Reflexiones de una mente perturbada
A Patty que me apoyó...
HASTA EL FINAL.
"Lo que quería yo se lo di, lo que tenía se lo ofrecí. Ahora sólo tengo, malos pensamientos"
Esta es la historia, explicación y revelación de todas aquellas situaciones que me llevaron a desearle lo peor a la persona que más he amado.
I
Mi huracán llevaba tu nombre
Nota: Este ff es puramente relajado. No esperen una gran batalla entre Voldemort y el "Señor Potter" jeje. Es un ff demasiado corto para ello ;)
- El último curso- suspiró Hermione en el banquete de aquella noche. La noche en la cual comenzaba la cuenta regresiva para la despedida definitiva del Colegio y de todo lo que viví en él.
- Séptimo curso- repitió Ron comenzando a engullir todos los alimentos de la mesa -, la comida. Eso es lo que más extrañaré¿Tú no, Harry?
Me encogí de hombros. Si, la comida era buena pero no era lo que más extrañaría. Justo en ese momento, se sentaba frente a mí aquello que más echaría de menos: Ginny.
Desde segundo curso, cuando la rescaté de la Cámara de los Secretos supe que la quería pero, en ese entonces, era un muchachito de doce años, sin experiencia alguna y cuyas preocupaciones estaban muy alejadas del corazón, tratando de sobrevivir a Lord Voldemort.
El solo recuerdo de la batalla final me hace estremecer. Fue horrible el combate, la perspectiva de estar solo en ese momento tan decisivo. Recuerdo haber lanzado una maldición imperdonable al mismo tiempo que ella me llegaba a mí. Recuerdo haberme transportado con Lord Voldemort a la Nada. Estar en aquella dimensión era como estar sumergido en la desesperación total: no oía nada, no veía nada, no sentía nada. Solo niebla. Entonces, escuché su maldita risa, una carcajada limpia, de ganador. Me desconcentré pero no solté la varita. Cuando por fin mis piernas me respondieron, sentí que caía pues el suelo desapareció bajo mis pies. Entonces, Lord Voldemort apareció de nuevo. "¿Asustado? Ahora estás en mis dominios" me dijo con una horrible sonrisa surcándole el rostro. Negué firmemente aunque en mi interior estaba aterrado.
En aquellos momentos, flotaba en el aire cual pluma. Metí la mano en mi bolsillo y cogí el último Horcruxe. Lo había obtenido, junto con todos los demás, semanas después de haber terminado el sexto curso. El mismo Snape me los había dado, después de asegurarme que Dumbledore estaba vivo para después huir de allí. No volvimos a saber de él.
Con todos los Horcruxes, sólo me quedaba encontrar a Voldemort y destruir todos sus pedazos de alma frente a él pues, según los inefables, era la única manera de acabarlo para siempre.
No fue difícil ni tardío el reencuentro. Podría decirse que casi fue casual, en el Bosque Prohibido, mientras yo aprendía hechizos poderosos gracias a los Aurores que habían accedido a ayudarme.
Al llegar a la Nada, supe lo que tenía que hacer: sacar los horcruxes y destruirlos. La esperanza se apoderó de mí al ver tan fácil lo que me había estado atormentando por años. Saqué los horcruxes con cuidado, mientras trataba de perderme en la niebla y ganar un poco de tiempo (el piso había regresado mágicamente). Cuando al fin los tuve todos en el piso, busqué el traslador que me habían dado para poder regresar una vez cumplida mi misión. Me aterré al no encontrarle. Caí de hinojos para buscar entre los horcruxes, ahí estaba: pegado por un extraño magnetismo a la hilera de artefactos que llevarían a la destrucción de Voldemort. Traté de despegarlo y sentía la presencia de Voldemort más y más cerca.
-¿Qué haces?- preguntó posándose frente a mí de un salto. No respondí y me levanté.
Tenía que destruir los horcruxes de una buena vez, aunque con ellos se fuera mi traslador y yo estuviese destinado a estar ahí por siempre. La presión pudo más que el sentido común y con la mano temblando, lancé un hechizo de destrucción a los horcruxes.
Voldemort gritó y yo caí al suelo a causa del impacto de la destrucción. Luces de colores comenzaron a salir de los artefactos y el cuerpo de Voldemort comenzó a desaparecer ante mí. La cicatriz comenzó a arderme y a doler de tal manera que tuve que cerrar los ojos.
Dicen que estuve inconsciente durante días pero a mí me parece que fueron minutos. Desperté en San Mungo, topándome con la atenta mirada de la Sra. Weasley.
-¡Cielo!- exclamó saliendo de la habitación y volviendo a ella en segundos, trayendo consigo a muchísima gente.
La cabeza me seguía doliendo y tardé un poco en hablar y darme cuenta que por fin estaba en un lugar conocido. Pregunté por Voldemort. "Acabaste con él" me dijeron llenos de júbilo. Sonreí y cerré los ojos, agotado. Desperté al día siguiente, a tan solo una semana de empezar el séptimo curso.
- Deberías de decirle lo que sientes. Estoy segura de que a ella no le eres indiferente - murmuró Hermione fijándose en el embelesamiento que sufría Harry al ver a Ginny.
- Tú sabes algo- sentenció Harry mirándola inquisitivamente.
La castaña se sonrojó. Sí, sabía algo, lo obvio: Ginny estaba enamorada de Harry. Así había sido siempre, desde el primer día en que lo vio en el Andén 9 y ¾
El banquete llegó a su fin y los estudiantes acudieron a sus respectivas casas. Hermione y Ginny se rezagaron un poco de la fila.
- Lo sé, lo sé, hago lo que puedo Ginny- decía Hermione en susurros.
- Esque... bueno, perdóname. No quise presionarte. Ya mucho estás haciendo al ayudarme con Harry... supongo que no lo puedo obligar- dijo Ginny con tristeza.
- No, espera, tú tranquila... apenas es el primer día. Ya verás que lo convenzo- la animó Hermione -, Godric, del valle- dijo adelantándose para darle la contraseña al retrato.
Ginny entró a la sala común y se disponía a subir a su cuarto pues tenía que desempacar. Apenas había puesto un pie en el primer escalón cuando su mirada se topó con la de Harry. La apartó rápidamente, sonrojándose. "¿Por qué debo ser tan tímida?" se dijo alzando la vista para volverse a encontrar con el muchacho. Oh, decepción: Harry ya no estaba por ninguna parte.
Me resultaba increíble que aquel fuera mi último año. Ya tenía elegida mi carrera: auror. Y Ron lo sería conmigo, así se nos hará menos pesado... creo. El comenzar un curso sin el temor de ser atacado por un mago tenebroso es una sensación magnífica. No me preocupa morir, ni siquiera me quitan el sueño los mortífagos que andan sueltos, esperando vengar a Su Señor.
Antes, mi huracán se llamaba Voldemort... ahora, lleva por nombre Ginny.
Siento, siento, siento
Un vacío quien sabe porque
Siento, siento, siendo
Que está a punto de suceder
Y algo yo tendré que hacer
No soy de papel
Hace tiempo atrás
Te aseguro que tú eras mi huracán
La preparación para los ÉXTASIS comenzó en las aulas; con los profesores presionándonos y Hermione haciéndonos horarios desde el primer día de clases. "De esto depende su futuro" solía decirnos cuando nos moríamos de sueño a las doce de la noche, repasando apenas las clases de la primera semana "Ya dormirán mucho cuando se mueran"
- Que mórbida¿verdad?- pregunté a Ron.
- Sí... pero así la quiero- dijo mi pecoso amigo.
Reí. Antes no le entendía pero, ahora que una chica también me movía el piso, trataba de evitar presionarlo para que se hiciese novio de Hermione. Digo, no era yo el mejor ejemplo. Sentía que cuando estaba frente a Ginny, mi estupidez habitual se acrecentaba. Y eso, aunado a que Ginny parecía nunca querer hablarme, me quitaba las esperanzas. Además, estaba Ron... era cierto que en sexto curso, cuando me hice novio de Ginny por ¿una semana?, No había protestado, pero básicamente yo había tratado a su hermana sin el menor tacto. La había dejado por protegerla y, ahora que ya no tenía nada de que protegerla, temía la reacción de mi amigo.
Con todos esos temores, dejé pasar el primer mes en Hogwarts. Ginny comenzó a salir con un chico de séptimo llamado Blaise Zabini, un Slytherin, lo que hacía peor la situación. "De repente me vas a decir que andas con Malfoy" le gritaba Ron a su hermana, misma que lo ignoraba y salía de la Sala Común enfadada. En uno de esos pleitos hermano–hermana , Ron me gritó:
-¡Esto es tu culpa, Harry! Si Ginny estuviera contigo no se haría novia de cuanto chico se le pusiese enfrente.
Palidecí mientras Ron subía a toda prisa a nuestros cuartos. Las palabras de mi amigo retumbaban en mi oído. Apenas las estaba asimilando cuando Hermione llegó, se plantó con una expresión enfadada frente a mí y me gritó como si fuese mi madre:
-¡Es verdad lo que dijo Ron! Ginny está con todos esos tipos solo para olvidarte. Vete y no regreses hasta que no seas su novio.
Titubeé y la miré, retándola. No pude ganarle pues me sacó de la Sala Común a empujones y puntapiés. No intenté regresar, caminé por todos los pasillos, buscando, inconscientemente, a Ginny. La encontré después de mucho caminar, recargada en una columna mientras leía.
-¿Me puedo sentar?- le pregunté. Ella asintió sin levantar la vista -, acabo de discutir con Hermione y Ron.
-¿Ah sí?- preguntó sin prestarme mucha atención.
- Sí. Ellos... dicen que debo ser tu novio... están locos¿verdad? Es decir... no pueden obligarnos.
- Supongo que no- respondió ella cerrando el libro -, pero no creo que estén locos.
-¿Por qué?- pregunté con cautela mientras sentía como mi cuerpo me traicionaba.
Ginny estaba demasiado cerca. Se encogió de hombros y se disponía a seguir leyendo. En ese momento, supe que tenía dos opciones: Seguir ocultando lo que sentía por ella y seguir sufriendo o Declararle mi amor bajo riesgo de rechazo. Me debatía entre las dos cuando sentí el rozar de su mano. ¿Era una señal o sólo un gesto casual¿Y por qué ella no me decía nada¿Por qué no aprendí legeremancia para así poder leerle la mente?
Sabes bien, se me dificulta hacerte saber
Se me dificulta ver
Nada es de tu agrado
Sabes que te amo y no lo aguanto, no lo aguanto
No terminaba de responder estas preguntas cuando recibí otra señal, inequívoca esta vez: Un beso.
Bueno, espero que este ff les guste. Lo escribí hace unos meses, ya está terminado.
La trama consiste en la relación romántica de Ginny y Harry, pero vista de un punto diferente...no es un ff de amor, de hecho es todo lo contrario; este ff trata la otra cara de la moneda en cuanto a relaciones románticas se refiere¿qué pasa cuándo no te corresponden¿te alejas¿aguantas¿tratas de cambiar? En este ff verán lo que hizo Harry al ver su amor no correspondido.
Una tormentosa relación y las consecuencias de hacer caso a factores internos y extrernos, puede llegar a perjudicar mucho a alguien...tanto física como mentalmente.
ADVERTENCIA: Este ff no es para personas románticas ni para gente delicada e impresionable. En los últimos capítulos se desarrollan escenas que combinan algo de sadismo, lemmon y violencia. Pero pueden leer el ff hasta la mitad y luego olvidarse de él jajap, pero no olviden dejar REVIEWS!!!
Disclaimer: Ningún personaje conocido me pertenece ¬¬U, todo es de Rowling y yo soy una pobre sin imaginación que le roba sus personajes sin ganar nada...sólo un poco de satisfacción y felicidad si dejan reviews jeje.
Entre más reviews más rápido sigo¿va?
