Desvelado
Capítulo 1:
Yacía tumbada en el suelo de madera, inmersa en un gran volumen destartalado de su pequeña biblioteca.
Hacía ya cuatro años que Hermione Anne Granger había terminado su séptimo curso junto con Harry Potter y Ron Weasley. Ron...
Ron ya no estaba... había muerto casi dos años antes, durante la Guerra. Había luchado como un héroe y había fallecido cómo tantos otros intentando salvar a un ser querido, su hermana Ginny Weasley.
Percy Weasley, Albus Dumbledore, Argus Filch, Dean Thomas, estos y muchos más fueron las víctimas de la Guerra, el gran desastre de la comunidad mágica.
Sin embargo la muerte más importante, la más vitoreada por un lado y la más trágica por el otro, fue la de Lord Voldemort. Después de su muerte, después de que aquel esmirriado chico de ojos verdes y penetrantes y cabello negro azabache acabara con él se olvidaron las otras muertes. Toda la comunidad mágica había escondido todo recuerdo doloroso de esa guerra y vivía liberada y feliz. Pero aquellos que habían luchado, aquellos que habían perdido una parte de su corazón en esa lucha no lo olvidarían nunca, ese recuerdo, esa pesadilla seguiría con ellos hasta el momento de su mismísima muerte.
"Plop!"
"Harry! Estoy en la biblioteca" dijo una voz adormilada y que antaño había estado llena de calidez.
El chico se dirigió a la sala y la encontró en el suelo rodeada por libros, como siempre. Era como siempre, era la cotidiano y a la vez era algo nuevo. Desde hacía dos años Hermione no era la misma, nunca se sabía que esperar de esa chica de pelo revuelto y desordenado y de ojos grandes y aburridos.
"Aún trabajando? Son las once de la noche Hermione... Deja de obsesionarte por eso... Sé que lo haces por mi pero no hace falta..." dijo él un poco alicaído.
"No lo entiendes!" Ella se puso de pie y se lo quedó mirando con una extraña expresión en su rostro. "No lo entiendes... no lo hago sólo por ti, lo hago por mí, por los Weasley, por Remus, por todos. No puedo revivir a Ron, ni a Dumbledore, ni a Poppy, a nadie. Pero con Sirius... hay una oportunidad, puede que la haya. Déjame intentarlo." Contestó la chica con suplicante ademán.
"Esta bien, esta bien" dijo Harry sintiéndose vencido. "Pero para por hoy, descansa quieres? Estoy harto de verte siempre pálida, demasiado delgada, con ojeras y exhausta. A mí también me afectó la guerra y sé que he cambiado muchísimo, pero quiero recuperarte, quiero ver otra vez a la chica que conocí en Hogwarts, a mi mejor amiga."
"Yo también te quiero Harry" se fundieron en un cálido abrazo, un abrazo necesitado, recordando viejos tiempos cuándo solían ser tres.
"Aún lo hecho de menos Harry, sobreviviré como siempre, pero Ron era mi luz." Se abrazó todavía más fuerte al chico.
Cuándo ella se calmó Harry se apartó y, con infinito cariño, le dio un ligero beso en la mejilla.
"Me voy a ver Ginny, dijo que quería verme. No olvides lo que te he dicho, vale? Cena bien y después vete a dormir."
"Si Harry... lo haré"
Después de esto Harry desapareció dejando tras de sí el eco de un leve sonido chasqueante.
Hermione no se lo pensó dos veces, y como siempre no le hizo el más mínimo caso a Harry. A lo mejor eso fue una suerte, ya que a los veinte minutos de búsqueda en ese grueso tomo de tapas descoloridas encontró la respuesta, ya lo sabía. Se quedó paralizada, con los ojos abiertos como platos, sabía cómo intentar hacer que Sirius volviera, lo sabía.
Se levantó y cogió el libro, lo depositó cuidadosamente en una mesa cercana e igual que había hecho Harry tan sólo una media hora antes desapareció, con una pequeña sonrisa triunfante acariciándole los labios.
