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1. Los personajes de La leyenda de Korra le pertenecen a Michael Dante DiMartino y a Bryan Konietzko. No así la historia que es de mi autoría.

2. Dicho relato participa del desafío «Libera tu musa», siendo este el día dos: Drabble romántico. El mismo se encuentra narrado en tercera persona y se ha escogido, (para su realización), la pareja de palabras «labial / lluvia». Dichas palabras se hallan resaltadas en negrita.

3. Cualquier sugerencia o comentario pueden hacermela llegar por medio de un review o de un PM.

ven esta historia fuera de mi cuenta de mi FB, FF, wattpad, twitter o la cuenta del grupo por favor hacermelo saber. Juntos digamos NO al Plagio.


Velada para dos:

Seis de la tarde en «Ciudad República» y Opal no paraba de revolear ropa en su habitación. Nada de lo que había en su armario le parecía adecuado para su cita con Bolín.

Hacía un tiempo que salían juntos pero por razones bélicas no habían podido tener una cita normal, más allá de encontrarse para almorzar alguna sopa a las apuradas.

Y luego, al llegar la paz, Opal se había consagrado a entrenarse como maestro aire y Bolín volvía a estar a las órdenes de Lin, como seguridad de la ciudad.

Aun con todo el trabajo que tenían, habían logrado tener un sábado libro y acordado conocer un nuevo restaurante que se emplazaba en el centro de la ciudad.

Sin embargo Opal seguía indecisa respecto a qué vestir y cómo arreglarse. Pensaba que necesitaba ayuda pero no sabía a quién recurrir. Su madre quedaba descartada porque no deseaba que la bombardeara con preguntas sobre qué iba a hacer o consejos sobre cómo cuidarse.

¿Podría su tía Lin darle una mano? , «Ni loca, iba con ella» fue con lo que pensó. Es que Lin Beifong no era una mujer fácil de tratar, había que encontrarla de buen humor y eso sólo pasaba cuando Kya se encontraba cerca. Por lo que mejor no correr riesgo e ir a ver a su amiga Korra.

—Hola Korra —saludó cuando su amiga abrió la puerta—: Disculpa que te moleste pero podrías ayudarme a prepararme para mi cita con Bolín.

—Pero yo no sé de esas cosas —Se lamentó Korra haciendo pasar a Opal—: Ahh, pero sé quién puede ayudarte.

Rápidamente Korra se dirigió hacia una puerta del fondo.

—Sami, podrías darle una mano a Opal —propuso golpeando suavemente—: Necesita ayuda con su atuendo para la cita con Bolín.

—Claro, ya voy amor.

Sin tardarse demasiado, Asami salió del despacho y llevó a Opal a su habitación para que eligiera de su armario lo que quisiera.

Optando por un vestido corte oriental en verde agua y un pantalón blanco, la Joven Beifong pasó a ser peinada y maquillada por la joven Sato quien eligió un labial pastel como último detalle.

—Trata de retocarlo luego de beber o comer para que puedas disfrutar de que sea Bolín quien te lo corra —Le indicó Asami guiñándole un ojo.

Opal asintió y agradeciendo se dirigió a encontrarse con su galán. Él la esperaba engalanando un traje de chaqueta de seda china en verde oliva y fino pantalón negro; saludándola con un tierno beso en la mejilla para no arruinarle el maquillaje.

Como faltaba aún para la hora de la reserva pasearon un poco por el centro, con tanta mala suerte que la lluvia no tardó en caer sobre ellos.

—¡Oh, no! —exclamó Opal—; mi maquillaje se arruinó.

—Al natural te ves más hermosa —expreso Bolín besando los labios de su novia…