No quería apegarse, sabía cómo funcionaban las cosas. Te encariñabas con algo y si lo perdías, mas enorme era tu dolor, tal vez, es por eso que a medida que pasaban los años, el círculo de Tony se redujo.

Quizás, por eso, no le demostraba afecto y siempre quería que este fuera del peligro.

No era solo por su edad, no era solo porque era un chico, aún si lo llamaba así. Era porque sin quererlo se había encariñado con el muchacho, ese que tenía un admiración reflejada en sus ojos cada vez que lo miraba y un brillo de inocencia en los mismos.

Era difícil no quererlo. Era como un cachorro que te seguía a todas partes aun si le decías que no. Puede ser que así lo pensó en un principio, pero después sin evitarlo. Esos sueños anhelando un hijo, eso, solo ocurrió después de conocerlo.

Peter Parker era como un hijo.

Si, lo era. No era un protegido, no era un polizón, no era solo un chico. Era como un hijo para Tony Stark.

Uno, que iba a desaparecer ante sus ojos, sin que nada pudiera hacer para evitarlo. Lo sabía cuando escucho sus palabras: "Señor Stark, no me siento bien"

Su voz sonaba temerosa, desconcertada.

"No se... que esta pasando..."

"Estas bien..."

Pero no lo estaba. "No" Es la única palabra que su mente pudo procesar, mas no dijo nada. "Él, no" Inevitablemente, eso le iba a ocurrir también a él. Sin importar lo que él desea, lo que él quiera.

Lo recostó en el suelo, cuando sus piernas ya no pudieron sostenerlo, cuando cayó encima suyo, su mirada reflejaba puro miedo, sus palabras eran una súplica desgarradora, un pedido imposible.

"No quiero ir..." "No me quiero ir" "No quiero irme"

Sus ojos mirándolo, esperando algo que no podía darle. Seguía aferrándose a él, sin dejar de observarlo, sus ojos cristalizados.

"No quiero irme… señor Stark, por favor…"

Sin embargo, luego dejo de mirarlo así, como aceptando la verdad. Su mirada se volvió tranquila aceptando el hecho.

Tony no sabía que prefería, que siga rogando o que lo mire con esa calma apremiante. Su cuerpo iba desapareciendo y él seguía mirándolo, quería decir algo; unas últimas palabras que quedaran impregnadas en la mente de él, en esos segundos que quedaban, pero ahí estaba él, no queriendo que sean las últimas palabras y muchos menos los últimos segundos.

Así que no dijo nada.

Nada importante, nada que valiera la pena, nada, salió de sus labios.

"Lo siento"

Susurró Peter al desvanecerse, volviéndose cenizas que viajaron con el viento, ya no quedaba rastro de él, aún si con su mano quería atrapar algo, pero no quedaba nada.

Se había ido con una disculpa como creyendo que le había fallado.

"Así tenían que ser las cosas" El Doctor Stranger le había dicho antes de convierte en cenizas y fundirse con el aire. ¿Por que? Cuestiona en su interior, sonando impotente, furioso.

Tony cierra los ojos, no quiere ver más como están desapareciendo a su alrededor, aunque ya todos los que deben hacerlo, ya lo hicieron. Quedando la alienígena y él.

Siente sus pestañas mojadas y una imagen en su mente, el recuerdo de esas palabras aún latentes.

"No me quiero ir"

Esa suplica desgarradora, de tan solo un chico, no rogando para quedarse en la pelea, no para estar al borde del peligro, no para estar combatiendo a su lado. Solo deseando vivir.

"Esta vez, quería que te quedaras"

Pero, él, se había desvanecido... como todos los demás.