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El viendo era frio, calaba en los huesos tan profundo como mil cuchillos, no había esperanza en ese preciso momento, no había nada. El dolor amainaba en su frágil pecho, se comprimía y se expandía tan rápido que su corazón apenas alcanzaba a seguirle el ritmo, no podía respirar… la oscuridad lo absorbía todo, su feliz y soleado día… su hermoso y tan esperado día… ¿Por qué todo resulto así? Ella solo cometió el error de desear algo en su día especial… Nunca tendría nada propio, se juró la joven niña, nunca desearía nada, afirmo con su tembloroso cuerpo, sus cabellos azulados cayéndole a los costados y su fleco tapando sus interminables lágrimas… ¡Jamás volvería a desear nada! Se prometió en un silencio sepulcral...

La idea de saber que ya no la iba a ver dolía tanto que apenas la concebía su pequeña mente, sus enormes ojos plateados veían a su alrededor como deseando que le dijeran que era mentira y que su madre se volvería a levantar, pero todo a su alrededor le era ajeno, gente corriendo por los largos pasillos blancos, entrando y saliendo desesperadamente con cosas, manchados de lo que ella, quería creer, era pintura roja, familiares de ella llorando sin parar, todo era extraño, sobreentendía todo pero aun así algo no hacía "clic" en su cabeza; pensaba estaba viendo una película de acción, de esas donde la heroína se levanta sin rasguños; así que contra todo pronóstico ella espero pacientemente a que su mamá se levantara como esas heroínas.

Pero nunca paso, su madre nunca se levantó y ahora ella estaba de pie delante de una caja extraña con su mama "dormida" dentro, por más que levantaba sus frágiles bracitos para intentar llegar a ella no podía… nuevamente la escena a su alrededor le era ajena, no sabía porque los adultos no le hacían caso de despertar a mamá, no sabía porque nadie la veía a la cara, no entendía porque nadie sonreía, no entendía porque estaban ahí y no festejando su cumpleaños con el pastel que mama había preparado para ella… La pequeña solo quería que despertaran a su mamá, pero nadie lo hizo.

Por la noche, cuando todos ya se habían ido, ella lloro porque aquello que le era ajeno la alcanzo y en un momento de soledad entendió todo, Mamá ya no va a regresar se dijo en un susurró lastimero Tienes que ser fuerte Hina trataba inútilmente de darse ánimos…

Fue en ese momento de la noche, con el viento helado que le calaba en su frágil cuerpo, que ella deseo no haber sido tan insistente con su madre de salir a pasear para ir por unas florecillas silvestres al bosque cercano a su casa, fue en ese momento que se juró no tener nada que le perteneciera de modo que así ya no sentiría nuevamente ese dolor, ¿Podría alguien culparla? ¿Cómo explicarle a una niña que no tuvo la culpa? ¿Cómo decirle que todo fue un accidente?

Su ya de por si tés pálida había perdido más color con el pasar del día y la indiferencia de los adultos, en secreto y sin que nadie lo notara ella se culpada de la muerte de su madre, sin que nadie le dijera nada, sin que nadie le reclamara… ella era responsable en su corazón de haber perdido a su madre. Sin que nadie lo notara no habían perdido una persona, habían perdido dos… la joven y alegre niña, la risueña niña de mamá y papá ya no era más que un simple saco de carne, ese día ella prometió sobrevivir sin molestar a nadie más, sin que nadie se diera cuenta de su dolor… Sin desear absolutamente nada…