CAPITULO 1: REHACIENDO VIDAS

Era una cálida tarde de verano. La puerta de la escuela estaba llena de chicos que salían de sus aulas tras escuchar la campana.

¡Kouji!¡Kouji!- gritó un chico desde dentro. Kouji se volvió, y sonrió al ver de quien se trataba. Era su amigo Takuya.

Hola, Takuya- dijo Kouji- que gusto me da verte... ha pasado tanto tiempo...-

Un par de horas- dijo Takuya, rascándose la parte posterior de su cabeza de la manera habitual- lástima que las vacaciones de primavera se hayan terminado ya...-

Lo mismo digo, pero piensa que las de verano están cada vez más cerca- dijo Kouji- ¿qué tal tu primer día de clases?-

Horrible- dijo Takuya- un día de clases jamás será bueno para mí...lo único pasable de este semestre es que Izumi está en mi salón, y me deja copiar su tarea...-

¿Porqué no me sorprende?- dijo Kouji, poniendo los ojos en blanco- ¿piensas hacer tu propia tarea algún día?-

Antes de que Takuya pudiera contestar, una voz femenina lo interrumpió.

¿Algún día Takuya hará su tarea solo?- dijo Izumi- sí, claro, el día que las vacas vuelen...-

Takuya apretó los dientes, mientras Kouji reía en voz baja.

Hola, Izumi- dijo Kouji, saludando a la recién llegada- me da gusto volver a verte-

Yo digo lo mismo- respondió la chica.

Izumi tiene razón respecto a Takuya- dijo Jumpei, acercándose al grupo con las manos en los bolsillos- no sé como ha llegado hasta la preparatoria así-

¿Cómo te va, Jumpei?- dijo Kouji.

Oh, genial- dijo Jumpei- oigan, ¿quién quiere ir a mi casa esta tarde?-

¡Yo!- dijeron Takuya e Izumi al mismo tiempo.

Lo siento, Jumpei, será en otra ocasión- se disculpó Kouji- tengo ensayo con la banda...-

Tú te lo pierdes- dijo Jumpei, encogiéndose de hombros- hace un rato invité a tu hermano, pero tampoco irá él...-

¿Porqué no irá Kouichi?- preguntó Izumi.

Tiene ensayo del coro- respondió Kouji- mi mamá quería que los dos tuviéramos alguna actividad extracurricular, pero solo Kouichi consiguió una... créeme que las opciones no me agradaron...-

Pues estoy de acuerdo que el coro puede ser muy aburrido- dijo Takuya, pensativo- ¿porqué no el equipo de fútbol?-

¿O el taller de pintura?- dijo Izumi.

¿O el equipo de esgrima?- dijo Jumpei.

No gracias- dijo Kouji- hablé con mamá y le dije que tengo suficiente con la banda...-

¿Y dónde ensayan?- preguntó Jumpei.

En la cochera de la casa de mi papá- dijo Kouji, y sonrió algo apenado- aunque puedo asegurarte que a mamá Juri no le agrada mucho el ruido que hace...-

Apuesto que preferirían tener a Kouichi en casa que a ti- dijo Takuya- sus pasatiempos no son tan ruidosos como los tuyos...-

Todos rieron.

Hola, chicos- dijo Kouichi llegando- ¿de qué hablaban?-

Del ruido que hace tu hermano en casa de tu papá- dijo Takuya.

¿Y porqué tú no formas parte de la banda de Kouji, Kouichi?- preguntó Izumi.

¿Yo?- dijo Kouichi, algo apenado- no me gusta mucho el ruido. Además, no sé tocar ningún instrumento...-

Bueno, los veré en un rato en mi casa- dijo Jumpei, zanjando el tema- iré a la sección de secundaria a avisar a Tomoki...-

Hasta mañana, chicos- se despidió Kouji.

Que se diviertan- añadió Kouichi.

Una vez que quedaron solos, los gemelos se miraron y sonrieron.

Te veré más tarde, Kouji- dijo Kouichi, tomando su mochila y echándosela a la espalda- la maestra de coro me espera...-

Hasta luego, Kouichi- dijo Kouji- que tengas buena práctica...-

Igualmente- dijo Kouichi, ya a medio camino rumbo al salón de cantos.

Kouji suspiró. La aventura en el digimundo había terminado. Ya habían pasado cuatro años desde aquel día en que los niños recibieron el llamado de Ophanimon y se dirigieron al digimundo. Los seis habían crecido, y todos cursaban la preparatoria, excepto por Tomoki, que aún era muy pequeño, y estaba en la secundaria. Todos rehicieron sus vidas, pero no se olvidaron de su experiencia en el mundo digital, y siguieron siendo amigos.

Kouji sonrió y tomó sus útiles. No bien caminó dos pasos cuando lo alcanzaron cuatro chicos de su edad. Uno de ellos tenía aspecto desgarbado y mirada arrogante. Los otros tres sonreían amistosamente.

Kouji, amigo- dijo el de aspecto desordenado, palmeando la espalda de Kouji- ¿qué tal tu día? Ya vi que te molestaban esos perdedores-

No me quejo de mi día, Hiroto- dijo Kouji- y "esos perdedores" son mis amigos, así que te agradecería que dejaras de llamarlos de esa manera...-

Ya, ya- dijo Hiroto-¿y qué te dijo tu madrastra? ¿podemos ir a ensayar hoy?-

Mamá Juri dijo que sí, pero hasta las seis de la tarde- dijo Kouji, poniendo énfasis en la primera palabra- ella y papá saldrán de viaje esta semana, y quieren dejarme en casa de mi mamá y mi hermano...-

¿Ya escucharon, chicos?- dijo Hiroto- solo nos queda un par de horas... así que apúrense-

Los cinco tomaron sus útiles e instrumentos, y caminaron hacia la casa de la familia Minamoto.

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Kouichi entró a toda prisa al aula de canto.

Señorita, lamento mucho llegar...-

... tarde- completó la frase la maestra- muy tarde, Kouichi Kimura-

Lo lamento- repitió Kouichi, algo apenado- estaba con mis amigos y mi hermano, y...-

Bien, bien, es inútil dar explicaciones- interrumpió la maestra- toma tu lugar para que por fin podamos comenzar con la práctica-

Kouichi obedeció, y la práctica comenzó.

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Buenas tardes, señora Shibayama- dijeron Izumi, Tomoki y Takuya, al abrir la puerta la mamá de Jumpei.

Buenos días, niños- dijo la señora con una sonrisa. La mamá de Jumpei era una mujer regordeta con cara bonachona, que cada vez que iban a su casa los atiborraba de dulces, pasteles y chocolates- pasen, por favor, pasen... deben tener hambre...-

La verdad no, señora, gracias- dijo Izumi.

Oh, no seas ridícula, linda- dijo la mamá de Jumpei- si se ven todos muy delgados... deberían comer mejor...-

Sí, señora- dijo Izumi.

Vamos arriba, chicos- dijo Jumpei.

Unos minutos más tarde, los cuatro estaban en la habitación de Jumpei. Tomoki y Takuya estaban enfrascados en un juego de video, mientras Izumi leía una revista y Jumpei traía bocadillos.

Extraño el digimundo- dijo de pronto Tomoki, levantando la vista una vez que Takuya venció a su personaje en el juego de video.

Yo también- dijo Takuya- extraño a Bokomon, Neemon, Patamon y los otros...-

Yo extraño todo el digimundo en general- dijo Izumi, bajando su revista y sonriendo- es un lindo lugar...-

No me digan que extrañan las peleas- dijo Jumpei.

Hasta eso- dijo Takuya, cerrando los ojos- extraño la sensación de convertirme en un digimon...-

Pues ustedes están locos de remate- dijo Jumpei, dando una enorme mordida a una rosquilla de chocolate- yo no quiero volver a ir a pelear a ese mundo...-

Los otros tres suspiraron con nostalgia.

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Las horas pasaron muy lentamente para Kouichi. En parte porque la práctica del coro se alargó, y también porque ya quería volver a su casa, pues sabía que esa semana su hermano se quedaría con él. Apenas la maestra comenzó a decir "muchas gracias por venir", Kouichi ya estaba fuera.

Kouichi corrió fuera de la escuela, tomó el autobús y unos minutos después ya estaban dentro de su casa.

Hola, mamá, ¿qué tal tu día?- dijo Kouichi.

Muy bien, hijo- dijo la señora Kimura- ¿y tú que me dices?-

Excelente- dijo Kouichi- excepto porque llegué tarde a la práctica del coro...-

Ay, Kouichi- dijo su madre- ¿y viste a Kouji?-

Sí, dijo que ensayaría con su banda antes de venir- dijo Kouichi.

Bueno, sube y arregla tu habitación, hijo- le dijo su madre- no quiero que tu hermano la vea toda desordenada cuando llegue...que parece como si un huracán hubiera pasado por tu habitación-

Sí, mamá, de inmediato- dijo Kouichi, subiendo a toda velocidad hacia su habitación. La señora Kimura sonrió.

Estos chicos...- murmuró, y se dirigió a la cocina a preparar la cena para sus dos hijos.

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Kouji tocó la última nota de su guitarra eléctrica. El otro guitarrista y el bajista lo imitaron, mientras Hiroto seguía gritando por el micrófono.

Una canción más- dijo el vocalista de la banda.

Ya basta, Hiroto- dijo el bajista- ya se acabó el ensayo por hoy-

¿Y quién eres tú para decir eso, Kaoru?- dijo Hiroto, muy enfadado.

Ya basta, chicos- dijo Kouji- Kaoru tiene razón: ya son las seis, y mamá y Kouichi me esperan...-

¿Ese debilucho que dices que es tu hermano gemelo?- dijo Hiroto- no me digas que aún lo sostienes...-

Kouji frunció el entrecejo.

Cuida tus palabras, Hiroto- dijo Kouji, mirando amenazante a su compañero.

Uy, que miedo...- dijo Hiroto- ¿y qué planeas hacer? ¿le dirás a tu madrastra que este niño malo está diciendo cosas de tu tonto hermano gemelo?-

Hiroto, basta- dijo el baterista.

Mantente fuera de esto, Satoshi- dijo Hiroto.

Cálmense todos ya- dijo el segundo guitarrista.

Tú también, Tooya, cierra la boca- dijo Hiroto.

Era oficial. Kouji y los otros miraban a Hiroto con verdadero odio.

¿Qué me miras así, Kouji?- dijo Hiroto- es verdad lo que he dicho: el tonto de tu hermano es un llorón...-

Si te refieres a hace dos meses- dijo Kouji en tono grave- mi madre estaba muy enferma, y Kouichi fue el más afectado por ello...-

No importa que excusa pongas, Minamoto- dijo Hiroto en tono despectivo- el inútil de Kouichi no llegará a ser nadie en la vida, tal y como tu madre no es nada...-

Kouji no lo soportó más y de un fuerte golpe en la boca del estómago tiró a Hiroto al suelo, totalmente sin aire.

¿Cómo te atreves a insultar a mi hermano y a mi madre?- dijo Kouji- fuera de mi casa, no quiero verte más aquí...-

Como quieras, Minamoto- dijo Hiroto, recuperando el aliento y tocándose con ambas manos el abdomen dolido- pero has de saber que sin mí tu inútil banda va a perder la competencia a falta de vocalista...-

Mejor que seamos cuatro que cinco contigo, Hiroto- intervino Tooya, pues Kouji ya estaba demasiado enfadado como para responder. Tras una última mirada de odio a los cuatro, Hiroto tomó sus útiles escolares y salió de la cochera rumbo a la tienda.

Pasaron varios segundos antes de que los chicos entendieran lo que había sucedido.

Yo...lo siento, chicos- dijo Kouji, rompiendo el silencio- por mi culpa nos quedamos sin vocalista...-

No fue tu culpa, Kouji- dijo Satoshi- mejor así sin Hiroto...-

El problema será conseguir uno nuevo- dijo Kaoru- todos los cantantes ya están en alguna banda para este momento...y el concurso es este sábado en la noche-

Tal vez... yo sé de alguien que nos puede ayudar- dijo Kouji pensativo.

¿De qué hablas?- dijo Satoshi.

Kouichi podría ser...- dijo Kouji.

¿Qué dices?- dijo Kaoru.

¿Tu hermano?- dijo Tooya- ¿estás seguro?-

Tal vez no aceptará- dijo Kouji- pero podría intentarlo. He escuchado a Kouichi en sus ensayos del coro y es realmente bueno...-

Pero es el coro de la escuela, no una banda punk- dijo Satoshi- además él...-

Espera, Satoshi, tal vez Kouji tiene razón- dijo Tooya- vale la pena intentarlo, ¿no?-

Está bien- dijo Satoshi- mañana el ensayo será en mi casa... Kouji, lleva a tu hermano, y veremos, ¿vale?-

Kouji sonrió.

Ya terminaron el ensayo, chicos- preguntó la señora Minamoto desde la puerta de la cochera.

Sí, mamá- dijo Kouji.

Hasta mañana, Kouji- dijo Satoshi- buenas noches, señora Minamoto...-

Hasta mañana- dijo Tooya.

Nos vemos- dijo Kaoru.

Los tres se fueron, dejando solo a Kouji con su madrastra.

¿Ya estás listo, Kouji?- preguntó ella.

Ya está todo, mamá- dijo Kouji- mis cosas están en mi habitación, empacadas-

Pues bájalas al auto- dijo la señora Minamoto- tu padre y yo te llevaremos con tu mamá y Kouichi...-

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¡Hola, mamá!- sonrió Kouji al llegar a casa de su gemelo, y abrazó a su madre.

Hola, Kouji, amor- dijo la señora Kimura, abrazando a su hijo- me da gusto verte...Kouichi te está esperando arriba...-

Voy para...- dijo Kouji.

Primero despídete de tus padres, cielo- dijo la señora Kimura.

Está bien- dijo Kouji algo apenado- adiós papá, adiós mamá Juri...-

Nos veremos en una semana, Kouji- dijo el señor Minamoto- espero que no le des problemas a tu madre...-

¡Kouji!- gritó Kouichi, bajando las escaleras a toda prisa- ¡ya llegaste!-

Ven a dar las buenas noches, hijo- dijo la señora Kimura.

Buenas noches, señora Juri- dijo Kouichi- buenas noches, papá...-

Te traeremos algo de Kyoto, Kouji- dijo la señora Minamoto- a ti y a Kouichi...-

Vamos arriba- dijo Kouichi, tomando una de las maletas de Kouji- hasta luego...-

Hasta luego- dijo Kouji y, tomando el resto de sus cosas, subió corriendo a la habitación de su gemelo.

Este niño...- dijo apenado el señor Minamoto- ya tiene quince años y aún sigue así...-

Gracias por cuidarlo, Maki- dijo Juri Minamoto.

¿Bromeas?- dijo ella- jamás veo a mi Kouichi tan feliz como cuando viene Kouji... y debo confesar que a mí también me hace feliz...-

Bueno, nos veremos en una semana, Maki- dijo el señor Minamoto. El matrimonio se retiró, y la señora Kimura cerró la puerta.

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Al caer la noche, Takuya y los otros volvieron a sus casas. Jumpei decidió encender su computadora. No podía creer lo que veía.

¿Qué es esto?- dijo Jumpei- ¿de nuevo?-

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Izumi llegó a su casa bostezando.

Hija, tu computadora se encendió sola- dijo su madre- creo que tienes un mensaje-

Gracias, mamá- dijo la chica. Subió, y quedó sin aliento al ver el mensaje que tenía.

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Takuya acompañó a Tomoki a su casa, y luego se dirigió a la suya. Ambos, al entrar a su habitación, descubrieron un extraño mensaje en sus computadoras personales. Un mensaje que ya habían visto antes...

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En la habitación de Kouichi, los gemelos acomodaron las cosas de Kouji. La señora Kimura había subido la vieja cama de la abuela a la habitación de Kouichi, para que Kouji se instalara ahí.

Kouji, ¿qué te pasa?- dijo Kouichi- te noto triste...-

Nada- dijo Kouji- no es nada...-

Kouichi lo miró a los ojos.

Sí es- dijo Kouichi- vamos, Kouji, te conozco...-

Tú ganas- dijo Kouji, vencido- tengo un problema, Kouichi. El vocalista de mi banda renunció, y el concurso es el sábado en la noche...-

¿Qué dices?- dijo Kouichi- que mala suerte... Hiroto era muy bueno, ¿no?-

Por así decirlo...-dijo Kouji.

Ojalá hubiera algo que pudiera hacer para ayudarte- dijo Kouichi.

Hay algo- dijo Kouji- hay algo que puedes hacer...que tú cantes para el concurso del sábado en nuestra banda...-

¿Qué dices?- dijo Kouichi- ¿yo?-

Ni modo que la reina de Inglaterra- dijo Kouji.

No sé que decir- dijo Kouichi, mordiéndose el labio inferior.

Mira, haremos esto- dijo Kouji- mañana, ve conmigo al ensayo de la banda, y cuando veas si puedes o no decides, ¿qué te parece?-

Está bien- dijo Kouichi, tras meditarlo unos segundos.

Alguien llamó a la puerta, y la madre de ambos entró con una bandeja con varios panecillos y dos vasos de leche.

Les traje la cena, chicos- dijo ella, poniendo la bandeja sobre el escritorio.

Gracias, mamá- dijeron ambos al mismo tiempo.

Y no se duerman muy tarde- continuó Maki Kimura- recuerden que mañana hay escuela...-

Sí, mamá- dijo Kouji.

No lo olvidaremos- añadió Kouichi.

Su madre salió, y los chicos tomaron la leche y los panecillos, cuando escucharon un extraño sonido en la habitación.

¿Qué fue eso?- dijo Kouichi.

Provino de tu computadora...- dijo Kouji.

Kouji abrió la laptop de Kouichi. Era idéntica a la que él tenía: su padre les había regalado una a cada uno cuando cumplieron quince años. Un nuevo sonido se escuchó. Esta vez provenía de la laptop de Kouji, la cual aún estaba empacada. Kouji se apresuró a sacarla. En ambas pantallas aparecía el mismo mensaje.

"Necesitamos su ayuda de nuevo, niños elegidos por los diez guerreros legendarios. ¿Quieren entrar? Sí o no"

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CONTINUARÁ...