Mundo pokémon.-
Atrapando al Eevee.
(capítulo #1).
Hecho por: Joe and Celebi the time travelers.
Hoy el día comenzó siendo soleado con una que otra nube acolchonada mientras se podía admirar un hermoso color azul claro en el cielo. En el oeste de pueblo Torrente (un pueblo muy parecido a pueblo Paleta, la mayor atracción turística era el gran Santuario a Mew que se encontraban en las colinas Torrente, que los primeros pobladores construyeron a ese pokémon, pero luego hablo de eso), Joe un risueño chico de quince años que era alto, delgado, con ojos color café oscuros, cabello negro (con el copete parado), traía un pantalón azul de mezclilla (su color favorito por naturaleza)deshilachados en la parte de abajo, con un suéter de cuello de tortuga del mismo color, y una chaqueta también de mezclilla azul, tenis blancos con rayas negras en los lados. Salía de su casa muy alegre, ya que hoy era el gran día en el que iba a recibir su primer pokémon, para viajar por todas las ciudades de la liga Ether y luego ser campeón en esta, capturar todas las especies de pokémons hasta ahora conocidas en ese territorio.
El pokémon que había escogido para iniciar ese viaje era Eevee, en ese pueblo tu capturabas al pokémon escogido que se encontraba en el laboratorio del científico encargado (hacía un día una entrenadora se había llevado un Hoppip, otra un Horsea, un chico a un Pichu, y otro a Magby), estos eran los pokémon que se ofrecían en ese pueblo, junto con Eevee, todos ellos eran raros, podían convertirse en armas letales en una batalla, y fieles amigos fuera de ellas.
El chico había tenido tantas emociones de que se llegara ese día, siempre se la pasaba leyendo libros completos de pokémon, desde que había conseguido su licencia.
Antes de llegar a la casa del profesor Willis (el científico instructor, con cabello gris y una calva) él pudo ver una parvada de Pidgeys y Pidgeottos que surcaban el cielo en forma de arco, comandados por un Pidgeot. Cuando entró a la casa del profesor, este le dio una mala noticia: -Lo siento Joe el Eevee que había capturado para ti se me escapó del laboratorio, por otro lado fui a pokémopolis para visitar las ruinas antiguas dedicadas a un pokémon rarísimo, perdón pero tampoco te pude avisar para que fueras conmigo porque salí de urgencia, pero te tengo otra buena, he encontrado algunas manzanas caídas de mi hurto con marcas de colmillos encajados, y son del Eevee, creo que esta viviendo muy cerca de aquí, puedes salir a buscarlo, es posible que haya salido al bosque Fantasía-, Joe sin más que esperar gritó emocionado: -¡¡¡YUUHHHHUU!!! Un Eevee, ja ja que se cuide porque será mío-, gritaba con el puño derecho levantado.
Joe iba a empezar su viaje a esta edad porque realizaba importantes exploraciones de los pokémons con el profesor Willis y un amigo suyo, Mike, se había pasado los último seis años haciendo eso, hasta que adquirió la licencia de entrenador.
También quería despedirse de su gran amigo Mike que era rubio con el cabello rizado, más alto que él, con algunas pecas en la cara (especificando), le gustaba usar shorts.
Joe: -profesor ¿sabe dónde está Mike?-.
El científico contestó frotándose la barbilla: -Mmmm... debe estar dándole de comer a los pokémons afuera en el corral, puedes salir a buscarlo allá-.
Él salió a buscarlo al corral con emoción por su futuro pokémon.
Joe: -Hey, aquí estás, ya voy a capturar a mi pokémon elegido para viajar por todo Ether, deséame suerte-.
Mike: -¡¡Ahhh!! Es cierto, por fin me voy a deshacer de ti-.
Joe: -¿¿QUÉÉÉ??-.
Mike: -no nada, que ojalá que lo captures-.
Joe: -más te vale-. Decía algo enfurecido.
Mike: -Bueno te deseo mucha suerte de amigos, creo que yo no voy a ser entrenador, ya me está gustando la vida de criador y observaodor-.
Joe: -mmm... bueno como quieras, pero ser entrenador es lo máximo-.
Mike: -Debes apresurarte porque ya todos salieron a sus destinos-.
Joe: -Eso intento, pero no puedo salir sin mi primer pokémon-.
Se dieron un afectuoso saludo de despedida, sabiendo que se volvería a ver algún día...
Joe: -cuida bien a los pokémons que te mande-.
Mike: -Está bien, adiós... Oh no espera se te olvida una de las cosas más importantes para cada entrenador-.
Joe volteó y a un lado de su amigo estaba el profesor Willis quien traía una extraña mochila roja.
Profr. Willis: -El pokédex…-
Joe abrió una pequeña minicomputadora de lado a lado.
Profr. Willis: -Que es una enciclopedia computarizada la cual te da mucha información de los pokémons, que tipo son, sus evoluciones, donde anidan, recuerda es tu identificación, y por lo tanto no la puedes perder-.
El chico vio el pokédex quien dijo: -Hola mi nombre es Dexter o Pokédex, pertenezco al entrenador Joe Raian del pueblo Torrente, mi trabajo es brindarle información clara, verdadera, reciente y actualizada a este entrenador para que realice bien su trabajo, si me necesitas, sólo tienes que hacer que mi lente detector este en contacto con el pokémon a analizar o puedes usar los botones blancos de tu derecha para buscar al pokémon deseado en mi memoria, cerrando procesador de entrada o identificación-.
Joe cerró su pokédex guardándolo en el bolsillo derecho de su chaqueta y buscó más cosas dentro de la mochila, tal parecía que ella estaba más grande por dentro que por fuera.
Sacó luego cinco pokébolas.
Profr. Willis: -¿Suipongo que ya sabes que es eso?, bueno, pero estas pokébolas son diferentes, son pokébolas reforzadas-.
Joe: -Y ¿cuál es la diferencia?-.
Profr. Willis: -pues que con estas pokébolas puedes capturar a un pokémon más fácilmente-.
Joe: -¡Aaaahhh!-.
Nuestro amigo más al fondo encontró un reloj algo grande de color negro con una pantalla redonda desplegable.
Joe: -y ¿esto qué es?-.
Profr. Willis: -eso es el "pokétalk" es una obra maestra mía, de Oak y Elm-. Decía con estrellitas en los ojos (*_*).
Profr. Willis: -es un traductor pokémon. Si lo mantienes encendido, y la computadora oye un ruido pokémon ella muestra en la pantalla lo que significa-.
Joe: -¡¡¡qué emocionante!!!. Bueno no me retraso más, tengo que conseguir a ese Eevee-.
Y salió al campo abierto tras el magnífico sol para lograr una de sus primeras tareas.
Una vez le pasó una cosa muy extraña a la edad de cuatro años, como a cualquier niño normal le gustaba molestar a los Beedrills, y ese día él se encontraba lanzándole piedras a uno de sus panales, cuando los pokémons enfurecidos salieron de su escondite para hacerle pagar lo que había hecho, encajándole cada uno de sus puntiagudos y venenosos aguijones. Eran miles y cada vez salían más de esos pokémons de la nada viendo que el peligro lo acechaba se echó a correr (pero un niño de cuatro años no puede tener muchas ventajas) detrás sintió un intenso viento que corría velozmente, cuando volvió la vista hacia delante pudo observar a un pokémon con figura de león, este sorprendido se quedó viendo (O_O) color marrón, de su cara colgaban largos mechones de pelo del mismo color quien le dijo: -¡¡SUBE!!-, con voz plena y gallarda, nuestro amigo recuperándose de la emoción se trepó en su espalda, quien huyó de allí dando grandes zancadas junto con el niño quien le decía mientras se sujetaba de la espalda del pokémon: -¿cómo te llamas? ¡¡¡eres muy rápido!!!-. Joe pensaba que iba a recibir una expuesta cuando lo bajara, pero cuando esto sucedió el pokémon le dijo: -debes tener más cuidado, si necesitas ayuda o estás en peligro sólo grítame y no le cuentes a nadie lo que te sucedió hoy-, a lo que añadió el curioso niño volteando a otra parte: -pero, no me has dicho tu nombre-. Volviendo la vista al lugar donde se situaba el pokémon, pero este ya no estaba, algunos días había intentado llamarlo, pero no regresaba, él nunca mencionó lo de la criatura extraña y lo guardó en secreto al paso de los años. Y lo recordaba mientras caminaba con paso firme.
Recordó que su mamá le había dado algo parecido a un reloj de color azul.
FLASHBACK.
Mamá: -ten hijo, esto es un pokégear, tiene las aplicaciones de reloj, mapa, radio y celular digitales, mantenlo encendido porque te voy a llamar muchas veces al día para ver cómo estás, ¿está bien?-.
Joe: -OK-. (-_-U).
FIN DEL FLASHBACK.
Lo sacó de su bolsillo y marcó el número de su casa.
En la residencia Raian, la señora Raian estaba lavando los trastes y tarareando una canción cuando... ring, ring, ring; el videoteléfono comenzó a timbrar, ella corrió a contestarlo, y presionando un botón grande y rojo apareció la imagen de su hijo en la pantalla que le decía: -mamá ya voy a capturara a ese Eevee, salí del laboratorio del profesor Willis y estoy en el campo abierto-.
Mamá: -en serio, hay hijo te deseo mucha suerte te estás convirtiendo en todo un hombre, estas creciendo... bla, bla, bla, bla-.
Joe (Y_YU): - si mamá gracias pero tengo que apresurarme ya todos los entrenadores salieron de pueblo Torrente, adiós-.
(sonido de tono de colgado del teléfono).
Mamá: -¡¡¡ESE MUCHACHO NO TIENE MODALES!!!
Él ya había recibido instrucciones de cómo capturara un pokémon sin necesidad de debilitarlo con otro, sino arrojándole tan sólo una pokébola, y con las pokébolas reforzadas que le entregó el científico, no había duda de que o podría atrapar, el problema era encontrarlo lo más pronto posible.
Siguió caminando cuando de pronto vio unas huellas dibujadas en el lodo, que según el pokédex coincidían a las de un Eevee. El lodo aun estaba fresco así es que este no debía de estar muy lejos.
En el campo abierto podía ver árboles gigantescos, plantas que él jamás había visto de todos colores, se acercó a un pequeño árbol donde había cerezas grandes, el lente azul del pokédex se encendió, y este comenzó a hablar: -Cereza, una fruta deliciosa, muy especial que restaura las energías gastadas de un pokémon, también puede sanar heridas-. Joe arrancó ocho cerezas y las guardó en su mochila para reanudar su travesía.
Tras él se oyó un ruido de movimiento de pasto, volteó rápidamente, pero sólo era un Pidgey que se elevaba y soltaba plumas al hacerlo.
A través de camino Joe encontró una manzana con dos pequeños agujeros (marcas de colmillos), supuso que eran las del pokémon que buscaba, pensó que no debería andar muy lejos ya que la manzana no estaba oxidada, así es que se apresuró, ahora volteaba a todas partes y revisaba tras arbusto, en huecos de árboles, detrás de piedras, y en lugares en los que este podría ocultarse.
El día llegaba a la tercera hora después del mediodía, el sol estaba en todo su esplendor, y el calor no faltaba en ese ambiente, tanto que sus axilas comenzaron a segregar ese líquido maloliente. A pesar de que faltaba poco para que llegara la primavera, la tierra aun no tenía pasto (esos lugares eran hermosos por su vegetación), los árboles no estaban llenos de hojas, las plantas aun no daban nuevos retoños, aquellas tierras faltaban de naturaleza y hermosura. Algunos días el clima descendía de una manera increíble.
Joe sacó una hamburguesa de su mochila y comenzó a comer...luego de media hora de terminársela tiró el papel en los arbustos, se paró para empezar nuevamente la búsqueda, y se dio cuenta de lo que había hecho (tirar el papel) se regresó para recoger el papel y lo guardó en el bolsillo derecho de su pantalón.
Cando, lejos de donde había comido se oyó un sonido, -¿Uuuii?-, su pokétalk tradujo: -¿Aaahh?-, volteó pero no había nada más que el paisaje, pero él pensaba: -Ese sonido sólo lo pudo haber emitido un Eevee-.
4:50 P.M.
El chico encontró un nido hecho de ramas, en el cual había tres manzanas, dos con marcas de colmillos, él iba a tomar una para revisarla, pero, de pronto algo lo embistió fuertemente por la espalda, tan fuerte que él cayó bocabajo llenándose la cara de polvo sí era un Eevee, tenía un gesto maligno, y decía: -Uuuuii, uii, uuui, ui (vete de aquí, este es mi hogar)-, luego el pokémon hizo un mirada maliciosa, sus enormes ojos negros se tornaron a un rojo brillante (este ataque sirve para ahuyentar al enemigo). Joe sintió temor (ya que es lo que la mirada causa) pero sabía que tenía que atraparlo así es que se armó de valor para enfrentarlo, trató de lanzarle una de sus pokébola, pero la esquivó con un ataque rápido por la izquierda, cuando el pokémon hacía este ataque se vieron muchos Eevee a la vez que luego iban desapareciendo, Joe tomó la pokébola del suelo, cuando el pokémon logró que el chico estaba agachado para hacerle un ataque de arena, el cual le cayó en los ojos, causándole un intenso dolor, luego de cinco minutos (en los cuales Joe se trataba de quitar la arena), el Eevee logró embestirlo de nuevo tumbándolo, luego este (el Eevee) se subió al pecho de Joe (porque estaba tirado) e iba a rasguñarle la cara, cuando atravesó el brazo derecho para protegerse haciendo que Eevee se lo rasguñara irremediablemente, mientras el chico gritaba, el pokémon saltó hacia atrás bajándose de su pecho y quitando las garras de su brazo mutilado y sangrante, (sin duda era un pokémon muy rudo, perfecto para la actitud de Joe, se convencía cada segundo más de que lo quería capturar).
Cuando una luz verde extraña emanó de la nada deslumbrando a los dos, hacía que le crecieran flores y pasto a la tierra húmeda, frutos a los árboles; extrañados vieron cómo la luz desaparecía de pronto no logrando localizar lo que originaba aquel resplandor, mientras el Eevee se preparaba nuevamente para atacar, dijo: -Uuuii, uuui, uui, uuiii (eres un humano tonto jamás me vas a poder atrapar)-, causando el enojo de Joe mientras se le arrugaba el entrecejo y gruñía en silencio, dijo: -verás que sí lo podré hacer-, tomó hojas secas del suelo y se las lanzó al pokémon haciendo que este se distrajera, levantó la mano y lanzó de nuevo la pokébola, la cual se abrió y encerró al pokémon. La pokébola comenzó a parpadear, hasta queb por un instante dejó de hacerlo, pero nuevamente volvió a moverse, hasta que por fin el pokémon quedó dentro de la pokébola, provocando la emoción de el chico mientras gritaba: -¡¡¡SÍÍÍ!!! Logré capturarlo, ¡¡¡YUHHUU!!!-. mientras bailaba como egipcio.
Joe: -por algo el profesor me dijo que eran pokébolas reforzadas, porque facilitaban que un pokémon quedara atrapado-.
Aunque al principio no se llevaron bien la culpa que sentía Eevee por lo que había hecho, logró que terminaran siendo amigos durante el camino.
Joe llevó a la casa su nuevo pokémon, sus padres estaban muy orgullosos de él, aunque su mamá estaba preocupadísima el brazo rasguñado de su hijo con una venda. El profesor Willis y Mike también lo felicitaron, mientras el investigador (profr. Willis) le aplicaba una vacuna antirrábica al pokémon y al chico.
Juntos (Eevee y Joe) vieron el hermoso ocaso en el techo de su casa, los últimos rayos del sol iluminaban a todo el pueblo (se divisaba una hermosa vista desde allí arriba) al igual que la cara del chico y el pokémon que lo admiraban con una sonrisa, mientras el cielo tenía un tono rojizo, muy especial, el pokémon se subió a las rodillas del entrenador cuando empezó a hablar: -Uuuii, uuui, uuuiii, uuiii, uui, uuuuiii, uiiii, uuuiii, uuii, uuuiii, uuii, uiii, uuui, uuuii, uuiii (jamás había compartido esto con un humano, siempre he estado sólo, mis padres fueron capturados con redes por unos entrenadores siniestro vestidos de color negro cuando yo era tan sólo un cachorro, yo logré escapar gracias a un Raticate que vivía cerca de nuestro nido-.
Se pasaron toda la noche viendo las estrellas, hasta que la mamá de Joe les habló para que cenaran.
Ya tarde nuestros dos amigo se fueron a dormir, Eevee se acomodó en los brazos de Joe , mientras el pokémon movía la cola coquetamente con los ojos cerrados, Joe concilió el sueño hasta las dos de la madrugada, ya que no podía creer lo que había vivido ese día, -a partir de mañana Ether será mío-, en eso Eevee abrió los ojos y dijo: -Uuii, uuii, uuui, uiii, uui (por favor perdóname por los rasguños que te hice pero es que tenía que defenderme)-, Joe viendo la preocupación del pokémon le dijo: -no te preocupes, además ya no me duele mira...-, dijo mientras agitaba el brazo lastimado, cuando sintió un agudo dolor y con ojos de balón de básquetbol gritó: -¡¡¡AAAUUUU!!! (_¡¡¡)-, mioentras Eevee se reía un poco,su entrnador le preguntó: -Hey, Eeevee ¿que crees que haya sido esa luz que vimos?-, - Uuuiii, uuii, ui...uuuiii (no lo sé pero...es muy raro)-, -¡¡¡LO DESCUBRIRMOS LUEGO!!!... ahora hay que dormir-, mientras Eevee se cayó de la cama de cabeza, como en las caricaturas japonesas (-_-¡¡).
La luna se reflejaba por la ventana con un brillo nacarado. Luego de una hora de dormir entre sueños Joe decía: -es hermoso el mundo pokémon-.
¿Qué desafíos encontrarán nuestros nuevos amigos?
¿Cuántos pokémmon capturará Joe?
¿Cuántas cosas compartirán ellos dos?
Descubre emoción, aventura suspenso y más en el siguiente capítulo de Mundo Pokémon.
Esta historia continuará...
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Hola después de hacer unas mejoras a mi fanfic estoy aquí de nuevo trayéndoles más emoción, ojalá les haya gustado, manden reviews por favor, y cualquier otro comentario a: slave4u99hotmail.com.
Bye...!!!
