Disclaimer: ¿Que no nos olvidemos de que Himaruya hizo qué?
Erinnerung
Francia abraza a Inglaterra y le da besitos.
—¡England si se habría quitado! —chilla el inglés y se revuelve apartándose. El galo no deja en realidad que se aparte, le aprieta contra si.
—No es verdad porque Angleterre me quiere y le gustan mis besos...
—Waaaaah
—Yo también le quiero muchoooo —intenta darle un beso conociendo los riesgos.
Inglaterra se cubre con las manos y se trata de hacer bolita. El francés le abraza para que se haga bolita contra su pecho. Bueno, vale, eso sí.
—Eres taaaaan monooooo.
—No lo sooooooy.
—Si lo eeereeees... Eres más mono que todos. Más que Suisse cuando quiere un abrazo, mírale —señala a Suiza acercándose a Austria vacilante y siendo un desastre en general.
Inglaterra saca un poquiiiito la cara para mirar a Suiza y sonríe.
Suiza se sonroja porque le ha visto... Y además Austria no le abraza de igual manera. Se cruza de brazos mirando lo que ha hecho Inglaterra, se hace un poco de bolita y se le recarga a Austria en el pecho un poquitín.
Austria, que estaba "ingorándole" leyendo el periódico, tiene que apartarlo y mirarle con una ceja levantado, sin moverse más que eso.
—¿Qué haces?
Suiza le mira y se le ponen las orejitas rojas. Se separa avergonzado.
—Nada. Sigue leyendo —murmura de espaldas a él.
—¿Ves?, tú eres más mono —asegura Francia a Inglaterra. Austria le mira un segundo, sonríe de lado y se vuelve al periódico.
—But... poor Switzerland —saca un poco más la cabeza para mirar, sin protestar a Francia, preocupado.
Suiza se recarga un poco en el asiento y mira a Austria de reojo... Y empieza a valorar que quizás no quiere tanto un abrazo. Se rasca el brazo y vuelve a mirar... Al periódico.
—¿Pobre? ¡Pero si eso es justo lo que siempre "quieres" que haga contigo! Que no te toque y te deje en paz.
Suiza se acerca un centímetro y luego otro... Y otro más. Se cruza de brazos pegando su hombro con el del austriaco.
Inglaterra mira a Francia porque él se estaba poniendo en el lugar de Suiza, no en el de Austria, quien ni siquiera desvía la vista del periódico.
—Y sí, estoy de acuerdo en que pobre... Aunque dudo mucho que Autriche REALMENTE le este ignorando —valora el francés.
—Pero si no le está mirando...
Suiza orejitas rojas mira a Austria de reojo.
—¿Sabrías hacer algo para que al periódico se le revolvieran las palabras? —pregunta Francia.
—¿Algo?
—De esas cosas mágicas que haces...
Suiza estira una maaaaano para ponérsela a Austria en la pierna y luego se arrepiente mucho mucho quitándola otra vez y cruzándose de brazos.
Austria pasa la página del periódico, aprovechando para moverse un poco.
—Pero se va a dar cuenta y se va a enfadar conmigo
—No creo que se dé cuenta si Suisse sigue ahí intentando llamar su atención.
Suiza se le recarga un poco más en el hombro, baja la mano y le roza la pierna. La quita otra vez.
De repente Canadá sale corriendo de donde esté y se abraza a Francia por la espalda porque acaba de ver un mini video como si Francia cantara Bring him home para él.
Francia pega un saltito pero no le quita en lo absoluto, mirando por encima del hombro y poniéndole una mano sobre las suyas.
—Mon petit chien...
Justo mientras Inglaterra trataba de hacer el hechizo... haciendo que se equivoque y mande uno que hace que Suiza pierda la memoria.
Suiza se lleva las manos a la cabeza sintiendo presión como si le fuera a explotar... Suelta un "Uhh" suave de dolor y se queda inconsciente como dormido con la cabeza ladeada y la boca un poco abierta
Austria frunce el ceño y parpadea volviéndose a él al notarlo, Inglaterra suelta un gritito de exclamación porque sabe que algo ha ido mal.
Francia sigue cuchicheando algo con Canadá sin enterarse.
Suiza sigue ahí con la boca como pez y el cuello algo torcido en una posición claramente rara.
Inglaterra hace para soltarse y se acerca corriendo, llamándole para ver si responde. Austria levanta las cejas al oírle llamarle, dejando el periódico de lado y girándose hacia él.
El británico toma a Suiza de los hombros sacudiéndole y llamándole por su nombre mientras Austria trata de entender.
—¿Qué ha pasado? —pregunta al inglés.
—Estaba... yo estaba intentando... él... solo quería ayudarle, algo ha ido mal. Switzerland! Switzerland!
Suiza sigue sin responder con la cabeza eh cada un poco hacia adelante.
—Hay que... Switzerland! Please! —pide—. Al menos respira, parece que solo se haya quedado dormido... Switzerland! C'mon! —pide de nuevo y se muerde el labio, mirando a Austria preocupado, quien sigue parpadeando sin entender nada, empezando a preocuparse también.
Repentinamente, Suiza toma una bocanada de aire con un sonido medio ahogado y abre los ojos levantando la cabeza.
—¿Pero qué es lo que ha...? —A Austria se le congelan las palabras en la boca volviéndose a él al oírlo.
—Ah! Switzerland! —sonríe Inglaterra—. Are you ok?
Los ojos verdes del helvético le miran con la mirada un poco perdida unos instantes, antes de parpadear un par de veces y enfocarle.
—¿Eh?
—¿Te encuentras bien? —pregunta Inglaterra preocupado, a saber que podía haber hecho, un cambio de cuerpo o haberle dejado tonto, hacer que se creyera ser un animal o quién sabe qué... al menos parece que no se ha quedado inconsciente para siempre.
—Mmm... Y-Yes...—no muy convencido se lleva las manos a la cabeza, que aún le palpita un poco.
—¿Sabes... quién eres? —pregunta obligada para descartar el intercambio, Austria levanta un poco las cejas con eso.
Suiza parpadea un poco poniéndose una mano en los ojos... Se lo piensa unos segundos encontrando la pregunta MUUUY complicada. Vacila.
—N-No...
—¿Cómo que no? —pregunta Austria frunciendo el ceño, Inglaterra se preocupa más.
Suiza se gira a la voz... Ni siquiera le había notado antes. Parpadea mirando a la cara de otra persona, vuelve a mirar a Inglaterra. Son dos personas entonces las que están ahí. Parpadea confundido y un poco angustiado.
—Voy a... voy a tener que llamar a mi madre —suelta Inglaterra.
—¿Cómo no vas a saber quién eres? —frunce el ceño Austria—. ¿Estás... bromeando? —casi ni sabe cómo es que puede preguntar eso, conociéndole.
Una madre... Eso sí sabía que era. De una madre y un padre salía un hijo. No podía recordar a su madre o a su padre tampoco. Se vuelve a girar al hombre de cabello oscuro escuchándole y volviéndose a plantear el asunto. Traga saliva al notar que no puede recordar su nombre.
—Nein —responde en alemán a la segunda pregunta.
—Nein, ya sé que no estás bromeando, era una pregunta retórica —responde tenso, apretando los ojos intentando calmarse porque Inglaterra le ha asustado.
El suizo parpadea escrutándole mientras habla... No recuerda haberle visto jamás ni le parece familiar de nada, aun cuando él sí parece saber quién es.
—Bien, veamos... ¿sabes al menos dónde estás, quién soy yo? —pregunta el austriaco y le mira fijamente.
—Disculpa, no sabía que era retórica la pregunta —indica mirándose las manos con curiosidad sin reconocerlas demasiado como suyas.
Austria le escruta, con un tono bastante duro. Suiza parpadea.
—Estamos en... —empieza con seguridad antes de notar que TAMPOCO se acuerda de eso. Mira a su alrededor notando a dos personas que están al lado del que gritaba un segundo atrás. Tampoco sabe quiénes son ni reconoce el lugar—. No lo sé. No... No lo sé —vuelve a mirar al moreno.
—Estabas aquí sentado y solo hace un momento, te has desmayado y has perdido el conocimiento... —explica.
Asiente entendiendo lo que dice, pero sin recordar nada de nada de eso.
—Y ahora... ¿no recuerdas nada?
—No lo sé —hace un esfuerzo cerrando los ojos y yendo hacia atrás en el tiempo en su mente. Pero atrás de lo del hombre gritón no había nada.
—¿Qué es lo que ha pasado? —pregunta Francia que se ha acercado con los gritos.
—A ver... sigue mi dedo con los ojos sin mover la cabeza —lo mueve de un lado a otro y luego se lo acerca un poco a la nariz.
Suiza abre los ojos y le mira, luego mira al dedo y hace lo que le pide.
—Debería reconocerte pero no lo hago —le informa Suiza infiriendo esto por la manera en que le habla. Trata de ligarlo a alguna conexión con alguien que pudiera ser...
Luego el moreno pone ambas manos en sus hombros, chasquea los dedos de una y luego la otra para ver la respuesta auditiva.
Inglaterra mira a Francia y Canadá y les explica del hechizo que cree que ha salido mal.
—Sí escucho.
Inglaterra mientras espera a que Britania responde. Britania esta en clase y con el teléfono en la mochila.
—Con ambos oídos ¿Cuánto es doce por tres? —asiente Austria.
—Treinta y seis —Suiza parpadea al notar que lo sabe. Como puede saber eso y la pregunta simple, "¿quién eres?" no poderla responder.
—¿Cuál es la capital de Schweiz? —pregunta de nuevo.
—¿Quién eres?
El moreno traga saliva.
—Soy... alguien importante, mi nombre es Österreich.
—Berna —parpadea—. Österreich es un país... ¿no?
—Ja, lo es. Uno muy bonito, ¿sabes algo de ese país? ¿En qué idioma se habla? ¿La moneda que se usa? ¿La comida típica? —propone, para ver los límites de su memoria.
Suiza parpadea pensando en ello empezando a tener dolor de cabeza.
—Deutsch —responde lentamente, notando que no sabe cómo es que sabe eso, piensa un poco más—. Está en Europa y se usa el euro, antes era el shilling... No sé lo de la comida ahora. ¿Somos de ahí?
—Nein —sonríe un poquito de lado con eso—. Yo sí, pero tú no. Tú eres de Schweiz. ¿Recuerdas algo de Schweiz?
—Schweiz... —nota inmediatamente que hay algo raro con Suiza porque aun cuando le suena el nombre cuando trata de recordar el idioma y la moneda, tiene el mismo problema que con su nombre.
—Ja, ¿recuerdas qué moneda se usa en Schweiz o en qué idioma se habla?
—No lo sé —niega con la cabeza.
—Creo que deberíamos ir a que te vea un médico —decide el austriaco preocupado.
—¿Puedes decirme como me llamo? No lo recuerdo.
—No me vas a creer si te lo digo y no creo que consigas entenderlo de momento.
Suiza frunce el ceño sin entender.
—¿Soy importante como tú?
—Ja —asiente buscando a Inglaterra.
Se preocupa pensando que quizás es... El presidente o algo así. Traga saliva porque no tiene idea de nada de nada, lo cual le parece angustiante.
—¿Cómo me llamas?
—Depende del momento. Ahora mismo, Schweiz.
—Schweiz —levanta una ceja sin que le haga mucho sentido, pensando que eso es muy frío y práctico, suspira—. Querría mirarme en un espejo.
—Espera, seguro Frankreich puede prestarte uno —Austria se levanta para acercarse a ellos tres.
—Frankreich... —susurra el suizo mirándole a ver con quien se acerca. Francia era también un país... ¿No?
—Diplomáticos. Entiendo —asiente y mira al austriaco de nuevo—. ¿Dónde estamos?
—Esto es Berlín, en Deutschland —explica Austria.
—Berlín —asiente comprendiendo que deben estar haciendo algo de trabajo... aunque el trae unos pantalones verde militar y una camiseta negra, lo cual le confunde un poco—. Tengo muchas preguntas.
—Podemos tratar de responderlas mientras esperamos —indica Inglaterra.
—Si es que hemos desestimado ya la idea de ir al hospital —añade Austria.
—¿No debería avisarle a alguien sobre esto? ¿Tengo familia? —pregunta el suizo cayendo en la cuenta de que tampoco recuerda eso.
—Ja, tienes una hermana... y será mejor que hable con ella, ciertamente —asegura el austriaco—. Y padres, pero a ellos ya se lo contaremos más adelante si vemos que la cosa no va a mejor.
—¿No tengo... ehm... esposa o... —se sonroja un poquito pero no como habitualmente lo haría—, hijos?
Inglaterra mira a Austria de reojo, quien se sonroja un poco y se levanta para ir a hablar con Liechtenstein ahora, sin decir nada. Suiza parpadea mirando a Austria y luego a Inglaterra de reojo.
—Eh... —Inglaterra vacila—. No, en realidad no estás exactamente casado ni tampoco tienes exactamente hijos.
—Bueno, supongo que es mejor así, hay menos gente involucrada en esto.
—Hmm... Mira quien no se atreve a decirle exactamente qué rol ocupa en su vida... —comenta Francia suavecito hacia Austria cuando se levanta.
—¿Aunque a qué te refieres con "exactamente"?
—¿Esta hermana que tengo es cercana? —pregunta Suiza.
Austria finge no oírle, de espaldas a ellos, sonrojándose un poquito más... es que esto sería más fácil si estuvieran solos... y aun así no se atreve porque... evidentemente ahora Suiza no le conoce y siempre existe la posibilidad de que... sin la historia común, exista un rechazo.
Vengaaa Austriaaaaa... digo si es posible, pero pero... No han pasado más de diez minutos y ya el que más confiable le parece eres tú. Venga, pero es normal que lo piense.
—Lo que pasa es que... —Inglaterra vacila al ver la reacción de Austria, quizás no quería decírselo... quizás ya no le quería o algo así y había visto en esto la oportunidad de escapar. Siente pena por su amigo por un instante, mirándole desconsolado.
Seh, claro que es normal. De hecho Austria lo piensa, Francia lo hace más impulsivamente y la vida le demuestra como Austria no estaba equivocado al pensarlo.
—Yes? —pregunta Suiza inclinando un poco la cabeza, notando que le mira con cara de "poooobre". Quizás tenía una esposa y lo había dejado... quizás había tenido un romance con alguno de ellos. Se tensa.
—Well... tu hermanita es más bien una especie de hija en realidad. No es tu hija, pero le haces más de padre que de hermano.
—Oh... ¿y por qué no la cuidan mis padres? ¿La cuido yo solo? ¿Qué tan pequeña es? —mira a Austria de reojo.
—No es tan pequeña, en realidad, pero tú... la sigues viendo como una niña pequeña —explica el inglés.
Suiza parpadea sin estar muy seguro de esta explicación, pero son tantas cosas las que no entiende que la edad de su hermanita... no es en este momento su única pregunta.
—Entonces vivo yo y cuido de una niña que no es tan niña... sigo sin entender por qué no vive con mis padres. ¿La golpeaban o algo horrible?
Austria habla con ella explicándole el caso, pidiéndole que cancele las citas de mañana y mantenga en funcionamiento los asuntos económicos como si Suiza fuera a tomarse un par de días libres por indisposición antes de venir a Berlín.
—No, vive contigo porque tus padres... no viven juntos, están como divorciados.
—Oh... padres divorciados, una hermana pequeña —asiente mesándose las sienes porque esto es complicado—. No recuerdo nada de todo eso. No recuerdo nada de nada, ni siquiera me recordaba a mí ni me parecía familiar —confiesa—, menos aún a una chiquilla o a mis padres. ¿Qué más puedes decirme que sea relevante?
—Ehm... bueno... —Inglaterra mira a Austria de reojo—. Hay más cosas pero todo es bastante complejo, quizás deberías descansar un poco, no te fuerces.
—Quizás debería ir a un doctor, podría tener una vena que se me reventó o algo así en la cabeza —indica preocupadillo—. No entiendo por qué no me acuerdo, si dicen que hace unos minutos estaba bien... ¿No me golpeó nadie?
—N-No, no en realidad... es que... lo que ha pasado es que te he lanzado un hechizo.
Suiza parpadea, parpadea otra vez y sonríe pensando que es un chiste. De hecho se ríe un poquito. Inglaterra se tensa al notarle reír. De hecho Francia le mira también de reojo porque es una de esas cosas que nuuunca pasan.
Así como se ha empezado a reír, deja de hacerlo, cohibido al ver que Inglaterra no se ríe.
—Ehm... un what?
—Hechizo. Que ha salido mal...
—Creo que no estoy entendiendo.
Austria regresa guardándose el teléfono en el bolsillo, se sienta en el banco del piano.
—No te preocupes por eso ahora, hay muchas cosas que... conocer antes.
Suiza se rasca un poco la barbilla y luego mira a Austria.
—Liechtenstein... tu hermana, está en camino, vendrá cuando acabe de ordenarlo todo.
—¿Qué ha dicho... ? Oh, bien. Danke. Supongo que será un alivio para ustedes que podrán volver a sus actividades regulares. ¿Sabe ella dónde estoy? Puedo esperarla para que me lleve al médico, quizás en mi hotel o algo así.
—Si quieres ir al médico no hace falta esperarla —responde Austria a todo eso.
—Querría... pensar un poco y ver mis cosas, tratar de recordar algo... creo que necesito unos minutos. Si alguno pudiera darme un poco de papel y una pluma, quiero anotar las cosas que sí sé.
Austria echa de menos a Italia para decirle que se lo traiga... y luego recuerda.
—Hay un bloc de notas y bolígrafos ahí, junto al teléfono —se lo señala.
—Ah... danke —Suiza le mira un instante y le sonríe un poquito agradecido antes de levantarse.
—¿Quieres que les dejemos solos, mon cher? —pregunta Francia a Austria con cierta sonrisa de lado—. ¿O quieres que nos quedemos aquí y te ayudemos a explicarle las cosas a Suisse...? Pareces estar teniendo problemas.
—No es verdaaaad! No pasóooo —dice Canadá de fondo.
—No tengo ningún problema, Frankreich. Schweiz puede pedir que le dejemos solo si es lo que quiere.
—Estoy preguntando si TÚ quieres que les dejemos solos a los dos —sonríe un poco más y mira a Inglaterra mientras Suiza vuelve al sillón no solo con el bloc en la mano, sino con su cartera y su teléfono.
—Y yo te respondo que dejo que Schweiz decida.
—Disculpen todo esto... si tienen que hacer algo más, lo entendería —Suiza vacila un instante antes de poner las cosas en la mesilla de centro en la sala—. ¿Puedo poner esto aquí?
—Ja, tranquilo —responde Austria.
Francia se acerca a Inglaterra con todo y todo haciéndole un gesto con la cabeza para que se acerque mientras Suiza se sienta en el suelo un poco agobiado eligiendo el teléfono y notando que está bloqueado con una contraseña, que no tiene idea de cuál es.
Inglaterra se levanta acercándose a Francia.
Suiza lo deja en la mesita y toma la cartera, mirándola por fuera. Es de piel, tiene en una esquina una cruz blanca sobre un fondo rojo que le parece algo conocido, pero no puede determinar qué es. Mira a Inglaterra levantarse.
—Vamos mejor a la cocina a preparar algo de comer, seguro Italy tiene algo para que puedas trastear —propone Inglaterra para Francia.
—Oui, estoy de acuerdo... —asiente el francés quien supone que Austria no le ha dicho quién es y esas cosas justamente porque están ellos. Se gira hacia Suiza al notar que mira a Inglaterra y le sonríe—. Yo soy Francis, somos vecinos y nos conocemos desde hace muchos años. Soy el novio de Angleterre. Si necesitas algo vamos estar en la cocina, llámanos y vendremos.
—¡No es verdad! ¡No es my boyfriend! —grito de rigor. Suiza levanta las cejas con eso y Francia hace los ojos en blanco.
—¿Puedes dejar de confundir a alguien que ya está confundido por no recordar nada? —protesta el francés mirando a Austria un instante antes de tirar un poco de Inglaterra.
—¡Pues... PUES! —se va detrás.
Suiza mira la escena, interesado y extrañado. Novios había dicho... qué suerte tenía el chico de los gritos, el hombre que decía ser su vecino era bastante atractivo (sesonrojaunpocoinevitablemente). El de los gritos había dicho que era de Inglaterra, ¿verdad? Extraño el modo de llamarse por su nombre, aunque el francés había dicho que se llamaba Francis... levanta una ceja.
¡No olvides agradecer a Kaarla su beteo y edición!
Bueno, no iba a publicar aun esta historia, tan cerca de Memory, pero alguien la pidió con bastante insistencia en Ask, así que las quejas a ella. de todos modos, nunca sobra AuSui con lo populares que son como pareja, así que nada. aquí un poquito de ellos :)
