Carta a Haruhi
Una traviesa hoja salía entre sus apuntes del cuaderno de la castaña, un pedazo de papel del cual no se había percatado de su presencia, sin saber cuánto tiempo llevaba ahí. Con curiosidad la mano de la chica tomaba aquella hoja que tenía algo escrito con una letra chica pero legible, cada trazo demostraba seriedad en ellos, pero en momentos aquel ritmo se rompía con rasgos que mostraban inquietud en el escrito. Incluso en la escuela donde se encontraba unos trazos tan "perfectos" era difícil de encontrar, dándose una idea la joven de quien eran, pero sin comprender que hacia un escrito de él en su cuaderno, empezando a leer aquella hoja al saber que no contendría nada que le pudiera afectar.
El sol soy yo, ¿por qué miras a la luna?
¿Por qué miras la luna cuando puedes ver el sol? Esferoide que brilla por el reflejo del verdadero amor, ¿es que aun crees que la luz que te ilumina en las noches es realidad? cuando es solo una ilusión más del legitimo calor.
¿Es que cuando es de día te sientes tan segura que no volteas a ver quien es quien te cuida? ¿y es la oscuridad acaso tu peor enemiga que buscas cobijo bajo la ilusión falsa de una esperanza?.
Quizá sea la distancia la que hace que te olvides de mi existencia, quizá sea la seguridad que sientes a mi lado que te has acostumbrado tanto que hace que te olvides de que estoy.
Si pudiera estirar mis brazos y abarcar la noche para protegerte quizás puedas verme, que es doloroso que no reciba más que un gracias y ver como a la luna le susurras tus deseos de amor.
Colosal agonía que siento en mi corazón, el verte despertar y escuchar solo un suspiro de dolor, tristeza que abarca tu ser al ver que la luna ya no se deja ver, cabizbaja tu mirada por esa dolencia, no la levantas para ver quién es que cada mañana te espera, y cada anochecer te deja.
Solo con regocijo esperas que la luna aparezca para que con una sonrisa veas su esplendor, cuando mi amor, es la luz que la luna refleja.
Sé que portador de tus mayores deseos no seré, y tampoco participe de tus momentos de amor me dejaras ser, puesto que para ti solo soy el sol que en los días te cuida y en las noches te olvida.
He aprendido a no esperar que un día descubras quien es el que en verdad te cuida, y también he comprendido que no te puedo pedir que mires al cielo para que reconozcas mi existencia, pero si algo deseo en este mi infierno, es una sonrisa tuya, para recordar que estoy en el cielo.
Al terminar la lectura, la castaña doblaba la hoja metiéndola de nuevo entre sus apuntes, quedándose un momento en silencio viendo el cuaderno frente a ella, esbozando una tierna sonrisa, continuando con su estudio.
(Este escrito es corto pero espero que con pocas palabras se logre entender quien fue el anfitrión que escribió dicha carta, y si no puse muy sentimental a Haruhi se debe porque esa es su personalidad, espero les sea de su agrado)
