PREFACIO
-estas tan grande ya cariño, parece ayer cuando solo eras un bebé… y ahora 15 años ya. Estoy vieja
- no seas exagerada mamá, aun sigues siendo la mujer más hermosa que vi en mi vida
- por eso te amo tanto – sonreía Rosalie – Tu y Anthony son mi vida absoluta
- ¿y papá? – ella trago en seco. No podía hablar sobre él, no con su hijo, no ahora.
- estaba pensando en hacer un viaje – ella tomo una gran bocanada de aire – a Forks, solo por unos días, quiero tener unos momentos con mi hermano, lo necesito. Siempre lo necesite, durante toda mi vida fue él mi gran sostén, y cuando se fue, mi vida se desmorono.
- mamá, no sabía que lo extrañabas tanto y menos que te sentías así, ¿acaso no sos feliz con papá? ¿El no te ayuda?
- no me malentiendas. Soy muy feliz…
.
.
- se nos hizo tan corta la luna de miel. Me hubiese gustado extenderla – le decía Bella a su marido mientras le daba un rápido beso en los labios.
Bella no podía dejar de pensar en lo que la gitana que se había cruzado durante su viaje le había dicho.
"¿Tu marido? – La gitana se echo a reír en la cara de Bella – ese hombre está destinado a otra mujer, como tu estas destinada a otro hombre – Bella volvió a pensar nuevamente en Edward – Cuando la niña deje de ser niña y crezca, volverá, y la vida de tu marido dependerá de esta joven, ella será la gravedad en su mundo, no tendrá ojos para nadie más. Y tu – la señalo despectivamente – no serás nada para él, solo un obstáculo."
