In The End.
----Los personajes y lugares usados en esta historia no me pertenecen a mi sino a J.K Rowling. La canción "In The End" es propiedad de Linkin Park.
Pareja: Harry/Draco, algo de Harry/Cedric y Harry/Cho; Ron/Hermione.
Advertencia: Slash.
Comentario: Bien, por fin me decidí a publicar otra historia mía, después de "Creep". Espero que les guste, aunque los capítulos son un tanto cortos...Es una historia algo vieja...
Capitulo 1: Aquel Que Ama.
Draco Malfoy noto el cambio que se había ejercido en Harry Potter al empezar el quinto año. Y solo él sabia cual era la verdadera razón del mismo. No eran como todos creían, el desafortunado incidente del Torneo de los Tres Magos, el hecho de haber visto volver a su enemigo de la muerte o el haber contribuido con su sangre a que eso sucediera. No! Nada de eso había oscurecido tanto el corazón del chico que vivió, como el hecho de ver a Cedric Diggory tendido junto a el, sin vida.
La sola idea de saber que no volvería a oír su voz suave, a ver esa sonrisa cálida, a batirse en un duelo de buscadores con el o a... a saborear sus dulces besos y acariciar su suave piel, perturbo de sobremanera al Gryffindor.
El no poder escabullirse en las noches hasta la habitación del Hufflepuff y hacerle frente a las reprimendas de este con una sonrisa infantil, hacían a Harry dejar de hallarle sentido a la vida.
Y eso le dolió al rubio, quien había seguido aquella relación como un espectador silencioso y quien veía con cada beso, que Cedric le robaba a Harry ,un poco de su ilusión romperse.
Dolió el no poder estar allí, para él cuando volvió del Cementerio y lo enfureció ver como Granger y Weasley pretendían consolarlo cuando no tenían una verdadera idea de que era lo que afectaba a Harry.
-...Malfoy? Draco!- la voz del Profesor Lupin devolvió al Slytherin al presente-. Podrías decirme que hechizo hemos aprendido?
-El...el..- Draco recordó que había recibido aquel hechizo en tercero-..Expecto Patronum.
-Me alegra escuchar que has prestado atención a mi clase.- dijo Lupin caminando a su lado, en el fondo se escucharon las risas de algunos Gryffindors-. No te preocupes tanto por el...no ahora...- le susurro Lupin.
El timbre sonó y la clase se disperso. Draco aun seguía parado allí, donde habían estado para practicar el Patronum y noto como Harry lo miraba antes de salir con sus amigos. El Profesor Lupin se acerco a el con una sonrisa.
-Me he dado cuenta- dijo Lupin-, de que ultimamente estas muy preocupado y no es bueno ahora que tienes que aprender todo lo posible para los TIMOs. Además en el momento no es necesario.
-Pu..puede asegurarme, que estará bien si no me preocupo?- inquirio Draco con voz débil.
-No.- respondió Lupin sinceramente-. Pero si lo haces ahora el no lo va a notar. Ya llegara el momento en que podrás ayudarlo y el lo agradecerá.
Pensando en las palabras de Lupin se dirigió al Gran Comedor. Tan obvio había sido, que Lupin se había dado cuenta de su preocupación por Harry? No quiso imaginarse quien mas lo habría notado.
Y como no hacerlo? Desde el principio de año no había ofendido a Harry o a sus amigos ni una sola vez y ni siquiera le había dirigido la palabra, a menos que fuese necesario.
Lo habría notado alguien en Slytherin, se pregunto mientras se sentaba en la mesa vacía de su casa. No tenia ganas de ir a la Sala Común y este era el lugar que sabia, a esa hora estaría completamente vació.
Draco saco de su maleta un block y un lápiz y los puso sobre la mesa. Intentaría por fin empezar y si era posible terminar con un dibujo que tenia en mente desde hacia mucho tiempo.
"Cho debe estar con Harry," dijo Marietta a Elisa, "No pueden despegarse por mucho tiempo."
Ante ese comentario las Ravenclaws empezaron a reír y el Slytherin las miro a todas con odio. Por que estaban en Ravenclaws si eran tan estúpidas!
Oh, si! Nuestro querido Harry Potter debe estar en estos momentos divirtiéndose con la inútil de Cho Chang.- pensó Draco molesto.
El recuerdo de Chang le hacia hervir la sangre. El solo pensar que en ese mismo instante, esa estúpida mocosa debería estar besando esos labios y tocando esa piel que no le pertenecía, le enfurecía.
Pero lo consolaba el hecho de saber, que la meta de Harry era sacar de Cho cada recuerdo, sensación, caricia o rastro que hubiese dejado Cedric en ella. Porque Harry estaba completamente convencido de que eso le pertenecía solamente a el y Cho no era digna de tener nada que le recordara al Hufflepuff.
Según rumores, el Gryffindor había hecho a la Ravenclaw sacar cada una de las fotos y todos los regalos de Cedric que habían en su habitación y todos pensaban que se debía a que no quería compartir a Cho con nadie...como se equivocaban.
Cada trazo que se dibujaba en el papel estaba cargado de su rabia y su tristeza. Cada movimiento del lápiz era una palabra ahogada por su orgullo y por la ignorancia de la gente.
Por que te sigues haciendo esto?- se pregunto no por primera vez y como siempre no encontró una respuesta que calmara el dolor.
El silencio del Gran Comedor llenaba cada rincón de su ser y por un momento pensó en hacer parte de el, disolverse para acompañar cada momento en el que el chico dorado de Gryffindor quisiera pensar a solas, acariciar su piel e inundar sus sentidos, como el silencio lo estaba haciendo con él.
Draco sonrió mientras dibujaba unas estrellas. Una sonrisa turbia. Que diría su padre si lo viera en aquella situación? Que pensaría del hijo que educo para seguir su camino, para volverse un inútil seguidor de un psicópata?
Importaba aquello? No, no importaba y no lo había hecho nunca; pues desde un principio supo que no seguiría los pasos de su padre.
Volvió a sonreír de la misma manera. Y su madre? Ella estaría de acuerdo con él, aunque no entendiese por que tenia que haberse fijado precisamente en aquel chico. Ella lo respaldaría con su vida si fuese necesario.
Pero no lo seria. No llegaría el punto en que el tuviera que decirle a su padre "Olvidalo! No matare a Potter, pues mi corazón le pertenece a él." No llegaría el punto en que tuviese que besarlo antes de partir a la batalla final o defenderlo hasta estar al borde de la muerte.
Nada de eso sucedería, pues Harry jamas se enteraría que él lo amaba.
El lápiz se rompió en dos pedazos justo al mismo tiempo en que dos lágrimas caían sobre el pergamino. A estas le siguieron varias mas. Lágrimas que desde hace dos años luchaban por salir de el...por liberarse y mostrar el dolor que aguardaba aquel joven corazón. Retiro el pergamino con manos temblorosas y con la cabeza agachada, pues no pensaba arruinar el dibujo.
Busco su varita en el bolsillo y al encontrarla apunto a los dos pedazos del lápiz. "Reparo!", murmuro y ambas partes se unieron. Volvió a guardar la varita y con la manga de su túnica se seco las lágrimas. Aquello jamas volvería a suceder.
Tomando esa decisión volvió a empacar el dibujo ya terminado y salio del Gran Comedor con la maleta en su mano.
Bueno, que le pareció? Les agradezco si me dejan un comentario...Para saber si debo continuar con la historia o si los aburre y mejor lo dejo.
Hasta la próxima
Lilith...
