¡Hola! Les traigo una nueva historia de mi pareja favorita, esta vez es más atrevida que la anterior. Sé que aún les tengo pendiente la continuación de Sigo Cayendo por ti. La sigo escribiendo, esperando a tenerla completa para así no saltarme absolutamente nada. Espero que le den una oportunidad a esta nueva y espero que se diviertan mientras la leen.
Cualquier comentario o crítica es bien recibida, siempre que sea respetuosa. Sin nada más que agregar ¡COMENZAMOS! :3
CAPITULO 1: VIERNES 13. Una nueva señorita Haruno.
Mi nombre es Sasuke Uchiha, tengo 25 años y trabajo en una de las compañías más grandes del país. Desearía poder decir que desempeñó un papel importante aquí, pero simplemente soy el asistente del presidente y dueño de la misma; Kizashi Haruno. Es un hombre obsesionado con el trabajo y el dinero, no es que admire mucho su estilo de vida, aunque con esa cantidad de dinero, puede hacer lo que se le dé la regalada gana.
Entre a trabajar aquí hace exactamente 3 años, mantengo una relación amorosa con mi novia de la universidad Karin Taka, ella fue la que me consiguió el trabajo aquí. Es la secretaria de la vice-presidenta e hija del dueño Sakura Haruno. Ella es una mujer fría y algo amargada. Muy hermosa, no lo voy a negar; pero con el ceño fruncido y los labios siempre curvados hacia abajo no destaca. Que yo sepa, según lo que me dijo mi novia, está teniendo problemas con su actual pareja, el señor Orochimaru Hebi y eso es lo que siempre la trae de mal humor. Realmente es un tipo algo aterrador y parece mucho mayor que ella, pero entre ricos se han de haber puesto de acuerdo.
Las pocas veces que la he visto, se ha encargado de hacerme de menos; bueno realmente no me ha dirigido la palabra, pero ni siquiera se voltea a mirar a la persona que atropella, no gesticula ni un lo siento siquiera y eso me molesta. El hecho de tener dinero, no le da derecho a tratar a las personas como si fueran objetos. Karin me dijo que no es mala, nunca la ha tratado mal y cada vez que ella tiene algún problema, su jefa le regala dinero para solucionarlo. Sé que la señorita Haruno pago la operación de mi cuñado Juugo y que también ayudo a sacar a su hermano Suigetsu Taka de los aprietos legales en los que se encontraba, pero eso solo significa, que no tiene problemas de dar dinero a los pobres
Me dirigía a la sala de juntas, ya que el señor Kizashi me solicito que colocara todo en orden para la llegada de los accionistas al día siguiente, y en el camino me topé con un muy enojado Orochimaru. Él me empujo mientras maldecía algo que no alcanzaba a entender. Iba a ignorarlo y seguir mi camino, cuando una maldición y un leve sollozo llego a mis oídos; provenían de la oficina de la vice presidencia.
-¡Idiota! – Escucho como algo golpea la pared y luego el sonido de un cristal rompiéndose – ¡Y ahora esto! – por primera vez en 3 años, Sakura Haruno sonaba humana.
Sin darme cuenta de lo que hacía, me encontraba afuera de la puerta y ella se percató de mi presencia, cuando se acercó para cerrarla. Tenía el labial rojo corrido y los ojos hinchados, los botones que normalmente siempre estaban arreglados a la perfección, ahora estaban abiertos, dejando al descubierto la lencería negra con encajes y su pulcro cabello lacio, ahora parecía un nido de aves.
-¿Esta bien señorita? – me preocupe por ella. No creo que haya tenido relaciones con su novio aquí, ya que ella es algo cerrada y eso es muy público. Así que la otra opción que me venía a la mente era que el señor Orochimaru se haya tratado de sobrepasar con ella.
Sus ojos verdes se dirigieron hacia su escote y rápidamente se lo cerró con una de sus manos. Luego miro detrás de mí al largo pasillo y al ver que no había nadie más, me jalo del saco metiéndome dentro y cerrando la puerta con llave. Se acomodó como pudo la ropa, yo no salía de mi asombro, ella no se suele comportar así. Siempre es muy fría y distante, como si pudiera tomar al mundo con una sola mano, ahora parece… una niñita con miedo a la oscuridad.
-¿Qué escuchaste?
-Nada – supongo que se refiere a la conversación que tuvo con su pareja aquí – simplemente venía a dejar las carpetas en la sala de juntas y al pasar por aquí el señor Orochimaru – señale la puerta – salió apresuradamente.
No tengo ganas de meterme en los asuntos privados de esta familia, tengo suficiente con que me depositen mi dinero a final de cada mes. Ella se paseaba como león enjaulado de un lado a otro, por momentos decía algo en voz baja y luego se golpeaba la frente mientras negaba. No es la Vice-Presidenta que veo todos los días caminar por los pasillos ni subir a su elegante auto rojo, ahora solo parece alguien en aprietos. Fue hasta su escritorio, saco un sobre y luego me lo entrego. Sus manos habían soltado la tela, entonces el inicio de sus senos quedaban expuestos a mi vista.
-Toma esto y olvida lo que viste – tenia demasiadas carpetas como para poder agarrar también ese papel. Ella al darse cuenta de eso, lo dejo dentro del bolsillo de mi saco – no le digas nada a mi padre – no pensaba hacerlo. Tal vez sea su asistente, pero no soy un chismoso.
-Si lo que me dio es dinero, no lo necesito. Puede tomarlo de nuevo – ella frunció el ceño – de todas maneras puede estar tranquila, nadie sabrá lo que yo vi – hice un esfuerzo sobre humano para no enfocar mi vista en su sostén negro. Al ver que ella no retiraba el sobre agregue – se lo devolveré una vez que deje las carpetas, enseguida vuelvo.
Me dirigí a la puerta y maniobre con todo para poder quitar el seguro y salir del lugar. La sala de juntas estaba vacía, entonces mi tarea no fue muy complicada, tarde cerca de 30 minutos en ubicar todo y al acabar me dirigí al ascensor, pero una vez que este llego, me acorde de mi pequeño percance con la señorita y volví sobre mis pasos hasta la puerta de su oficina. Toque repetidas veces la puerta y al no obtener respuesta la abrí. Esta sin llave, así que intuyo que ella sigue por aquí. La encontré tirada en su sofá, con una botella de whisky en la mesa de café frente ella.
Es la primera vez en todos estos años que la veo así, parece derrotada, como si la vida le estuviera pasando por encima. No sé sobre que habrá discutido con ese señor, pero sea lo que sea, la dejo en este estado. Si mi jefe la ve así, estoy seguro que la regañara y no le importara hacerlo delante de toda la compañía. Varias veces se ha encargado de humillarla y ella siempre lo ha aceptado con la cabeza en alto, pero ahora no creo que eso pase.
Recogí el vaso que había dejado en el suelo, coloque la botella en su lugar y luego me asegure de que nadie entrara a su oficina. Le dije a Karin que su jefa no se sentía bien y que cancele todas sus reuniones. Ella dudo un momento, pero al ver que yo le llamaba desde el interno de la misma asintió. Si ella tomo la mitad de esa botella ahora, estoy seguro de que no podrá volver en sus cabales hasta la noche.
-Señorita – removí el cabello que cubría su rostro – Señorita levantase, si alguien la ve así ¿Qué dirán?
-¡Todosssss se puede ir al Innn… fierno! – definitivamente ya le pego la bebida.
-No está bien señorita ¿Quiere que llame a su novio para? – me sostuvo de cuello de la camisa y acerco su rostro al mío. El olor del cerezo mezclado con el alcohol me golpeo.
-¡Si prometes empujarlo del balcón shi! Jijijiji – sus labios pintados de ese fuerte color rojo me hipnotizaron, definitivamente nunca he estado tan cerca de ella.
-Vamos, levántese. Le diré al chofer que la lleve a su casa
-¡No! – ella se alejó de mi tambaleándose y luego de un segundo se dirigió de nuevo hacia el estante donde se encontraban las bebidas, me adelante e impedí que tomara de nuevo la botella
–No más, ya tomo demasiado – hizo una boca de pato bastante graciosa y luego de un berrinche algo infantil logre que se sentara en el sofá – Eso es, buena niña – piensa Sasuke ¿A quién puedes llamar? Había una chica de cabello negro que siempre venía a tomar el té con ella, ¿Cómo era que se llamaba? Karin ha de saber.
-¿Amor? – Se oía preocupada - ¿Todo bien? ¿Qué hacías en la oficina de la señorita?
-Es una larga historia, por ahora solo puedo decirte que necesito una información… ¿Karin?
-Te escucho – creo que está molesta, luego le explicare mejor.
-¿Cómo se llamaba la chica de cabello negro que siempre viene a la empresa junto a tu jefa?
-¿La señorita Hinata? – ¡eso era!
-Gracias amor, te debo una – colgué mi móvil sin dudarlo y luego tome el teléfono rosado sobre el escritorio. Tenía que pasar el dedo de ella para poder desbloquearlo y una vez que lo logre, busque el nombre de Hinata y no lo encontré, ni abreviado siquiera. Debo sacarle esa información a una inconsciente Sakura Haruno – Señorita – toque su hombro – Necesito que me diga cómo encontrar a Hinata – ella abrió uno de sus ojos y luego de reír con suavidad toca la tecla de búsqueda por voz.
-Las súper nenas – y ahí el nombre salto en la pantalla. La mire con incredulidad, ella simplemente se mordió el labio inferior y se desplomo sobre el sofá. Respire y luego hice lo que tenía pensado.
-¿Saku? – su voz era fina y agradable.
-Disculpe señorita Hinata, soy un empleado de la compañía Haruno y la señorita Sakura necesita que venga a buscarla a la empresa.
-¡¿Le paso algo?! ¡¿Qué tiene?!
-Bebió demasiado, y no quiero que nadie la vea en este estado – agradeció y me dijo que la esperara, que tardaría cerca de 30 minutos en llegar.
Acomode mejor a la señorita en el sofá y cerré los botones superiores de su camisa antes de dirigirme a mi escritorio a apagar todo. Por suerte ya no había nadie, por lo cual sacar a la chica de cabello rosado de aquí no sería problema. Una vez que termine todo, me dirigí de nuevo en el ascensor hacia el piso en el cual se encontraba mi actual problema. La encontré sentada sobre su escritorio con la botella nuevamente, solté una maldición y me encamine para arrancarle la bebida. Me coloque entre sus piernas y levante mi brazo para poder alcanzar el vidrio entre sus manos.
-¡Déjame! – forcejeo conmigo y a causa de la pelea termine bañado en un whisky de 40 años que cuesta 2.200€ - Ahora tu tendrás que ser ¡MI! vaso – retire el líquido de mi rostro y antes de que pudiera reaccionar, tenía a Sakura Haruno pasando su sedosa lengua por mi cuello. No reaccione al instante, realmente no me lo esperaba y mentiría si dijera que la sensación no era agradable. Hace meses que mi relación con Karin ha estado algo accidentada y no he tenido sexo con una mujer en más de 6 semanas.
-Se. Señorita no debería - sentí uno de sus dedos en mi boca.
-Los recipientes no hablan - ¡Joder! El hecho de ser considerado un objeto me hubiera molestado, si no fuera porque ese pequeño miembro de su cuerpo estaba causando estragos en mi cordura.
Reaccione recién cuando el aparato rosado frente a mí se encendió y comenzó a sonar Between the Bars de Elliott Smith. Me despegue de ella y fui rápidamente a contestarlo. Su amiga había llegado, gracias a todos los santos ya que esta mujer es demasiado atrevida cuando esta ebria. Recogí todas sus cosas y luego la tome por el brazo para dirigirla a ascensor y encaminarnos a la salida. El equipo de limpieza llegaría en 30 minutos y debía evitar que la encontraran en este estado. En todo el trayecto sentí sus uñas acariciar mi nuca y eso me ponía nervioso.
-¡¿Saku qué te paso?! – me abrió la puerta de su pequeño vehículo y la acomode adentro.
-La encontré así, y quería evitar que el señor la vea borracha – asintió.
-Gracias por todo y – me miro de pies a cabeza. He de estar hecho un desastre, me derramo whisky, me jalo de la camisa y del saco, además de que seguro me ha de haber manchado el cuello cuando me uso de vaso - ¿Ella te hizo esto?
-Si – ella me entrego un pañuelo y me indico donde tenía restos de labial.
-No suele tomar, y siempre pasa esto cuando lo hace – ya veo porque no bebe entonces – por favor no digas nada, y… gracias de nuevo.
-No hay de que – yo aún me encontraba parado en la puerta a lado de la peli rosada y la misma, bajo la ventanilla para tirar de mi saco y arrancar uno de mis botones - ¡¿Qué?!
-¡Es mi regalo de graduación! – volvió a hacer ese gesto con los labios que me ponía la piel de gallina.
-¡Sakura pórtate bien! – Ella se cruzó de brazos – te lo devolveré cuando se lo quite señor…
-Sasuke. Y no se preocupe, tengo un repuesto – ella asintió y se metió al auto, pisando el acelerador ni bien estuvo dentro. Definitivamente es un asqueroso viernes 13.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
Si llegaron hasta aquí gracias. Espero que lo hayan disfrutado y cualquier duda que tengan será aclarada.
El apellido de Karin, Juugo y Suigetsu será Taka. Como el equipo de Sasuke cuando se unió a Orochimaru.
Sin nada más que agregar, nos vemos en el siguiente capítulo :3
