almas y en el mundo humano. Pero no podía pensar en eso. Toda mi mente estaba centrada en Ichigo, en aquel chico del que me había enamorado.
Un enorme agujero se formó en el pecho de Ichigo, del que brotó muchísima sangre. Supe que esa escena se repetiría en mis peores pesadillas.
- ¡NOOOOOOOOOOOO!
En ese momento, sentí como si me hubiesen arrebatado un fragmento de mi alma que no podría llenar con nada.
Ichigo calló al suelo, y yo, instintivamente, realicé el Santen Kesshun para evitar que cayera al suelo. Corrí hacia él, pero Ulquiorra realizó un sonido y apareció delante de mí, bloqueándome el camino. "¡Muévete! Tengo que ir a salvar a Ichigo..." pensé.
- No te esfuerces- dijo, con su habitual voz impersonal- Por mucho que intentes acercarte a él, con un poder de tu calibre no podrás evitar que muera.
Esas palabras me sentaron como un jarro de agua fría. Lo miré con temor, pero él no parecía percatarse.
Una flecha impactó en el cuerpo del Arrancar, que la desvió con una de sus alas negras de murciélago.
- ¡Lluvia de luz, Licht regen!- dijo Ishida, haciendo que una lluvia de flechas lloviera sobre el Espada.
Entonces, Ulquiorra e Ishida iniciaron una conversación, pero yo no les presté atención. Mi mente solo pensaba en Ichigo.
- ¡Kurosaki!- grité, llegando junto al cuerpo de Ichigo. Formé el sôten kisshun sobre él, en un último esfuerzo por traerlo a la vida.
Miré su rostro sin vida con lágrimas en los ojos.
¿Y ahora qué?
Caí al suelo, ya sin fuerzas para continuar de pie. No sé por qué... estaba convencida de que Kurosaki lo conseguiría. Que él podría vencer. Me había ilusionado con esa idea. ¿Y ahora qué?
¿Y ahora qué? Me repetí esa pregunta en mi mente de forma compulsiva. Me llevé las manos a la cabeza. Había estado tan ajena a todo que, cuando me dí cuenta, Ishida había caído a mi lado, sin su mano.
- ¡Ishida!- susurré. Estaba asustada. No sabía que demonios hacer. Ishida dijo algo que no oí, pero entendí perfectamente lo último que dijo
- Ocúpate de Kurosaki.
Ishida recibió otro golpe de Ulquiorra.
- ¡ISHIDA!- grité. Ulquiorra se había encargado de acabar con todas mis esperanzas, una a una.
¿Y ahora qué? ¿Y ahora qué, Kurosaki? No sé que demonios hacer... No tenía ni idea.
Ulquiorra caminó hacia mí, tal vez para matarme. Pero a mí ya me daba igual.
Kurosaki, Kurosaki, Kurosaki...
Ayúdame.
- ¡AYUDAME, KUROSAKI-KUN!- grité, con lágrimas en los ojos.
Entonces, el cabello anaranjado de Ichigo comenzó a crecer.
Esto está basado en el manga, espero que no me haya salido muy OoC. Que lo disfruteis!
