Caminaba nervioso por los pasillos del hospital, recordaba el camino a aquella habitación a la perfección de tantas veces que lo había recorrido pero esta vez era diferente. Estaba despierta. Le había llamado Jim diciendo que quería verle. Llegó a la puerta, se pasó la mano por el pelo y cuando iba a abrir la puerta ésta se abrió y se encontró con un cabreado Josh, que le miró con desprecio y se fue rápidamente. A él no le extrañó demasiado ese comportamiento después de como se encaró con él cuando el médico salió del quirófano, culpándole de lo ocurrido. Según Josh desapareció de su vista el escritor entró en la habitación. Cuando al entrar la vio se quedó mirándola, pensando en que casi la pierde para siempre y se dio cuenta de que había llorado. Esto le preocupó y se acercó a ella susurrándole:
Hola. ¿Cómo te encuentras?
Hola. Se sorprendió y se intentó incorporar en la cama, no quería que la viera tan vulnerable, pero al hacerlo se hizo daño y no pudo evitar hacer una mueca de dolor.
Hey, tranquila, no te muevas o te harás daño. No sabía ni que decir, estaba como en shock. La miraba y aún no se creía que estuviera viva, ahí, frente a él.
Dios, no me mires así. Debo de estar horrible. Dijo recostándose de nuevo y tapándose la cara con las manos.
¡No! Gritó, sin darse cuenta. Solo pareces cansada. Dijo algo más bajo. Y es normal, después de lo ocurrido, llevas dos días dormida. ¿Cómo estás?
Bueno. Se relajó un poco y bajó las manos hasta su regazo. Como si me hubiera pasado un camión por encima después del disparo. Intentó sonreír un poco para tranquilizar a su compañero. He tenido días peores. Siéntate, no te quedes ahí de pie.
Él se sentó en un sillón cercano a la cama y lo acercó lo más posible a su compañera. Se la quedó mirando de nuevo y se le humedecieron los ojos. Kate le miraba también y sólo quería decirle que también le quería, pero en ese momento Rick le habló.
Pensé que no te iba a volver a ver. Dijo en un susurro tan débil que incluso dudo que ella le hubiera oído, mientras parpadeaba para no verter las lágrimas que acumulaba en sus aguados ojos.
Estoy bien. Dijo, con la voz entrecortada. Mírame, está todo bien.
Sí… Kate yo… No sabía como decirle lo que sentía, no quería espantarla. Me has dado un buen susto. Le dijo intentando sonreír un poco.
Ya me imagino. Bajó la mirada hacia sus manos, que mantenía entrelazadas. ¿Cómo están Marta y Alexis. Cambió de tema.
Bien, bien, vendrán dentro de un rato seguramente. Se llevaron un buen susto también, sobretodo Alexis. Pero cuando me llamó tu padre y me dijo que estabas despierta y… Se calló.
Que pregunté por ti. Dijo sin saber si se arrepentiría de ello.
Sí. Yo, bueno, nos tranquilizamos todos al saber que estabas fuera de peligro.
Rick, quiero decirte algo. Hizo una pausa, para prepararse para lo que se avecinaba. Miró a los ojos azules que tenía frente a ella, que la miraban confusos y se dio ánimos para continuar. Cuando… cuando estaba tirada en el suelo… tu me hablaste, me dijiste que me querías. Sus lágrimas empezaron a humedecer sus ojos. ¿Lo decías enserio?
¿Qué? Rick no se esperaba para nada aquello, se sorprendió tanto que estuvo unos segundos en completo silencio sin saber que decirle y vio como Kate bajaba la cabeza, avergonzada, pensando en la estupidez que acababa de hacer. Rick se dio cuenta y con su mano, algo temblorosa le levantó el mentón para que le mirara. Claro que lo dije enserio. Sonrió mientras despacio acarició la mejilla de Kate, que le miraba llorando pero con una pequeña sonrisa.
Bien. Dijo sonrojándose y sonriendo mientras el escritor le secaba las mejillas. Cuando este acabó la miró derritiéndose con esa sonrisa que había echado tanto en falta, y miró esos ojos que eran los mismos que vio hace unos minutos tan solo pero que no le miraban igual. Yo… también te quiero. Dijo la detective, y en la cara de Rick apareció una gran sonrisa que cuando Kate la vio no pudo más que imitarla. Pero de repente, a Rick se le vino algo a la cabeza, más bien alguien.
¿Y Josh? Preguntó el escritor, algo asustado.
Hablé con él. Justo antes de que llegaras. Dijo seria. Hacía tiempo que debí dejar esa relación pero no encontraba el momento.
De acuerdo. Volvió a sonreír un poco. Se acercó a ella y le dio un dulce beso en la mejilla. Deberías descansar un poco, tendremos tiempo de hablar más tranquilos cuando estés bien.
La verdad es que estoy agotada. Dijo cerrando los ojos un momento y notó como el escritor se levantaba y abrió los ojos de golpe. ¿Te vas? Preguntó en un tono que le sonó demasiado ñoño para ella.
Pensé que necesitabas descansar, si quieres me quedo. Le dijo con una dulce sonrisa en la cara.
Por favor. Solo dijo ella y cuando Rick se volvió a sentar sonrió débilmente y cogió una de las manos del escritor entre las suyas y cerro los ojos.
No me voy a escapar, no es necesario que me agarres. Dijo bromeando.
Por si acaso. Dijo en voz baja, ya que se estaba quedando dormida y sonrió un poco justo antes de caer rendida.
