La práctica matutina marchaba como de costumbre. Comenzaba a hacer calor ya que los días de verano se acercaban y Maki empezaba a sentir que le sobraban capas de ropa. Con un suspiro se quitó la chaqueta para quedarse en manga corta y fue a dejarla con el resto de sus cosas. Al pasar entre sus compañeras notó que alguien le rozaba el brazo y no le hubiera dado mayor importancia de no ser porque al girarse vio que quien estaba ahí era Nico. Simplemente se habían chocado porque Maki no estaba prestando atención de por donde iba y se había acercado demasiado a la otra chica mientras esta hacia sus ejercicios. Su corazón se saltó un latido por la sorpresa y se maldijo a si misma por no haber tenido más cuidado. De repente estaba nerviosa y lo peor era que no sabía por qué. Vio como Nico le lanzaba una mirada molesta y se apresuró a seguir su camino pero aun así pudo oír la voz de la más mayor a su espalda.

-Mira por donde andas ¿quieres? ¿Es que aun vas dormida?

Maki no se dignó a contestar pero lo cierto era que bien podría haber sido esa la razón. Ella no era una persona mañanera, por la noches prefería quedarse despierta hasta tarde porque le gustaba trabajar en su música en ese momento. Sentía que durante esas últimas horas del día estaba más inspirada y despierta y le gustaba aprovecharlo. Sin embargo aquello tenía un precio, le costaba horrores levantarse por las mañanas y tardaba varias horas en ser una persona enteramente funcional. Esto hacia que muchas veces no pusiera todo el empeño que debiera en aquellas practicas antes de clase. Cosa que no pasaba desapercibida para cierta super idol a la que le encantaba reprochárselo cada vez que podía. Al volver a su sitio dio un pequeño rodeo para evitar pasar de nuevo por su lado. Pasaron los minutos y el pequeño encontronazo quedo en el olvido. Ejercicio tras ejercicio la práctica continuó pero ya que aquello no requería demasiado de su atención no pudo evitar desviarla hacia Nico de vez en cuando. La mayoría de las veces era sin querer y ni se daba cuenta pero de alguna forma su mirada siempre acababa sobre la morena. Cada vez que ocurría se obligaba a mirar hacia otro lado, siendo consciente de lo extraño de su comportamiento. En alguna ocasión se encontraba con la mirada de la otra chica y la vergüenza hacia que el rubor le cubriera las mejillas.

Nico por su parte no había dejado de pensar en el momento en que habían chocado.

"Siempre igual. ¿Habrá algún día en que se tome la práctica en serio? Encima viene a desconcentrarme. Como si yo no tuviera nada mejor que hacer que mirarle esa cara tan… tan…" En ese momento se dio cuenta de que se había quedado mirando a la pelirroja en la distancia y que precisamente no eran insultos con lo que continuaba la frase que tenía en mente. Por suerte la otra chica no se había percatado de su pequeño embobamiento. "…esa cara de idiota." Nico se corrigió a tiempo. Por desgracia, no consiguió quitarse de la cabeza a Maki. Podía verla perfectamente desde donde estaba y eso no ayudaba. La piel de la chica brillaba bajo la luz del sol. La camiseta que llevaba le quedaba bastante holgada por lo que en algunos ejercicios, durante unos pocos segundos, la tela se levantaba y Nico podía ver el vientre plano de la pelirroja. Cada vez que pasaba se quedaba con ganas de ver más. Cuando se dio cuenta de esto sintió un nudo en el estomago. No podía evitar mirar todas aquellas partes de Maki que parecían tan perfectas. No encontraba otra palabra. La chica se decía a si misma que aquello era producto de la envidia. En otras circunstancias nunca hubiera reconocido sentir envidia de nadie, ella iba a ser la idol numero uno del país, su cuerpo estaba bien tal y como estaba y no necesitaba compararse con nadie. Sin embargo, en aquel caso prefería pensar eso que aceptar la verdadera razón. En el fondo sabía que Maki había despertado en ella algo que nunca había sentido antes pero se negaba a aceptarlo. Había encerrado todos esos pensamientos extraños bajo llave y jamás verían la luz del sol. A lo largo de la práctica pilló varias veces a la chica mirándola. "¿Se ha dado cuenta de que la observaba? ¿Estará pensando cosas raras de mí ahora? ¿Qué voy a hacer si me dice algo?" Se estaba poniendo nerviosa por momentos y las posturas que hacia la otra a causa de los estiramientos empeoraban todo cada vez más. "¿Lo está haciendo aposta? ¿Se ha dado cuenta y se está riendo de mi?" Nico empezó a sentirse mal. Necesitaba salir de allí cuanto antes. Por una vez estaba deseando que empezaran las clases y tener otra cosa en la que pensar. Estuvo tentada de excusarse diciendo que tenía que ir al baño pero no podía dejar que aquello afectara su entrenamiento. Cuando por fin Eli las reunió para dar por finalizada la práctica, Nico se apresuro a recoger su bolsa y bajó a toda prisa las escaleras.

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Eli leía por enésima vez aquella hoja de apuntes en su descanso para comer. Aquel día tenían varios exámenes y le hubiera gustado haber tenido más tiempo para estudiar.

-Elicchi~~…

Sabía perfectamente a quien pertenecía esa voz sin necesidad de mirar, así que no lo hizo y siguió leyendo.

-Oye Elicchi…

-¿Qué?

Aunque contestó no levanto la vista del papel. A los segundos notó como unos dedos presionaban en sus costados buscando zonas sensibles y haciéndole saltar en la silla.

-No me ignores.- La voz de Nozomi estaba llena de reproche fingido y la cercanía con la había sonado la pilló por sorpresa. La chica le había hablado directamente al oído, se había colocado a su espalda y la abrazaba desde detrás, con la cabeza apoyada en su hombro.

-Nozomi, estas demasiado cerca.

Con un suspiro de resignación, la recién llegada se aparto y se sentó en la silla que estaba delante de Eli.

-Sí, ya lo sé… en el colegio no.

Las dos llevaban saliendo desde hace más de un año pero tenían un acuerdo mutuo de no mostrar su amor en público. En especial en clase y mucho menos delante de sus compañeras de μ's. Rindiéndose, la rubia dejó los apuntes y miró interrogante a la otra.

-¿Y bien?

-¿No te parece que Nicocchi está un poco rara hoy?

-Mmm… puede. Más bien diría que lleva unos días rara.- No pudo evitar dirigir su vista hacia el lugar de Nico, donde la chica estaba sentada. Tenía los brazos sobre la mesa y la cabeza apoyada en ellos. –Tal vez sean los exámenes. Ya sabes cómo es ella con el estudio.

-No lo creo. Mis clases particulares han hecho milagros. Además, mis cartas me dicen que es algo diferente, algo sentimental.

Sacó su baraja a modo de confirmación aunque la rubia no pudiera entender el significado de ellas. La otra por su parte levantó una ceja mostrando algo de interés. No es que le emocionaran los cotilleos pero si era una de sus amigas de la que estaban hablando por supuesto que le interesaba. Nozomi contuvo una pequeña risa al ver que Eri estaba algo sorprendida.

-¿En serio no te has dado cuenta?

-¿De qué?

-¿Es que soy la única que se ha fijado? Si es súper evidente.

-Nozomi, deja de hacerte la interesante y dilo ya.

-Llevan semanas comiéndose con los ojos la una a la otra, ¿cómo es que no lo has visto?

-Espera ¿qué?- "¿A Nico le gusta una chica?" Aunque ella misma estaba enamorada de otra chica sabía que no era lo común, por lo que aquello le pilló por sorpresa. "¿Alguien de clase quizá?" Escaneó rápidamente la sala intentando encontrar posibles. "No puede ser de clase, prácticamente solo habla con nosotras dos. Un momento, ¿es alguien del grupo? Tiene que serlo pero… ¿quién? No creo que sea ninguna de las de segundo y de las de primero…" Por fin se le encendió la bombilla y vio clara la respuesta. Con un pequeño grito ahogado golpeó la mesa y se puso en pie. -¡¿Es Maki?!

Nozomi la agarró de la muñeca y tiró de ella para que se volviera a sentar. –Ssshhhh.- Las dos miraron hacia donde estaba Nico con temor de que las hubiera oído. La vieron girarse hacia ellas y mirarlas con sospecha pero en un segundo volvió a su posición original sin decir ni hacer nada. Ambas volvieron a respirar cuando vieron que no habían metido la pata.

-¡Harasho! ¿Y qué hacemos? Quiero decir, según tú las dos se gustan pero ella parece que lo está pasando mal.

-Creo que lo mejor que podemos hacer es dejar que las cosas sigan su curso. Si nos metemos lo único que haremos es complicarlo todo.

-Siempre has tenido más ojo para estas cosas, así que si tú lo dices…- En ese momento la cara de Eli cambió radicalmente a una más seria y fría. –Ahora que ya hemos indagado en la privacidad de nuestras amigas, ¿te importaría dejarme estudiar? Tú deberías hacer lo mismo.

-¿Eeh? Que sosa… Aunque si me das un besit…

No pudo terminar la palabra porque Eli le golpeo en la cabeza con un libro. La chica tenía las mejillas rojas, cosa que Nozomi encontró adorable.

-Está bien. Me voy.- Aunque antes de alejarse se acerco de nuevo al oído de la otra para susurrarle. –Ya me lo darás luego.

La rubia volvió a centrarse en los apuntes pero esta vez con una sonrisa en los labios. No veía la hora de salir de allí y poder cumplir el deseo de su novia.

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Nico no estaba de humor para hablar con nadie y mucho menos para ponerse a estudiar. Así que cuando acabó de comer se recostó en la mesa intentando no pensar en nada. Lo estaba logrando hasta que la voz de Eli resonó en toda el aula pronunciando el nombre que la había estado atormentando durante semanas. Levantó la cabeza y miró hacia donde estaban sus amigas. Las dos estaban cuchicheando y le entraron ganas de saber sobre qué pero se forzó a si misma a volver a hundir la cabeza entre sus brazos. "Sea lo que sea me da igual lo que hablen de esa persona. Me da totalmente igual. Absolutamente. Tengo cero interés en saberlo. Para nada quiero saber algo acerca de ella. Ese par puede hablar todo lo que quieran sobre Maki que yo no me voy a mover de aquí. Seguiré tal cual. Sin pensar en nada ni en nadie. Y menos en Maki." Al darse cuenta de lo mucho estaba pensando en Maki retiró los brazos de la mesa y se golpeó la cabeza con ella. Aquello pintaba muy mal. Lo peor era que cada vez iba a más, su mayor miedo era llegar a un punto en el que no fuera capaz de ocultarlo por más tiempo.

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Nico caminaba por el pasillo hacia la sala del club. Estaba cansada a causa de los exámenes que había tenido que hacer pero aun así se sentía algo realizada. Pensaba que le iría peor pero las clases de repaso con Nozomi la habían ayudado bastante. Se recordó a si misma agradecérselo apropiadamente, tal vez podía comprarle algún regalo. Estaba dándole vueltas a que le podría gustar a su amiga cuando abrió la puerta del club. Por un segundo se quedó clavada allí, no esperaba ser la primera pero lo que la sorprendió fue ver a Maki. Intentó actuar normal, y fue a sentarse en una de las sillas. No le quedó otra que hacerlo en frente de la otra chica o parecería que no quería estar con ella. La más joven estaba leyendo un libro y parecía igual de calmada que siempre. Nico miró alrededor con algo de nerviosismo mal disimulado. ¿Por qué tenía que ser justo Maki quien estaba allí? Era el final del trimestre y todas las integrantes de μ's estaban hasta arriba de exámenes. Seguramente algunas llegarían tarde porque aprovecharían hasta el último minuto extra en sus respuestas. Por lo que tendría que aguantar la situación como fuera. Repasó cada rincón de la habitación para no mirar a la otra chica pero fue inútil, ya que a los pocos minutos estaba contemplando como los rayos de sol que entraban por la ventana creaban preciosos reflejos rojizos en su pelo. Sus ojos violetas seguían inmersos en las páginas de aquel libro. Nico sintió algo de curiosidad por saber de qué se trataba para tenerla tan concentrada. Cada poco tiempo los dedos de la chica pasaban página con delicadeza. Eran delgados y alargados, seguramente resultado de años y años de práctica tocando el piano desde que era una niña. Eran elegantes y bonitos, sobre todo si los comparaba con los suyos que eran ridículamente pequeños. Lentamente volvió a mirarle a la cara pero solo para darse cuenta de Maki la estaba mirando con el ceño fruncido. Avergonzada por haber sido pillada giro rápidamente la cabeza hacia la ventana, suplicando internamente para que la otra no le preguntara por su comportamiento. El silencio siguió reinando en la habitación y Nico pudo relajarse un tanto. "Esto no es justo. ¿Por qué tengo que sentirme así al estar a su lado? Es culpa suya, ¿por qué soy yo entonces la que lo pasa mal? ¡No es justo!" Con algo de enfado volvió a mirarla de reojo. Seguía como al principio, inmersa en el libro sin preocuparse en lo más mínimo por la presencia de Nico, al menos eso parecía. La mirada de la morena iba y venía una y otra vez, se sentía como si estuviera echando un pulso consigo misma. De repente vio como Maki empezaba a juguetear con uno de sus mechones de pelo. Hacía tiempo que había descubierto aquel gesto en la muchacha y le encantaba. No podía resistirse a mirarla embelesada mientras hacía aquello.

Maki por su parte llevaba bastante rato notando la mirada intensa de la otra chica. Hacia todo lo posible por ignorarla pero era incapaz. No podía concentrarse en las palabras que tenía delante, leía una y otra vez la misma frase intentando entenderla pero lo único que registraba su cerebro era la presión que sentía proveniente de Nico. De vez en cuando pasaba alguna de las páginas para no quedar como una imbécil que tarda en leer una página diez minutos. Su corazón volvía a latir a cien por hora, al igual que esa mañana. Sabía que aquello debería sentarle mal, hacerla enfadar. Que alguien la estuviera mirando de esa forma durante tanto tiempo tenia que ser molesto pero en cambio, cuando era Nico quien lo hacía, una sensación cálida invadía su pecho. A veces, como en ese caso, llegaba a ser tan intenso que hacía que su corazón se desbocara y le costase respirar. Sentía como si el calor fuera a extenderse por todo su ser buscando una salida, como si su cuerpo no fuera suficiente para contenerlo. Sabía que se le estaba poniendo la cara roja y lo último que quería era que Nico se diera cuenta, así que intento parar todo aquello de alguna forma. Levantó la vista del libro y miró directamente a su compañera, quien casualmente también la estaba mirando. Maki dejó que toda la irritación que sentía por aquella situación saliera a la luz haciendo que pareciera enfadada.

-¿Por qué me estas mirando todo el rato?

Nico saltó ligeramente en su silla cuando la voz de la chica rompió el silencio y abrió los ojos como platos ante una pregunta tan directa. Abrió y cerró la boca varias veces hasta que consiguió decir algo con sentido.

-Tú también me estas mirando a mi ¿no?

-¡Te estoy mirando porque tú me miras!

-¿Ves? ¡Entonces sí que me estabas mirando! No tienes derecho a quejarte.

-¿Qué?- La pelirroja se quedo sin palabras ante el sinsentido que acababa de escuchar. Ambas sabían que esa no era una respuesta aceptable pero Maki podía ver que no iba a sacarle nada más. –Como sea, ¿qué haces aquí tan pronto? Espera, no me lo digas, has dejado la mitad del examen en blanco y por eso has salido antes.

-¡Ey!- Nico la miró con cara de pocos amigos. –Que sepas que lo he bordado. Me espera un brillante verano. ¿Y tú?- Maki pudo ver cierto interés en los ojos de la morena. -¿Por qué estás aquí tan pronto? ¿Es que el examen era demasiado fácil para tu mente privilegiada y has acabado diez minutos antes?

-Quince minutos antes. Y sí, era demasiado fácil.

La mayor tragó algo de saliva y miro de nuevo por la ventana. "Maldición. ¿Por qué tiene que ser tan perfecta?"

Maki sin embargo siguió mirándola. Era fácil hablar de aquella forma, siendo cruel y diciendo cosas que realmente no pensaba. Parecía que últimamente su relación se había reducido a eso. Pero era la única forma en la que podía dirigirse a ella sin ponerse en evidencia. Aunque intentara hablar de forma normal o decirle algo bueno, siempre acababan así. Insultándose o diciéndose cosas desagradables. Ambas sabían que en el fondo no iban en serio pero había acabado siendo una costumbre y en las últimas semanas casi una necesidad. Sus miradas acabaron encontrándose de nuevo pero esta vez ninguna quiso retirarse. Aguantarían la mirada hasta que la otra se rindiera. Estaban tan concentradas que no se daban cuenta de que habían dejado de respirar incluso. Fue entonces cuando la puerta se abrió de forma brusca con un fuerte estruedo. Rin y Hanayo entraron en la habitación en mitad del duelo de miradas.

-¡Por fin libre-nyaa~! ¡Ese examen ha sido muy difícil!

Ambas se callaron de inmediato al ver la tensión que reinaba en el ambiente. Se acercaron lentamente a sus amigas pero estas no parecían darse cuenta de su presencia. Después de esperar un momento Rin se cansó de mirarlas e intentó llamar su atención. -¿Chicas?- Movió la mano en la cara de Nico cortando el contacto visual que las dos tenían. Finalmente miraron a Rin y esta retrocedió un paso porque la miraban con enfado. -¿A-a que estabais jugando-nyaa? Parecía entretenido.

-No estábamos jugando a nada.- La voz de Maki sonó más baja de lo normal. Tanto que Rin casi no la oyó.

-¡Yo también quiero jugar-nya!- Se acercó a Hanayo y la sujetó por los hombros para que no pudiera escapar. Clavó la mirada en la de la chica y se quedaron en silencio de nuevo. Poco a poco se iban acercando y pronto estuvieron tan cerca que sus caras estaban a punto de tocarse. Nico y Maki no habían perdido detalle y ambas estaban algo sonrojadas. Rin había acabado pasando los brazos por la cintura de la otra chica y sus cuerpos estaban totalmente pegados pero aun así no habían dejado de mirarse. La cara de Hanayo estaba totalmente roja pero no parecía dispuesta a moverse de donde estaba. Esta acabó por bajar la vista hacia los labios de Rin pero entonces la pelirroja rio alegremente. Terminó de juntar sus frentes y moviendo suavemente la cabeza hizo que sus narices se frotaran con cariño.

-Has perdido Kayochin~

Las dos sonrieron dulcemente y en unos segundos acabaron separándose. Nico y Maki seguían algo avergonzadas por lo que acababan de ver, en contraste con las recién llegadas que estaban totalmente tranquilas.

-Nosotras no estábamos haciendo nada parecido a eso. Es más, no estábamos haciendo nada.- La mas mayor de todas sonaba molesta.

-¿A no? Pues deberíais-nya. ¡Es muy divertido!

La mente de Maki jugó una mala pasada a su dueña, mostrándole la imagen de ella y Nico en la misma posición en la que habían estado sus dos amigas. Los nervios volvieron de nuevo a la carga y sin saber cómo, sus dedos dejaron caer el libro que sujetaban. Intentó cogerlo antes de que llegara al suelo pero solo consiguió llamar más la atención de todas cuando se cayó de la silla torpemente.

Rin y Hanayo acudieron en seguida a ayudarla a levantarse pero Nico no se movió de donde estaba sentada. Una vez de pie se sacudió el polvo y volvió a su sitio. El rubor le había subido hasta las orejas.

-Mira que eres torpe a veces. Eso te pasa por tener las piernas tan larguiruchas.

-Sí, es un alivio saber que tú nunca vas a tener ese problema. –La pelirroja supo responder a tiempo y sintió que había ganado aquella ronda.

-Tsk…- Nico apretó los puños bajo la mesa y se enfadó consigo misma por habérselo puesto tan fácil.

En ese momento entraron sus compañeras de segundo, lideradas por Honoka.

-¡Buenas! ¿Eh? ¿Aun no estamos todas? Yo que quería contaros mi gran idea lo antes posible. Hizo un mohín y se sentó en una de las sillas mientras ignoraba las caras de interés de sus amigas.

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-¡Vámonos a la playa!

μ's al completo estaba finalmente reunido en la sala del club y casi todas quedaron sorprendidas por la repentina propuesta de su líder. Las únicas que no se habían inmutado eran Umi y Kotori ya que llevaban todo el día oyendo a su amiga hablar del tema. Tras una larga discusión del tema quedó establecido que durante las vacaciones irían a la casa que los padres de Maki tenían en la playa. Cuando se hizo la hora de irse a casa todas fueron saliendo. Las ultimas en irse fueron Nico y Maki. Las dos bajaron por las escaleras en silencio hasta que la mayor decidió hablar.

-Antes de que vinieran todas, cuando estábamos con Rin y Hanayo… De verdad, por un momento pensé que iban a besarse.

-Es cierto, a mi me ha pasado lo mismo.

Las dos compartieron unas pequeñas carcajadas nerviosas.

-Como si nosotras fuéramos a hacer algo así…- Maki recordó lo que les había dicho Rin.

-Jaja… si… No sé en qué estaría pensando. –Nico sintió un pinchazo en el pecho pero hizo todo lo posible por ignorarlo.

Entonces Maki se paró de repente.

-Me he dejado el libro en la sala. Voy a buscarlo. Adelántate si quieres.

-No, tranquila. Te espero, no tengo prisa.- Aunque reconocía que no estaba del todo cómoda estando a solas con la pelirroja, prefería estar con ella que no. Era un sentimiento extraño que no acababa de entender pero así era.

-Vale, en seguida vuelvo.

En cuanto Maki desapareció por las escaleras, el móvil de Nico comenzó a sonar. Al ver quien le llamaba frunció el ceño con preocupación pero no se dio cuenta de que sin querer, mientras buscaba el aparato, se había caído al suelo su monedero.

-¿Mamá?

/Hola cielo. Em… ¿podrías volver a casa ya?/

De fondo podía oír a sus hermanos.

-¿Estas en casa?

/Si, los del colegio me han llamado al trabajo para que fuera a recoger a Kotarou. Se ha puesto enfermo. He pedido un favor a un compañero para que me cubriera un par de horas pero tengo que volver enseguida. No puedo dejarlo solo estando así de mal, así que ven lo antes posible, ¿vale?/

-Claro, estaba a punto de irme ya de todas formas. Estoy ahí en un momento.

/Gracias. Te quiero/

-Y yo. Adiós.

Con un pequeño suspiro colgó el móvil y miro escaleras arriba. No sabía si esperar a Maki o no. Quería quedarse pero no podía causarle problemas en el trabajo a su madre.

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Cuando la pelirroja volvió, vio que no había nadie esperándola. Se quedó algo sorprendida pero entonces le vibró el bolsillo. Era un mensaje de Nico.

Ha habido una emergencia en casa y he tenido que irme. Lo siento. Nos vemos mañana ^3^

Después de leerlo se sintió mejor. Por unos segundos se había sentido algo herida al no encontrarla allí. "Un momento… ¡¿Se supone que eso es un beso?!" Con las mejillas aun ligeramente sonrojadas apartó la vista del móvil y entonces se percató de que había algo en el suelo. Lo recogió y pudo ver que era un monedero. Lo abrió en busca de alguna documentación que le indicara a quien pertenecía. Para su sorpresa, el carnet de estudiante de Nico fue lo primero que vio.

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En esos momentos agradecía todo el entrenamiento físico que realizaba a diario, gracias a él ahora podía ir hasta su casa corriendo sin necesidad de parar para coger aliento. No obstante, cuando su teléfono volvió a sonar bajó el ritmo hasta simplemente caminar rápido para ver quien la era. Vio que Maki le había mandado un mensaje. Lo abrió y vio una foto de su monedero. Aquello hizo que se detuviera del todo. Rebuscó en su bolso aunque sabía que no lo encontraría allí. Tecleó todo lo rápido que pudo y volvió a la carrera.

Ahora no puedo volver al colegio. ¿Te importaría traérmelo a casa? Si quieres te puedes quedar a cenar.

Al llegar a la puerta de casa vio la respuesta de Maki.

Ok


¡Buenas! Espero que os haya gustado el primer capítulo. Este es el primer fanfic que escribo para este fandom así que espero haber plasmado bien a todos los personajes. Evidentemente la pareja principal es NicoMaki pero de vez en cuando saldrá alguna cosilla de EliNozo, RinPana y KotoUmi. Por si no lo habíais notado este capítulo está totalmente inspirado en Zurui yo Magnetic today.

Si os digo la verdad no quería escribir esta historia. Hasta ahora tenía dos fics publicándose a la vez y no quería añadir otro más a la lista pero esta idea se me metió en la cabeza y no podía sacármela, así que decidí escribir y ver si salía algo decente. Lo peor es que la idea principal de la historia aun no se ha tocado en este capítulo, conforme iba construyendo todo iban apareciendo mas y mas cosas por lo que ha acabado siendo algo más largo de lo que tenía planeado. Aun así, no tendrá muchos capítulos, como mucho un par más. En teoría este fanfic será bastante más alegre y ligero comparado con las otras historias que estoy escribiendo. Mi idea es que haya bastantes momentos de humor y espero no rayarme con los monólogos internos deprimentes de los personajes, como siempre me acaba pasando XD

Seguramente si alguno de mis lectores de mis otros fanfic ve esto le entraran ganas de abrirme la cabeza. "¡Actualiza Alas Grises malditaaa!"

XD Os prometo que de aquí a una semana habrá nuevo capítulo tanto de Alas grises como de Magia y Sangre. De este no tardara mucho tampoco ya que se escribe rapidillo.