¿Qué soy yo para ti?
Tachimukai y Tsunami
Un día en la playa.
Algo muy obvio… Tsunami estaba surfeando y Tachimukai lo observaba desde la arena de la playa.
Mientras que Tsunami disfrutaba de una de sus grandes pasiones, el mar, Tachimukai estaba sentado en la arena con una duda enorme en su cabeza.
-Tsunami-san ¿Qué soy yo para ti?-Esa era la duda existencial, por la cual todo los ukes habían estado tan desconcentrados todo este tiempo.
El día pasaba y la marea comenzaba a subir, dándole a entender a nuestro surfista que ya era hora de volver al campamento.
-Hey, Tachimukai. Ya es hora de irnos –Le dijo animosamente Tsunami pero el menor no dio respuesta alguna- ¿Tachimukai?-No hubo respuesta -¿Tachimukai?-Le llamó por tercera vez y lo movió un poco, el menor asustado por el repentino movimiento dio un salto para después encontrase con la alegre mirada de Tsunami.
-Tsu-tsunami-san –Dijo dando un respiro de alivio- Lo lamento, ¿Nos vamos ya?-Dijo levantándose
-Claro –Dijo Tsunami tomando su tabla y caminar al lado del menor.
El camino pasó tranquilo, Tachimukai no hablaba por tener esa duda en mente y cada vez que miraba a Tsunami y este lo veía alejaba la mirada avergonzado.
-Esto… Tsu-tsunami-san…-Articulaba casi inaudiblemente el pequeño
-¿Qué sucede?-Dijo Tsunami con cierta preocupación
-Esto… ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro Tachi, lo que quieras –Le contestó con una sonrisa
-Bu-bueno… Esto… Yo… -Trataba de encontrar las palabras correctas para preguntárselo pero con los nervios no lo estaban ayudando- No… No es nada.
-Has estado actuando muy extraño ¿Lo sabias?
-¿E-extraño?
-Sí, has actuado muy pensativo y pareces algo distante
-No, no es nada. Solamente estaba pensando
-Ya veo
Continuaron el camino y llegaron hasta el campamento.
Se despidieron y llegó la noche.
~En el cuarto de Tachimukai~
-Tengo que preguntarle, la duda me está matando. Lo haré, le preguntaré –Se levantó de la cama y se dirigió al cuarto del peli rosa y tocó la puerta.
-Adelante –Se escuchó desde adentro
Tachimukai tragó saliva y entró.
-Oh, Tachimukai. Que sorpresa –Dijo alegre
-Tsunami-san, tengo que hacerle una pregunta –Estaba nervioso, sentía que sudaba frio y que la angustia y la curiosidad por la respuesta de la pregunta se lo comían por dentro.
-¿Qué pasa?
-Tsunami-san, ¿Qué soy yo para ti? –Dijo totalmente rojo de vergüenza pero la peor parte ya había pasado, ahora solo faltaba la respuesta.
-¿Qué, que eres tú para mí? –Repitió la pregunta y se puso a pensar –Veamos… Eres como el mar.
-¿Co-como el mar?
-Claro, el mar es muy bello, es muy fuerte y además es un buen compañero, ya que nunca te abandona.
-Tsu-tsunami-san –Dijo Tachimukai mientras de sus ojos salían unas lágrimas de felicidad.- Gracias –Fue lo último que dijo antes de abalanzarse sobre él y besarlo – Te amo, Tsunami-san –Dijo dulcemente mientras lo abrazaba
-Tachi… -Dijo impresionado. – No sabes lo feliz que me has hecho con esas palabras –Y tomó su pequeño rostro entre sus manos y lo besó, ese fue el beso que ambos anhelaban desde que aceptaron sus sentimientos.- Además, tus ojos son tan azules como el mar, y lo mejor, es que son mi mar personal.
