Tienen muñecas. De ella. Bueno, de Bella Swan, pero se parecen un poco a Kristen si tuerces la vista. Se siente extraño comprar una, como si fuera una especie de acosador, pero no es que la vaya a poner en su cama o dormir con ella en su almohada. Abrazarla contra su pecho, como si fuera la de verdad.

La de verdad está en Italia ahora mismo, mientras que él está... aquí. ¿Es esto "casa"? No está exactamente seguro, porque las cosas han cambiado y la vida ha acelerado su ritmo y de repente, joder, es famoso. No lo malinterpreten; le gusta la fama. Se para y se saca fotos con todo el que quiera una, ha firmado miles de cosas, desde fotografías a la palma de la mano de alguien. Esto es lo que siempre quiso.

Los ojos están mal. De la muñeca, eso es. Sí, es sólo una muñeca, no es Kristen, pero los ojos parecen casi amarillos, como si Bella ya fuera una vampira. Como si ni siquiera hubiera tenido una oportunidad nunca; fue hecha así.

Nadie parece darle a Jacob Black una oportunidad, tampoco.

Taylor frunce el ceño, acostado sobre su estómago con las manos bajo la barbilla. Mira a la muñeca, éste es uno de esos raros momentos de descanso en los que no pasa absolutamente nada, y siente como que es de otra vida. Hace un año, había que salir a almorzar con Edi y Rob y quizás Nikki - y Kristen. Por lo general, Kristen.

Su tristeza se profundiza, si eso es posible. Sí, sabe que es estúpido. Sí, él sólo tiene diecisiete. Sí, ella es lo suficiente mayor que él. Sí, le gusta lo bastante (es decir: mucho) que el hecho de que ahora probablemente esté besándose con Rob (¿en el set o afuera?) le parece asqueroso e injusto.

Estar lejos de ella, le hace actuar y sentirse todo deprimido, como un perro viejo tendido en el suelo que no sabe qué hacer consigo mismo.

Su padre comenta sobre eso una vez, entrando al cuarto para encontrarlo mirando el techo. Le pregunta que está haciendo. Como si lo supiera. Taylor mira fijamente a su papá por un momento y se encoge de hombros.

Como que es una mierda que gustarte una chica pueda básicamente cambiar tu personalidad. Él no es ese tipo de chico. Se supone que es "el feliz". Al menos, así lo había creído.

No es que no sea feliz. No es desgraciado, ni nada, porque, definitivamente, no es de ese tipo. Hay un verdadero significado detrás de todas sus sonrisas, y él se mantiene lejos de las palabras huecas. Todo el mundo bromea con que todavía es nuevo en esto; pronto lo corromperan.

Le gustaría quedarse así como está igual, gracias. Tal vez menos eso de gustarle Kristen.

Bueno.

Bueno, no.

Cubre los ojos de la muñeca-Bella-Kristen con un pañuelo sobre la cabeza – solo se vuelven mas creepy cuanto mas los mira – y coge el teléfono. Se tira sobre su espalda, sosteniendo la cosa sobre el. Quizas la llamará, le preguntará si sabe que ha sido inmortalizada en plastico. Ella probablemente se reira, y el tambien, porque sera mas gracioso cuando ella lo sepa. Le gusta reirse con ella, hacerla reír; está tan seria todo el tiempo, es como...

Espera.

Dos llamadas perdidas, un mensaje de texto.

Ni siquiera lo habia oido sonar, y ahora se siente un poco tonto.

Son todos de Kristen.

de vuelta en LA, dice. que onda?