Capítulo 1
En un complejo de apartamentos cerca de la Universidad de Tokio, una pareja de chicos estaba acostados en la cama, acaban de hacer el amor por 4° vez y uno de los jóvenes de nombre Sousuke Yamazaki, tenía 25 años, alto y de amplia contextura física, de cabello corto color marrón oscuro, ojos cían caídos y por lo general está con el ceño fruncido o su mirada indiferente.
Mientras practicaba natación, él usaba trajes de baño largos negros con marcas blancas y grises.
Sousuke miraba a su amante que al igual que él, venía de la pequeña ciudad de Iwatobi y este respondía al nombre de Haruka Nanase, que para sus amigos le llaman Haru.
Haru suele tener una personalidad fría, no es de las personas que suelen mostrar sentimientos o ser enérgicas y alegres, a pesar de eso gusta de la compañía de sus amigos y aunque no se note se preocupa por su bienestar y los alienta a nunca rendirse.
El chico Nanase dormía felizmente usando el pecho de Sousuke como almoada, quien iba a pensar que cuando se conocieron, ellos se llevaban como el perro con el gato.
Sousuke acariciaba el cabello de su pareja y sonreía, a pesar de la actitud fría, dormía tranquilamente.
"Y pensar que todo empezó, en el festival Splat Fest" – recordó el Yamazaki.
Recuerdo de Sosuke
— ¡Deja de entrometerte entre Rin y yo! – de dije molesto ese día.
Pero de alguna manera después del festival, arrastre a Haku a mi casa, no supe cómo ni por qué lo hice, lo único que se ocurría era advertirle a Haku de otra forma que no se metiera con Rin.
¿Quién iba a pensar que eso fue el desarrollo de este torbellino que revolvía cada uno de nuestros pensamientos, sentidos y reacciones? – recordó.
Recuerdo que mis manos se deslizaban con una fluidez sobre el cuerpo de Haruka, ese día me dijo que mis manos eran como el agua de la regadera que serpenteaba por cada rincón de su cuerpo, con una profundidad intensa, pero una calma que la complementaba.
— Siempre creí que tu cuerpo sería tan frío como tu actitud, Nanase— esa fueron mis palabras, no sé qué fuerza diabólica o divina, me impulso, no sé porque, pero algo dentro de mí me decía que lo hiciera, pero en ese mismo instante Haruka cerró los ojos al sentir mis filosos dientes clavarse en su fino cuello, su cara ardía y se le dificultaba respirar. .
"-¡Sousuke¡" – dijo Haru bajito.
Iba a soltarlo, pero él me lo impidió
"No….no me sueltes….por favor…se siente tan bien ser tu presa, mi tiburón" – dijo Haru aun con los ojos cerrados.
Después de un rato lo solté y el se atrevió a abrir sus ojos para encontrar esa vista llena de aquel sentimiento que catalogo en un principio como odio, pero ahora mismo… dudaba de la propia etiqueta que le había puesto, yo pensaba igual algo dentro de mi nació, no sabía qué pero en las profundidades de mi mente, quería que Haku fuera solo mío.
Yo me relamía los labios sintiendo una sed que no podía calmar, su garganta rugía por la necesidad de un líquido refrescante y Haku sentía lo mismo y entonces Haku miro que en la comisura de mi boca salía un hilo la saliva, removió sus brazos y apoyo sus palmas para alzarse y unirnos con un beso.
No entendía que me pasaba, dentro de mi boca había una mezcla de sabores que ni el agua salada tenía, era un dulzor adictivo, una calidez indescriptible…
Haku entrelazo sus brazos mi cuello y me acostó en la cama junto a el ,no entendía si era odio, no comprendía si le agradaba, no tenía sentido… pero se dejaría arrastrar.
Sousuke observo el cuello de Haku, a pesar del tiempo, la marca de sus diente estaba ahí.
"Creo que ese mordisco fue el comienzó nuestra relación" – pensó el Yamazaki con una sonrisa.
Continuara…
