El Potterverso pertenece a J. K. Rowling.

Este fic participa en el Minirreto temático de octubre para la Copa de la Casa del foro Provocare Ravenclaw.


Oscuridad

o—o

Chillas pidiendo ayuda, pataleas y das puñetazos, pero, pese a tus intentos desesperados, no consigues escapar. Una parte de ti, ésa que trata de ayudarte a mantener la calma, te susurra que la realidad está muy lejos de esa pesadilla, pero habla tan bajito que no la escuchas. La oscuridad tiene brazos, manos hechas de tinieblas que te atrapan y te impiden ver más allá.

Sollozas y vuelves a rogar, a quienquiera que te escuche, que te saque de ahí, porque sabes que tú solo no puedes huir de la negrura. Siempre has sido muy pequeño y canijo y no resulta difícil vencerte, pero eso no hace que te resignes. La oscuridad está cada vez más cerca de ti, enroscándose alrededor de tu cuerpo tembloroso y asfixiándote.

Hasta que notas una caricia en la frente. Comprendes que hay alguien ahí, alguien que te puede ayudar, y te aferras a una mano que notas cálida, aunque menos que las tuyas. Te dices que no la soltarás pase lo que pase.

—Shhh... Freddie, tranquilo.

Similar a una cuerda, la voz grave, ronca, que llega hasta ti a través de la agobiante oscuridad te lleva de vuelta a la consciencia. Abres los ojos y descubres que todo está tan negro como tus pesadillas. Aprietas la mano que sujetas con fuerza, aterrado ante la idea de que la luz nunca vaya a regresar.

Otra mano se desliza bajo tu espalda y te ayuda a incorporarte, y sin saber cómo te encuentras entre los brazos de papá, y notas el beso que deposita en tu cabeza. Sigurs sin soltar su mano, sin embargo.

—Luz—pides cuando encuentras tu voz.

Apenas unos segundos más tarde, la varita de papá ilumina tu cuarto. Te pegas más a él y escudriñas las esquinas del dormitorio, donde la oscuridad se agazapa, tratando de huir del resplandor.

—¿Mejor?

Asientes, y apoyas la cabeza en el pecho de papá, mientras la fiebre que ha traído la pesadilla te guía de nuevo al reino de Morfeo. Ya no tienes miedo.

Porque la oscuridad nunca se va del todo, pero no se atreve a acercarse si papá está contigo.