Bueno, los personajes no pertenecen a mi mente creadora, son de las CLAMP y no escribo esto con fines de lucro si no de diversión y porque es un regalito para mi amiga Sammy. Todo es AU osea que las cosas que yo pongo nunca nunca de los nuncas pasaron en realidad jeje.

UN DESTINO ENCADENADO A TUS DECISIONES

Kamui caminaba por las calles de Tokyo con las manos metidas en los bolsillos, con el alma silenciosa... pensando en aquella proposición que le había hecho Kakyo en sueños hacía ya algunas semanas. Había perdido a casi todos en tan pocos días, que se sentía un poco perdido y desorientado, como si estuviera pasando su tiempo en el lugar equivocado.

Las hojas de los árboles se mecían lentamente, todas hacia una misma dirección: el oeste.

¿Qué si se marchaba a América?. Aún recordaba las palabras de Kakyo.

-América te ofrece algo diferente, una nueva oportunidad... Kotori te ama, siempre lo hará, pero no puede volver y no puedes vivir de recuerdos toda tu vida. Tienes que encontrar por quién luchar, todavía hay un destino encadenado a tus decisiones...

No entendía bien a que se había referido Kakyo, pero lo mejor sería averiguarlo.

Todo dolía y talvez de esa forma se mitigaría su insoportable dolor.

Regresó al pequeño departamento que se había alquilado hacía apenas unos meses y al llegar echo un rápido vistazo a todas sus cosas, no era mucho, no tardaría en empacar, compraría su boleto y se iría la próxima semana, no pensaba esperar más.

Cerró los ojos e intentó dormir pero lo único que logró fue volver a aquellos recuerdos de siempre, los recuerdos de muerte.

Despertó envuelto en sudor frío y decidió no volver a dormir. Ya no quería soñar con Kotori.

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Mientras tanto, al otro lado del mundo Samantha Söhle observaba el patio empedrado de su colegio preguntándose cuándo sería el momento en que pudiera abandonar ese tedio. Estaba harta de observar a Alejandro de lejos y de aguantarse las ganas de correr hacia él y decirle que seguramente hacían la pareja perfecta, ¿porqué no intentar?...pero no, no tenía el valor.

¿Había algo más allá de lo que sus ojos podían ver? O simplemente el mundo era tal como se lo habían mostrado. Punto. Y ella no era más que una de esas piezas que se mueven a la misma velocidad todos los días y hacia los mismos lugares, para hacer las mismas cosas.

Lo más emocionante que le había pasado últimamente había sido un sueño, el sueño más extraño desde hacía mucho tiempo.

Había un hombre, vestido de blanco, con una belleza extraordinaria, y de temple tranquilo, increíblemente hermoso, su cabello rubio caía sobre sus hombros y sus ojos reflejaban paz y ternura, aunque también tristeza. Recordaba que le había dicho que su nombre era Kakyo. Luego le había dicho en un susurro que su vida iba a cambiar, un giro radical e inquietante, pero que tuviera cuidado, que no todos los cambios son buenos.

Y a había tocado el timbre de salida, Samantha arregló sus cosas y casi no prestó atención cuando Alejandro pasó a su lado dirigiéndole una mirada furtiva, estaba demasiado concentrada pensando en el sueño y en Kakyo.

Algo le ardió en la muñeca.

-Perdón, te he lastimado.

Le dijo Anna, su mejor amiga apretando en la mano izquierda algo muy pequeño, la herida de Samantha sangraba, se miró la muñeca y vio la marca de una extraña figura.

-¿Con qué me hiciste eso?

-Te iba a enseñar algo que me encontré pero te moviste y te rasgué...mira.

Dijo abriendo la mano y enseñándole un pequeño anillo con forma de dragón.

-Está hermoso!

Exclamó Samantha perdiendo la vista en el diminuto anillo.

-Lo vi tirado debajo de tu banca, mientras tú cavilabas sobre Alejandro, creo... ¿es tuyo?

-No.

Respondió Samantha, rápido.

-Bueno- le dijo Anna encogiéndose de hombros- no pienso investigar quién ha sido el tonto que lo dejó, es tuyo, de mi para ti-dijo mostrándole a su amiga una sonrisa.

Samantha lo tomó y lo observó más de cerca, del otro lado del anillo estaba grabado otro pequeño dragón, debía ser un anillo muy valioso, pero se preguntaba que haría si alguien lo reclamaba, Anna seguramente no diría nada, pero ¿y ella?. No. No lo devolvería.

Se lo puso en el dedo anular de la mano izquierda, la mano del corazón y salió del salón atrás de sus amigas.

-.-.-.--

Cuando amaneció en Tokio, Kamui seguía despierto observando ensimismado el techo de la habitación.

Hacía mucho tiempo que no tenía noticias de los Dragones de la Tierra y deseaba con todas sus fuerzas saber que había sido de ellos, quería encontrar a Fuma, quería salvar a Fuma, pero de repente había parecido como si la Tierra se los hubiera tragado.

Un destino encadenado a tus decisiones

Eso había dicho Kakyo...¿y si era el destino de Fuma el que estaba encadenado a él? Entonces talvez aún había una oportunidad.

Se levantó y se vistió, sumergido en sus ideas, luego salió, entró a una agencia de viajes y compró su boleto a América.

Se iría en 3 días.

Regresó a su departamento y comenzó a empacar. No la avisaría a nadie, porque nadie se había tomado la molestia de irlo a ver en todo este tiempo, estaba solo, porque parecía que la mundo no le importaba su vida si no era algo que tuviera que ver con la Batalla Final., ninguno de sus conocidos lo había buscado, así que no creía que lo echarían de menos si de repente se enteraran de que se había ido a América. Talvez dejaría una nota para Sorata y que la encontrara cuando se dignara a ir a verlo.

Pero no dejaba de inquietarse ¿Dónde demonios estaban todos?

¿Porqué tenía que estar tan sólo?

Había veces en que sólo deseaba ir a reunirse con Kotori y con su madre.

Pero si el destino de otros dependía de él, entonces no podía dejar todo de lado.

Se dejó caer en un sofá y cerró los ojos, dejándose vencer por el sueño.

Se encontró de pronto en una pequeña isla rodeado de aguas azules y a su lado apareció Kakyo.

-¿Te vas?.

Le preguntó. Kamui se quedó callado unos segundos.

-Si, en 3 días. Kakyo..

-¿Si? -El destino que está unido a mi, ¿es el de Fuma?

Kakyo se quedó en silencio, como midiendo sus palabras. Luego volteó hacia Kamui y le sonrió.

-El de Fuma y el de muchos otros Kamui, ya deberías saberlo, pero no me refiero a ese tipo de destino...

-¿entonces?- preguntó Kamui confundido.

-Ya lo descubrirás, no tiene caso que te diga todo ahora, Kamui, sólo deseo ayudarte un poco.

Kamui rió.

-Quiero despertar.

Declaró Kamui pensando que en realidad no le ayudaba demasiado.

-No te estoy deteniendo.

Le respondió el rubio. Kamui despertó pocos segundos después.

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Bueno, hasta aquí el primer capi ¡Reviews porfa! Sammy espero que te guste y dejes review!!¡¡ Bueno, un besote a todos.