Instintos
Summary: Two-Shot. —Te reconocería en cualquier parte, porque eres mi mujer… Mi hembra. — [Regalito para Kira Jaeger, en ¡Siéntate!] Adv: Lemon.
Disclaimer: 犬夜叉 (Inu-Yasha) pertenece única y exclusivamente a Takahashi Rumiko.
Advertencia: Lemon.
Pareja: InuYasha/Kagome.
Capítulo uno
犬夜叉
Sin perder tiempo, el yôkai desgarró completamente sus ropas, dejándola desnuda ante él.
Kagome dio un pequeño grito por el susto e intento cubrirse con sus brazos.
— ¿Q-Qué h-haces, I-Inu-Y-Yasha? —tartamudeó mientras él la tomaba por las caderas.
¿Qué le haría?
¿La violaría y después la mataría?
Palideció de solo pensarlo.
El yôkai olió el miedo de la chica y frunció el ceño. ¿Por qué le temía? ¿Acaso creía que iba a matarla? Si pensaba eso, definitivamente era estúpida. Él no mataría a su propia compañera.
Ella trataba inútilmente de alejarse de él, forcejeando y empujando su pecho.
—Deja de resistirte.
La voz del yôkai la alertó.
Sintió algo húmedo en su cuello e inmediatamente supo que la estaba lamiendo.
—Serás mía, perra. —susurró en su oído y ella sintió como un escalofrío la recorría. —Quiero escucharte gritar…—sintió las garras del yôkai paseándose por su espalda, dejando unas posibles marcas rojizas. —Quiero que me ruegues que te haga mía.
Ella gimió sin poder evitarlo cuando él apretó su trasero.
—B-Basta…—logró decir ella.
—Rogarás por que tome tu cuerpo.
Le lamió la clavícula y ella suspiró sin poder evitarlo.
Sin darse cuenta de cómo había pasado, se encontraba en el suelo con el hanyô, ahora yôkai, encima. La humedad del bosque en su espalda le ofrecía una sensación extraña pero agradable.
Arqueó su espalda al sentirlo lamer sus pezones.
¿Debería dejarlo continuar?
—Oh, oh, oh…—gimió arqueándose de nuevo cuando el yôkai mordió su pezón y tanteaba la zona entre sus piernas. —I-InuYasha… B-Basta… No lo hagas así…
Abrió los ojos con lentitud, sin darse cuenta de cuando los había cerrado. El yôkai estaba desnudo sobre ella, y sin poder evitarlo, se sonrojó.
— ¡Kya! —chilló cuando le abrió de forma brusca las piernas y enterraba su rostro allí dentro. — ¡E-Espera! ¡Ah!
Él la ignoró completamente y comenzó a lamer y saborear toda la extensión de su sexo. Quería verla retorcerse ante sus caricias.
— ¡Ah! ¡Ah! ¡InuYasha! P-Por favor…
— ¿Por favor qué, perra? —dijo ronco sin apartar su boca de su sexo. — ¿Acaso quieres que pare? Tu cuerpo parece decir todo lo contrario.
— ¡Oh! ¡Ah! —se arqueó cuando el pasó su lengua sobre su hinchado clítoris.
Él parecía querer embestirla con la lengua.
—Sabes delicioso, perra. —dijo separándose al fin de su entrepierna y volviendo a acomodarse sobre ella. —Toda entera. —dijo chupando uno de sus pezones.
Al sentir su lengua irritándole los pezones, ella llevó sus manos a la cabeza de él y se aferró a su cabello mientras volvía a arquearse. Sentir la lengua de InuYasha irritarle los pezones le daba una extraña pero agradable sensación.
—Parece que estás más dispuesta.
La voz del yôkai la hizo dar un respingo.
—Aprovechémoslo.
Antes de poder decir algo, sintió como el tomaba sus piernas y las abría para luego sentir algo duro y grande introduciéndose en ella, y no pudo evitar lanzar un grito por el dolor.
— ¡Duele! —chilló.
La había penetrado de golpe, hasta el fondo, y ella no pudo evitar arquearse con dolor y dejar caer unas lágrimas por sus mejillas.
Él, en cambio, gruñó al saberla suya y comenzó a embestirla son rudeza, de forma animal, dejando a flote todos sus instintos.
Kagome no pudo evitar los sonidos incoherentes que salían de sus labios. Lo que el yôkai hacía con su cuerpo era demasiado. Entre el ardor que sentía por la rudeza con la que él la había desvirgado, había un extraño calor que se concentraba bajo su vientre, el cual, de una u otra forma, la hacía sentir bien.
Cerró los ojos con fuerza, negándose a creer lo que estaba pasando. ¿InuYasha estaba abusando de ella?
No… Su conciencia estaba en alguna parte, lo sabía, sabía que él hacía lo posible por volver a tomar el control de su cuerpo. InuYasha nunca le haría daño.
— ¡Ahhh! ¡Mmpfh! ¡Oh, oh, InuYasha, ba-bahh! ¡Basta-Ahh! —lograba decir entre jadeos, mientras él seguía penetrándola hasta el fondo.
— ¿Quieres que pare, perra?
Sin saber en qué momento sucedió, él se detuvo dentro de ella. No tenía la intención de parar, eso no, pero quería que ella le rogara que la tomara.
Ella respiró agitadamente cuando él se detuvo y abrió sus ojos para poder verlo.
Verlo allí, frente a ella, en un estado tan salvaje, poderoso y dominante, hizo que un escalofrío le recorriera el cuerpo y sin poder evitarlo, se sintió insatisfecha al sentir que él no se movía.
Sería estúpido, lo sabía, pero tenerlo dentro de ella la hacía sentir excitada, a pesar de las circunstancias.
El yôkai acercó su rostro al cuello de la chica y lo lamió.
— ¿Qué es lo que quieres, Ka-go-me?
Ella abrió los ojos a más no poder.
Le había dicho "Kagome". ¡La había llamado por su nombre! ¿Podía reconocerla?
— ¿S-Sabes quién soy? ¿Pu-puedes reconocerme?
Él sacó su miembro y lo volvió a enterrar en ella de forma brusca, logrando que ella enterrara sus uñas en sus hombros.
Una risa ronca y burlona se escuchó en el ambiente. Ella pudo sentir las garras del yôkai pasearse por sus piernas.
—Te reconocería en cualquier parte.
Sintió otra embestida y cerró los ojos con fuerza, mordiéndose el labio para evitar gemir.
—Porque eres mi mujer.
Ella abrió los ojos sorprendida.
—Mi hembra.
Dio otra embestida hasta el fondo, deleitándose con el rostro desfigurado de su mujer, quien tenía lágrimas en los ojos debido a las extrañas sensaciones que ÉL provocaba en su cuerpo.
—I-InuYasha…—musitó al sentirlo moverse nuevamente.
Ya no podía más, deseaba que se moviera, que importaba si la estaba violando o no, no podría resistirse por mucho, y al oír las palabras de yôkai supo que él no planeaba matarla, él la consideraba suya, y aunque fuera solo por esa ocasión, se dejaría llevar.
Sintió como el yôkai salía de ella y gimió de disgusto.
—InuYasha… P-Por favor…
—Dime lo quieres, perra. Ruega porque te haga mía. —susurró en su oído.
—H-Hazlo…—musitó.
— ¿Hacer qué, perra? —rozó su virilidad contra la entrada de ella.
—Hazme tuya, InuYasha.
En el rostro del yôkai apareció una sonrisa maliciosa.
De un momento a otro se encontraba boca abajo, con el yôkai levantando sus caderas, dejándola arrodillada, pero con el rostro en el suelo.
Temblorosa, y sabiendo lo que él quería, se sostuvo con sus brazos.
Un grito quedó atascado en su garganta cuando él comenzó a moverse de nuevo de forma fiera dentro de ella, ahora en esa nueva posición.
—No te detengas…—fue lo único que salió de sus labios, aparte de sus jadeos, gemidos y suspiros.
Luego de eso, nada lo detuvo. La tomó como suya, se hizo uno con ella, además, lo más probable era que la mujer quedara preñada.
Sintió a la mujer contraerse contra él, mientras contenía el grito que amenazaba con escapar de su garganta, y luego el llegó junto a ella, derramándose en su interior.
Kagome se dejó caer contra el suelo, no podía sostenerse por más tiempo. Sintió el peso de InuYasha caer sobre ella y, como pudo, se incorporó para verle el rostro.
Parecía estar inconsciente, pero las marcas y los colmillos largos habían desaparecido.
—InuYasha…—tocó de forma suave su mejilla y vio como él apretaba los ojos.
Al abrirlos, los ojos ámbares del hanyô demostraban confusión.
— ¿K-Kagome?
Casi inmediatamente se dio cuenta del estado de ambos. Sin poder evitarlo, el terror invadió su rostro.
¿Había abusado de Kagome?
¿Había violado a la mujer que había jurado proteger?
¿Todo lo hizo convertido en demonio?
Sintió algo tocar su mejilla, e inmediatamente supo que se trataba de la mano de Kagome.
— ¿InuYasha?
Su labio inferior tembló, y no pudo evitar las ganas de llorar.
Había violado a la mujer que amaba.
Rápidamente se alejó de ella y se colocó su hakama.
Vio que ella tenía intención de levantarse e ir hacia él, con su haori puesto.
— ¡No te acerques!
Ella se detuvo, asustada por el mandato del hanyô.
—N-No… No vuelvas a acercarte a mí. Solo… aléjate.
犬夜叉
N/A: No tengo idea de por qué demonios decidí tomar este reto, pero… Creo que no está tan mal. Pienso hacer un capítulo más, para dejar el fic más completo, dejar en claro el porqué InuYasha se convirtió en demonio… etc.
:v
Juro que me sentí totalmente pervertida escribiendo esto x.x
Tsuki.
