Disclaimer: Nada me pertenece. De ser así, JK no sería tan rica y Ron estaría todo el día atado a la pata de mi cama.

Este fic participa para el reto especial "Primero de septiembre" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

Nota inicial: Qué mal se me da resumir... Se lo dejo dedicado a mi pichurrina, que está en la playa y la cual me anima a escribir aunque sea un "hola" en una hoja de papel cada día. Porque nosotras somos también luchadoras, Kaochi.


Luchadora


—Iremos poco a poco. Gerión, entra tú primero. Luego ya irán papá, Talos y Fay. Yo pasaré la última.

La cantarina voz de Dríade Dunbar apremió a su familia a coger sus carros y camuflarse con el entorno. El porte esbelto y elegante de su primogénito pasó por la pared entre los andenes nueve y diez sin contratiempos, seguido de su padre. La mujer asintió, viendo que todo iba según lo acordado, y solo cuando fue a avisar a su hijo mediano de que era su turno se percató de que ni él, ni Fay, estaban ahí.

Por suerte, Talos sabía bien dónde encontrar a su hermana. Siempre que acompañaban a Geri a coger el Expreso, ambos se quedaban mirando los trenes que alquilaban los equipos de fútbol muggle, imaginando las vidas de los deportistas y cómo los partidos dictaminaban sus vidas. Como en el quidditch. Aquel sería su futuro.

—¿Asustada? —Una pequeña cabeza, oculta bajo una sudadera demasiado grande, se movió al ritmo de una afirmación—.Pensaba que llevabas años queriendo ir.

—¡Y quiero! —Se quejó Fay, mirando a Talos con reproche—. Pero… ¿Y si fallo?

—¿A qué te refieres? —El chico le pasó un brazo por los hombros.

—No sé. Puedo no estar contigo. ¡O que el Sombrero Seleccionador me diga que se ha equivocado! Puede que no me guste el colegio, o que no encaje… —la voz de Fay se fue apagando y su hermano suspiró.

—¿Acaso John Slope tuvo miedo cuando se tiró a coger la snitch en los Mundiales del '86? ¿Se frenó Sylvia Warren cuando la rechazaron del primer equipo de las Avispas? No. ¿Y sabes por qué? Porque son unos luchadores, como tú. Ahora, ¿vas a dejar que algo tan insignificante como el colegio te frene o tengo que lanzarte una bludger para que corras a coger el tren?

La pequeña negó, con una gran sonrisa. Talos tenía razón: era una luchadora. Así que tenía que jugar su primer partido. Y vencer, claro. Aunque antes, estaba su madre, que debía estar enfadadísima.

—Tú primero… —musitó.

¿Qué? Los héroes a veces también flaquean.


Nota de autora:

Oh, una Kate salvaje apareció. Hola.

Tras meses y meses sin inspiración, este pequeño reto me ha traido esta ideilla a la cabeza. Tendría que haber necesitado un límite más amplio para que no quedase cacosa, pero tampoco me ha desagradado el resultado, así que espero que os guste. Lo cierto es que no tengo canon de cuando la peque llega a Hogwarts, pero, eh, sabiendo lo que quiere y admira a Talos, estoy segura de que esto ocurrió.

Poco más que decir. Espero publicar algo prontito. Algo con sustancia. (Algo que no se me ocurra mientras paso cajas de leche por una caja registradora.) Mientras tanto, gracias por leerme.